Ya había pasado una semana desde que el aliento del mitad fantasma se activaba constantemente en un carmín intenso, sin siquiera la presencia de un espectro, incluyendo la molesta sensación de una mirada tras de sí, la intensidad de esas miradas eran penetrantes en su espalda, aunque tenía que admitir que solo llegaron a alterarlo los primeros días pensando que podría ser alguien planeando algo en su contra.
Eso era completamente absurdo el chico se estaba volviendo loco, no había segundo en el que no se sintiera perseguido, los nervios lo tenían alterado de sobre manera alguien que te sigue no es precisamente para hacer amistad, si seguía así podría jurar que al poco tiempo estaría en un manicomio. Aunque sintiera que alguien lo seguía, al girarse no había absolutamente nada, o era su imaginación o esa cosa se escondía a con tal perfección que parecía no existir, incluso llego a pensar que su mente le hacia una mala jugada, podría jurar observar en cada momento a un encapuchado que cruzaba de un extremo para llegar al otro y desaparecer, era totalmente cierto que si fuera un fantasma podría logar hacer eso y más, pero el simple hecho de que nada le alertara le angustiaba.
-¿pasa algo Danny?, has estado actuando muy extraño últimamente _me pregunto Sam con un tono de preocupación en su voz, la verdad me alegre que lo hiciera me estaba perdiendo en mis pensamientos a tal grado de casi ser consumido, por lo que no tarde en responderle.
-no es nada, es solo que sigo sintiendo que alguien me sigue_ la verdad es que ya les había contado lo que sentía los primeros días, así que comprenderían a lo que me refería, pero entonces lo sentí, ese escalofrió seguido de una sensación reconfortante y placentera, la misma cosa me estaba observando en ese instante, podía quedarme como si nada pero por la inercia inspeccione cada rincón de la cafetería con mi vista.
-incluso sigo teniendo mi aliento fantasma en cada momento, pero de color carmín.
-¿todavía?, viejo todo esto comenzó desde que nos topamos con el fantasma de las cajas_ y en efecto sabía que Turke tenía razón, el problema era saber ¿por qué?, creo que solo vacile sobre el asunto un solo minuto pero solo eso bastó para que bajara la guardia, solo distinguí algo que me atormentaba desde ese desafortunado día, solo algo que me importo, solo algo que no me pude negar a observar, una figura encapuchada que se movió de un lugar a otro, como si nada, como si nadie más que yo fuera el único en poder verlo.
Su capa se movía descaradamente por el pasillo sin nadie que pudiera contemplar esas finas telas negras ébano, que bailaban y volaban fingiendo que su dueño corría apresuradamente, todo en cámara lenta, podía distinguir como las telas protegían la figura que se resguardaba en la oscuridad para no ser visto, “que descaro”.
-no sé, pero creo haber visto a ese encapuchado entes _ la verdad no soporte la idea de que nadie más pudiera ser consciente de su presencia, ni siquiera supe que fue lo que dijo Turke pero de algún modo tenía que llamar su atención y sin perder tiempo señale donde la figura reposaba tranquila e inmutable de su paz, cruzando de entre las demás figuras, que se formaban con los distintos objetos encontrados a su paso.
Y ahí estaba, de nuevo, siguiéndome y mostrándose descaradamente, mis amigos lo observaron pero lamentablemente nuestro punto de visión fue obstruido por un estudiante, cuando logramos que dejara de intervenir, bueno cuando Sam pidió “amablemente” que dejara de estorbar ya no se encontraba ahí, no mas, ya no, no podía ser que ni siquiera en un segundo ya no este, todo es tan extraño, quiero cortar la intriga, desprenderme de la paz, quebrar el equilibrio, detenerlo y que conteste mis dudas, sin embargo no puedo, tengo que perecer ante la intriga, tengo que callar y soportar, pero hay algo que me inquieta, tengo la necesidad de su presencia, mis sentimientos hacia el son diferentes siento que busca consuelo, paz, está perdido o extraviado, ¿Por qué lo hace?, ¿Qué es lo que busca?, necesito respuestas, ¿Por qué no tenerle miedo a alguien que te vigila y no sabes por qué motivo ni con que intensiones?, tengo que buscar respuestas o mi mundo se terminara por desquebrajas, hacer moronas, mi cordura se desintegrara, tengo que verlo de frente, siento que pide a gritos que lo salve, que lo ayude, lo tome lo consuele y proteja, ¿pero por que razón? ,tengo que buscar respuestas y aunque no tenga pistas tendré que arreglármelas e investigar, tengo que encontrar el motivo.
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Ya en la noche la luna ilumina las cobijas de color ébano, que cubren la paz de un cuarto, de un joven que duerme en su cama plácidamente, se ahoga en sus más profundos sueños despidiéndose de la realidad, pero la calma y tranquilidad son desquebrajadas por una figura mediana que emerge de entre las sabanas de sombras irrumpiendo en los aposentos del joven de cabello negro, la figura emerge de la nada como si irrumpiera el espacio tiempo posándose en aquel cuarto del lado derecho de la cama, su figura es protegida por unas finas telas de color negro que lo cubren en forma de capucha, en la luna ahora descansan bajo su regazo dos figuras dentro de la habitación todo queda en paz, el sujeto solo se limita a observar al chico dormido en su cama, pasan minutos o incluso horas pero no mueve ni un solo musculo, solo observa, hasta que distingue gracias a los finos rayos plateados un objeto encima del buro a un lado de la cama, se acerca y de las telas emerge una mano con tez blanca, fina y suave a la vista, cuando por fin tiene entre sus dedos el objeto lo alza más para poderlo observar con detenimiento, se queda inmóvil, olvidando por completo la presencia del joven en el cuarto, dirigiendo su atención solo a aquel objeto.
Un dolor punzante emerge golpeando su pecho, tensándose ante el dolor, deja caer el objeto de su interés al piso, provocando pedazos de cristal romperse en miles, haciendo un fuerte golpe en el piso.
Va recuperando la lucidez, de a poco emerge de entre sus sueños, el golpe de un objeto cayendo lo despierta.
Escucha un ruido y sosteniéndose el pecho distingue al joven remolinearse en sus sabanas, despertando, siendo víctima del miedo y la paranoia, da un paso a atrás y se esfuma en las sombras huyendo lo más rápido posible.
Abre los ojos con pesadez y todavía somnoliento se levanta perezosamente en busca del objeto que provoco aquel fastidioso sonido que lo despertó, no tarda en dar solo unos pasos y escuchar un crujido bajo sus pies, baja su vista y encuentra varios pedazos de vidrio, sin siquiera pensar en lo que lo ocasiono comienza a recogerlos para que no pase un accidente, cuando por fin termina y ya sentado en su cama se dispone a dormir, cuando divisa algo en el piso que luce con la luna, se acerca y lo toma, sonríe, lo que puede ver es una foto de su hermana Jazz y el jugueteando la deja en su buro y se acuesta para conciliar el sueño.
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La figura perece de dolor, en el edificio de enfrente reposa agitadamente observando los movimientos del joven de ojos azules, unos ojos que brillan por las lágrimas que despojan entre sollozos, no podía despegar la vista de ese punto imaginario que tanto observaba, una mirada perdida y llena de dolor, su corazón le dolía pero resiste el soltar el llanto desconsoladamente, por fin puede moverse de su letargo y se desvanece de entre las sombras.