Tú estarás profundamente dormido al lado de Bellamy, por lo que no notarás que otra presencia piensa pacientemente la forma más efectiva de colarse a la mansión. El sujeto esperará a que el dueño de la mansión se haya ido a trabajar y la sirvienta se haya ido a llevar a la pequeña niña al colegio. Se asegurará que la alarma de la mansión está desactivada y entrará por una ventana que la pequeña niña de pelo aguamarina habrá dejado abierta por error. Recorrerá la mansión lentamente, como una sombra moviéndose en la oscuridad, sin hacer ni un solo ruido. Irá abriendo una a una las puertas de la mansión hasta dar la de tu habitación. Una vez allí avanzará hasta tu cama silenciosamente y cuando esté lo suficientemente cerca destapará con cuidado las sábanas de tu cama. Se llevará una desagradable sorpresa al comprobar que no estás solo en la cama, sino que hay alguien a tu lado durmiendo plácidamente. Una gran sonrisa malvada aparecerá en su rostro y con sumo cuidado llevará la mano al cuello del hombre que reposa a tu lado.
Te despertarás al sentir cómo la persona que dormía a tu lado se retuerce en la cama, como si quisiera librarse de algo. En la oscuridad de la habitación diferenciarás a una silueta al lado de la cama que tiene tomado por el cuello a Bellamy, que intentará librarse en vano de su agarre. No dudarás en abalanzarte encima del hombre para tratar de separarle de tu tío, pero serás lanzado por él a la cama de nuevo. Te sentarás en la cama para tratar de localizar de nuevo a tu tío y al intruso, pero debido a la oscuridad sólo verás siluetas ir de un lado a otro de la habitación. Oirás golpes y gruñidos, pero no lograrás averiguar el punto exacto donde se encuentran. Palparás la pared hasta encontrar el interruptor de la luz y lo pulsarás. La luz se hará en la habitación y podrás ver al intruso: un hombre pálido de pelo rojo y ojos ambarinos, o en otras palabras, Eustass Kid. Estará reteniendo a Bellamy en el suelo con el pulo sujetado por él para evitar recibir un puñetazo.
La mirada de Kid no será precisamente muy alegre, parecerá como si en sus ambarinos ojos se reflejasen el mismísimo infierno. En un rápido movimiento se quitará de encima de Bellamy y te cogerá del brazo. Te obligará a seguirle a toda velocidad por los pasillos de la mansión y os encerrará en una de las habitaciones. Jadeante, te sentarás en el suelo para intentar recuperar algo de aire. El pelirrojo se levantará con aire malhumorado y parecerá como si desprendiese un aura oscura a tu alrededor. Estarás confuso por lo que acabará de pasar en tu habitación. “¿por qué de repente ha golpeado a Bellamy?”, pensarás confundido. El hecho de que se haya colado en la mansión para ti será algo secundario en ese momento, ahora sólo querrás saber su razón para golpear a Bellamy, así que le preguntarás: “¿qué mosca te ha picado?”. Kid se agachará a tu altura y responderá: “tú eres sólo mío, entérate de una vez”. Confundido, preguntarás: “¿qué di…?”, te cortará con un beso. Sentirás de nuevo sus labios contra los tuyos y la inmensa sensación de bienestar que sentiste la primera vez que te besó volverá a ti.
Tu mente gritará: “¡Apártate de él! ¿Acaso no recuerdas lo que pasó la otra vez? ¡No dejes que te engañe de nuevo!”. Tu herido y tímido corazón murmurará: “déjate llevar…”. Sin entenderlo muy bien, harás caso al débil murmuro y te perderás en la dulce boca que un día te atrapó y que ahora amenazará con hacerlo de nuevo.