CAPITULO IV
DE MAOU A PERVERTIDO
Cuando más se quiere que las cosas salgan bien algo debe fallar.
La vida es un completo dilema que por más que se intentan que las cosas vaya bien algo debe atravesarse y hacerlo mal, dejándote frente a los demás como el malo de la película.
Yuuri Shibuya este día había aprendido que el hecho de ser el Maou no siempre lo iba ayudar de librarse de problemas e intentar llevar las cosas en paz con aquellos que le rodean, en especial tratándose de asuntos tan delicados como ser acusado de ser un pervertido.
Señor Pervertido, ese era el nuevo nombre que su excelencia Wolfram Von Bielefeld le había puesto, tantos días espero por su ansiada llegada, preparando cada detalle que le haga sentir que en Pacto de Sangre y para él mismo era bienvenido, pero al final todo no salió como se había planeado.
La hora de la cena había llegado y el silencio se había presente, Yuuri a la cabeza era observado por cierto rubio quien estaba junto a su hermano mayor evitando que aquel pervertido se le acerque.
─ Wolf….
─ Soy excelencia Wolfram Von Bielefeld. —Interrumpe seriamente a Maou– Heika le voy a rogar que no se tome atribuciones con mi persona.
─Mil disculpas excelencia Von Bielefeld, solo deseaba darle la bienvenida a Pacto de Sangre. —Dice con una gran sonrisa.
─ Le agradezco, pero hoy en la tarde ya recibí suficiente bienvenida. —Recalca recordando lo acontecido por la tarde– Señor Pervertido.
─ ¡Wolfram! —Gwlendal lo reprendió– Yuuri Heika ya se disculpó y explico lo que realmente paso.
─ Pero Aniwe. —Lo mira con un puchero– Me estuvo desnudando. —Se quejó.
Gwlendal conocido por su gran seriedad y su pulso de hierro al momento de tomar decisiones importantes, llamado el general indestructible por no doblegarse ante los demás, tenía una sola debilidad rubia y ojos verdes, su amado, tierno, adorable hermanito menor.
─ Wolf…. —El mayor quedo semishokeado por la mirada del menor– ¡Heika! —Se levanta apuntado a Yuuri con su espada– Se atreve a volver a poner un solo dedo en el inocente y puro cuerpo de mi hermano juro… —Su mirada se oscureció más– …que lo mato.
El pobre Maou se puso pálido ante la amenaza de quien esperaba que sea su futuro cuñado, sueño que por si quedo en el olvido.
─ Gwlendal por favor no asustes a Heika. —Interviene Conrad con una de sus típicas sonrisas para salvar la situación– Y usted Heika sabe que mi hermano nunca haría algo así.
─ Te equivocas Conrad. —Mira a Yuuri con mucha seriedad– Hablo muy enserio, lo toca y lo mato.
─ ¡Gwlendal como puedes decir algo así a Yuuri Heika! —Se queda Gunter quien aún estaba pálido por la repentina amenaza del general– ¡Él es incapaz de algo así! ¡Tú hermano miente! —Apunta a Wolfram– Como siempre no es más que un moco….
─ Gunter. —Yuuri interviene– Su excelencia tiene razón al sentirse incomodo conmigo. —Mira al rubio– Pero le aseguro que le hare cambiar esa imagen que tiene de mí.
─ Buena suerte Señor Pervertido. —Sonríe de medio lado en rubio.
Tras aquellas palabras el Maou comprendió que ganarse el corazón de Wolfram iba ser muy difícil, pero el amor que sentía por él sería el motor que lo motivaría a continuar.
Un nuevo día había llegado a Shin Makoku y como era costumbre por las mañana los soldados observaban a su Maou ejercitándose y conversando junto a Conrad.
─ ¿Ahora qué hago Conrad? —Pregunta preocupado Yuuri mientras va corriendo.
─ La situación se complicó Heika. —El castaño lo mira de reojo– Con Gwlendal en su contra, es peligroso que actué impulsivamente.
─ Se perfectamente lo peligroso que puede ser Gwlendal, pero… —Se queda pensativo– Aun así no me voy a rendir, amo a Wolfram y luchare por él.
─ Hágalo Heika cuenta con mi apoyo. —Se detiene mirándolo con una gran sonrisa.
─ Yuuri, te recuerdo que soy Yuuri. —Dice con una sonrisa mucho más feliz al contar con el apoyo de uno de sus futuros cuñados.
─ Lo siento, Yuuri.
─ Entremos Conrad, siento que hoy será un gran día para iniciar nuevamente con Wolfram. —Se encamina el Maou rumbo al palacio.
Una hora más tarde Yuuri se encontraba listo para ir a desayunar portando su mejor traje negro se encaminaba por los pasillos del palacio cerca de la habitación de Wolfram, al pasar vio como el rubio salía portando su hermoso traje azul.
─ Joven Bielefeld. —Dijo Yuuri fingiendo sorpresa al verlo.
─ Uhm. —El rubio se voltea y lo mira con una sonrisa divertida– Señor Pervertido es usted.
─ Yuuri…soy Yuuri. —Sonríe con un tic sobresaliendo su ceja derecha ante el sobrenombre del rubio.
─ Mejor le queda Señor Pervertido. —Ríe levemente– ¿Qué hace por aquí, Señor pervertido?
─ He venido a invitarle a desayunar. —Tiende su mano con una sonrisa enmarcando su rostro.
─ Lo siento pero yo no desayuno con pervertidos. —Se voltea.
─ Pero…
─ Adiós Señor Pervertido. —Le saca la lengua antes de alejarse.
─ Esto va ser más difícil de lo que imagine. —Susurra Yuuri con una sonrisa en sus labios ante la frescura del joven soldado.
Yuuri Shibuya tenía un largo camino de recorrer para llegar al corazón del joven príncipe pero como un buen Maou no se iba rendir fácilmente.
………………….
Mientras tanto en las tierras Michaelist el ambiente estaba tenso entre los habitantes de la mansión, su preocupación se centraba en el cambio de humor de su amo Sebastián, quien desde que había recibido la carta de su hija había cambiado su carácter de alguien amistoso a un ogro que por cualquier cosa se enojaba.
A una de las personas que más le preocupaba su cambio de humor era a Ciel quien no sabía qué hacer para animar al mayor.
Con su mirada perdida Ciel yacía parado junto al jardín reflexionado en el modo que podía ayudar a Sebastián y a todos en la mansión, él mejor que nadie sabía que la presencia de Elena solo traería malestar todos los empleados y en especial a él, ya que ella era una mujer completamente diferente, ante los ojos de su padre una santa paloma incapaz de romper un plato, pero frente a los empleados era egoísta, arrogante, orgullosa que humillaba a los demás cuando tenía oportunidad, sabiendo lo que les esperaba con su regreso mantenía muy intranquilo al menor al punto de ignorar la mirada curiosa de Sebastián.
─ Hola mi querido Ciel. —Posa sus manos en los hombros del menor.
─ ¡Ah! —Emite un pequeño grito ante la sorpresa de tener a Sebastián a sus espaldas– Se-Sebastián. —Murmuro mirándolo de reojo.
─ ¿Qué haces aquí tan solo mi pequeño? —Preguntó con algo de preocupación en su voz.
─ Nada solo pensaba. —Baja levemente su mirada, preocupando al instante al mayor.
─ ¿Qué es lo que te tiene tan agobiando? —Le alza la mirada– Tus hermosos ojos muestran muchas preocupaciones ¿Por qué?
─ Es imposible no preocuparme. —Lo mira directamente– Cuando usted está como esta.
─ ¿Yo? ¿Qué tengo pequeño? —Vuelve a preguntar sin entender sus palabras.
─ Ha estado muy enojado últimamente, usted no es así, nunca se dirige a vosotros con un grito. —Lo mira preocupado– No me gusta verle así.
─ Yo… —Gira su rostro.
─ Menos por ella. —Murmura lo último con molestia.
─ ¿Eh? —Se sorprende ante aquella declaración– Ciel ella es mi hija es normal….
─ Perdone. —Ambos se giran ante la presencia de Tanaka– La señorita Elena está llegando a la mansión.
─ ¡Elena! —Exclamo feliz Sebastián alejándose inmediatamente de Ciel para ir a encuentro de ella.
Ciel observa con preocupación cuando el mayor se aleja para ir a ver a su hija, él por su parte no se anima al recibirla ya que su presencia solo representa molestia para todos.
─ Ha llegado. —Dijo de pronto Tanaka con una actitud seria que solo salía cuando se anunciaban problemas– Cuando el amor de un padre se interpone a la razón sus ojos se vuelven ciegos a la realidad.
PLOT
─ Tanaka-san.
Ciel miraba sorprendido al mayor que volvía a su estado pequeño, pero lo que verdaderamente le sorprendió es que sus palabras eran la cruda realidad, mientras Sebastián este ciego nunca vera la verdadera cara de Elena.
……………….
La tarde había llegado en Pacto de Sangre y nuestro querido Maou llevaba todo el día sin poder concentrarse en su trabajo el motivo:
“Su amado rubio”
Quien actualmente no lo dejaba acercar sin antes declararlo un pervertido en serie, un nuevo suspiro salió de sus labios mientras una nueva arruga nacía en la frente de Gwlendal.
─ Majestad si no planea tomarse enserio su trabajo le voy a rogar que se vaya. —Dijo seriamente Gwlendal sin mirar la Maou.
─ ¿Me puedo ir? —Pregunta asombrado el moreno por las palabras del General.
─ Si puede irse. —Lo queda mirando– Si no va hacer nada solo me esta estorbando aquí.
─ Etto… —Ríe nervioso por sus palabras– Gracias, nos vemos.
Yuuri no dudo dos veces en tomar la palabra del Gwlendal dejar aquella oficina que solo lo estaba ahogando y poder salir a buscar a su amado Wolfram.
─ ¿Dónde estará? —Se preguntó a sí mismo una vez que llego al jardín.
Mientras el Maou recorría el jardín buscando a Wolfram, el rubio no estaba muy lejos de él leyendo muy entretenido un libro ignorando la mirada molesta de cierto pelilila.
─ Wolfram.
─ ¿Eh? —Deja un momento su lectura para alzar la mirada– ¿Gunter? —Lo mira algo sorprendido.
─ Creí que venías al palacio solo porque tenías una reunión con Shinou-Heika. —Dijo con una voz seria.
─ Efectivamente recibí una invitación de Shinou Heika. —Afirma tranquilamente.
─ ¿Cuándo te planeas reunir con él? —Pregunta algo tosco.
─ ¿Qué? —Lo mira confundido– ¿Por qué tanto interés que me reúna tan pronto con Shinou Heika?
─ Más pronto te reúnes mucho mejor….
─ ¿Mejor? —Nuevamente no comprende.
─ Más rápido volverás a Bielefeld. —Dice fríamente.
Wolfram comprendió claramente que no era bienvenido en Pacto de Sangre de parte del noble, ya que era consiente que desde niño él nunca fue de su agrado porque según él era caprichoso, malcriado y no merecía estar ahí junto a su familia.
─ Había planeado quedarme un tiempo aquí en el palacio junto a mis hermanos. —Responde sin importarle su mirada.
─ No has cambiado nada…
Sin percatarse ambos nobles detrás de ellos Yuuri estaba escuchando su conversación con el ceño fruncido y molesto por la insistencia de Gunter en cuanto Wolfram se quede o no.
─ ¿Por qué dices que no he cambiado?
─ Sigues siendo el mismo niño malcriado y caprichoso, que quiere hacer lo que se le viene en gana. —Dice con mucho desprecio– No me sorprende que tus hermanos no quieran vivir con…
─ ¡Gunter! —La imponente voz de Yuuri cortó a Gunter antes que siga con sus ataques.
─ ¡¿Yuuri Heika?! —Se gira al momento de escuchar al Maou– Creí que estaba trabajando.
─ Deje por un momento mi trabajo para venir al encuentro de Lord Bielefeld. —Dirige su mirada al rubio.
─ Con Wolfram. —Lo mira asombrado– ¿Por qué?
─ Hoy en la mañana prometí darle un recorrido personal por el jardín. —Sonríe levemente– ¿No Wolfram?
─ ¿Eh? —Wolf reacciona ante las palabras de Yuuri– Es verdad, había demorado.
─ Lamento mi demora, su hermano no me dejaba salir. —Ríe levemente– Vamos. —Le tiende la mano.
─ Claro. —Toma su mano– Nos vemos luego Gunter.
Ante la mirada shokeada de Gunter la pareja se alejó dejándolo solo en medio del jardín.
─ HEIKAAAAA —Grito de pronto el noble– NO ME DEJE POR ESE MOCOSO!!!
Tras caminar algunos minutos lejos de Gunter, Yuuri aun llevaba de la mano a Wolfram a lo más profundo de los jardines, el rubio por su parte aun no comprendía porque se dejaba guiar libremente en manos de un pervertido como él aun sabiendo que podía pasarle algo.
─ ¿Qué pasa? —Yuuri se gira al notar que Wolfram dejo de caminar.
─ Su…Suéltame. —Jala su mano– Ya estamos muy lejos.
─ Perdón se me olvido. —Se rasca la cabeza mientras ríe.
─ Además ¿Por qué mentiste? —Pregunta seriamente.
─ No me gusto como te hablo Gunter, odio la injusticia y sin importar quien sea herido si está en mis manos lo ayudare. —Dijo con firmeza.
Los ojos de Wolfram se abrieron ante el gran corazón que mostraba el nuevo Maou, él era un rey como tal su deber era ayudar pero estar siempre pendiente de todo demostraba la grandeza de su corazón.
─ Gracias. —Susurro el rubio mirando a un lado– Gunter siempre es así.
─ No me parece justo que te trate de ese modo. —Dijo seriamente– Estando aquí podemos aprovechar y dar ese paseo antes mencionado.
─ Y luego dices que no eres un pervertido. —Se cruza de brazos– Me traes a lo más profundo de los jardines solo para abusar de este pobre e inocente noble.
─ ¡¿Qué?! ¡Claro que no! Nunca pensé hacer algo como eso. —Responde horrorizado ante las ideas del rubio– A ti nunca te lastimaría.
─ ¿Eh? Yo…. —Ante aquellas palabras ahora Wolfram no supo que responder– Enclenque. —Murmuro con una sonrisa.
─ Igual vamos. —Lo toma de la mano– Conozco un sitio genial y muy bonito.
─ ¡Oye! ¡Espera! ¡Suéltame! Puedo caminar solo.
Ignorando los gritos del rubio Yuuri iba guiándolo hasta uno de los lagos que estaba situado en la profundidad de los jardines y gracias a los rayos del sol hacia brillas sus aguas como si fueran hermosos diamantes.
─ LLEGA…
─ ¡AH!
Todo paso tan rápido para los ojos de ambos, aun jalando a Wolfram, Yuuri se detiene da rápidamente la vuelta chocando contra el rubio y llevándolo directamente hacia el piso, el Maou intentando evitar que se golpee posa su mano en la cintura pero el peso de ambos sede su equilibrio haciéndolos caer al suelo dejándolos en una situación muy comprometedora.
A lo lejos se observaba como una pareja estaba en piso besándose, su caída había provocado que se den un beso accidental.
─ ¡PERVERTIDO!!!
El primero en reaccionar fue Wolfram quien empujo con todas sus fuerzas al Maou alejándolo instantáneamente.
─ No espera fue un acci….
─ ¡No te creo! —Gritó enojado– ¡Me engañaste! ¡Planeaste todo! ¡Juro que esto no se va quedar así! —Gritaba histérico mientras limpiaba sus labios y mostraba su rostro sonrojado– ¡Se lo voy a decir a mi Aniwe! —Se levanta y sale corriendo.
Yuuri aun en el piso miraba asombrado como el rubio se iba corriendo hasta que las últimas palabras lo hicieron despertar.
─ ¡No! ¡Wolfram espera! ¡No le digas a Gwlendal! —Se levanta para seguirlo– ¡Me va a matar!
Toda esperanza que Maou en limpiar su nombre ante los ojos de Wolfram Von Bielefeld habían quedado en el olvido, oficialmente ahora era un pervertido.
Continuara….