CAPITULO VII
JUGANDO CON EL DESTINO
Solo el amor es capaz de luchar con aquello escrito incorrectamente.
El destino se lleva escrito desde el momento que nacemos sin importar lo caminos que escojamos siempre llegaremos a él, aunque nos demoremos o suframos hasta llegar a nuestra meta.
Cada día que pasaba Ciel se mantenía más preocupado por el destino que Sebastián estaba escribiendo para su hija y el Maou, algo en su interior le indicaba que ellos nos estaban destinado a estar juntos y su unión solo traería desgracias y dolor.
Durante sus años que había vivido en la mansión Michelist la presencia de Elena era la causa de los problemas entre todos los empleados cegando siempre a Sebastián con sus palabras llenas de mentira, en su interior sabía que nuevamente ella estaba llevando por el rumbo que siempre deseaba, a una hora de partir se encamino al despacho para hablar con él.
─ Permiso. —Entro al despacho atrayendo la atención de mayor.
─ ¿Ciel, en que te puedo ayudar? —Sonríe levemente al menor.
─ Sebastián. —Queda frente a él– No obligues al Maou a contraer matrimonio con Elena.
─ Ya hablamos de ellos voy a limpiar la integridad de mi hija. —Responde serio– No voy a permitir que ese hombre se burle de ella.
─ Recapacita, el Maou no la ama, ¿Acaso quieres atar a tu hija a un matrimonio sin amor? —Pregunta con sinceridad.
─ …… —No respondió nada solo se levantó quejando parado frente en la ventana– El tiempo les ayudara encontrar al amor.
─ Sebastián. —Murmura preocupado– Entiendo. —Sale del despacho.
Aun mirando por la ventana quedo pensativo sobre las palabras de Ciel, sabía perfectamente que lo que iba hacer posiblemente no iba ser beneficioso ni para su hija ni para el Maou pero aun así era la mejor decisión.
Una hora después de aquella conversación Sebastián, Elena, Ciel, Tanaka, Finnian, Bard y Mey, estaban listos para salir rumbo a Pacto de Sangre antes de ello Ciel entrega una carta para que sea enviada a cierta persona que les puede ayudar.
─ Espero que llegue en tus manos y puedas hacer algo. —Mira al cielo rogando por la velocidad de la carta.
─ ¡Ciel vamos! —Sebastián le llamo desde el carruaje.
Se gira con una sonrisa para ir en el mismo carruaje junto a él y Elena.
Mientras tanto en Pacto de Sangre las cosas estaban muy bien desde que el Maou había empezado su relación con el joven Von Bielefeld, al punto que el Maou se veía lleno de felicidad.
─ ¡Wolf! ¡Mi dulzura! —Entra Yuuri a la sala donde estaba el rubio y lo abraza.
─ ¡¿Dul…Dulzura?! ¡Enclenque no me vuelvas a llamar de ese modo! —Le golpea la cabeza.
─ ¡Auch! Wolf no seas malo. —Dice sobándose la cabeza.
─ La siguiente vez que me llames de ese modo. —Lo dice muy serio– Te clavo mi espada donde más te duela.
─ ¡Ah! —Retrocede dos pasos– Me amenazas…mi….
─ ¡¿Mi que?! —Saca su espada.
─ Mi…mi….mi Wolf. —Sonríe nervioso.
─ Así está mejor. —Guarda la espada sonriendo de lado– Vez que es fácil Yuuri.
─ Si lo es. —Aun nervioso por la amenaza– Wolf te gustaría salir a pasear.
─ Claro, pero será para la tarde, hoy tengo una cita. —Dice muy tranquilo.
─ ¿Cita? ¿Con quién? —Lo mira serio.
─ Deja de ser desconfiando enclenque. —Ríe levemente al notar sus celos– Tengo una reunión con Shinou Heika, al final vine aquí para verlo a él no a ti.
─ ¡Que cruel eres! —Hace un puchero– Y yo que te extrañaba.
─ No extrajeres Enclenque. —Se acerca a abrazarlo y le da un beso en la mejilla.
─ Muy tierno mi Wolf, vez eres toda una dulzura.
─ ¡Tú!...
─ ¡AHHH!!!
Por los pasillos de Pacto de Sangre se observan como el Maou corría por su vida siendo perseguido por un rubio endemoniado con espada en mano dispuesta a clavársela donde más le duela.
─ ¡Yuuri deja de correr es peor! —Empuñando con fuerza la espada.
─ ¡Ni loco dejo que me atrapes! —Salta hasta el patio.
─ ¡Oh partículas regidas por el fuego obedeced a los mazokus, aquellos que derrotaron a Soushou! —Unas llamas salieron de su cuerpo directo al Maou.
─ ¡AHHH!!! —Yuuri quedo sentado y quemado en manos de su amado.
En Pacto de Sangre reinaban las sonrisas ante el amor y felicidad que se vivía entre la pareja real, aunque para algunos dudaba que sea más amor que odio ya que gracia a su bocota el Maou no quedo tan bien parado luego de recibir unos de los ataques de fuego de Wolfra, ese no era motivo para que ellos se enojaran y dejasen de amarse, en camino al reino dos carruajes se habían detenido junto a un lago para que sus ocupantes puedan descansar.
─ ¡¿Por qué paramos?! —Gritó Elena al notar que los carruajes se detenían.
─ Es hora del té. —Indico Ciel bajando del carruaje.
─ ¡Hora del té! Tonterías sigamos, estamos a un par de horas de llegar. —Ordeno muy enojada.
─ Sebastián ¿Te apetece tomar el té con unos bocaditos que trajo Mei? —Pregunta al mayor ignorando a la chica.
─ Me encantaría tomar el té. —Baja del carruaje– ¡Es un lindo paisaje!
─ Bard, Finnian y Mei, hora del té. —Indica Ciel a bajar– Acomodemos todo bajo el árbol.
─ ¡Si! —Los tres empleados se movieron rápidamente.
─ Sonaste como todo un mayordomo. —Dijo Tanaka que estaba a su lado.
─ Oji-chan, perdón me emocione, tú eres el único mayordomo de la mansión Michaelist. —Sonríe el menor junto al mayor.
─ Ten paciencia. —Pone su mano en la cabeza del menor– Veraz que él no permitirá que Elena se case, además confiemos en los designios de Shinou Heika.
─ Tienes razón Oji chan.
La fe y esperanza se mantenía en el corazón de Ciel con tal de evitar una injusticia al amor.
Volviendo a Pacto de Sangre, Wolfram estaba sobre su caballo siendo observado por un mallugado Maou.
─ Quita esa cara Yuuri. —Ríe levemente al ver que se había pasado un poquito la mano– Además es tú culpa por llamarme de esa forma tan rara.
─ Aun así casi me quemas vivo. —Señalando algunas heridas.
─ Ni que fueran tan graves. —Dice con simpleza.
─ Por la tarde me recompensas por lo que me hiciste. —Sonríe al notar el leve sonrojo en sus mejillas.
─ Claro que lo hare, nos vemos. ¡Oh! —Con un leve movimiento de las riendas su caballo sale trotando.
Tras unos minutos de recorrido Wolfram se encontraba frente al templo de Shinou, al bajar fue recibido por Uriken.
─ Lord Von Bielefeld sea bienvenido. —Se inclina levemente la sacerdotisa.
─ Gracias por el recibimiento Uriken, Shinou Heika me envió una carta solicitando mi presencia. —La mira directamente.
─ Está en lo correcto. —Se gira– Sígame por favor Shinou Heika lo espera.
─ Gracias. —Asiente levemente siguiendo la sacerdotisa.
Uriken lo encamino por los pasillos del templo hasta llegar a la puerta que quedaba en lo más profundo, mientras se acerca sentía algo de nervios al recordar lo ocurrido hace un año cuando fue manipulado y su corazón robado con tal de revivir a Shinou, incontinentemente llevo su mano la peño antes de tomar un profundo respiro y entrar, observaba claramente como al fondo de aquella habitación se encontraba el rey rubio quien lo esperaba con una sonrisa.
─ Mi querido descendiente bienvenido te estaba esperando. —Sonríe al quedar frente al rubio menor.
─ Shinou-heika. —Inclina su cabeza en forma de respeto– Este humilde servidor está a sus servicios.
─ Dejémonos de formalidades Wolf-chan. —Ríe levemente rascándose la cabeza ante las palabras formales del menor.
─ Pero…
─ ¡Ven Wolf-chan! —Le señala la escalera que esta al fondo– Quiero hablar contigo.
El menor obedeció al antiguo rey acercándose y sentándose a su lado, sin saber que decir esperaba a él indique porque lo había llamado.
─ Pues…
─ Shinou–Heika. —Wolf prefirió empezar preguntando ya que según observaba el mayor no sabía que hacer– ¿Porque me llamo?
─ Wolfram te llame para que puedas encontrarte con Yuuri y ustedes puedan empezar una nueva historia. —Dijo con una sonrisa sorprendiendo al menor.
─ ¿Por qué? ¿Por qué debía encontrarme con él? ¿Y cómo sabe lo nuestro?—Pregunta con un leve sonrojo lo último.
─ Wolfram. —Se para mirar al menor de frente– Su destino fue escrito desde antes que nacieras. —Cierra los ojos para luego mirar serio– Wolfram. —Se vuelve a sentar a su lado– Es difícil de explicar, intervinieron en su destino las cosas no debían pasar como han pasado hasta ahora.
─ ¿A qué se refiere? No comprendo. —Gira su rostro para mirarlo fijamente.
─ Wolfram hace dos años anuncie la llegada de Yuuri a Uriken y solicite que tú madre, tus hermanos, Gunter y tú estén en el palacio cuando él llegara, ustedes eran los elegidos para ayudar al nuevo Rey a formarse y ser digno de llevar el nombre del Maou. —Cierra los ojos para recordar aquel momento– Ese día ella se enteró que tú y Yuuri serían unidos como prometidos desde el primer día que se conocieran por medio de un accidente.
─ Yuuri y yo… —Susurro sorprendido.
─ Si, ese día tú ibas estar parado en la parte más alta de la escalera y observarías como aquel rey llegaba haciendo un revuelo con su caballo, te negabas aceptar a alguien como él como el nuevo Maou ya que para ti no era más que un mestizo enclenque indigno al nombre del Maou, horas más tardes de su encuentro tras una pelea él te iba abofetear y quedarían como prometidos. —Ríe levemente.
─ No lo puedo creer. —Ríe levemente imaginándose como hubiera sido su encuentro.
─ Como entenderás ambos se unirían por un accidente, pero el tiempo se encargaría de que naciera el amor, aunque fuera un accidente tú posición como noble te obligaba a nombrarte su prometido lo acompañarías donde él vaya sin importar el sitio e incluso si fuera atravesar los mares estarías ahí para él cuando te necesitara. —Lo mira con una sonrisa– Wolfram tu ibas a ser el primero en amarlo aunque eso signifique que tu amor no sería correspondido al mismo tiempo, con pasar del tiempo, gracias a tú dedicación, confianza, paciencia y amor Yuuri se iba enamorar de ti por fin.
─ Nosotros hubiéramos tenido una linda historia. No me hubiera importado sufrir un tiempo si al final hubiera sido recompensado. ¿Qué paso Shinou Heika? ¿Por qué no he estado con Yuuri? —Pregunta preocupado.
─ Wolfram las madres siempre desean dar lo mejor a sus hijos, mucho más cuando han cometido errores cuando ellos son menores. —Suspira levemente– A tu madre no le gusto saber que ibas a sufrir ante un amor no correspondido por eso ella se fue en contra del destino alejándolos con tal que no sufras. —Terminas dirigiéndole una mirada tranquila.
─ No es justo lo que mi madre hizo, tomo una decisión incorrecta, pero agradezco su preocupación aunque ahora estamos juntos eso no justifica el hecho que no pudimos vivir lo que escribieron para nosotros. —Suspira– Ahora que recuerdo Yuuri me hablo de su ex prometida.
─ Elena, ella fue llevada ese día en tu lugar, las cosas no se dieron del mismo modo como se dieron contigo, pero lo que Yuuri debía hacer lo hizo durante una pelea con ella, fue abofeteada y se convirtió en su prometido, sin importar el tiempo que estuvieron juntos nunca congeniaron, aunque hubo un momento donde Yuuri hizo el esfuerzo por aceptarla, pero en ese momento él te conoció por primera vez y su corazón lo guío directamente amar a quien tiene que ver amado. —Termina con una sonrisa.
─ Yuuri. —Murmura con una sonrisa.
─ Aunque el Maou decidió por su cuenta alejarse de ella por amor a ti ahora se viene un nuevo problema…
─ ¿Problema? ¿Cuál problema?
─ Wolfram así como el destino se escribe y se cumple, hay veces que es obligado a prescribirse tal como está pasando ahora. —Se encamina a un bola de cristal muy serio– Una persona ajena a ustedes vendrá a Pacto de Sangre para que se cumpla su voluntad sin tomar en cuenta los sentimientos.
─ ¿Quién viene Shinou Heika? —Se levanta preocupado para ubicarse frente a él.
─ Solo te diré que su presencia es la más pura esencia de un demonio y enojado es alguien de temer. —Posa su mano en el hombro del menor– Wolfram debes ser fuerte y luchar por lo que amar, Yuuri está destinado a amarte y ser amado solo por ti, sin importar lo que se pase no rindas porque de lejos vendrá su salvación.
─ Shinou….heika.
─ Bueno muchacho ve al palacio porque nuestro Rey te espera muy ansioso. —Sonríe alejándose de él.
─ Claro, gracias por sus palabras. —Se inclina levemente y vuelve alzar la mirada– No me rendiré Yuuri será solo mío.
Ante esas últimas palabras el antiguo rey miraba la bola de cristal aun preocupado ya que el obstáculo que debía sobrepasar iba ser mucho más difícil de lo que se imaginaba.
─ Shinou. —Su consejero y amigo entraba al salón con sus lentes blanqueando.
─ Cuando el sol se oculte el rey de los demonios cruzara mirada con uno de los demonios más poderoso de estas tierras. —Mira al moreno quien estaba preocupado por su amigo– Tengamos fe en mi sucesor y mi descendiente ¿No? Mi querido sabio.
─ Que sea lo que ellos decidan. —Responde el gran Sabio.
El camino al palacio resulto ser muy largo para Wolfram, aun no podía creer todo lo que Shinou le había contado, hace un año él debía verse convertido oficialmente en el prometido de Yuuri pero por culpa de su madre no fue así.
─ Este enclenque desde un principio solo fue mío. —Ríe levemente– Tsk no dejare que ella me lo quite, luchare por Yuuri, ¿quién diría que ahora él fue quien sufrió primero?
Ante aquellas palabras llenas de firmeza apresuró el paso para encontrarse con su novio, al llegar lo observo parado en las mismas escaleras donde Shinou le había contado que debían ver cruzado miradas por primera vez.
─ Yuuri. —Susurro con una sonrisa.
─ Bienvenido Wolfram. —Baja con una gran sonrisa en sus labios– Te estaba esperando.
─ Si lo note. —Le regresa la sonrisa– Ya no estás enojado por lo de la mañana.
─ ¿Enojado? ¿Yo? ¿Cuándo? —Se hace que no recuerda a lo que se refiere el rubio.
─ Bien sabes a lo que me refiero. —Lo mira con un puchero– Por lo que te hice.
─ Despreocúpate, soy muy fuerte no voy morir por unas cuantas quemaduras además. —Se acerca para tomarlo de las manos– Nunca me enojaría contigo.
─ De…deja de decir cosas vergonzosas. —Se sonroja levemente– Además si lo hice fue por tú culpa. —Se cruza de brazos.
─ Lo se fue muy culpa y me disculpo. —Lo abraza.
─ ¿Eh? —Lo mira confundido al escuchar que aceptaba la culpa– ¡No! ¡No está bien! —Se separa– Tienes que enojarte, no aceptar las cosas así de simples ¡Eres un enclenque!
─ Wolf. —Le sonríe levemente– ¿Qué ganaría enojándome conmigo?
─ Pues… —No sabe que decir.
─ Nada. De una pelea no se gana nada. —Acaricia su rostro– Olvidemos lo que paso y vamos a comer.
─ Está bien vamos.
Viendo quedado en paz entraron al palacio en busca de comida, aunque a Wolfram le sorprendía mucho el gran amor que Yuuri le tenía y eso lo hacía sentir la persona más feliz e importante del mundo.
─ Por favor Shinou no dejes que este bello momento se pierda. —Rogo en su interior Wolfram temiendo que ese demonio llegue ante su presencia.
Tal como se habían prometido por la mañana la pareja real en horas de la tarde habían salido de paseo solo los dos para pasar un momento a solas sin que nadie este vigilándolos a cada momento.
─ Este lugar es perfecto. —Dice Yuuri señalando bajo un árbol.
─ Es perfecto para comer.
Yuuri tiende el mantel mientras Wolfram se acomoda para sacar el almuerzo que habían decidido llevarlo en su paseo y comerlo en el exterior.
─ Anda Yuuri prueba esto. —Le alcanza su cuchara para que pruebe uno de los platillo– Este es un platillo originario de aquí.
─ Esta delicioso ¿Cómo se llama?
─ Puré de anclas de ranas —Responde con una sonrisa.
─ ¡¿Qué?! —Tapa su boca.
─ ¿Qué ocurre? ¿Dije algo malo? —Pregunta preocupado por su reacción.
─ No nada. —Traga su comida.
─ Está bien. —Sigue comiendo del puré– ¿Seguro que no quieres?
─ Si lo estoy, yo…comeré pan. —Toma uno de ellos.
─ Eso no es pan, es huevo cocido de gallina turuleca. —Le indica y él deja el huevo.
─ Yo…
─ Come Yuuri te aseguro que esta delicioso, si te fijas en los nombres no vas a comer nada. —Le dice con una sonrisa– Además si no te gusta nunca voy a poder nunca cocinarte algo.
─ Wolf. —Lo mira con una sonrisa– Tienes razón mejor me olvido de los nombres, espero probar pronto tus platillos.
─ Yuuri. —Sonríe– Toma. —Le pasa carne– Mejor no le digo de que animal es o sale corriendo. —Ríe internamente.
Una vez olvidado los extraños nombres de la comida ambos siguieron comiendo entre risas y uno que otro beso haciendo que Wolf se olvide por un momento la preocupación que tenía luego de ver hablado con Shinou.
Cuando terminaron de comer guardaron todo y lo dejaron bajo el árbol, mientras ambos se iban a sentar frente al lago abrazos.
─ Wolfram.
─ Dime Yuuri. —Alza su mirada encontrándose con aquellos pozos negros.
─ Sabes desde hace un año que soñaba con este momento en donde tú y yo podamos estar juntos demostrándote lo mucho que te amo. —Le besa la frente con ternura.
─ Yuuri. —Sonríe levemente– Es muy extraño ya que te he conocido hace solo unos días pero en mi interior me dice que siempre espere poder estar así solo contigo, Yuuri mi corazón me dice y me grita que también te ama.
Aunque sus caminos recién se hubieran cruzado sus almas estaban destinadas amarse desde hace muchos años, amor nace al momento que tu mirada se cruza con aquel que estés destinado.
Pasadas unas horas la pareja real regresaba al palacio a paso lento y tomados de la mano y con la rienda de sus caballos en mano de Yuuri.
─ Yuuri. —Atrae su mirada con su sola voz– Prométeme que nada ni nadie nos va arruinar la felicidad que estamos viviendo.
─ Wolf. —Lo mira sin entender– Te prometo por este inmenso amor que sin importar lo que pasa solo tú serás en dueño de mi corazón, te amare sin importar lo que pase.
─ Yuuri. —Se sonroja por sus palabras– Gracias por amarme.
Sin imaginar lo que pasaría ambos llegan al palacio tomados de la mano pero por culpa del corcel blanco que se cruza entre ellos tuvieron que soltar un momento sus manos y perderse de vista uno del otro.
─ ¡YUURIII!
Un grito femenino se escuchó de repente, Wolfram se desespero al no poder ver por culpa de su caballo lo movió un poco y cuando el camino se despejo se encontró con una escena que paralizo su corazón.
─ Yuuri. —Susurro.
Una chica besaba a su Yuuri…
Continuara…