Capitulo 1. Año 2026.
Parte VI. Satisfacer.
Siente la presión contra sus labios. Lo sabe a la perfección, lo que su novio quiere aunque sea muy temprano en la mañana y aunque hayan interrumpido el desayuno, pero lo sabe y más con esa mirada que pone sólo la hace cuando su necesidad es enorme.
Y no es que el otro sea un pervertido, de hecho, sus encuentros sólo son ocasionales desde que terminó la guerra. Pero en ese instante sus ojos heterocromáticos le dicen que le desea, pero está claro que después de todo el tiempo que pasaron lejos el uno del otro esa necesidad se hizo mucho más grande. Aun así hay algo nuevo… y Furihata tiene miedo de hacer algo que perjudique al pelirrojo.
-Está bien… - susurra Akashi, con una voz un tanto excitante.
-Pe-pero… tu…- Kouki le mira con preocupación y Akashi sabe por qué.
-Para eso me liberaron Kouki… para poder engendrar con quien yo quiera, y yo quiero hacerlo contigo- una sonrisa suave adorna sus labios mientras acaricia las mejillas del castaño.
Furihata mira sorprendido, ciertamente pensaba que ya iba a salir con todo y bebé en vientre, no que lo dejaran procrear con quien quisiera: -Bueno… pero… ¿Cómo sabes que eran ellos?, ¿Y si solo te hicieron daño y tu no lo sabes?… Sei yo… tengo mie…- sus palabras fueron cortadas por un beso, el cual momentos después correspondió de la misma manera, siguiendo el juego de roces y caricias con la lengua del pelirrojo que comenzaba a dominar al contrario.
-No me hagas repetirlo… está bien… y si yo creo que está bien, tú debes de confiar en mí- un nuevo beso, más fogoso e intenso, tanto que la saliva se comienza a escurrir por la comisura de los labios en ambos.
Akashi le recuesta y Furihata se deja; siempre ha sido más dominante que él, pero aun así Akashi es el que recibe, disfrutando en ocasiones mucho más que el mismo Kouki.
Una mordida y un jadeo. El libido de ambos se levanta, dejando en claro que se necesitan mutuamente en ese momento para satisfacerse por completo. Akashi despeja su mente, en ese instante le desea, pero también quiere olvidar todo ese dolor en su confinamiento y nadie mejor que Furihata para hacerlo.
El pelirrojo le toma, levantándolo del mueble para guiarlo hasta el cuarto donde deja a Kouki sentado en la cama, para comenzar a devorar sus labios en un beso necesitado y desesperado, uno hambriento y exigente. El castaño trata de seguirle, pero la lengua contraria es mucho mejor en lo que hace que él.
Se separan un instante, dejando un tenue hilo de saliva entre ambos: -Kouki…- susurra Akashi antes de deshacerse del cinturón del castaño, mordiéndole el cuello y dejándole marcas de lo más visible. Sus manos se deslizan con gracia por los brazos de Furihata, llevándolos hacia atrás de su espalda y usar el cinto para amarrarle de las muñecas fuertemente.
Kouki solo se queja un instante, siendo reprendido por la mirada seria de Akashi, quien le empuja haciendo que quede completamente arriba de la cama. Se acerca, con una mirada un tanto lasciva y relamiéndose una que otra vez los labios tratando de humedecerlos. Furihata sabe que significa eso, y solo se limita a tratar de relajarse y dejarse hacer por el pelirrojo.
Akashi se deshace la ropa de Kouki, dejándole al desnudo de la cintura para abajo. Posa sus ojos en la erección contraria y con un toque sutil, comienza un movimiento suave y constante, tocando las partes sensibles del castaño, haciéndole gemir incluso antes de hacer algo mucho más interesante. Presionó levemente la despierta intimidad de Furihata. El calor palpitante se extendía por su mano, sintiéndose duro al tacto. La creciente excitación se hacía notoria. Kouki tembló, no sabía porque, pero ese temblor le llegó hasta la medula excitándole sobremanera.
Toca y juega un par de veces con la punta, haciéndole estremecer por completo. Cuando siente que es suficiente se inclina, probando directamente la esencia de Furihata quien está completamente complacido con las acciones que hace. Akashi succiona con fuerza, antes de comenzar un ligero vaivén con la cabeza y tragar la saliva acumulada en su boca.
Furihata forcejea, tratando de liberar sus brazos del firme amarre con el cinto. Akashi hace un excelente trabajo, su boca le hace llegar casi al orgasmo, haciéndole sacar gemidos y jadeos pesados.
Akashi se detiene antes de que Furihata termine, limpiándose con gracia y delicadeza mientras sigue devorándole con la mirada. Kouki jadea, está más rojo que el mismo Seijuurou.
Una sutil risa sale de la boca del pelirrojo, mientras se acerca como un depredador asechando a su presa. Lame y muerde la mejilla, haciendo que el castaño tiemble bruscamente ante las acciones. Un beso, luego otro y Akashi se restriega completamente en su cuerpo, dejándole en claro que tan excitado se encuentra mientras se prepara él mismo su entrada después de deshacerse de sus ropas.
No lo aguanta más, y después de morder repetidas veces el cuello de Kouki, comienza a montarle, dejándole entrar lentamente en su cuerpo, sentándose con cautela haciendo desaparecer el miembro del castaño en su interior. Se estremece, albergando el miembro y ajustando su interior a la perfección. Se muerde el labio, suprimiendo sus gemidos cuando Furihata le toca el punto exacto. Se detiene, dejando el miembro en su interior, le gusta ver como Kouki se debate entre moverse o no y sobretodo forcejear infinidad de veces sólo para poder tomarle de la cintura –tranquilo- susurra al oído mientras comienza a moverse lentamente.
Su ritmo aumenta de manera constante, haciendo escuchar el sonido viscoso entre ambos. Los gritos y jadeos sumados al fuerte olor a sexo por el ambiente. Furihata disfrutan completamente cada movimiento que da el pelirrojo; el vaivén se vuelve rápido y bruto, Akashi se deja caer casi por completo sobre Furihata, llegando al orgasmo junto al contrario, manchando el cuerpo del castaño y Kouki llenando el interior del pelirrojo.
-S-Sei… po-por favor- pide jadeando un par de veces.
Akashi sonríe, levantándose para poder dejar salir a Furihata de su interior, dejando escurrir un poco del semen por su pierna.
Vuelve a mirarle de manera lasciva, en busca de esa segunda ronda que la mayoría de las veces tienen, pero el toque fuerte de la puerta les interrumpe, haciendo sólo molestar al pelirrojo -No hagas caso- susurra mientras ataca una vez más los labios de Furihata, acariciando el pecho de manera lenta y provocadora.
Los nuevos golpes se dejan escuchar, más fuertes y marcados. Akashi se enoja, levantándose de la cama y vistiéndose, desamarrando a su presa y yendo a ver quién es el imbécil que le interrumpe en medio de esos momentos tan íntimos que disfruta tanto.
Cuando llega a la puerta y la abre se sorprende al ver a Mayuzumi parado frente a él -¿Paso algo?- cuestiona seriamente, pues cuando habla con Mayuzumi sólo puede hacerlo de esa manera.
-Solo vengo a decirte que…-
-¿Quién es Sei?- cuestiona Furihata en una especie de mal momento, solamente interrumpiendo -¿Mayuzumi?... ¿qué te trae por aquí tan temprano?... pensé que te habías ido con Himuro, no me digas que el tonto se le ocurrió pasarse de mano larga. Anda dime, que entre Sei y yo le regañamos- la voz de Furihata suena un tanto seria pero al mismo tiempo divertida.
Mayuzumi les mira a ambos y suelta un suspiro: -disculpa la molestia y el llegar en mal momento, pensé que eso había sido en la noche- confiesa, haciendo sonrojar al castaño –en fin, es solo para decirte que iré y regresaré después… así que cuando lo haga ya sabes que hacer-.
-Por supuesto, yo planee todo- un sonrisa se posa en los labios de Akashi, acción que a Mayuzumi siempre le causa mala espina ya que desde que le conoció esa sonrisa significa que un plan del pelirrojo sale como espera o va a la perfección –por cierto, ¿Tatsuya realmente no te hizo nada?-.
Chihiro mira de manera neutra, haciendo suspirar a Akashi quien le mira analíticamente, deduciendo la situación por si mismo -¿cruces? ¿Qué paso?-.
Como siempre, Akashi acierta –lo sabías ¿cierto?-.
-¿Saber qué?-
-No te hagas el desentendido Akashi… lo sabías- su mirada se vuelve más fría y penetrante.
Akashi sonríe, recargándose en el marco de la puerta mientras se cruza de brazos: -Sabía… sabía… que yo sabía que nos venían siguiendo y que era mucho más probable que fueran detrás de ti que de mí… que sabía que Tatsuya se encontraba en mi casa y te pediría de favor que le acompañaras a la suya… que sabía que te atacarían y que entre los dos podían defenderse a la perfección… saber que Tatsuya te preguntaría, porque está en su naturaleza el saber información… saber que…-
-Saber que esos hijos de puta son seguían y sobre todo saber que ese imbécil de conocido que tienes es ex soldado y... si sabiendo eso y el que a mí me desagradan ese tipo de personas, me mandaste con él- menciona con una voz colérica.
-Ustedes dos se entienden a la perfección Chihiro… además, cómo yo sabía que nos seguían, el separarnos fue por el bien de ambos, y el que fueras con Tatsuya fue para darte una cierta protección-.
Mayuzumi chasquea los dientes con molestia: -Ya no quiero oírte… me largo y puedes estar seguro de que cumpliré con mi parte de la misión- se da media vuelta, dándole la espalda a Akashi.
Por su parte Akashi sólo sonríe con cierto triunfo. Sus planes son infalibles, y llegará a su meta no importa cómo.
-¿Qué fue todo eso Sei?- cuestiona Furihata, pues ambas voces sonaban a la defensiva.
-Kouki… ¿Te gusta el lugar donde vivimos?- cuestiona, sacando interrogantes repentinas al castaño –dime la verdad-.
-Umm… la verdad… ciertamente te acostumbras, pero este sitio es de cuidarse… pero… es incluso como cuando nos escapábamos de todos esos encuentros y peleas… siempre que esté junto a ti, me siento seguro y a salvo- una sonrisa sincera adorna sus labios, contagiándose incluso a Akashi.
Pero la manera de pensar de Akashi es distinta, si bien le agrada estar con Furihata, el sitio donde viven le desprecia. Quiere vivir en un lugar donde no haya tanta violencia, donde no haya tanta muerte… donde ambos puedan estar juntos y tener su familia.
“Una familia” piensa Akashi llevándose la mano al vientre.