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¿Como paso esto? por Yadira xD

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Notas del capitulo:

Hola!!!


Siento mucho no haber pasado y actualizar xD pero esta semana fue lee y muere leyendo "city of heavenly fire" que se me olvido pasar y actualizar.


Lo siento, y para disculparme les traigo el ultimo capitulo. Espero y les guste. 


Sin màs que decir, los dejo leer este ultimo capitulo de un loco fic xD

 


Kuroko había dejado con la duda a Sakurai, Teppei, Furihata, Kasamatsu y a Takao, respecto al tan anhelado “ataque”. Les había dicho que dejaran todo en sus manos y que pronto verían los resultados. 


Lo único que les pidió fue:


-Takao-kun, debes actuar raro…bueno, más raro de lo normal. Debes dejarle claro a Midorima que escondes algo.-dijo Kuroko.


-Okay.- dijo sonriendo Takao.


-Kasamatsu-san, tú debes ser indiferente con Kise-kun. Nada de golpearlo ni gritarle.


-Mmm.- fue la respuesta del capitán de Kaijo.


-Kasamatsu-san.- reprendió el peliceleste.


Kasamatsu se cruzó de brazos y dijo.- está bien.


-Con Teppei y Furihata no habrá problemas ya que Akashi-san y Murasakibara-kun van en distintas escuelas. Lo único que te pido Furihata-kun es que cuando vayas por la calle, trates de sonreír o reír.


-¿eh? Bueno.- dijo el castaño, no entendía porque tenía que ir sonriendo en la calle.


-Sakurai-kun, tú debes faltar a los entrenamientos, tu embarazo es el más notorio de todos y puede ser peligroso en tu condición. Aparte de que necesito que si te encuentras con Aomine-kun no le hagas caso.


-Está bien.- dijo Sakurai.


-Bien, ya que estamos de acuerdo en esto, pasaremos a lo siguiente. Necesito que se comuniquen conmigo todos los días mientras ustedes estén en la escuela y si los padres de sus hijos los ven mucho que mejor.


Todos asintieron en confirmación y sonrieron. 


–Por cierto.- interrumpió Takao.- ¿Quién pago la cuenta en la cafetería?


Sakurai, Teppei, Kuroko, Kasamatsu y Furihata se miraron entre ellos y al unísono contestaron.- ¡OH MY GOD! 


Y para rematar.- Comida gratis.- decía Takao con una sonrisa en la cara.


 


+++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++


 


Tres días después…


 


Academia Shutoku 


Midorima Shintaro se encontraba sentado dentro del salón de clases de lo más tranquilo, esperando a que comenzaran las clases. Aunque realmente estaba pensando en cierto pelinegro que desde hace tres días había estado actuando muy raro, bueno, más de lo común. Takao se había reportado enfermo y por ello no había estado presente en los entrenamientos, salía del aula a escondidas cuando el profesor no lo veía, comía a escondidas en los baños, había estado llamando por teléfono a quien sabe quién cada diez minutos y había dejado de irse con el peliverde después de clases. 


Midorima estaba ensimismado pensando, que no se dio cuenta que alguien le estaba hablando.


-¡Ey! Midorima, te estoy hablando.- era Kiyoshi Miyaji, regular en el equipo de básquet.


Midorima se sobresaltó un momento, pero rápido lo escondió y dijo de forma normal.- ¿Qué sucede?


-¡Oh! nada realmente.- dijo con una sonrisa.- solo que acabo de ver a Takao irse.


-¿Qué?.- dijo el peliverde, tomándolo por sorpresa lo dicho por el pelicafe.


-Sí, iba llegando a la escuela cuando le sonó el teléfono. Estuvo hablando durante unos cinco minutos y cuando colgó se fue con una sonrisa de oreja a oreja. Creo haber oído que iba al hospital que está a unas ocho cuadras de aquí- decía Miyaji como si nada.


Midorima se quedó unos minutos en silencio, hasta que contesto a lo dicho por el pelicafe.- No entiendo porque vienes y me dices esto. A mí no me importa lo que Takao haga. 


-Creo que el chisme que andan contando sobre Takao es verdad.- decía Miyaji, ignorando lo anterior dicho por Midorima.


-….


El pelicafe ignoro el silencio del peliverde y siguió con su relato.- Anda un chisme circulando por todo Shutoku. Dicen que Takao está saliendo con el ala-pívot de Seirin, creo que se llama Kagami. 


Midorima de repente se puso muy tenso y mucho más serio.


-Según lo que cuentan, es que Takao le robo el novio a ese chico de cabello celeste de Seirin.- seguía parloteando Miyaji.- Yo pensaba que Takao estaba enamorado de ti pero ya veo que no es cierto. Y por lo visto, también es falso el rumor que dice que eres el padre del hijo que Takao espera.


Ahora sí que el peliverde reacciono a lo dicho.- ¿Qué dijiste?


-Que Takao estaba saliendo con…


-Eso no.- corto el peliverde.- Lo de que yo era el padre de su hijo. ¿De qué hijo hablas?


-Ah, eso. ¿Acaso no lo sabias?.- dijo con voz sincera el pelicafe.- Takao esta embarazado. Tiene exactamente tres meses y como siempre estaba contigo, yo pensé que tú eras el padre.-Miyaji soltó una carcajada al ver la cara de asombro de Midorima.- Fui un tonto al pensar que tú eras el padre, porque después de todo no creo que te hayas acostado con Takao hace tres meses atrás, ¿verdad?. Imagínate si fuera ese el caso, cabría la posibilidad de que fuera tu hijo, Midorima. Aunque en esa circunstancia, Kagami sería el que criaría a ese niño, convirtiéndose en el padre de tu hijo, ya que él esta saliendo con Takao.- el pelicafe puso una mano en el hombro del peliverde.- Lo bueno es que tú nunca hubieras cometido ese error Midorima. Solo es una suposición, no te preocupes.


Midorima abrió totalmente los ojos, se paró de inmediato y salió corriendo con un... ¿bate?; asombrando a todos sus compañeros y dejando a un sonriente Miyaji.- . Supongo que ese bate es su ítem de la suerte de este día, espero que no se le ocurra usarlo en contra de Kagami.- Miyaji saco su teléfono y marco.- Todo listo, se dirige para allá.


La voz al otro lado del teléfono contesto.- Muy bien. Gracias por tu colaboración cómplice número uno.


-Siempre es bueno para la salud tomarle el pelo de vez en cuando a Midorima.- dijo y colgó.- Esto se pondrá bueno.


 


 


Academia Kaijo


Kise Ryota se encontraba esperando a Kasamatsu en la entrada del instituto. Su senpai llevaba tres días ignorándolo completamente, aunque lo sacara de quicio, Kasamatsu no le hacía nada, ni una patada o un manotazo, ¡nada!. Eso empezó a desesperar a Kise.


Kise quería aclarar de una vez por todas lo sucedido entre ellos esa noche hace tres meses. Él no había querido irse dos meses a una sesión de fotos y dejar a Kasamatsu sin una explicación de lo ocurrido esa noche y sobre todo quería aclararle los sentimientos que tenía. Es por ello que dejo esa estúpida carta donde le decía todo lo que sentía por él y la cual al llegar la vio en el mismo sitio en el que la había dejado. 


Kise emitió un sonoro suspiro, haciendo que las chicas que pasaban a su lado suspiraran de amor por él.


-¿Kise? ¿Qué haces aquí?.- le preguntaron al rubio.


-¿Qué? Ah, buenos días Moriyama-senpai.- contesto con una sonrisa Kise.- estoy esperando a Kasamatsu-san.


-¿A Kasamatsu? Él no va a venir hoy, Kise.- dijo Moriyama.


-¿Qué? ¿Por qué?.


-Porque hoy va a ir al hospital que está a unas cuadras de la academia Shutoku.- dijo con una sonrisa el ojimarron.


-¿Al hospital? ¿Para qué? ¿Acaso se siente mal?.- pregunto desesperado Kise.


-No es nada de eso Kise, tranquilízate.- dijo moriyama sonriendo.- solo fue a ver a Kagami.


-¿fue a ver a Kagamicchi al hospital?.


-Sí, es obvio que vaya a visitarlo después de todo están saliendo juntos.


-¿Qué?.- dijo anonadado el rubio.


-Oh, ¿no lo sabias?.- sonrió Moriyama.- Solo no le vayas a decir a Kasamatsu que yo te dije, Kagami y él empezaron a salir no hace mucho.


-Eso no es posible, Kagamicchi está saliendo con Kurokocchi.- Kise iba elevando la voz con cada palabra que decía.


-No se los detalles, pero parece ser que Kagami lo dejo porque se enamoró de Kasamatsu.- de repente se puso serio el ojimarron.- A lo mejor dejo a Kuroko porque embarazo a Kasamatsu.


-¿em…bar…azo? ¿De qué está hablando senpai? ESO ES IMPOSIBLE.- estallo Kise.


-Baja la voz Kise.- dijo Moriyama.- No creo que sea buena idea que toda la academia se dé cuenta de que el capitán del equipo de básquet esta embarazado de tres meses.


Kise solo negaba con la cabeza sin emitir ningún sonido, mientras se le iban marcando unas venas en la frente.


-Yo mismo lo acompañe al doctor. Está esperando a un bebe hermoso, el doctor nos dijo que el niño tiene el cabello rubio y ojos marrones muy claros, ¿lo puedes creer?.- dijo Moriyama haciendo énfasis en la palabras “rubio” y “ojos marrones muy claros”.


-¿rubio y de ojos marrones claros?.- pregunto un poco más recuperado el rubio, aunque en su tono de voz se detectaba la ira contenida.- ¿de verdad esta embarazado Kasamatsu-san?


Interesante, nunca había visto enojado a Kise, decía mentalmente Moriyama.-Oh si, aunque es un poco raro que el niño vaya a tener el cabello rubio y los ojos marrones cuando Kagami tiene tanto los ojos como el cabello color rojo y Kasamatsu tiene los ojos azules y el cabello negro.-decía muy serio el ojimarron con una mano en la barbilla.- Hasta podría jurar que ese niño es tu hijo, Kise.


-¿Mi hijo?.- Kise proceso lo dicho por Moriyama antes de que saliera corriendo en dirección al hospital. 


Moriyama sonreía mientras veía a Kise alejarse.- Ay, Kise. Qué fácil es engañarte, no puedo creer que se tragara lo del aspecto del bebe. Nadie puede asegurar el color del cabello ni el de los ojos de un bebe de tan solo tres meses de gestación.- mientras reía el ojimarron mando un texto desde su celular:


De: Moriyama 


Asunto: Rubio engañado. 


Hecho. 


Kise va para el hospital ahora mismo. 


Y no creo que vaya muy contento. 


Moriyama guardo su celular con una sonrisa e ingreso a la escuela.


 


Academia Too


Aomine Daiki estaba molesto, irritado, aburrido y lo peor de todo es que tenía hambre. Sakurai había estado faltando a los entrenamientos y cuando se lo encontraba en el aula o en los pasillos, había tenido las pelotas para ignorar al peliazul.


No es que se estuviera preocupando por el castaño, después de todo él había sido el que había rechazado los sentimientos del peliazul hace tres meses atrás, cuando había salido de ducharse y no vio a Sakurai en la cama, supuso que esa había sido su respuesta. Sexo sin condiciones, solo sexo. Claro que no estaba preocupado para nada… ¡NADA DE NADA!.


Aomine le dio un golpe a la pared, se dio la vuelta y se dirigió a la azotea. No tenía nada de ganas de estar escuchando el parloteo de los profesores tan temprano en la mañana.    


Había llegado al final de las escaleras para llegar a la azotea cuando escucho unas voces muy conocidas para él y lo que dijeron lo dejaron paralizado con la mano en el picaporte de la puerta. 


-Pobre Sakurai.- decía la voz de una mujer.- tener que pasar por esto él solo.


-No está solo, parece ser que Kagami lo ayudara.


¿Esa era la voz de Satsuki e Imayoshi? Pero ¿Qué hacían hablando aquí arriba y de Sakurai? Y ¿Qué tenía que ver Bakagami en esto? Se preguntaba Aomine.


-¿Kagami?.- preguntaba Satsuki.- bueno, me alegro que Sakurai-kun tenga a alguien que lo apoye en este embarazo.


¿Embarazo? Aomine estaba cada vez más confundido.


-Creo que en ese sentido tienes razón, aunque aun no entiendo porque no quiere decirle nada al padre de su hijo.- dijo Imayoshi.


-Es obvio por qué no se lo dice. Daiki nunca va a reconocer a ese niño.-dijo con un suspiro Momoi.-Daiki solo piensa en él, aun ahora no se ha dado cuenta de lo que Sakurai siente por él. Es un idiota.


¿Mi hijo? ¿Sakurai estaba embarazado de mi hijo y no le había dicho nada? ¿De qué mierda estaban hablando esos dos?. Aomine estuvo a punto de derribar la puerta y pedir explicaciones, sino hubiera sido por lo que dijo Imayoshi.


-Lo bueno es que tiene a Kagami, él registrara al hijo de Aomine como suyo. En ese sentido creo que debemos estar tranquilos.


-Por cierto ¿en dónde está Sakurai?.- preguntaba la pelirosa.


-Pidió permiso de faltar a clases e ir con Kagami a un ultrasonido que tenía previsto Sakurai para hoy. Creo es en el hospital que está a unas cuadras de la academia Shutoku.-contesto el pelinegro. 


Aomine no entendía muy bien todo esto, pero había algo que si entendía y que nunca iba a permitir… ¿Bakagami iba a registrar a SU hijo? El peliazul estallo en un arranque de cólera. 


-ESE MALDITO NO ME VA A QUITAR A MI RYO NI A MI HIJO.- grito el peliazul.- MALDITO CABEZA DE CERILLO, ME LAS VAS A PAGAR, BAKAGAMI.- y después de decir eso, bajo corriendo las escaleras. 


 


Dos minutos después, Momoi se asomaba por la puerta que daba entrada a la azotea.


-¿y bien? ¿Ya se fue?.- decía con una sonrisa el capitán de Too.


La pelirosa asintió y soltó una sonora carcajada.- Daiki es del tipo de personas que solo toman la iniciativa cuando sienten que su territorio está siendo invadido por otros.


-Aun no puedo creer que me hayas metido en esto.- negaba sonriendo Imayoshi.- aunque ya me había dado cuenta de la condición de Sakurai. Después de todo, no creo que a las personas les crezca la panza por comerse una sandía, como había sugerido Sakurai.


-De vez en cuando es bueno meter en cintura a Daiki, aparte de que nunca puedo rechazar un pedido por parte de mi Tetsu.- dijo Momoi e inmediato saco su celular y mando un mensaje.


De: Satsuki 


Asunto: Pantera en camino.


Plan. 


Jálale la cola al gato todo un éxito. :)


 


-¿Todo Listo?.- pregunto Imayoshi.


-Si.- sonrió Momoi.- Creo que es hora de que vayamos a clases, Sherlock.


-Elemental mi querida, Watson.- dijo Imayoshi regresando la sonrisa.


Ambos se dirigieron a sus aulas riendo y felices…Hasta que fueron vistos por el director, el cual los castigo por estar haciendo según él, los novillos en la azotea.


 


Academia Yosen


Era una mañana soleada en la que Murasakibara Atsushi se encontraba mirando hacia la ventada con mirada pensativa y aburrida; estaba sentado en la butaca que le correspondía en su salón de clases con una caja de pocky en la mano. 


Desde que había salido del hospital hace un mes, a causa de haber ingerido muchos dulces, no había recibido ni una llamada del que pensaba era su novio. No es que Murasakibara le haya expresado el hecho de que quería salir con Kiyoshi, pero era de suponerse que eran novios ¿no? ya que el pelimorado no iba por la vida acostándose con la gente. 


Bien, quizás debió decirle que lo quería como pareja, pero no había tenido oportunidad, ya que ocurrió el penoso incidente con un sensual pastel y acabo en el hospital. Él había tenido toda la intención de hablarle cuando llegara a su casa del hospital, pero se acordó que no le había pedido su teléfono, ni se acordaba donde vivía el castaño y no se atrevía a ir a su escuela. 


El pelimorado había estado sintiendo algo por Kiyoshi desde que lo había visto de nuevo en el partido que había protagonizado su escuela y la de Aomine, ahí fue cuando lo volvió a ver; su tenacidad, su coraje y esa sonrisa que a veces lo irritaba lo habían hecho sentir diferente. Al principio había pensado que estaba enfermo, pero Himuro Tatsuya le había dejado claro que no era eso, y lo que sentía no eran lombrices en su estómago, sino las mariposas del amor. Aunque no lo entendió muy bien en ese momento, sino hasta que lo vio en esa pastelería hace tres meses con su pastel en mano, lo comprendió al fin. 


Murasakibara suspiro, no sabía que hacer respecto a Kiyoshi.- el amor es difícil, es tan molesto.- dijo en un susurro.


-Sí, el amor es difícil y complicado.- susurro Himuro en el oído del pelimorado, haciendo que este diera un brinco por el susto.


-Muro-chin.- dijo el pelimorado.- no me des esos sustos, son molestos y estuve a punto de tirar mi pocky.


Himuro sonrió, jalo la butaca que estaba delante de la de Murasakibara y la volteo de forma en que quedo sentado de frente al pelimorado.- Lo siento, no quiero ser el causante de tirar tu precioso pocky e ir a la cárcel.


-¿Qué quieres, Muro-chin?.- dijo con un tono de aburrimiento.- Está a punto de llegar el profesor.


Himuro sonrió y ladeo su cabeza.- Solo venía a contarte las nuevas buenas.


-No me interesan.- dijo con un bostezo el pelimorado.


-Yo creo que si.- dijo el pelinegro.- ¿sabías que Kiyoshi Teppei tiene un bollo en el horno?


-¿un qué?.- dijo perplejo el pelimorado.- ¿bollo?


Himuro rio.- Si, un bollo.


-Te has vuelto loco, ¿verdad?.- dijo el pelimorado viéndolo a los ojos totalmente perplejo.


-No.- dijo con una sonrisa.- y resulta que el panadero eres tú, pero el que lo sacara del horno es Taiga. 


Murasakibara lo miraba fijamente, quizás una pelota le había pegado en la cabeza a Muro-chin, pensaba el pelimorado.


Himuro rodo los ojos.- no eres nada divertido.


-Y yo creo que deberías ir a un hospital y que te checaran la cabeza Muro-chin.- dijo Murasakibara.


-¿quieres saber o no lo relacionado con Teppei-san?.- dijo sonriente el pelinegro.


-Que molesto eres.- fue lo único que dijo antes de asentir.


-Bien, para que entiendas.- dijo Himuro poniendo las manos en la butaca del pelimorado y su cara entre ellas.- “Kiyoshi Teppei tiene un bollo en el horno” ósea que esta embarazado, resulta que el “panadero eres tú”, ósea que tú eres el padre, pero el que lo “sacara del horno es Taiga” ósea que Taiga será quien crie a tu hijo.


Himuro pudo ver un sinfín de facetas formarse en la cara del pelimorado; primero una de interrogante, después la sorpresa, le siguió una de shock, después una de entendimiento y termino con una de ira. El pelinegro vio como Murasakibara se iba levantando en toda su estatura lentamente. 


Himuro trago duro, había visto al pelimorado irritado y quizás un poco molesto pero lo que veía en estos momentos estaba más allá de eso. Se le veía que estaba a punto de matar a alguien y solo esperaba que no fuera a él y a su hermano.


Murasakibara bajo la mirada hasta encontrar a la del pelinegro y pregunto con una voz como salida del inframundo.- ¿en dónde están, Tatsuya?


Todo el salón se quedó en silencio, solo se podía apreciar las caras de sorpresa y consternación de todos sus compañeros. Siempre habían visto al pelimorado con cara de aburrimiento e indiferencia pero nunca lo habían visto con tanta ira en sus facciones. 


-¿Dónde están?.- pregunto de nuevo el pelimorado, fue cuando el pelinegro salió de su letargo y contesto.- En el hospital que está a unas cuadras de la escuela Shutoku. Atsushi que…-dijo el pelinegro siendo ignorado por el pelimorado quien salió hecho una furia del salón, hasta el profesor que iba llegando fue lo bastante inteligente para guardar silencio y dejarlo irse.


Himuro miro por la ventana mientras sacaba su teléfono, como el pelimorado iba caminando hecho una furia hacia la salida. 


-Hola, ya está todo hecho.- dijo con una sonrisa en los labios.- solo tengan cuidado con Atsushi, no va muy contento que digamos. Solo no dejen que mate a mi hermano, por favor.


-No se preocupe, Himuro-san.- dijo la voz detrás de la llamada.- todo está totalmente controlado.- Himuro colgó y siguió mirando la figura de Murasakibara alejándose. 


-Joven Himuro.- dijo alguien y al voltearse el pelinegro, el profesor lo miraba con una ceja levantada y la mano extendida.- deme ese celular.


Himuro suspiro y entrego el celular.- valió la pena.- dijo con una sonrisa y ocupo el asiento que le tocaba.


 


Academia Rakuzan


En la entrada del instituto Rakuzan se encontraba un BMW serie 4 Gran Coupe color negro, del que se bajaba Akashi Seijuurou con su siempre uniforme impecable, su cara estoica y un aura que significaba “aléjate ser inferior”. 


-Sei-chan.- decía Mibuchi Reo, compañero de básquet y a su lado se encontraba el rubio Hayama Kotaro.


- Reo.- dijo el emperador, pasando la mirada de uno al otro.- Kotaro.


-Akashi.- corrió el rubio al lado del pelirrojo.- tenemos algo que contarte.


-Puedes hacerlo después.- decía el pelirrojo pasando a su lado.- tengo cosas que hacer.


-Reo-nee, dile algo.- dijo Kotaro con una mueca en la boca.


-Sei-chan, nosotros tenemos…-no termino de decir lo que pretendía porque en ese momento un hombre alto con traje y lentes oscuros se acercaba a ellos.


- Seijuurou-sama.- dijo el tipo de negro, acercándose a Akashi y entregándole un sobre, el cual el pelirrojo acepto con la misma cara estoica de siempre, pero la cual no duro más de dos minutos. Ya que conforme leía ese informe, la cara del pelirrojo se iba convirtiendo en algo raro y tenebroso.


-ahhhh.-Kotaro corrió a esconderse detrás de Reo.- se está trasformando, Reo-nee, se está trasformando.- decía el rubio jalando el brazo del pelinegro.


-Shhh, veamos cómo se trasforma en un akuma.- dijo Reo mirando fijamente al pelirrojo.- quizás se le ponga el cabello rubio.


-O quizás se ponga verde.- dijo Kotaro aun escondido detrás del pelinegro.- y si eso pasa no estaremos a salvo.


Ambos miraban fijamente al pelirrojo, pero por seguridad se alejaron unos cuantos pasos por las dudas. Cuando Akashi hubo terminado de leer el informe, lo arrojo al piso y de sus ojos con heterocromía salían chispas, paso a un lado del hombre de negro directo a su auto que aún seguía estacionado enfrente de la entrada. Subió al coche dando un portazo sin voltearse ni una vez. 


Reo y Kotaro solo vieron como el auto salía echando chispas.- esto parece Rápido y Furioso.- dijo el rubio.


-Cállate Kotaro.- contesto el pelinegro y a continuación volteo a ver al hombre de negro.- muchas gracias por ayudarnos.


-De nada Reo-sama.- dijo el hombre de negro.- aunque aún no estoy muy seguro que haya sido la mejor forma. Seijuurou-sama no estará muy contento. 


-No te preocupes por ello.- dijo el pelinegro con alegría.- Yo asumiré la culpa si se llega a dar cuenta.


-Claro, si Hyuga te dice corre, corres. Si te dice salta, saltas. Si te dice ve y engaña a Akashi, vas y lo engañas.- dijo Kotaro frunciendo el ceño.


-Cállate Kotaro.- dijo Reo frunciendo los labios- Junpei me pidió un favor para ayudar a ese Kuroko.


-El amor te hizo menso.- dijo con burla el rubio. 


Si las miradas mataran, Kotaro estaría más que muerto en este momento.


-Cállate Kotaro.-dijo e pelinegro rodando los ojos.- solo esperemos que en las noticias no salga Akashi como presunto asesino.- Kotaro sonrió a lo dicho por el pelinegro, saco su celular y mando un mensaje. 


De: Reo-nee y Kotaro


Asunto: Transformación: Akashi a Akuma


El plan resulto todo un éxito. 


El hombre de negro entrego el paquete.


 


PD: 


Si, Akashi se vuelve verde, tómenle una foto ;) 


 


Hospital 9:00 am


Después de estar hospitalizado por tres días, Kagami estaba frustrado, harto y lo peor de todo es que estaba a punto de matar a alguien. Tres días metido en una habitación con Sakurai, Teppei, Kasamatsu, Takao y Furihata lo estaba volviendo loco. 


Malditos embarazados hormonales, pensaba el pelirrojo. Si volvía a escuchar un “tengo hambre”, “se movió el bebe”, “déjame tocar tu barriga”,”kyaaa”, “¿como le pondrás?”, “¿cuándo le dirás?”; estaba seguro que iba a tirar a alguien por la ventana. Lo único que lo consolaba era que entre todo este bullicio estaba su sombra, su adorado novio peliceste. 


Pobres de Ahomine, Midorima, Akashi, Murasakibara y Kise; van a tener que aguantar todo el parloteo de estos embarazados hormonales y muertos de hambre.


-Lo bueno es que yo no voy a pasar por ello.- dijo en un susurro seguido de un suspiro de alivio.


-¿tú crees que esto resulte?.- pregunto Furihata.


-Claro que si.- dijo Kuroko.- todo está marchando como lo había planeado. Quitándole el hecho de que quizás maten a Kagami-kun.


-¡oye!.- dijo Kagami.- aún estoy aquí.


-Lo siento.- dijo el peliceste, dándole un beso en los labios al pelirrojo.


-Dejen eso.- dijo Kasamatsu.- y tu Takao deja de atragantarte de comida.


-ysho tghencho hamche.- dijo Takao con la boca llena.


-¿Qué?.- pregunto Kasamatsu.


-Creo dijo “Yo tengo hambre”.- contesto Furihata.


-Qué asco.- dijo el pelinegro.


Teppei y Sakurai solo sonreían desde la comodidad de unas sillas mecedoras que los amables enfermeros les habían traído.


 


En la Recepción del Hospital


Detrás del recibidor se encontraba una amable enfermera, leyendo un informe médico cuando de repente escucho un escándalo que se aproximaba y alzo la vista.


-ME VAN A DECIR EN DONDE SE ENCUENTRA ESE ESTÚPIDO DE BAKAGAMI EN ESTE MOMENTO.- grito un moreno alto de ojos azules.


-QUÍTATE DE MI CAMINO EN ESTE PRECISO INSTANTE, NANODAYO.- decía otro chico de cabello verde con lentes.


-ME MOLESTAN, LOS APLASTARE A TODOS SI NO SE QUITAN DE MI CAMINO.- decía un muy alto chico de cabello morado.


-CÁLLATE MURASAKIBARACCHI Y DÉJAME PASAR.- decía un rubio, la enfermera tenía el presentimiento de a ver visto a ese rubio en algún lado.


-QUÍTENSE DE MI CAMINO BOLA DE IMBÉCILES, CUALQUIERA QUE SE INTERPONGA EN MI CAMINO DEBE MORIR.- comento un chico con heterocromía en los ojos y cabello rojo. 


-¿eh? ¿Puedo ayudarles?.- pregunto la enfermera poniéndose en pie pero al decir eso todos esos pares de ojos la regresaron a ver y prefirió sentarse de nuevo.


-¿EN DÓNDE ESTA KAGAMI/BAKAGAMI TAIGA?.- dijeron los chicos al unísono. 


Algunos enfermeros a causa del griterío se iban acercando y cuchicheaban entre ellos.


-¿Están hablando del chico pelirrojo y su harem?


-¿Quiénes serán?


-Están súper lindos.


-¿Ese no es Kise Ryota?


-¿El modelo?


-Ese chico de pelo morado y el de pelo verde están para comerse.


-El de cabello rojo está muy guapo y emana un ahora tan elegante, kyaaaa lo quiero de padre de mis hijos. ¿Crees que sea soltero?


-Ese moreno está muy guapo, ¿aceptaría mi número? 


-¿Kagami Taiga?.- dijo la enfermera en la recepción mirando de arriba a bajo a los chicos.- No creo que en este momento pueda recibir visitas, se encuentra descansando y ya tiene visitas. Sus esposos…


-¿ESPOSOS?.- dijeron de nuevo al unísono.- ¿QUÉ ESPOSOS? 


-¿ESTA TAKAO?.- dijo el peliverde.


-¿ESTA KASAMATSU-SAN?.- dijo el rubio. 


-¿MI RYO?.- dijo el peliazul.


-¿KOKI?.- dijo el pelirrojo.


-¿MI BOLLO? Digo ¿KIYOSHI?.- dijo el pelimorado.


-¿eh?.- la pobre enfermera no sabía ni qué hacer con tantas preguntas.


-¿CONTESTE?.- exigieron los recién llegados.


-Y..o nooo .-decía la enfermera totalmente amedrentada, pero para su salvación salieron a su ayuda.


-¡Hola! Ustedes ¿Quiénes son?. ¡OH! bueno eso no importa.- decía un chico chaparrito con voz chillona con uniforme de enfermero.- ustedes vienen a ver al chico de la habitación 69, el que tiene al harem, ¿no?


-¿HAREM? ¿QUÉ HAREM?.- dijeron al mismo tiempo.


-Sí, su harem, lleno de hermosos doseles.- decía con una sonrisa el enfermero.- están en la habitación 69 del piso 3.


Aomine, Kise, Midorima, Akashi y Murasakibara salieron como estampida en dirección a las escaleras. Los enfermeros y enfermeras que presenciaron el arrebato de los chicos estaban viendo cómo iban corriendo en bola hacia las escaleras.


-¿Por qué no toman el elevador?.- pregunto uno de los enfermeros.


-¿Quién sabe?.- contesto una linda enfermera con una cámara en las manos.


-¿Tomaste las fotos?.- dijo otra con una sonrisa en los labios.


-Si.- contesto la susodicha extasiada. 


-Por cierto, ¿no será un problema haberlos dejado pasar? Y ese chico del cabelle verde traía un bate.


-Y el chico pelirrojo de lindo ojos traía una tijeras en mano.


-Bueno si preguntan, nosotros no sabemos nada.- contesto la enfermera encargada de la recepción. 


-¿Y si vamos a ver?.- dijo el enfermero que había hablado con los escandalosos.


Los enfermeros y enfermeras presentes sonrieron en complicidad.-vamos.


-¿Qué hacen aquí?.- pregunto un señor con anteojos que había aparecido de la nada en frente de los enfermeros y enfermeras. 


Estos se pararon en seco y empezaron a comportarse como si las paredes les hablaran.- Les he preguntado ¿Qué hacen aquí?.- volvió a preguntar el mismo hombre con anteojos.


-Solo estábamos haciendo nuestros rondines, doctor Chang.- contesto una enfermera.


-No estarán pensando en ir y acosar al paciente de la habitación 69, ¿verdad?


-¿Nosotros? Claro que no doctor.


El doctor se les quedo viendo y dijo.- que bueno, porque he puesto a la enfermera en jefe al tanto de situaciones con algunos enfermeros y sus acosos al paciente de la habitación 69,  y como según ustedes no son, muévanse y váyanse a trabajar. Ahorita.


Los enfermeros y enfermeras se fueron corriendo a sus debidos puestos mientras iban enfurruñados porque les habían estropeado el plan.


 


Habitación 69


Kagami se estaba masajeando la cabeza, le iba a dar un dolor de cabeza tremendo si seguía escuchando y viendo tanta tontería. Enserio un concurso de ¿Quién tiene la panza más grande?. 


-Yo gano.- decía Takao.- miren mi pancita, ya se ve redonda.


-Yo creo que gana Sakurai.- decía Teppei aun con el estómago descubierto al igual que Sakurai.- su pancita es la más redonda de todas y de ahí sigue la de Furihata.


-Quizás sean niñas.- decía Kasamatsu.- dicen que las barrigas que son redondas por lo general es porque van a tener niñas y las que son picudas son niños.


-¿tú crees?.- pregunto Takao.- ¿Cómo ven mi pancita? ¿Cómo la tengo?.


-Yo te la veo redonda.- contesto Sakurai.


-Te miras como si estuvieras empachado.- dijo Kasamatsu, ganándose una mirada de enojo por parte de Takao.


-Ya basta ustedes dos.- dijo Kuroko que veía a su novio a punto de estallar.


-El empieza.- decía el pelinegro y Kasamatsu solo rodaba los ojos.


Takao se levantó muy enojado, y como siempre, no se fijó quien estaba detrás de él, por lo que termino golpeando ligeramente el hombro a Furihata, haciendo que él castaño perdiera el equilibrio. 


Furihata trato de agarrarse a algo siendo lo único cercano el propio Takao y este a su vez agarro a Kasamatsu, haciendo que los tres perdieran el equilibrio y fueran a acabar aterrizando en la cama de Kagami; el cual estuvo a punto de estallar si no fuera por la intromisión de la generación de los milagros. 


Todo quedo en pause, nadie decía nada, solo se veían fijamente; muchas caras con la  sorpresa marcada en sus facciones pero esto no duro para siempre.


-¿QUÉ MIERDA? ¿UNA ORGÍA?.- grito Aomine.


-¿Aomine-san?.- decía Sakurai totalmente asombrado de verlo.


-¿BÁJATE EN ESTE MOMENTO DE ESA CAMA, TAKAO?.- dijo Midorima con una vena muy remarcada en la frente.


-Shin-chan.- dijo Takao sonriendo, dejando de lado el tono y el mal humor que cargaba el peliverde.


-¿QUÉ DIABLOS ESTÁS HACIENDO, KASAMATSU-SAN?.- grito Kise mientras entraba totalmente en la habitación.


-¿Qué?.- fue lo único que dijo el pelinegro. 


-Me vas a decir en este momento que haces con la camisa levantada, Kiyoshi.- decía Murasakibara con un tono gélido en la voz.


-¿eh?.- Teppei se encontraba mirando fijamente al pelimorado. ¿Enserio habían venido? Pensaba el castaño.


-Koki.- dijo Akashi.- por lo visto no entendiste lo que te dije, ¿verdad?


-Hiii.- Furihata se había olvidado hasta de cómo hablar y sobre todo miraba fijamente esas tijeras que traía en mano el pelirrojo.


Y después de eso, dio comienzo a la cuarta guerra mundial en la habitación 69 del piso 3. 


Aomine le pidió una explicación a Sakurai acerca de todo lo que estaba pasando… bueno no tanto así, básicamente Aomine se le fue encima a un encamado Kagami mientras que el peliazul le gritaba que le iba a romper las piernas por querer robarle lo que era suyo y le rompería las manos por andar haciendo una orgia con el papá de su hijo mientras Sakurai lo abrazaba de la cintura para que no cumpliera su cometido. Mientras que el pelirrojo estaba más preocupado por mantener lejos a Akashi quien lo apuntaba con unas tijeras y juraba que lo iba a convertir en tiritas, pero gracias a Kami-sama no lograba realizar, ya que Kuroko se interponía entre los dos pelirrojos y Furihata trataba de recordar cómo se hablaba. Midorima jalaba a Takao y le gritaba que se bajara de la cama, mientras trataba de darle a Kagami con su ítem del día. Kise y Kasamatsu estaban en una guerra de palabras, en la que el rubio exigía una explicación y el pelinegro le decía que se muriera. Teppei se encontraba arrinconado en una esquina por Murasakibara el cual le gritaba algo sobre bollos, horno y un panadero.


-¡YA BASTA!.- grito el peliceste.- DEJEN DE ESTAR GRITANDO, QUE ASÍ NO SE ARREGLA NADA.-Todos dejaron de hacer lo que hacían y regresaron a ver a la sombra de Seirin asombrados. Nunca habían visto a Kuroko levantar la voz, hasta ahora.


-Pero tú también estas gritando, Kurokocchi y no….- contesto Kise, siendo cortado por Kuroko.


-CÁLLATE.- arremetió el peliceste.- SI ME VUELVES A INTERRUMPIR, DE MI CUENTA CORRE QUE NUNCA SERÁS FELIZ.


-Tetsu, cálmate.- decía el peliazul un poco más calmado.


-CÁLLATE TÚ TAMBIÉN MENDIGO NEGRO.- decía Kuroko totalmente enojado.


El peliceleste respiro profundamente y trato de calmarse, tenía la atención de todos puestas en él, así que sabía que ese era el momento de decirlo todo.


-Primero que nada, les agradecería que dejaran de intentar matar a mi novio. Kagami solo estaba ayudando con el plan.


-¿el plan? ¿Qué plan?.- pregunto Kise todo confundido.- Ya no entiendo nada de nada. ¿Que no estaba Kasamatsu-san saliendo con Kagamicchi?


-Eso no es cierto, Takao le bajo el novio a Kuroko.- dijo Midorima mientras se arreglaba sus lentes.


-Bakagami iba a reconocer a mi hijo y a quitarme a mi Ryo, solo por ello merece sufrir.- decía Aomine con enojo.


-Él quería sacar mi bollo del horno.- dijo Murasakibara ganándose las miradas inquisitivas de los presentes.


Solo Akashi era el único que había guardado silencio y miraba fijamente al pelirrojo. Después de haberle gritado que lo iba a convertir en tiritas, Kagami no se creyo esa serenidad momentánea. No, no lo engañaba, ya que esa mirada no auguraba nada bueno, de seguro estaba pensando en mil maneras de matarlo y pasarlo como un accidente, pensaba el pelirrojo.


-Nada de eso es verdad.- contesto el peliceleste.- Todo fue un plan para hacerlos admitir lo que realmente sienten, ya que ninguno es lo suficientemente sincero para dar el paso y admitir sus sentimientos. 


-¿Qué no era para que ellos le dieran el apellido a nuestros hijos?.- susurro Kasamatsu a Teppei.


-Ni idea pero será mejor dejarlo hablar antes de que se vuelva a convertir en el Kuroko oscuro.-contesto Teppei también en susurros.


-Aomine es demasiado testarudo, piensa que con que le guste alguien la otra persona debe hacer todo el esfuerzo que conlleva tener una relación. Una relación es de dos no de uno Aomine, solo hasta que te ves amenazado, es cuando reclamas lo que realmente es tuyo.


-Eso no es cierto.- contesto el peliazul y en respuesta todos tosieron en negativa a lo dicho por él.- ¡malditos!.- 


-Hazlo Aomine-kun.- dijo Kuroko.- Ahorita.


Takao se acercó al peliazul y puso una mano en su brazo.- Hazlo Aomine, no es buena idea llevarle la contraria a Kuroko en estos momentos, ni en este, ni dentro de siete meses más.


Aomine no entendió lo dicho por Takao así que prefirió mirar a Sakurai y a ese pequeño bulto que se asomaba de su vientre y no pudo más, sabía que ver al castaño seria su perdición.-  Lo siento, no quería que sintieras que solo fuiste una aventura pasajera, ¿sabes? Tengo sentimientos muy fuertes por ti, y siento mucho que mi orgullo me haya impedido ir y decírtelo. 


Sakurai se acercó al moreno con paso indeciso y lo rodeo con sus brazos.- Te amo, Aomine-san.- Aomine se quedó rígido unos momentos pero poco a poco se fue suavizando hasta que lo abrazo en respuesta.


-Voy a vomitar.- dijo Kagami, ganándose un golpe de su sombra en el estómago, y el cual continuo hablando.- Midorima es un tsundere raro con un amor a los horóscopos que por ende nunca dice lo que siente, si te gusta alguien no lo dices y no haces el mayor esfuerzo para conservar a esa persona. 


Midorima vio a Takao y antes de que dijera algo, el pelinegro se le adelanto.- Mira Shin-chan, yo te amo y tú me amas así que casémonos y tengamos a este bebe juntos.


Takao es un idiota, pensaban los presentes.


Midorima lo miro por unos segundos y contesto.- Oha-Asa dice que cáncer y leo son una buena combinación y augura una larga vida juntos.- el peliverde subió sus lentes y dijo.- Esta bien, casémonos Takao.


¿Qué? ¿Solo así? Midorima está igual de idiota que Takao, pensaban todos a la vez.


-Waaa Shin-chan, te amoooooo.- dijo el pelinegro quien corrió hacia el peliverde, aferrándose a su cuello y haciendo que lo cargara.


- Takao te vas a caer.- dijo Midorima.


- Te amo Shin-chan ¿tu también me amas, ¿verdad?.- pregunto Takao con ojos de cordero.


Midorima se lo pensó unos momentos pero recordó lo dicho por Kuroko, suspiro y dijo las tres palabras.- Te amo Takao.


-Waaaa Shin-chan.- dijo Takao de lo más feliz.


Kuroko espero a que Midorima y Takao se calmaran un poco, nunca pensó que el peliverde sería tan fácil de disuadir. La sombra suspiro y continuo hablando.-Ahora sigues tú.- dijo y señalo al rubio.


-¿Yo?.- contesto Kise.


-Sí, tu.- dijo Kuroko.- Kise es un idiota que…


-¡Oye!.- refuto Kise, interrumpiendo el monologo de Kuroko.


-Es la verdad Kise, eres un idiota que dice cosas sin sentido y hace que las personas se confundan ya sea por lo dicho o por tus actos. Si te gusta alguien díselo de frente y no andes dando vueltas al asunto, causando que la otra parte solo se sienta inseguro. 


Kise absorbió las palabras dichas por Kurokocchi, miro a Kasamatsu y se armó de valor.- Kasamatsu-san, cásate conmigo y juntos criaremos a ese niño rubio y de ojos marrones muy claros. Te amo Kasamatsu-san, siempre lo he hecho, tus golpes, tus gritos, tus castigos han hecho que me enamore cada día más de ti.- Kise terminó de decir lo que sentía y no se hicieron esperar las reacciones de los presentes.


-Me das pena.- dijo Murasakibara.- Ni yo digo tanta estupidez junta.


-Eres un idiota.- dijo Aomine.


-No sabía que te fuera el masoquismo.- dijo Kagami.


-Nunca hubiera imaginado que te gustara el BDSM, Kise.- dijo Midorima.


-¿Qué? NO, no es eso.- decía Kise.- Akashicchi diles algo.


Pero Akashi lo veía con una ceja levantada mientras negaba con la cabeza. Kise pudo leer el mensaje que esos ojos dispares daban a entender “cada quien sus perversiones”.


Mientras que Sakurai, Furihata, Teppei y Takao reían a lo bajo por lo dicho.


-Nooooo, Kasamatsu-san eso no es lo que quise dar a entender.- decía desesperado Kise.


-Pervertido.- dijo Kasamatsu serio pero por dentro estaba feliz por lo que había dicho Kise, aunque aún tenían muchas cosas que arreglar, lo dejaría pasar por este momento.


-Kasamatsu-sannnnn.- dijo Kise con un tono lastimero.


-Si ya terminaron de hablar de las perversiones de Kise, seguiré con mi juicio.- sentencio Kuroko.


-Tú también, ¿Kurokocchi?.- dijo Kise con un mohín en los labios.


Kuroko sonrió y continua con su diatriba.-Murasakibara a ti no te entiendo ni la mitad del tiempo, eres medio sádico y a veces actúas igual de sonso que Kise.


-¡Oye!.- dijeron Kise y Murasakibara a la vez.


-No sé qué piensas, no sé qué sientes por Kiyoshi pero si lo que sientes es más grande que el amor que le tienes a los dulces, no quiero que hables solo por hablar haciendo que se ilusione.


-Lo quiero más que mis caramelos, que los pasteles del mundo y todo el dulce del universo.- declaro el pelimorado mirando fijamente los ojos del castaño, ganándose una sonrisa tímida por parte de Teppei.


-Waaa que lindo.- declaro Takao.


-¡EN TUS SUEÑOS!.- contestaron Midorima, Kagami y Aomine.


Kuroko se preparó para el más difícil de todos “el emperador”.- Y tú, Akashi-san.- el susodicho solo alzo una ceja mientras mantenía un agarre de acero del brazo de Furihata el cual aún por lo visto, no se acordaba de cómo hablar.- Eres un sádico, controlador, presumido, orgulloso, yandere, presuntuoso, megalómano, agresivo, obseso del control…


Dos minutos después.


-…Que solo quiere que la gente haga lo que quieres. Si realmente amas a alguien no lo trates como una cosa que te pertenece, sino como a una persona que amas. De vez en cuando es bueno decir por qué quieres a esa persona, reafirmar sus sentimientos no ir por la vida diciendo. “Tú eres mío” o “me perteneces”, debes darle una razón a esa persona para que sepa que realmente sientes algo por ella. Y por cierto, ¿Cómo es eso que tienes a una prometida?.- cuestiono el peliceste y Kagami solo estaba atento a el momento en el que tendría que saltar para que el pelirrojo no atacara a su linda sombra con esas tijeras que traía. 


Akashi busco los ojos de Furihata, el cual había recordado el hecho de que el pelirrojo tenía una prometida y se había puesto triste.


-Yo ya no tengo una prometida.- dijo el pelirrojo.-Termine con ese compromiso al día siguiente en que estuvimos juntos. Con la única persona con la que Akashi Seijuurou se casara será Furihata Koki, aunque seas un bueno para nada, plebeyo, nada cool y demasiado normal.


-Podía haber omitido eso ultimo.- dijo Midorima, recibiendo como respuesta el asentimiento de todos.


-No importa si no tienes ningún don o habilidad extraordinaria, porque tú para mí, eres especial Koki y por ello quiero que estés a mi lado de ahora en adelante.


Furihata encontró por fin lo ojos del emperador de Rakuzan, y al ver la verdad en esos ojos con heterocromía, se le llenaron sus propios ojos con lágrimas de felicidad.


-¿Akashi enamorado? ¿Y lo dice con esa cara estoica? Ahora si lo he visto todo.- decía Aomine, ganándose un codazo por parte de Sakurai quien no quería que esas puntiagudas tijeras que cargaba Akashi acabaran enterradas en alguna parte del cuerpo del moreno.


Kuroko estaba muy feliz por sus amigos, aunque el plan no resulto tal cual lo había previsto, fue satisfactorio independientemente del casi “asesinato” de su novio. 


La habitación estaba sumida en muchas pláticas; Murasakibara le contaba a Teppei el penoso suceso con un sensual pastel, que había estado hospitalizado dos meses a causa de una infección estomacal, y algo sobre bollos. Mientras Teppei lo escuchaba atento a todo lo que decía y trataba de entender que tenía que ver los bollos en esta historia. Akashi y Furihata estaban sentados en el sofá de la esquina, el pelirrojo le contaba por qué no había estado en contacto con él después de lo sucedido. Akashi había tenido que romper el compromiso con su ex prometida y decirles a sus padres que no se iba a casar con esa insulsa mujer. Fue una guerra entre Akashi y sus padres que no aceptaban el rompimiento del compromiso, pero como siempre, el emperador salió victorioso y sus padres no tuvieron más que aceptar el hecho de que su hijo eligiera con quien casarse. Akashi también le aclaro que nunca lo había dejado solo ni desprotegido ni un momento, le conto sobre el guardaespaldas que lo ha estado cuidando y vigilaba las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana. Koki trago duro, no sabía si sentirse alagado o asustado por el hecho de que si había sido cierto lo del hombre de negro, no se estaba volviendo loco como había supuesto. Kasamatsu se encontraba sentado en una de las sillas mecedoras con Kise sentado frente a él tomándolo de las manos. El rubio le decía porque tuvo que irse ese día tan temprano y sobre la carta que le había dejado en el escritorio en donde le explicaba todo, así como lo que sentía por el pelinegro desde hace mucho tiempo, le pedía que le diera una oportunidad de estar a su lado y que juntos criaran a ese niño. Kasamatsu lo miraba fijamente no sabiendo qué hacer, tanto tiempo procurando que el rubio no se enterara de sus sentimientos y ahora lo tenía aquí de frente diciéndole que quería una vida juntos, eso era algo aterrador. Miro esos ojos marrones claros, tan grandes y sinceros, sabía que ese era el momento de dejarlo salir todo. Una lágrima rodaba por su mejilla, cuando dejo salir todo lo que tenía guardado en su corazón, sus frustraciones, inseguridades, miedos y el gran amor que sentía por el modelo. Kise mantuvo la boca cerrada todo el tiempo en el que el pelinegro hablaba, solo cuando hubo dejado salir todo, es que se acercó y lo abrazo, despejando todos esos miedos e inseguridades que sentía. Kasamatsu sonrió y Kise juro que nunca iba a dejar que volviera a llorar, lo único que él quería ver el resto de su vida era esa sonrisa en la cara de Kasamatsu. 


En la otra silla mecedora se observaba a Sakurai y a Aomine meciéndose. El castaño estaba sentado en las piernas del moreno mientras este pasaba sus manos por el vientre abultado de Sakurai, ambos sonreían, por lo visto habían dejado de lado sus problemas y habían decidido seguir adelante. Aun lado de la puerta se encontraban Midorima y Takao conversando, el pelinegro estaba bombardeando al peliverde con un sinfín de preguntas. Midorima se veía acorralado pero no molesto, ya que esas manos alrededor del Takao hablaban de cosas distintas. El peliverde le pedía perdón por cómo había actuado, pero a Takao no le importaba el pasado por lo que prefirió hablar del futuro que les esperaba a los dos. 


Todos estaban arreglando sus diferencias, mientras Kuroko estaba acostado en la cama siendo abrazado por Kagami presenciando las escenas.


-Demasiado escandalo para que todo terminara así. ¿No hubiera sido más fácil ir y decirles de frente?.- decía Kagami. 


-Sí, pero todo hubiera sido más aburrido.- contesto el peliceleste.


-¿Así que solo lo hiciste para divertirte? ¿Y si me hubieran matado?.- dijo Kagami dándole un beso en la cabeza a Kuroko.- eres terrible.


Kuroko sonrió de lado.-Nunca lo hubiera permitido. Kagami-kun. Por cierto, tengo algo que decirte.


-¿Qué es?.- dijo Kagami mientras cerraba los ojos, el pelirrojo se encontraba muy cansado.


-Bueno…Yo…-suspiro y prefirió guardar silencio.- nada.


Takao se acercó a la cama de Kagami con una sonrisa en los labios.- Gracias por todo Kuroko y a ti Kagami, estuviste a punto de morir por nuestra causa.


-Sí, que alegría.- decía el pelirrojo con el ceño fruncido.


- Ahora solo falta ir a la cafetería y pagar lo que debemos.-dijo Takao.


Teppei, Sakurai, Kasamatsu, Kuroko y Furihata reían por lo dicho por el pelinegro, Kagami fruncía el ceño, mientras Aomine, Midorima, Akashi, Murasakibara y Kise no sabían de qué estaban hablando.


-Suerte.- dijo Kagami.- Hombres embarazados, con hambre, chillones y bipolares es lo que tendrán de ahora en adelante, ¡padres!.


Aomine, Midorima, Akashi, Murasakibara y Kise se estremecieron al oír lo dicho por el pelirrojo, miraron a sus respectivas y muy embarazadas parejas. Hasta ese momento cayeron en el hecho de que pronto serian padres, las responsabilidades que ese hecho acarreaba para sus jóvenes vidas. Kagami soltó una carcajada al ver como Aomine y Midorima azotaban en el piso, Akashi se agarraba el pecho como si estuviera a punto de sufrir un infarto, Kise gritaba de alegría y a Murasakibara se le veía blanco como un fantasma.


-Felicidades futuros papás.- reía Kagami, siendo secundado por Teppei, Kasamatsu, Kuroko, Midorima, Takao y Furihata. 


 


Transcurrieron tres días desde el incidente con la generación de los milagros y sus parejas. Aomine y Midorima que se habían desmayado fueron hospitalizados un día entero a causa de una conmoción en la cabeza causada al momento de desmayarse, a Murasakibara le habían dado chocolate para el susto, a Akashi le tuvieron que poner una intravenosa por que se le había bajado la presión y Kise…Bueno, Kise estaba feliz. 


Todos se encontraban en una cálida cafetería en el centro de la ciudad, muy conocida por Teppei, Sakurai, Kasamatsu, Kuroko, Kagami, Takao y Furihata.


-No puedo creer que me hayas hecho hacer esto, Takao.- dijo enfurruñado Midorima.


-Ay no es para tanto.- decía riendo Takao.


-¿Qué no es para tanto?.- contesto Aomine igual de enfurruñado, mientras Sakurai le pasaba las manos por la espalda.


-Nos hicieron pedir disculpas y pagar una cuenta que nosotros no debíamos.- dijo Murasakibara.


-Murasakibaracchi tiene razón. Eso fue muy embarazoso.- aclaro Kise.


-Ya cállense, no es para tanto.-dijo como si nada Kasamatsu mientras le daba un bocado a su pay de manzana.


-Kasamatsu-san tiene razón.- decía Teppei con una sonrisa en los labios mientras observaba como Murasakibara trataba de robarle la fresa que se encontraba encima de su pastel.


-Guarden silencio todos.- decía Akashi y a su lado estaba Furihata.- están haciendo una tormenta en un vaso de agua.


-Como Akashicchi no fue quien paso por la vergüenza.- decía Kise, ganándose una típica mirada de advertencia por parte del pelirrojo.


-Señores, ¿desean algo más?.- decía la mesera con nombre raro con una sonrisa tensa en el rostro mientras que pensaba “regresaron los problemas”.


-Un jugo de naranja para mi.- dijo Akashi.- y para Koki un coctel de frutas con granola y miel encima.- Furihata le regalo una sonrisa al pelirrojo.


-Yo quiero que me traigas un pastel de tres leches cubierto de kiwi, fresas, uvas, sandia, mango y chocolate.- decía Takao.


Midorima, Kagami, Akashi y Aomine con solo pensar en esa combinación, les había dado ganas de vomitar.


-Takao, no creo que sea sano comer todo eso.- dijo el peliverde.


-Suena bien.- decía Murasakibara. Midorima veía al pelimorado como si le hubiera crecido otra cabeza.


-Pobres de todos ustedes, tener que aguantar los antojos y cambios de humor de chicos hormonales.- Kagami dijo aliviado por no tener que pasar por eso.


-Guarda silencio Bakagami.- decía Aomine mientras veía como Sakurai se comía una cosa viscosa y rara.- Quiero vomitar.


-No creo que debas estar burlándote, Kagamicchi.- decía Kise mientras trataba de que Kasamatsu comiera de su tenedor.- Después de todo Kurokocchi también tendrá esos malestares y antojos.


-…¿Qué?.- contesto Kagami aún no seguro de haber escuchado bien.


Kuroko se agarró la frente como si estuviera a punto de tener el dolor de cabeza del siglo. Kise abrió mucho los ojos, había metido la pata.- eres un idiota Kise.- dijo Kasamatsu poniendo los ojos en blanco.


Aomine veía de Kise a Kasamatsu y de Kuroko a Kagami, soltó una carcajada muy estruendosa que hizo que todos los presentes lo regresaran a ver. El moreno había calculado rápidamente dos más dos y llego a la conclusión.- Bienvenido al mundo de los padres Bakagami. Tetsu está embarazado también.


Kagami se puso blanco y en cámara lenta, regreso a ver a Kuroko quien lo recibía con una tímida sonrisa.


-Felicidades, vas a ser padre.- dijo Kuroko.


-…


-…


-…


Todos esperaban que el pelirrojo dijera algo y en ese momento Teppei dijo.-Creo que se va a desmayar.- Y justo como lo dijo Teppei, el pelirrojo puso los ojos en blanco y azoto justo a un lado donde la mesera estaba parada anotando los pedidos. Causando que ella se fuera junto al pelirrojo al suelo.


-¡Oh dios!.- dijo Furihata y Sakurai asustados.


-Azoto la res.- dijo con burla Aomine.


-Quizás le dio un ataque al corazón.- dijo un analítico Midorima.


-¿Me puedo quedar con su malteada?.- decía con una sonrisa de lado Takao.


-Takao.- reprendió al pelinegro, Midorima. 


Akashi solo veía aburrido al pelirrojo mientras acariciaba la espalda de Furihata para aliviar su preocupación. 


Kasamatsu y Murasakibara veían con asombro la capacidad que tenía Kagami de poner los ojos en blanco y desmayarse. 


Teppei, Kuroko y Kise se levantaron a socorrer al pelirrojo.


- Kagamicchi.- decía preocupado Kise. 


-Kagami, Kagami.- llamaba Teppei al pelirrojo totalmente preocupado.


-Kagami-kun reacciona.- dijo Kuroko dándole una cachetada al pelirrojo.- no me puedes dejar viudo y siendo padre soltero.


Todos estaban preocupados por el pelirrojo (bueno no todos) atendiéndolo y llamando a una ambulancia, mientras cierta mesera se encontraba en el piso siendo ignorada olímpicamente por todos alrededor. –Voy a renunciar.- decía la pobre.- voy a renunciar.


 


 


Fin... 

Notas finales:

Muchas gracias por haber leido este ultimo capitulo y sobre todo gracias a todos aquellos que se pasaron a comentar y decirme que les parecia el fic.


 


Nos seguiremo leyendo por ahi xD


Cuidense y besos :)


 


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