Capítulo 2:
Lay después de haberse despojado de la pesada chaqueta que llevaba puesta caminó tranquilamente hasta llegar a la habitación de Luhan, al verlo desnudo una sonrisa traviesa inconscientemente se formó en su rostro, se metió a la cama de Luhan y lo abrazó de la cintura, a pesar de que Luhan se encontraba desnudo no le incomodó en absoluto, tantos años viviendo con él, la vergüenza ya no existía. Se fue a la mierda. Más lejos que eso.
Luhan se removió en los brazos de Yixing y se acomodó rozando intencionalmente su trasero con el bulto de Lay, quien con solo ese rose se tensó de inmediato y se apartó rápidamente del demonio con disfraz de ángel.
— Eso te sucede… —un bostezo de Luhan no lo dejó continuar. — Por meterte en mi cama cuando estoy desnudo. Imbécil. —Lay sonríe y le da toda la razón a Luhan, porque el mismo se buscaba ese tipo de problemas. Situado en su parte baja. Que solamente con una paja o una ducha fría desaparece.
— ¿Tuviste sexo con ese chico castaño? —Lay le pregunta directamente, Luhan al escuchar esa pregunta se tensa y recién ahí su cuerpo comienza a doler y a recordar todo. — Respóndeme Luhan —dice Lay al notar cómo el rubio se queda callado. — Pensé que éramos amigos, pero por lo que veo, para ti no lo soy —Lay se voltea para irse a su habitación.
Luhan al escuchar eso se sienta de inmediato dejando al descubierto su torso pero se arrepiente de inmediato de haberse destapado de tal manera cuando siente el frio. Le cuesta respirar y levantar la mirada y ver a su amigo a los ojos cuando hace una semana atrás dijo que dejaría de ser casto con la persona indicada. Pero por una razón –la tiene clara– no se arrepiente. Porque fue con Sehun.
— Si… —responde en un tono que ni el mismo logró escuchar.
— ¿Qué?
— Tuve sexo con… —sabe que esta sonriendo porque su mirada se reduce. — Él…
— ¿Tanto te costó decir eso? —Luhan asiente. — No puedo creer que seas el mayor —respira profundamente y se sienta a los pies de la cama — ¿Te arrepientes? —Luhan negó. — Espero que después sigas así, sin arrepentirte —dice. — Pero algo me dice que después andarás llorando… espero que no te arrepientas.
— Eso espero —Luhan sonríe. — Aunque no locreo, porque… ¡Fue maravilloso! Enserio, ¡Fue maravilloso!
— Luhan… –Lay suspira y pasa una mano por el cabello de Luhan y se va dejando a un alegre rubio en la habitación.
Luhan se estira en la cama y suspira, las imágenes de la noche anterior llegan nítidas a su mente. Sonríe con los ojos cerrados, intentando revivir lo sucedido en la noche, de cómo Sehun lo hiso gemir sin control y cómo lo disfrutó. Pero lo que no piensa es en las consecuencias que vendrán, tal vez no hayan… Tal vez lo vuelva a ver.
…
3 Semanas han pasado desde que Luhan no ve a Sehun, y Luhan siente que muere porque en verdad no pensó en que por tener sexo con un chico tendría un resultado que no esperó, Sehun se adueña de cada partícula y pensamiento de su cuerpo, de todo él. Eso no se lo esperaba.
Luhan se mira por el espejo retrovisor de su nuevo camaro rojo. Tanto esfuerzo valió la pena. Mira por la ventana del copiloto y ve su madre y a su hermana con su cuñado. Baja del auto, coloca la alarma ganándose la mirada de las demás personas que se encontraban en su antigua casa, saluda a su familia y la gente que no conoce igual. Saluda con la mano a su cuñado y después a su madre y a su hermana mayor.
— ¡Whoa! —exclama su madre — Que guapo luces hijo, se nota que tus genes son míos.
— No exageres madre —responde Luhan intentando sonar avergonzado. — Solo me cambie el color de cabello.
— Lulu, luces guapísimo —dice su hermana QianLu sonriendo. — Si no fueras mi hermano, solo te avisaría que te cuidaras la retaguardia. —confiesa guiñándole un ojo haciendo reír a Luhan y a su madre.
— ¡Yah! —reclama su cuñado, Jonghun. — ¿Se te olvida que está tu futuro esposo acá? —dice apuntándose a sí mismo.
— Por supuesto que no —responde QianLu. — No estés celoso de mi hermano.
— Creo que es la semana de “Cambios de color de cabello de hermanos menores” —dijo Jonghun. — Sehun igual cambio su color de cabello.
— ¿Sehun? —pregunta un sorprendido y nervioso Luhan.
— Sí, mi hermano menor —responde Jonghun — ¿Lo conoces?
— No lo sé… ojalá… —dice rogándole al cielo por que aquel Sehun, fuese el mismo de hace tres semanas.
— Mejor entremos —interrumpe su madre. — Me estoy congelando…
¿Encontrarse con Sehun? Encantado, por más imposible que pareciese volver a verlo en la fiesta de compromiso de su hermana, lo desea, lo ansía. Como nunca creyó. Entra a la casa y saluda a sus familiares y personas que no conoce pero por educación las saluda igual, conversa con su tía y al igual que su madre y su hermana lo alaga por el cambio de look que se hiso, se disculpa diciendo que quiere ir al baño, sube las escaleras y entra al baño y no puede creer que se está comportando como un hombre vanidoso, se arregla el cabello, saca el sudor que tenía en su nariz y se ve nuevamente en el espejo por última de las tantas y sale del baño.
No puede creer lo que ve, lo que está frente a él. Lo quiso y lo ansió con ganas hace momentos atrás, pero como casi siempre se negó esas “estúpidas ideas” de su mente. Pero está ahí, frente a él. Sehun está delante de él, con el cabello rubio, mirándolo fijamente intentando recordar de donde vio a Luhan, sabe como lo conoció, pero recordar perfectamente todo con él, si dice que lo recuerda perfectamente, está mintiendo.
Luhan solamente lo mira, esperando que Sehun lo reconozca, porque sabe que Sehun no se acuerda de él, por cómo Sehun lo mira, Luhan sabe que sus ilusiones de ser recordado por Sehun son imposibles, aunque no tan imposibles si lo ayuda un poco.
— Soy Luhan.
Con eso Sehun recuerda todo, recuerda de donde lo conoció, y después de conocerlo que hicieron, inclusive recuerda donde vive, porque él no probó ni una sola gota de alcohol al contrario de Luhan. Le sonríe como ya es de costumbre, con esa sonrisa arrogante que heredó de su padre. Lamentablemente. Ve los ojos de Luhan y ve un brillo en ellos y también se da cuenta que ya no tiene el cabello rubio, lo tiene pelirrojo y tiene una imagen más masculina a como era de rubio.
— Hola —saluda Sehun con una voz profunda.
— Hola… —Luhan ve el cabello de Sehun — Se te ve bien el rubio. —Sehun sonríe.
— Y tú te vez más masculino pelirrojo —le alaga, es verdad porque el rubio le hacía parecer más menor.
— No sé si tomarlo como un alago o no. —le confiesa, intentando entablar una conversación.
— Tómalo cómo quieras —dice Sehun mientras intentaba hacer a un lado a Luhan — Ahora, dame permiso, quiero entrar al baño, para eso vine.
— Está bien…
Luhan se hiso a un lado y vio como Sehun entraba al baño y le cerraba la puerta en la cara. Se quedó mirando la puerta durante un buen rato y se sintió mal, decepcionado, pésimo, nunca se esperó que Sehun fuera así con él en su reencuentro, el que Luhan tanto ansió pero Sehun no. Cuando sintió la cadena despertó de su trance y corrió rápido escaleras abajo, directo donde estaban los demás. Al rato después vio a Sehun aparecer coqueteando con una empleada de la casa.
Su hermana y su cuñado comenzaron a hablar sobre varios temas pero Luhan no está atento porque su atención está en una sola persona, en la que solamente se sabe el nombre, Sehun, lo observa como si fuera la mejor atracción de todo el mundo, y para Luhan en ese momento es así, porque el día que se conocieron no tuvo tiempo de observarlo bien, porque solamente se dedicaron a besarse, tocarse y gemir. A pesar de estar mirando a Sehun logró escuchar claramente que Sehun es el hermano de Jonghun. El destino.
Gente separadas por grupos en la casa, hombres por un lado y mujeres por otro, grupos mixtos por un lado, su hermana y cuñado pasando por todos los grupos que no son de más de 7 personas. Luhan y Sehun cada uno por su lado pero sin socializar con los demás. Luhan a cada rato se remueve en donde se encontraba sentado mientras que Sehun le hace ojitos a una empleada. Eso, Luhan lo nota.
Sehun disfruta al coquetear con la empleada que está dispuesta a arrancarse al baño con él y tener un “desliz” pero Sehun no está de ánimo. Primera vez que disfruta tanto coquetear con alguien porque sabe que Luhan lo observa, sabe que se está emputeciendo de rabia por dentro. Lo disfruta. Le gustó volver a encontrarse con él, con uno de los tantos que solamente tuvo sexo. O como Sehun les llama, Quita estrés.
Luhan simula que toma atención a lo que le contaba una prima que no veía hace más de un año, pero que no le interesa porque nunca le agradó. Asiente a cada oración y responde diciendo monosílabos como “si, no, lamentable, que bueno, uh, todo pasa por algo” un dialogo que se lo sabía de memoria. Ahora su prima le cuenta sobre su trabajo y que ya no sabe que más porque encuentra que observar a Sehun es mucho más interesante que escuchar a la estúpida que tiene de prima. Ve como habla con la empleada mientras que le acaricia la pierna y le sonríe coquetamente y lo mira de reojo sonriendo con arrogancia. Eso no lo enoja, solamente lo calienta de sobremanera y ya se estaba haciendo visible.
— Para de observarme —Luhan no se da cuenta cuando Sehun se fue a sentar a su lado. — No estaba haciendo nada malo.
— Sí, y yo le tomaba atención a lo que me contaba esa estúpida —le responde bufando.
— No es mi culpa que te la pases mirándome —dice sonriendo. — Literalmente, que me desnudes solamente con la mirada.
— No hables estupideces. —por más que lo quiera negar sabe que Sehun está en lo correcto — Tienes el ego muy alto.
— Lo sé…
Responde seguro de su respuesta y no solamente Sehun piensa que es así porque Luhan está seguro de lo que piensa Sehun. Luhan mira a Sehun detenidamente sin importarle si Sehun lo notaba o no, hasta se da el lujo de tomar su rostro y voltearlo hacia él y observarlo mucho mejor. Sehun ríe.
— ¿Te gusta lo que miras? —pregunta Sehun.
— Solo un poco —es verdad, está solo viendo un poco de lo que le gustaría mirar. — La verdad es que me gustaría mirar más, pero ya es tarde y Lay me está esperando en casa.
— ¿Lay?
— Sí, Lay o Yixing, como sea… —se levanta bajo la atenta mirada de Sehun y le sonríe — Adiós Sehun.
Y antes que Sehun se pudiera despedir Luhan desaparece entre la multitud. Sehun no puede creer que Luhan le haya dado un golpe tan bajo, nunca nadie antes le había dicho algo parecido, Sehun estaba sorprendido y con el orgullo en el suelo. Luhan se la pagaría. Porque hablar del novio delante de Sehun estaba prohibido, esa era una ley que él mismo impuso.
Luhan maneja su hermoso deportivo rojo cantando un remix de canciones improvisadas, porque se encuentra feliz de haber vuelto a ver a Sehun. Yixing lo espera en casa y Luhan está cansado, pero antes tiene que contarle del reencuentro con Sehun. No sabe cómo se siente, tiene un revoltijo de sentimientos en su estómago. Pero de algo está seguro, le encantó volver a ver a Sehun. Llega al departamento, ve la TV prendida y a un Lay pegado a ella.
— Vi a Sehun —dice en vez de saludarlo y Lay lo mira sin entender.
— Se supone que fuiste a la fiesta de tu hermana y blablablá —dice y Luhan ríe mientras se va a sentar con él.
— Es el hermano del futuro esposo de mi hermana.
Lay se acomoda mejor en el sofá porque sabe que Luhan hablará y hablará sobre su reencuentro con Sehun. Y así fue, estuvieron más de dos horas hablando sobre Sehun y Lay no sabe si al que le gusta Sehun es a Luhan o a él. Si continúan con esas conversaciones sobre lo maravilloso que es Sehun, Lay presiente que se terminará enamorando de Sehun. Pero no, Luhan lo vio primero.