Ya han pasado un mes, me he encontrado a mi mismo llegando todos los días a la misma hora, quedándome ahí esperando durante cinco minutos para ver si me encontraba de nuevo con él, con su sonrisa magnifica que ilumina todo el lugar, con su hermoso rostro, con sus ojos brillantes, el solo recordarlo me comienza a latir el corazón muy rápido, pero ya me canse de esta rutina, me canse de hacer todos los días lo mismo, pensar en lo mismo, comer lo mismo y mirar lo mismo, era momento que diera rienda suelta a mi vida que me olvidara que existía mi padre tan solo por un día -¿Cómo te fue ayer con tu padre?-me pregunta Pablo el chofer con quien casi somos amigos –Lo mismo de siempre solo piensa en el, en su carrera ahora quiere que participe en un club de tenis pero yo le digo que no es lo mío, luego me recuerda que es una persona importante de respeto y que sus colegas tienen a sus hijos ahí-Y ¿Qué es lo tuyo-La natación Pablo, me encanta pero mi padre dice que prefiere el tenis, ya me cansa su manera de ser-Si ayer escuche como gritaba cosas muy fuertes que no eres el hijo que quiere y cosas así-Si lo escuche pero me da lo mismo ya me acostumbre a que me llame flojo e inútil-Lo siento –No te preocupes-Y su madre ¿Qué dice?-Lo de siempre que me servirá para hacer amigos y salir, se que ella hubiera preferido tener una mujer la escuche conversando con mi tía Rebecca en una de sus visitas anuales ellas estaban un tanto borrachas-de pronto en mi cabeza volvieron imágenes que jamás olvidare y recordé ese momento, sentí que mi vida ya no valía la pena, que mi madre siempre se sentirá vacía y que yo solo seré un inútil, una carga, pero una lagrima me volvió a la realidad cuando cayó por mi mejilla, me limpie rápidamente me jure que no volvería a llorar, menos por mis padres -Yo te puedo invitar uno de estos días y te presento mis amigos y amigas-No te preocupes estoy bien así-Si tu lo dices ,bueno ya llegamos, cuídate que te vaya bien-Gracias Pablo-me baje del automóvil frente a la universidad, espere que se alejara para emprender mi rumbo rápidamente calle arriba, llegue a una plaza concurrida por mis compañeros luego de clases para pequeñas juntas donde yo obviamente no participaba, me senté en el asiento más próximo y de mi bolso saque mi cuaderno el cual siempre lo mantengo lejos de los ojos de los curiosos, en el doy rienda suelta a mi creatividad dibujo todo lo que me gusta, pero mi padre solo quiere que sea una persona como él, exitoso, famoso, poderoso y con mucho dinero, pero no es lo que yo mas deseo, quiero ser feliz, pintar aunque el piense que es de mujeres ,si el supiera como soy se le caería los últimos pelos que le quedan en la cabeza, levanto la vista veo una fuente hermosa, unos árboles grandes, majestuosos, unas aves coloridas y en la banca del frente unos ojos verdes que cautivan a cualquiera.
El estaba sentado con un perro dálmata a su lado, leía un libro y el perro comía un hueso, lo observe durante cinco minutos, que psicópata me siento mejor sigo con mi dibujo si no él se espantara, al pensar que soy un loco al mirarlo así, como si fuera una obra de arte porque es así el es una obra maestra, sonrió al estar pensando estas cosas –Hola Miguel-lentamente subo mi vista, ahí está el delante mío con sus sonrisa tan honesta, no me sonríe por miedo a mi padre, ni por todo el dinero que tengo sino porque…esa es mi gran duda ¿Por qué sonríe así?-Hola ¿te conozco?-no puede sospechar que he estado observándolo ni que e pensado todo este tiempo en él lo miro y veo cierta desilusión en su rostro -Soy Leonardo el chico que choco contigo ¿recuerdas?-Si ya recordé, hola mira yo ya me iba- ¿Qué estoy haciendo? desde que lo vi por primera vez he querido volver a verlo, a encontrarme con sus ojos, su rostro, su cuerpo, pero puede ser que tengo cierto temor –Bueno fue un gusto volver a verte adiós- se voltea para marcharse, pero mi mano le sujeta la camisa que he hecho –Mira no me voy enseguida, si quieres podríamos ir a tomar un café- me fijo que solo tenía en su mano la correa el perro corría por el parque –Si por supuesto, solo que espero que no te moleste mi perro-No para nada – lo miro a los ojos y el solo sonríe como si estuviera viendo lo que por fin encontró, lo que tanto anhelaba.
Nos sentamos en una cafetería cercana el pide un café cargado y yo un cappuccino, el perro se sienta cerca de él –Es un perro muy obediente-me dice al darse cuenta que yo lo observaba –Si se nota- el me mira como si yo fuera un trofeo, después de una lucha increíble –Quiero pedirte una disculpa siento que fui muy grosero contigo ese día-No te preocupes todos tenemos nuestros días de mal humor, además yo debería disculparme yo te empuje lo siento de verdad- el me observa y yo a él estoy preso en sus ojos de un verde cautivador –Sus cafés- malditos cafés interrumpieron todo el momento ¿Romántico?, ¿Podría describirlo así? –Y dime Miguel ¿A qué te dedicas?-Bueno estudio Ingeniería comercial y asisto de vez en cuando a un club de natación ¿y tú?-Bueno yo soy profesor de literatura en una universidad cercana a la tuya, trabaje en dos institutos anteriormente pero me despidieron -¿Por qué? si se puede saber-por motivos personales-siento que lo incomode, comenzó a tomarse su café sus labios se veían perfilado e incluso hermosos -¿Vives con tus padres?-Si bueno ellos la mayoría de el tiempo están de viaje así es que casi no los veo ¿y tú?-Yo vivo solo desde los diecisiete años mis padres fallecieron en un accidente y yo no quise vivir con nadie más me molestaba ser una carga- lo contemplo parece ser una persona elegante ,es esbelto ,es magnífico –y ese día cuando corrías ¿A dónde ibas?-el comienza a reír creí haber dicho algo mal –solo iba atrasado a una clase y ya que no quisiste decirme nada llegue media hora más tarde- volvió a reírse y de pronto algo inundó mi estomago saliendo por mi boca yo también me reía, hace mucho que no lo hacía, mi vida era aburrida, de pronto solo era yo el que reía y él me miraba fijamente como queriendo ver a través de mi.