Dejo de reír y lo comienzo a mirar a simple vista parece un hombre muy serio, misterioso, hasta su estado de animo me parece incognito, el sonríe sus ojos brillan es perfecto como en mis sueños mas profundos –Miguel hay algo que quiero contarte de mi y creo que este es el momento propicio para eso yo…-¡Leonardo!-esa voz es la de una mujer el mira sobre mi hombro hacia la puerta, el perro se pone de pie meneando la cola, Leonardo sonríe yo me volteo, en la entrada principal se encuentra una mujer saludándolo con la mano de forma alegre, era alta, cabello largo negro azabache era hermosa, el se pone de pie dirigiéndose a la puerta lo veo que la abraza, yo hago casi lo mismo solo que me escabullo hacia la salida de emergencia, salgo corriendo mientras que en mi estomago sentía un pesar tan grande como si tuviera piedras, era muy perfecto para ser cierto el tenia una novia estaba mas que claro yo no podría luchar contra ella, era maravillosa como sacada de una revista, como las modelos con las que trabaja mi madre, algo inunda mi garganta saco mi teléfono móvil y le marco a Pablo mi chofer aclaro mi garganta-Diga-Hola Pablo oye termine antes de lo previsto, así es que puedes venir a recogerme necesito que estés aquí lo más pronto posible-Si enseguida voy-Bien adiós-corto mientras siento que caigo a un vacio donde se que no podre salir, llego a la universidad más rápido de lo que pensé siento que ya no puedo más, que debo llegar pronto a mi casa para sentirme más tranquilo, más seguro, al poco rato llega Pablo me subo a el automóvil solo quiero alejarme de este lugar -Señor ¿se encuentra bien?-Si Pablo no quiero conversar eso es todo llévame a casa-Si solo que su padre ya llego de su viaje-Oh por dios sabía que no debí levantarme hoy.
Llegamos a casa el me esperaba en la entrada , bajo del automóvil y él me atrapa en un abrazo –Hijo ¿Cómo has estado?-Bien papá pero en este momento algo cansado ya me voy a dormir-Miguel son las tres de la tarde eres un flojo-No papá solo que tuve una mañana difícil-Si claro y cuéntame ¿Qué tal las mujeres?, ¿hay alguna que te guste?-No papá ya te lo dije-Mira hijo yo a tu edad tenía varias muchachas tienes que salir más, dejar de pasar encerrado todo el día- ya me cansaba esta charla de todos los días no quiero salir, menos con chicas, no me gustan las chicas-Papá ya me voy a dormir he tenido un día muy pesado-Si espera lo de el club de tenis vas a ir quieras o no-Si papá-Ahora vete adiós-Adiós-corro a mi cuarto me tiro en la cama, me acurruco y comienza mi sufrimiento imágenes vuelan por mi mente, a Leonardo abrazando a esa majestuosa mujer me los imagino besándose y riéndose de mí, me cubro el rostro con mis manos comienzo a llorar, las lagrimas brotaban de una manera increíble hace mucho no lloraba no de la manera que lo hice esta tarde.
Ha pasado una semana que no iba a la universidad, de verdad me sentía muy mal pero ya ha sido bastante, voy en el automóvil decidido a olvidar todo lo que paso pero cuando lo hago me siento vacio, siento que aunque tenga demasiado soy un pobre de amor, no tengo amor de nadie llegamos a la entrada la maldita entrada donde comenzó todo una angustia aborda mi cuerpo-Adiós Pablo-Adiós Miguel recuerda la cena con tus padres-si no te preocupes- me bajo del automóvil comienzo mi rumbo hacia dentro cuando de pronto –¡Hey Miguel!-esa voz, comienzo a darme vueltas tratando de ver desde donde venia y lo veo corriendo con su sonrisa que le alegraría el día a cualquiera, una sonrisa especial –Espera no te vayas-me grita yo comienzo a mirar a mi alrededor la gente lo mira y se ríe el calor llega a mi cara, de nuevo me sonroje.
El llega a mi lado comencé a sudar, mi corazón latía muy fuerte sentía que me iba a desmayar –Hola Miguel ¿Cómo estás?-Hola bien, pero estoy apurado-el me mira un poco desilusionado –Solo quiero saber ¿Por qué me dejaste en el café?-¿Por qué te deje?-Si además he venido toda la semana para saber de ti y nadie sabe dónde vives, además no me dijiste nada antes de irte-Mira no tengo por qué contarte todo, además te vi muy ocupado con tu chica no quería ser un mal tercio- el me miro pasmado yo me sentía enojado e incluso ofendido ese día me sentí horrible no es necesario recordarlo -Disculpa Miguel pero todo esto se debe a Natasha-No me importa como se llame-de pronto el comienza a reír eso hace que me moleste mas, estaba muy ofendido incluso celoso yo ya era obvio en lo que sentía por el-Espera antes de que sigas me estás diciendo que ¿te ofendiste o molestaste por la presencia de mi hermana Natasha? Pensé que era obvio que ella es mi hermana tenemos el mismo color de cabello y ojos- al diablo con los celos creo que el sí debería estar molesto.