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T'HY'LA por KeepKhanAndKlingOn

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Notas del capitulo:

Azetbur y T'rak se reúnen con Riley y Pavel en el Excelsior. La romulana descubrirá un par de cosas que harán que su cara mude de color.

En el Enterprise, Khan está al mando y se ofrece voluntario aceptando la propuesta del kazon Jal Valek sin que Peter pueda hacer nada al respecto.

 

El voluntario

 

 

                                                                                                      El despacho de Kevin Riley en el Excelsior se iluminó con los rayos de luz anaranjada que trajeron a T'rak y a Azetbur de sus naves casi al mismo tiempo. Las dos mujeres saludaron con una inclinación de la cabeza, las expresiones adustas de sus rostros contrastaron con la abierta sonrisa del comandante irlandés y la cara de niño metido en líos que tenía Pavel: los labios fruncidos, ligeramente hacia afuera y el entrecejo arrugado.

   - Señora mía, canciller... - Kevin les ofreció un trago señalando una botella con cerveza romulana.

   - Esta vez no, señor Riley. - Le rechazó Azetbur. - Tenemos asuntos importantes que discutir. Lo primero... Chekov, ¿dónde está el capitán Sulu?

   - En la enfermería. Cuando los kasson dispararon al Enterprise se golpeó la cabessa, todavía está algo confuso... - Se sorbió la nariz, su amiga klingon notó que había estado llorando por aquello.

   - Espero que se recupere, Pavel. - Le deseó la canciller. - Entonces... tú eres quien está al mando, ¿no es así?

   - ¿Por qué no les has destruido con tus poderes? - Le preguntó T'rak al ruso directamente. - No entiendo que seas tan considerado cuando podrías...

   - Mi telequinesia no da para tanto. - Respondió encogiéndose de hombros.

   - Te vi en el planeta Primero, salían rayos de tus dedos... - Le recordó la romulana.

   - Creo que aquello fue debido al dios que lo habitaba, no puedo haser más que mover pequeños objetos. - Apuntando con sus manos a la botella con el líquido azulado sobre la mesa, hizo que levitase un momento. - ¿Ves? Eso es prácticamente todo.

   - Quieres decir que cuando amenazaste a mis naves en HarOs... - La romulana se puso verde por la vergüenza, se había equivocado sobrestimando el poder de aquel brujo.

   - Se tiró un farol. - Aclaró Kevin con su franca sonrisa. - ¡Y menos mal que coló, señora mía...!

   - ¡Ya, estupendo! - Agitó su melena negra y vio cómo Azetbur se sonreía. - ¡Nos habría venido bien ahora que fueses capaz de hacer algo más que inocentes trucos de magia!

          T'rak se dejó caer derrotada sobre el sillón junto a la mesa, Kevin se había echado a reír. Azetbur se acercó a Pavel y le pasó el brazo sobre los hombros, atrayéndolo contra su pecho y acariciándole la nuca. Su genio ruso, el loco que salvó Kronos, agradeció con una sonrisa el gesto de apoyo. La señora de la casa D'Ghor estaba siendo protectora con él una vez más.

   - Si bien su magia no es tan poderosa como pensábamos, su mente brillante nos sacará de este embrollo, estoy segura. - Las palabras de la canciller klingon cayeron sobre la cabeza de Pavel como una losa.

   - ¿Y qué se supone que debo hasser? - El ruso se separó de su ex-jefa y abrió los brazos levantando las palmas de las manos acompañando su pregunta.

   - ¡Oh, echa un trago, compañero! - Kevin llenó un vaso de cerveza de Rómulo y se lo ofreció. - Creo recordar que las ideas más geniales se te ocurrían estando borracho.

 

 

                                                                        Lorah seguía los largos pasos de su sire por los pasillos del crucero de guerra, se dirigían a la sala del transportador. El chico estaba muy asustado. Había oído cosas terribles sobre la prueba de madurez. Muchachos encontrados al tercer día muertos de sed o congelados, algunos con heridas mortales por haber caído de las escarpadas rocas mientras intentaban cazar algo que comer... Talos IV no era ningún paraíso.

   - Póngame con el Enterprise. - Ordenó Jal Valek a uno de sus tripulantes. - Tú colócate sobre la plataforma. - Le indicó a su amado sirviente.

   - Aquí el teniente Donald Black, provisionalmente al mando de la USS Enterprise. - Respondió Khan a la llamada sentado en la silla de capitán. Peter asomaba a su izquierda.

   - ¿Qué quiere ahora? - El pelirrojo gruñó aquella pregunta. No se dejaba amedrentar por el fiero aspecto del enemigo.

   - En mi pueblo hay una costumbre... - Comenzó a hablar el Primer Maje. - Los muchachos de nuestra raza han de superar una prueba que consiste en ser abandonados en uno de los planetas o satélites que utilizamos para el entrenamiento de nuestros guerreros. Talos IV es uno de ellos. Aislados, sin agua ni comida, armados tan sólo con sus cuchillos, deberán sobrevivir durante tres días con sus tres noches... Tengo aquí a un chico que se encuentra en la edad de pasar a ser adulto.

    Jal miró a su muchacho, la expresión de su rostro era de valentía aunque sabía bien que por dentro estaba muerto de miedo.

   - Una historia conmovedora... - Comentó Peter con cierto sarcasmo. - ¿Qué tiene que ver con lo que nos ocupa? Usted atacó al Enterprise, ahora nos ha arrastrado de vuelta a sus territorios. ¿Qué quiere de nosotros?

   - ¡Su nave profanó este mundo! - Gritó furioso el kazon. - ¡Exijo una compensación!

   - Que consiste en... - Khan, con su acento británico y su voz grave adelantaba acontecimientos. Se temía lo que el alienígena les iba a pedir.

   - Quiero que uno de los suyos pase la prueba con este muchacho. - Señaló a Lorah sobre las plataformas de su transportador. - Si ambos sobreviven firmaremos la paz. Si el chico sale vivo de Talos IV pero su hombre no, dependerá de ustedes enfrentarse a la raza guerrera más fuerte y poderosa de todo el Universo. - Jal hinchó su pecho con orgullo.

   - ¿Y si el chico muere? - Preguntó Peter. A su lado Khan sonreía, él sabía de antemano la respuesta.

   - Entonces... - Jal Valek se golpeó el tórax con la palma de la mano, haciéndolo sonar con fuerza. - ¡Todos ustedes morirán, lo juro!

   - ¡Eso habría que verlo! - Peter levantó su puño hacia el monitor.

   - Que así sea. - Khan se puso en pie. - Yo mismo acompañaré a ese joven a Talos IV.

   - ¿Cómo? - El jefe de seguridad se sobresaltó. - ¡No puedes hacer eso!

   - Sabes que sí puedo. - El moreno se dio la vuelta, dejando a Jal que contemplara su espalda. - De hecho soy el único capaz de hacer algo así. - Susurró.

   - Pero... - Peter sacudió la cabeza. Recordó que él y Pavel casi se congelan allí abajo, mientras que Khan hizo todo lo que estuvo en su mano por mantenerlos con vida a ambos. - ¡Está bien! Aunque deberías consultarlo con Pavel antes de tomar tú solo la decisión.

   - Ahora mismo yo estoy al mando. - Se giró de nuevo y sonrió desafiante al kazon. - ¡Adelante! Nuestro transportador no funciona, utilice el suyo y empecemos de una vez.

       El Primer Maje hizo un gesto con su mano y un haz de luz, color violeta, apareció en el puente del Enterprise llevándose las moléculas de Khan ante un atónito Peter Kirk.

   - No... ¡Por todos los dioses! - Exclamó mientras su amigo desaparecía de su vista. - ¡Ten cuidado! - Le gritó.

   - Señor, ahora está usted al mando. - Edward Quiroly sabía bien el peligro al que se enfrentaba el teniente Black.

   - Sí, alférez... - Peter se apoyó en la silla de capitán, no quería sentarse allí. - Llame al Excelsior, teniente Sjare. - Ordenó sin mirarla. - Dígale al teniente Chekov lo que ha ocurrido, aunque imagino que ya debe saberlo...

 

 

                                                         Peter no se equivocaba. En cuanto Khan aceptó el reto del kazon, usó el vínculo para despedirse de su novio. Azetbur, Kevin y T'rak se preguntaron por qué el ruso contenía el llanto mientras vaciaba a morro la botella de cerveza romulana.

 

   - Buena suerte, t'hy'la... - Pensó para su amado. - Hass lo que debas hasser para mantener con vida a ese joven, lo que nessesites hasser... tienes mi permiso. Solamente te pido que regreses con vida, lyubimiy moy. *(amor mío)

   - Así lo haré, amor mío. - Le respondió Khan antes de salir del Enterprise. - Tú cuida de nuestro Sulu. Volveré en tres días.

 

              El comunicador sobre la mesa de Riley silbó y él mismo se inclinó para activarlo. Entre el ruido de interferencias se escuchó la voz de la teniente Sjare, tan familiar en el Excelsior.

   - El teniente Donald Black ha aceptado la propuesta del Primer Maje kazon. Acompañará durante tres días a un muchacho de los suyos en Talos IV, en una especie de rito de paso a la edad adulta. - Les resumió la oficial de telecomunicaciones. - Teniente Chekov, el teniente Kirk espera su regreso, señor.

   - Becky, querida... - Kevin la conocía bien, sabía que el tono de su voz era triste. - ¿Estás diciendo que Black se ha ofrecido voluntario para esa terrible prueba?

   - Así es, señor Riley. Si ambos la superan los kazon firmarán la paz. Si el teniente Black no regresara... - la muchacha suspiró, - ...pero el joven permaneciese vivo, el Primer Maje ha dicho que dependerá exclusivamente de nosotros el enfrentarnos o no a los kazon. También ha dicho que si el chico no volviera... todos lo pagaremos.

   - Está bien, Sjare. Corto la comunicación. - Riley pulsó el botón apagando el aparato. Ahora entendía la reacción de su amigo, sabía que telepáticamente había tenido conocimiento de la situación antes que todos ellos. - ¡Oh, Pavel! ¡Lo lamento!

       Hubo unos minutos de incómodo silencio, donde todas las miradas se centraron en el actual comandante del Enterprise.

   - El señor Black lo superará. - Aseguró Azetbur. - Es el humano más fuerte que he conocido jamás.

   - Y tanto... - Murmuró el irlandés. - ¡Cómo que no es humano!

       Ante aquellas palabras Pavel respondió con furia. Lanzó la botella ya vacía contra la pared, haciéndola estallar en añicos.

   - ¡No vuelvas a dessir eso! - Le gritó a su amigo. - ¡Khan es el más humano de todos nosotros! - Recordó que Spock se refirió a su novio de aquel modo ante el mismísimo presidente de la Federación y cerró los ojos, deseando que el vulcano y Jim estuviesen allí.

   - ¡Lo siento! ¡Perdóname! - Kevin intentó abrazarle, se llevó un empujón que casi le hace caer al suelo.

   - ¿Khan? - Preguntó T'rak. - ¿El teniente Black es Khan Noonien Singh? - La romulana abrió los ojos como platos. - ¡Existe orden de búsqueda y captura de ese engendro genético por toda la Galaxia!

   - ¡No lo llames así! ¡Y sierra esa boquita, mujer...! - La amenazó Pavel. - ¡Tengo el poder sufissiente como para hasserte saltar todos los dientes con un gesto de mi mano!

   - ¡Chekov! - Azetbur se interpuso entre ambos. - Todos estamos en el mismo bando, no lo olvides. Mi amiga T'rak no dirá nada sobre Khan.

   - Vamos, Pavel... - Kevin le puso la mano sobre el hombro. - Tranquilo, él volverá sano y salvo.

   - Señores, si el que no sobrevive es el muchacho kazon entonces sí que tendremos problemas. - T'rak se abrazó a su novia y esperó a que ella le correspondiera. - Ojalá que sean ciertas las historias que he oído sobre ese Khan.

   - Mi t'hy'la le mantendrá con vida. - Musitó Pavel dejando que Kevin le envolviera entre sus brazos. - Tiene métodos infalibles para eso...

   - ¿Qué clase de métodos? - Quiso saber T'rak. Su curiosidad no tenía límites.

   - Dejémoslo ahí. - Pavel sonrió. Imaginaba a su novio desnudo y abrazado al chico kazon. Tres noches completas... tal vez no bastaría con los besos y las caricias que les dio a él y a Peter cuando quedaron atrapados en Talos IV. - Regresemos a nuestras naves. Señoras, disculpen mis modales, he bebido demasiado.

      El ruso salió tambaleándose ligeramente del despacho. Se dirigió derecho al finger, quería volver a su nave y acostarse un rato. La cerveza romulana se le había subido a la cabeza y tenía la familiar sensación de haber sido un bocazas.

 

Notas finales:

Gracias por leer, gracias por comentar (creo que no cobran)

Dejo imagen de Pavel, el hombre al cargo de la USS Enterprise...

http://arturotavera.files.wordpress.com/2011/05/captura-de-pantalla-2011-05-14-a-las-12-24-52.png

¿No está para comérselo?


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