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Los Dominios del Corazón por Ale_Grey

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Notas del capitulo:

Puess!! holaaa holisss q taal bueno aqui estoy de regreso para defender el yaoi, siento mucho esta larga ausencia pero es que la U me tenía completamente absorbida!

Sin más que decir deisfruten la lectura ;D

No tenía idea de lo que pasó, en un momento vi a Naruto a lo lejos con una chica pelirrosa que a cualquiera de esos chicos idiotas con las hormonas alborotadas le gustaría tener y un segundo después salía de un extraño trance producto de gritos de terror que me envolvieron los tímpanos, mi corazón estaba a mil por hora y sentía el aire cada vez más pesado con cada inhalación, trataba de controlar mi cuerpo que había empezado a temblar y sentí corrientes eléctricas a través de mi columna vertebral, mucho más fuertes que cuando perdí el control por primera vez y había descubierto que era un fenómeno. Los cabellos se habían pegado a mi rostro producto del sudor frío que ahora salía por mis poros, todo a mi alrededor se veía borroso, cuando mis ojos empezaron a volver a distinguir cosas, me di cuenta que a mi alrededor había enormes llamas. Fuego. Eran tan altas que no veía nada, en un instante que hizó que mis sentidos despertaran escuche un ruido de algo desquebrandandose, todavía sentía mi cuerpo entumecido por lo que solo alcé la vista, y ahí estaba, una rama a punto de caer justo encima de mí. Moví unos de mis pies dandome cuenta que a la velocidad que mi cuerpo respondía no iba a lograr evadir esa rama, parecía como si nunca hubiera tomado clases de artes marciales mixtas, todas esas habilidades se habían ido a Bosnia.

Ya preparado para el impacto cerre los ojos con tanta fuerza como si eso haría más soportable el impacto, la gran rama se desprendió y fui impactado al instante, pero el golpe no había sido tan fuerte como esperaba, moví mi brazo y percibí una textura totalmente diferente a la de la corteza, era dura pero suave a la vez y noté que estaba tibia y que envolvía mi cuerpo, era una persona, era él... era Naruto.

Vi como contraía su rostro en una mueca de dolor, habíamos caído al suelo, me incorporé suavemente y pude observar que la rama había caído sobre uno de sus pies.

-¿Te encuentras bien?- dijó con una voz que trataba ocultar el dolor, pero que no había funcionado.

Arrugue mi entrecejo por la pregunta -No te preocupes ahora por mí, sé que te duele mucho, te llevaré a la enfermería de inmediato- de un momento a otro cambiamos de roles, ahora él estaba en una mala situación. Como pude lo levanté entre mis brazos, era más pesado de lo que pensaba, pero por alguna razón estaba muy feliz de tenerlo así.

Miré a mí alrededor buscando algún lugar donde pudiera evadir las llamas. Había mucho humo, por lo que supe que no debía tardar demasiado ahí, apresuré el paso y encontré una vía segura.

Había notado que Naruto era el típico chico que hablaba hasta por los codos, pero ahora estaba callado, bajé mi vista a su rostro y me sobresalté, ya que éste estaba como en estado de coma, empecé a correr desesperado. Porque tenía que pasar esto, en mí solo estaba pasar un agradable rato con ese rubio que despertaba mi curiosidad, y ahora estoy lejos de ese pensamiento. Encontré el camino de piedra que llevaba hacia la puerta trasera del castillo, lo que me llenó de alegría, ahora estaba en el dilema de encontrar la enfermería. "Maldita sea" maldije en voz alta.

-No es necesario que me lleves a la enfermería- susurró Naruto, lo que ganó una mirada severa por mi parte –Tsk, segundo piso, esta al final del pasillo principal- dijo de mala gana.

-Gracias- sonreí un poco más aliviado ya que no podía estar tan difícil de encontrar –Oye, ¿por qué tienes esa expresión?- Naruto tenía los ojos cerrados y el entrecejo fruncido.

-Pues… yo esperaba ser el héroe y pues nunca hago nada bien- dijo serio.

No podía creerlo, él había dicho que quería ser su héroe, no podía creerlo, pero no debía ilusionarme, probablemente no era en el sentido que yo esperaba.

-Jajajajajaja- no pudo evitar reír por mis pensamientos.

-Qué es tan gracioso- Naruto abrió los ojos algo exasperado.

Ups no esperaba reír en voz alta, pero ese tonto lo ponía nervioso –Es solo que definitivamente eres un héroe, sino hubieras interferido él que estaría yendo a la enfermería cargandome fueras tú y no creo que por una fractura de tobillo- le dedique una gran sonrisa de agradecimiento, Naruto me devolvió una de las sonrisas más lindas y sinceras que alguien podría ofrecerme.

Seguimos el camino hasta la bendita enfermería en silencio -¡Oh! Supongo que es esa- exclamé aliviado de llegar.

-Rayos, Shizune me la va a montar…

-¿Shizune?- lo interrumpí, aveces no puedo con la curiosidad.

-La enfermera es muy maternal conmigo casi siempre- dijo fingiendo molestia, pero se notaba que estaba muy agradecido en el fondo.

Entre al fin, la enfermería era grande y por lo que se podía ver tenía 4 habitaciones y el recibidor, donde se encontraba una mujer de cabello negro corto y complexión menuda, que estaba sentada en un lindo escritorio de cedro, se veía muy concentrada en un documento que descansaba en sus manos, pero al notar nuestra presencia levantó la mirada y horrorizada dejó la hoja en el escritorio y se levantó rápidamente cruzando la habitación en un instante.

-¡Dios mío! Naruto, otra vez vienes a ponerme los nervios de punta- exclamó muy nerviosa.

-Estoy bien, solo es mi tobillo…

-Nada de eso- lo interrumpió, la enfermera ponía muchas expresiones graciosas –Tesoro, podrías ponerlo en la camilla, por favor- pidió muy amablemente.

-Hai- Di unos lentos pasos hasta la camilla y lo deposité con cuidado. Shizune se acercó a Naruto y tomó el tobillo de Naruto, este se quejó al instante.

-Mi Narutín, gracias a Dios no está fracturado, espérame aquí iré por unas vendas- caminó rápidamente hasta un anaquel, pero antes se volteó –Cielo toma asiento mientras, debes estar cansado, Narutín no es ningún peso pluma- se volvió al anaquel y empezó a trastear mientras yo iba a sentarme.

-Shizune…- Naruto por fin habló –yo…- no terminó ya que un sonido proveniente de su estómago, alertó a la expresiva enfermera –Je, je, je, je… es que no he podido comer nada desde el desayuno- se reía apenado rascándose la nuca.

-¡Ay pobrecillo! tranquilo creo que traje muchos sándwiches de atún- la enfermera lo miró con una expresión de amor muy maternal, era inevitable sentirse incómodo.

 

 

Al fin íbamos por el pasillo de vuelta a los jardines, Naruto llevaba unas muletas que Shizune le había obligado a utilizar, él quería saber que había sido del árbol, al parecer no había resultado nadie herido, de lo contrario ya hubieran visto a alguien en la enfermería.

Naruto estaba muy interesado en el estado del árbol, no entendía porque todos parecían mostrar tanto cariño a ese viejo roble. Cuando le explicaron la causa por la cual Naruto estaba ahí, Shizune al instante puso una expresión de horror.

-Ese árbol es un monumento histórico- Naruto empezó a decir como si supiera lo que rondaba en mi mente –Ha visto el paso de muchas generaciones además de que representa la fortaleza y el valor.

-¿Por qué esta llenó de iniciales de parejas?- pregunté curioso.

-Je, je, je- Naruto bajó la mirada, estaba ¿sonrojado? –Es que como el roble ha durado tanto, las personas creen que si graban sus nombres en la corteza su amor será por siempre- hizo una pausa y sonrió –Mis padres grabaron sus iniciales cuando estaban en el instituto.

-¿Te gustaría hacer lo mismo?- no pude evitar soltarlo, no sé, pero sí que me interesaba oír su respuesta.

-Pues claro, es como una tradición je, je, je- rio, cada vez me gustaba más sus risas y gestos.

-¿Tú crees en las almas…? - no pude terminar pues una chica con mechones rosas se acercó corriendo hacia nosotros. Ufff, la chica de hace un rato  pensé.

-Baby, ¿qué te pasó?- preguntó alarmada, colocó sus manos a ambos lados de su rostro. Rayos. –Jiraiya te estaba buscando y al chico nuevo…- dejó de hablar al notar que yo era el NUEVO del que estaba hablando -¡Oh! Debes ser tú, me llamó Sakura- despegó una de las manos que tenía en la cara de Naruto y me la tendió, decidí dársela por educación, pero ella la retiro al instante -¡Casi me quemas!

-Ja, ja, ja, ja- Naruto empezó a reír y yo también –Sasuke debes controlarte hermano, recuerda lo sensible que son las señoritas.

-Ja-ja, no le veo la gracia- decía una Sakura sobándose la mano –Como sea- volvió a su estado de efusividad -¡Vamos! Los esperan- Nos apremió y caminó delante de nosotros, sí que movía el trasero, pero al menos se veía que no era tan zorra como yo pensaba.

-¡Naruto!- vinió corriendo hacia nosotros el chico de cabellos marrones que se hacía llamar el mejor amigo de Naruto –Cre-í-a queee tus ceni-zas eees-ta-baaan bajo el árbol- articuló con bastante dificultad.

-Ja, ja, ja, ja pero que dices idiota, solo fui a salvar a Sasuke, el pobre es…

-Uzumaki- venía hacia nosotros Jiraiya -¿cómo paso esto?- cuestionó el director mirando a Naruto con ojo severo.

-Creo que fui yo profesor- intervine al instante algo nervioso –No me di cuenta y-y-y….

-Muchacho, muchacho tranquilo los accidentes pasan, solo creía que era una broma pesada de ese dúo destructivo- Señalo a Kiba y a Naruto.

-¿Cómo está el árbol?- preguntó Naruto, como si no le importara ser acusado por un crimen tan atroz.

-Míralo por ti mismo, Naruto- dijo serio el director.

Me preocupé por su expresión, ya que al parecer el estado del árbol no pintaba nada bien.

Naruto corrió como pudo con las muletas, y yo preocupado lo seguí, quedé perplejo al ver que estaba en buen estado

-¿pero cómo?- susurré

-Ja, ja, ja cayeron mocosos- el director reía como un niño.

-Viejo fue buena ja, ja, ja, ja- Naruto y Kiba acompañaron a Jiraiya en su estridente risa.

-Bueno jóvenes aquí no pasó nada vuelvan a sus clases- la voz de Jiraiya retumbó por todo el patio, hasta varias aves salieron volando asustadas.

 

-Pero, que cojones, yo vi cómo se estaba quemando el árbol…- comentaba bastante asombrado de vuelta a los salones.

-Pues puede que este viejo, pero Jiraiya es y siempre será el domain más fuerte que ha existido- comentó Kiba.

-El segundo más fuerte… yo soy el más asombroso- decía Naruto con una pose que según él era gloriosa. Lo que hizó que Kiba y yo nos riéramos como tontos.

-Ni en tus sueños Uzumaki- le dijó Kiba con lagrimitas en los ojos. Naruto ofendido le mostró el dedo del medio.

 

Entramos al salón y tomamos asiento, estaba nervioso ya que muchos me miraban al pasar y escuchaba cuchicheos por doquier.

De repente una explosión sonó y todo se llenó de humo, al disiparse la humareda, aprecie a una mujer sentada en el escritorio con un palillo entre sus labios.

-¡Ay profesora Anko! ¿Eso era tan necesario?- dijo una chica rubia que estaba sentada al fondo del salón.

-¡Silencio! Oí que tenemos alumno nuevo- gritó levantándose sobre el escritorio, todos los alumnos suspiraron, al parecer ese tipo de espectáculos era muy común –Y quería ser famoso al parecer- sonrió con malicia –Ojala se me hubiera ocurrido incendiar el árbol a mí también.

-Etto…- alcé la mano y ella bajó la mirada hasta mí y entrecejó los ojos.

-¡Haa! Debes ser tú, no había visto ese bello rostro en esta escuela- gritó, se notaba que estaba sumamente excitada por la situación –Pasa al frente y preséntate- Se bajó del escritorio con destreza y caminó hacia mí, tomó mi mano y me atrajo hacia el frente.

-¡Uchiha Sasuke!- no se me ocurrió nada más que gritar y hacer una rápida reverencia.

-Aaay no estamos sordos- dijo la profesora rascándose el oído ¿es enserio? Ella se la pasa gritando –y bien qué edad tienes cuéntanos más, estas casado, tienes hijos, cuáles son tus preferencias sexuales y bla, bla, bla, bla.

-Eeeeh…- ¿era enserio? Que loca estaba esa profesora.

-¡No importa!- Alzó las manos de forma dramática y con una me hizó señas de que me sentara –Bueno… bienvenido a la clase de control, espero que hayas tenido buen primer día- que mujer tan bipolar –hoy váyanse a sus casas, el director nos ha convocado para una sesión extraordinaria, así que pueden irse por ahí a tener sexo en el parque, en el cine, yo que sé, eso sí protéjanse!!!- y volvió a desaparecer en una nube de humo.

-Que locaaa!! Ahahahaha- Kiba se empezó a destornillar de la risa con Naruto.

Salimos de ese salón del terror, y caminamos hasta la entrada comentando sobre la clase de la profesora desquiciada y bipolar, conforme avanzábamos varios chicos y chicas se unieron. Inventé que me estaban esperando y seguí por mi cuenta, había vivido el día más loco de todos, pero al menos por fin en dieciséis años sentía que encajaba en un lugar.

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Gracias por llegar hasta el final, dejenme sus quejas o comentarios please

Bye :D


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