Capítulo 11.- De vuelta a casa
Dos semanas, dos semanas habían pasado sin una llamada, sin una noticia, sin un solo mensaje, nada…, Shun no se había comunicado con Shaka de ninguna manera y el rubio médico se estaba muriendo poco a poco. Todos los días Shaka jugueteaba con su teléfono, esta indecisión de llamar o no a Shun lo tenía en malas, el peliverde le había dicho que él lo llamaría y que lo que tenían que hablar lo tenían que hacer en persona, será que iba a Okinawa?, si Shun no volvía hasta el fin de semana, Shaka iría a buscarlo, no podía vivir ni un día mas con esta incertidumbre
Ese fin de semana, Shaka tomó un avión y llegó a Okinawa, él tenía la dirección de Shun pero no pensó que iría él solo a Okinawa, nunca había estado allí y le parecieron simpáticas las pequeñas casas, los pequeños caminos y los pequeños autitos
El rubio médico estaba nervioso, a lo que caminaba a la casa del padre de Shun, Shaka pensaba en lo que diría, en lo que podía hacer si Shun no quería hablar con él, pensaba en todo y un nudo se le iba formando en la garganta, y si Shun ya no quería nada con él?, rayos…
- No lo puedo creer, perdí la apuesta – dijo un hombre alto y fornido, de cabellos azules cortos que estaba entretenido lavando un pequeño auto en la acera, este hombre estaba mirando directamente a Shaka lo que descolocó al médico un poco, pero se acercó de todas maneras
- Ikky?
- Mi hermanito te ha hablado de mí, eso es bueno porque yo sé todo de ti, te tardaste Shaka, aposté con mi papá que venías la semana anterior, mal mal mal – dijo el peliazul lavándose las manos y secándoselas en una franela antes de acercarse al recién llegado y estrechar su mano
- Apostaron a que venía?, en serio? – Shaka no sabía cómo tomar eso
- Si, y me hiciste perder, pero está bien, has ganado puntos con papá suegro, Shun está en la colina, se llevó a mis hijos de día de campo, dijo que quería pintar, mi papá está en la casa con mi esposa que está haciendo el almuerzo, quieres pasar?, lo puedes esperar dentro, no creo que tarden en venir porque solo llevaron unos sánduches – dijo Ikky conduciendo a Shaka a la casa mientras chequeaba su reloj
- Eres muy amable, y qué apostaste con tu padre? – la curiosidad le ganó al rubio, tenía que preguntarle a Ikky
- Una botella de tequila para la próxima tormenta – respondió el peliazul encogiéndose de hombros
- Ohhh… y… cómo está Shun?
- Está bien, ha descansado un poco, se ha dedicado a consentir a mis hijos, a conversar con papá, a comer hamburguesas conmigo, lo usual…
- Ohhh…
- Cambia de cara que si te extraña, no me lo ha dicho pero si te extraña, juega mucho con su teléfono, ha hablado un par de veces con ese amigo que tiene en Tokio, el castaño de la tienda de arte, pero juega mucho con su teléfono, supongo que decidiendo si llamarte o no
- Eso me tranquiliza, yo… estaba literalmente escalando las paredes, solo… quiero verlo, hablar con él, no se…
- Ya mismo llega, no te estreses – Ikky abrió la puerta y con Shaka fueron directo a la cocina, Shion estaba picando las cosas para la ensalada en franco plan de ayuda a su nuera que estaba haciendo algo en el horno, el mayor al ver al rubio que estaba junto a su hijo mayor sonrió ampliamente
- Me debes una botella hijo, Shaka verdad? – dijo Shion dejando el cuchillo en el mesón y acercándose para estrechar la mano del novio de su hijo menor
- Mucho gusto señor, buenos días, Esmeralda verdad? – saludó Shaka amablemente a la familia de Shun, ellos los conocía por referencias, Shun no hablaba mucho de ellos pero cuando lo hacía, se refería a ellos con cariño
- Pasa hijo pasa, Shun no debe tardar – dijo Shion señalando la sala, Ikky también fue a la sala con Shaka que estaba bastante incómodo, el rubio puso su maleta junto al mueble y se sentó, Shion no sabía que decirle a su nuevo yerno pero fue Ikky el que inició la conversación al decir:
- Y qué tipo de médico eres Shaka?
- Soy cirujano general laparoscópico
- En serio?, cuando Shun nos contó que empezó a salir con un médico, la verdad yo pensé que era la forma sutil de decirle a mi papá que estaba saliendo con un Chamán, conociendo a Shun no hubiera sido del todo una idea descabellada – dijo Ikky con una sonrisa, su padre que estaba caminando entre la cocina y la sala le dio un mantelazo a su hijo mayor y dijo:
- No es cierto, aunque… Shun siempre ha sido un poco…
- Bohemio, es pintor, por eso me sorprendió que su novio sea médico – Ikky completó la idea, esto Shaka ya lo sabía, el novio anterior de Shun era uno de los bailarines del ballet nacional de Tokio, y el anterior a ese era el guitarrista de un grupo medianamente famoso, entonces si… el hermano de Shun tenía razón de pensar lo que había pensado
- Lo conocí en la galería en donde trabaja, les contó eso? – Shaka no sabía que tipo de detalles de su relación, su novio había compartido con su familia
- Si, si nos dijo eso, la verdad sus palabras exactas fueron: “Es muy joven para ser médico, es muy serio para mi gusto, es muy alto aunque eso no siempre es un problema, no sabe mucho de arte pero si de música y de literatura, es católico pero eso no es su culpa, tiene unas manos muy suaves por lo que asumo que no toca ni un plato en su casa, pero me encanta”
- En serio?, que vergüenza – Shaka se sonrojó ligeramente e Ikky rió con ganas, Shion le volvió a dar un mantelazo a su hijo pero ya no pudieron seguir hablando porque la puerta se abrió y dos pequeños niños entraron corriendo y fueron directo a los brazos del peliazul que los atrapó y los llenó de besos
- El tío Shun nos dibujó un caballito, nos dijo que hoy en la noche lo pinta y mañana lo podemos llevar a enmarcar para ponerlo en nuestra casa, mira papito – el que habló fue un niño de no mas de 6 años que tenía un cuaderno de dibujo en la mano y le estaba mostrando a su padre un dibujo absolutamente exquisito de un caballo, el dibujo estaba hecho a lápiz, muy sencillo pero hermoso
- El tío Shun dijo que me va a dibujar una bailarina para que la ponga en mi cuarto – dijo una pequeña de no mas de cinco años, ambos niños tenían los cabellos y los ojos azules pero eran bastante parecidos a su madre que salió de la cocina para ver los dibujos que habían hecho los niños, Shun entró luego a la casa porque se quedó acomodando en el cobertizo las bicicletas que habían llevado a su día de campo
- Shaka… por todos los dioses, qué haces aquí? – Shun se sacó los lentes de sol y se quedó quieto en la entrada de la casa, el rubio se puso de pie y caminó hasta él, a Shaka no le importó nada y lo abrazó, estaba en verdad feliz de verlo, Shun también lo abrazó, lo había extrañado mucho, y al oler el aroma del after shave del rubio, se sintió en casa
- Vine a verte, necesitaba verte, ya no podía estar en casa sin saber de ti, podemos hablar un momento?
- Ven conmigo, no está la comida todavía verdad? – Shun tomó la mano de Shaka y empezó a salir de la casa pero se regresó para preguntar esto a su hermano que meneó la cabeza y dijo:
- Ve tranquilo, cuando esté la comida te mando a Max para que te avise
- Y yo por qué papi? – se quejó el pequeño
- Porque yo lo digo, ve a lavarte las manos para que me ayudes a poner la mesa – contestó Ikky revolviendo los cabellos de su hijo que se quejó pero igual fue a hacer lo que su padre le dijo, Shun jaló suavemente a Shaka y lo sacó de la casa, caminó con él rodeando la casa y se quedaron en el patio en donde estaban armados unos juegos infantiles para los hijos de Ikky seguramente
Shun miró a Shaka que no se animaba a hablar, el momento era ahora, así que el rubio tomó aire, respiró profundamente y dijo:
- Te amo, vine a buscarte porque tú me dijiste que no podíamos hablar lo que tenemos que hablar por teléfono y tenías razón, pero tú tampoco has vuelto y yo… estoy preocupado, sé que mi padre y mi hermano te juzgaron mal y obraron mal contigo en todos los aspectos, yo sé que no es justificación pero lo hicieron porque se preocupan por mí y me quieren, Shun… yo sé que es mucho pedir pero… - Shaka iba a seguir hablando pero Shun lo abrazó y se acercó para besarlo en los labios, eso lo calló efectivamente, Shaka abrazó a Shun con fuerza y profundizó ese beso
- Yo también te amo, solo necesitaba un tiempo para mi, necesitaba alejarme de todo y de todos y venir a casa para que mi papá me consienta, no es tu culpa y no te lo estoy sacando en cara pero… esa semana infernal me sentí muy poca cosa a los ojos de tu padre y de tu hermano y eso… eso fue denso
- Ok., eso lo entiendo pero, por qué no me llamaste?, yo me estaba muriendo sin ti
- Quieres que te diga la verdad?, no te llamé porque quería que me extrañaras
- Por eso no me llamaste?, eres cruel Shun
- No, no soy cruel, ponte en mi lugar un ratito, solo un ratito y considera todo lo que me hicieron tu padre y tu hermano, todo lo que me hicieron lo cual yo aguanté estoicamente sin decir es nada, no estoy diciendo que sea un santo o nada por el estilo pero… lo que pasó antes no puede repetirse, yo te amo Shaka, te amo con todo el corazón pero todo tiene un límite
- Es mi familia Shun
- Lo sé, y lo entiendo, no te estoy pidiendo que los dejes de ver ni que los desaparezcas de tu vida porque eso no sería racional de mi parte, lo único que exijo es ser tratado con respeto, como los trataré yo, no es mucho pedir o si?
- No mi amor, no es mucho pedir, te prometo que si vuelves a casa, todo será diferente, hablaré con mi papá y con Hyoga, no dejaré que te miren duro siquiera, te amo Shun y ellos deben entender que eres lo más importante de mi vida, porque lo eres
- Ok., si las cosas son así, entonces… no hay problema, todo queda perdonado, todo queda olvidado y podremos empezar de nuevo, la vida es muy corta como para vivir peleando eternamente y yo… yo veo mi futuro a tu lado, si eso significa tolerar a tu padre de vez en cuando, lo haré
- Y mi hermano?
- Tu hermano me cae bien, solo espero que dirija sus dotes investigativos a otras cosas, lo bueno es que no he hablado con su jefe, si se enterara lo que pasó conmigo de seguro lo bota de la fuerza policial
- Pues si…
Shaka besó a Shun una vez más en la tranquilidad del patio de su casa y así estuvieron hasta que Max los vino a buscar para avisarles que el almuerzo estaba listo, Shaka fue muy contento de la mano de Shun, no lo había perdido, su niño aún lo amaba, todo estaría bien… todo estaría bien
***
Shun estaba en la galería cuando recibió una llamada algo sorpresiva, había pasado un mes desde que había vuelto a Tokio y en ese tiempo ni Asmita ni Hyoga se habían aparecido por su departamento, eso era algo extraño porque que cuando ellos se fueron de Okinawa todo había quedado bien entre ellos, Shaka le había comentado que había hablado varias veces por teléfono con su padre pero no le había comentado nada mas
Sin embargo, esa mañana Shaka le había llamado a decir que su padre los habían invitado a comer en la noche, el peliverde había aceptado ir y ya estaba listo cuando Shaka llegó a las siete a la galería a recogerlo, en el camino a la casa de su padre, Shaka compró una botella de vino y llevó a su novio a la casa en donde vivió su infancia
Hyoga ya estaba allí cuando el timbre sonó, el rubio detective abrió la puerta y con una sonrisa abrazó a su hermano y a Shun, pero cuando lo hizo dijo:
- Tu debes ser Shun, Shaka no nos ha contado nada de ti, pero es un gusto conocerte
- Estás en drogas Hyoga? – preguntó Shaka algo sorprendido, pero se tranquilizó al ver la sincera sonrisa en el rostro de su hermano
- No, aunque no te niego que aurita si me gustaría tomar alguna cosita, Fler ya mismo llega y estoy algo nervioso, eso de presentarle la pareja de uno a papá es complicado, por eso pensé que esta noche podría ser de presentaciones, tu sabes… borrón y cuenta nueva, qué dices Shun? – Hyoga le guiñó un ojo a su cuñado y le codeó suavemente
- Bueno… es un gusto conocerte Hyoga, tu padre tiene una casa muy bonita – dijo el peliverde siguiendo el juego, le parecía dulce de parte de ellos hacerlo
- Si, es bonita, luego te muestro las fotos de Shaka corriendo desnudo por la playa cuando era pequeño, me las robé del álbum de papá – dijo Hyoga susurrando bajito solo para que Shun lo escuchara, el peliverde sonrió divertido en especial cuando Shaka dijo:
- Que se cuchichean ustedes?
- Nada amor, nada – dijo Shun con una sonrisa, en ese momento Asmita bajaba las escaleras y sonrió al abrazar a su hijo mayor que le correspondió el abrazo
- Shaka, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que viniste, tú debes ser Shun verdad?, Shaka no nos ha contado nada de ti, hola hijo – Asmita abrazó a Shun cálidamente el que le correspondió el abrazo con una sonrisa
- Buenas noches señor, muchas gracias por habernos invitado
- Bueno, esta noche es especial, la novia que Hyoga ha tratado de esconder de mi por tanto tiempo también viene a cenar – dijo Asmita y condujo a todos a la sala, la cena ya estaba en el horno y la mesa del comedor estaba preparada y lista para cinco personas
Ya en la sala, la conversación fue muy amena hasta que diez minutos mas tarde una muchacha rubia muy hermosa llegó a la casa y Hyoga la presentó como su novia, Fler estaba nerviosa de conocer a todos pero la velada fue muy tranquila, Asmita estaba todo relajado y solo miraba complacido como Shaka y Hyoga se molestaban mutuamente. Cuando Hyoga sacó las fotografías de Shaka corriendo desnudo por la playa cuando era niño, el rubio médico se puso rojo de la vergüenza, en cambio Shun estaba fascinado mirándolas. Shaka se vengó contando historias bastante graciosas de Hyoga cuando era pequeño y no podía hablar claro, Fler lo escuchaba y reía ante las muy cómicas imitaciones que Shaka estaba haciendo
Este era el inicio de una nueva dinámica en aquella familia, Asmita no iba a permitir que sus hijos se alejaran de él, ellos era todo lo que él tenía en la vida y los cuidaría, tomaría en serio las palabras de Shion y los cuidaría…
***
El timbre del departamento de Shaka sonó y fue el rubio cirujano el que atendió la puerta, al ver a los visitantes sonrió contento, allí estaba su padre que tenía un pastel bastante grande en las manos, Hyoga estaba a su lado y junto al rubio detective estaba su esposa Fler, un pequeño bebé varón estaba en sus brazos envuelto en una colchita, Shaka los saludó todo cálido y los hizo pasar a su casa que estaba llena de bullicio porque la familia de Shun en pleno estaba de visita
Ikky estaba charlando con su padre en uno de los rincones de la sala, la conversación era toda álgida porque estaban hablando de política, Esmeralda estaba sentada en el sillón con un bebé de cinco meses en brazos, era una niña muy hermosa que tenía los cabellos negros y los ojos del mismo color, los pequeños hijos de Ikky y Esmeralda, estaban corriendo por la casa dedicados al escándalo mientras que Shun estaba saliendo de la cocina, había puesto recién el pavo a rostizar, era navidad y ese año tenían muchos motivos para celebrar
Luego de los saludos respectivos Asmita se acercó a Esmeralda para poder ver a la bebé de mejor manera, la niña estaba despierta y tranquila en brazos de la joven mujer que al ver al padre de Shaka acercarse se puso de pie para poder darle a la niña, Asmita la cargó y casi se le van las lágrimas
- Está hermosa Shaka, hermosa… - dijo Asmita todo emocionado
- Ya vez papá que si iba a darte una nieta?, saluda a la pequeña Isis – dijo Shaka abrazando a Shun que sonrió contento, los papeles se habían arreglado como por arte de magia y la agencia de adopción les entregó a la pequeña hacía apenas dos semanas, Shun estaba totalmente encantado con ella al igual que Shaka, ellos se habían casado hacía tres años y ahora con esta pequeñita que llegaba a sus vidas, habían completado su familia
- Isis… que hermoso nombre, yo soy tu abuelo Asmita, si… hola… - la pequeñita bostezó y cerró los ojos, los volvió a abrir e hizo un puchero, Shaka la tomó en brazos y la acomodó de forma que pudiera palmotearle suavemente su espaldita
- Aún se está acostumbrando a nosotros pero es sumamente tranquila y risueña, no duerme la noche entera pero tampoco se despierta a cada rato, el pediatra dijo que está perfectamente bien, le gusta cuando yo la paseo, verdad tu? – dijo Shaka besando la cabecita de su hija, Shun a su lado ladeó la cabeza para verla, aún no podían creer que los planetas se hayan alineado de esta forma y ahora ellos ya eran padres
- Lo bueno es que tiene un primo casi de la misma edad, sus otros primos están un poco lejos, aunque estamos pensando en tener otro, verdad Esmeralda? – dijo Ikky con un guiño de ojo, su esposa sonrió y le dio un beso en los labios y le dijo en tono totalmente condescendiente:
- Si mi amor, tres más si tú quieres – este comentario hizo reír a la sala entera
- Yo dije que quiero tener cuatro hijos, con o sin ti – se defendió Ikky
- Si mi vida, atrévete a intentar tener dos hijos más a ver cómo te va – respondió su rubia esposa abrazándolo posesivamente, a Ikky le encantaba hacer rabiar a su esposa, ellos peleaban mucho pero no lo hacían en serio, su matrimonio era por demás sólido
- Y tú quieres un hermano? – preguntó Shaka a su bebé, la pequeñita cerró los ojos y apoyó su cabecita en el hombro de su padre, Shun sonrió, si lo habían hablado pero, querían ver cómo les iba con la primera niña para ver si podían adoptar otro niño, Shaka estaba encantado con la idea y a decir verdad Shun también, él había crecido con un hermano mayor y fue lo mejor que pudo pasarle en la vida
- Yo creo que si quiere uno, tomamos un vino? – propuso Shun y todos aceptaron de buena gana
La cena fue por demás amena, llenas de anécdotas de Shaka y Hyoga de cuando eran pequeños, de Ikky y Shun cuando estaban en la escuela, el pavo estuvo deliciosa y a la media noche todos se abrazaron para desearse feliz navidad, esta era la primera oportunidad que celebraban la navidad en familia, ambas familias, y todos la habían pasado genial
Shun despertó en medio de la noche con el llanto de su bebé y se levantó como resorte a verla, la pequeñita estaba moviendo sus manitos y lloraba, Shun la tomó en brazos shusheándola para no despertar a Shaka, luego la acomodó en la cama para cambiar su pañal, Shaka si se había despertado por lo que se acostó al otro lado de la cama besando la pancita de su bebé mientras Shun le cambiaba el pañal
- Te traigo el biberón? – preguntó el rubio
- Si por favor – respondió Shun acabando de vestir a su niña que estaba tranquila en la cama jugando con su chupón, Shaka se levantó y fue a la cocina por el biberón, pasó tratando de no pisarlos juguetitos y demás cosas que estaban regadas por toda la casa, los hijos de Ikky eran muy dulces pero eran sumamente traviesos, ya mañana arreglarían la casa. Shaka regresó a la habitación con el biberón temperado y sonrió al ver a Shun con la bebé en brazos, la niña estaba media molestosa por lo que Shun le estaba cantando
- La mejor decisión de mi vida – dijo Shaka tomando a la bebé para alimentarla
- Adoptar a Isis?
- También, me refería a casarme contigo, ha sido la mejor decisión de mi vida – Shaka besó a Shun en los labios y luego ambos miraron embobados a su pequeña mientras comía, la niña en verdad era toda tranquila por lo que luego de comer y de que la pasearan un ratito, se durmió profundamente, Shaka la acomodó en su cunita y abrazó a Shun que estaba de pie a su lado
- Te amo Shaka, y amo a nuestra hija, a nuestra familia, hasta a tu papá le he tomado cariño, mi vida es genial, como siempre quise que fuera pero que nunca pensé que podría cumplir
- Yo también te amo, pero ya ven a la cama que hace frío
Shaka llevó a Shun a la cama en medio de besos y caricias, el rubio pensaba, cuando ya estaba bajo el calor de las mantas con su esposo apoyado en su pecho, que la vida tiene muchas cosas extrañas, la relación era muy rocosa con su padre algunos años atrás, la verdad sea dicha… había estado al borde del fracaso, pero el tiempo y el empeño que todos pusieron para hacerla funcionar, rindió sus frutos, las cosas tienen su manera muy particular de arreglarse
Shaka supo algún tiempo después que Hyoga y su padre habían ido a buscar a Shun en Okinawa, Shun nunca le contó lo que su padre le fue a decir allí, Shaka lo suponía porque ese viaje había sido a raíz de que todo la catástrofe se diera en su vida, pero sea lo que sea que haya sido, él siempre estaría agradecido por ello, ahora Shun compartía su cama y su vida, habían formado la familia que siempre habían deseado, su vida no era perfecta, ellos tenían sus problemas como todas las familias, pero el hecho de que la sala de la casa de su padre estuviera adornada por una pintura hecha por Shun… significaba todo y no tenía precio