- ¿tienes algo que hacer más tarde? – preguntó naruto, viendo como su amigo terminaba de comer su almuerzo… y con comer se refería a verlo mover sus albóndigas de un lado al otro.
-no realmente ¿por? – cuestionó kiba, ya sin molestarse en ocultar el amargo sabor de su existencia. Chasqueo la lengua y tiro su comido en la basura de al lado.
-nada en especial, quizá podemos ir a ver una peli o…-
-no tengo ganas- interrumpió el castaño, evitando hacer contacto visual. Aún con todo su odio interior hacia sino, le pesaba ser así con su mejor amigo.
-kiba… no te…- en realidad no sabía que decirle. Su amigo lo miraba con cara de cansancio, como si se preparara mentalmente para asumir que vendría otra charla sobre su vida amorosa y lo mucho que su ex no lo merecía.
-no te molestes, naruto, solo necesito tiempo- susurró, ladeando un poco su boca para hacer parecer que sonreía- tengo que irme…- se levantó y camino hacia algún lugar lejos de ahí… no era como si de verdad estuviera ocupado.
-ahhhhhhhhggg…- suspiró el rubio. Ya había pasado una semana desde que utakata se había ido, y cinco desde la última vez que había visto a sasuke, donde había fingido una tarde más (con cara de muerto viviente) que era pareja del pelinegro. Hinata andaba de viaje por un campeonato de natación de su instituto, por lo que ya llevaba unos cuantos días aguantando el temperamento de su pulgoso amigo.
-pero miren a quien tenemos aquí!!!!- exclamaron a sus espaldas, por lo que el rubio miro tras su hombro- ¿nos has extrañado, baboso teñido? -era karin, quien venía acompañada por la pandilla de putibaratas.
-ni lo intentes, estúpida…-dijo levantándose de su asiento mientras caminaba hacia su próxima clase. Ya le olía a silicona ese lugar…
-oí que uta-kun te ha abandonado… no sabes cuánto lo siento- sonreía hipócritamente al decirlo. Naruto paró en seco, tratando de no mostrar asombro ¿Cómo karin sabía acerca de eso? Los maestros no habían dicho nada acerca de él. Giró suavemente su cabeza, lo suficiente para lanzarle chispas por los ojos. -no te asuste primito, no es como si yo hubiera tenido algo que ver… pero solo en caso de que así hubiera sido… agradece de que no fuiste tú y tu madre quienes tuvieron que irse de urgencia. – el rubio abrió un poco la boca, sorprendido. Más claro no pudo haber sido la tarada para decirle que ella HABÍA tenido que ver con la salida de utakata. Un nudo se atoró en su garganta, le estaba costando respirar, la culpa empezaba a hacer aparición en su cabeza… debió dejar que él le explicara. Su ceño se frunció en signo de furia… tenía ovarios para decirle eso y esperar que se quedara tranquilo. En cuestión de segundos la palma de su mano viajaba directo hacía la cara de esa zorra.
-de la que te has salvado, naruto-chan- advirtió, provocando asco en el rubio al escuchar su nombre salir de la boca de la peliroja. Una mano había detenido la bofetada a solo centímetros de su destino, y esa mano pertenecía al bastardo del Uchiha, quien lo miraba con una ceja alzada. Libero su mano de un fuerte jalón y la miró con odio, rezando para que una grúa cayera justo encima de ella en ese momento. -nos vemos luego, susu-chan… tarado- despidió al último con un guiño de ojo, caminando por el lado del rubio asegurándose que con un sutil movimiento de cabeza su cabellera con olor a arpía azotara su cara, siendo seguida por tenten y neji. El último lo había mirado con vergüenza, desviando su mirada al ver que el rubio lo observaba.
-tsk…-Pidió paciencia y bondad a todo lo sagrado al sentir sus ganas de pellizcarle un ojo con un cortaúñas a esa zorra. trotó en dirección contraria a donde habían salido recientemente ese trio de imbéciles, ignorando por completo la presencia del pelinegro.
-sinceramente no me hubiera molestado ver como se agarraban a palmaditas ustedes dos, pero la Mickey Mouse estaba grabándote… posiblemente para asegurarse de que te expulsaran de acá. – Naruto volteo a mirarlo de reojo, susurrando un “como si no lo hubiera notado”, que tomó por sorpresa a sasuke. -veo que no estás de humor- bromeó, posicionándose al lado del rubio. La última semana había sido un martirio para él, no había dejado de pensar en lo desconsolado que debería estar el rubio, tratando de aguantar la tentación de llamarlo o ir hasta su casa; por lo que casi se había encadenado él mismo para darle espacio al blondo, no quería que se desquitaran con él; además que aunque no lo quisiera, empezaba a darse cuenta de que algo había en naruto que provocaba cosas inesperadas en él, por lo que necesitaba un tiempo para esconder ese remolino de sentimientos antes de que hiciera alguna estupidez.
-Lo lamento, no quise ser grosero…- murmuró el rubio, sacando de su ensoñación al azabache. Sonrió de medio lado ¿le había pedido disculpas?... eso sí que no se lo esperaba. Y era porque en la mente del rubio aun viajaba esa frase que le había dicho la repulsiva de karin ¿de verdad había tenido algo que ver con eso… o solo lo había dicho para provocarlo y buscarle algún problema?
-si te hace sentir mejor, podría contratar algún sicario que se encargue de ella…- naruto carcajeo, provocando una media sonrisa en sasuke. El rubio le empujo suavemente el hombro, como señal de agradecimiento por quitarle el mal humor.
-En realidad no me molestaría la idea, pero eso sería vivir en deuda contigo por el resto de mi vida… yo y toda la humanidad. – esta vez el azabache carcajeo, haciendo una señal de complicidad con la cabeza.
-voy a ir al centro comercial con shizune ahora después de salir… ¿te nos unes? -preguntó algo apenado, desviando la mirada... algo de su orgullo había desaparecido con esas palabras. Naruto lo miro por el rabillo del ojo, enternecido al ver como ocultaba la mirada… obvio no lo demostró, solo sonrió un poco.
-en realidad debería estar haciendo mi trabajo como mejor amigo, pero como me han cancelado… pues…- puso cara de duda, como si tuviera mejores que hacer. Sasuke alzó una ceja, dejando clara que esa no se la comía. – pero como me cae bien shizune… creo que no me molestaría distraerme un rato- finalizó naruto, sacándole la lengua a sasuke traviesamente. El azabache sonrió altanero… él también quería molestar un rato.
-¿sabías que en algunas culturas sacarle la lengua a alguien es una invitación a hacerle sexo oral?- preguntó como sonrisa pícara. No pudo evitar reír al ver como la cara de naruto se tornaba roja mientras guardaba lentamente su lengua. Naruto lo fulminó con la mirada, golpeando con el codo las costillas del azabache; sonrió cuando escuchó el quejido. Siguieron caminando hasta el salón del ojiazul, en un silencio nada incomodo, donde en ocasiones el pelinegro se tomaba el tiempo de disfrutar del perfil del rubio y hacerse el tonto cuando este lo miraba.
-nos vemos esta tarde y… gracias por lo de ahora, en realidad no tenía idea de que estaban grabando. – esta vez fue el turno de sasuke de mirarlo enternecido, pues el muchacho frente a él había volteado la mirada mientras su cara tomaba un leve color rosa. Algo en un pecho vibró, y sin poder razonar antes de actuar, deposito una breve caricia a la mejilla del rubio. -¿q-que haces…?.- escuchó, ahí fue consciente de lo que hacía, retirando rápidamente la mano de la cara completamente roja del rubio, mientras su cara luchaba por igualarla.
-h-hasta luego…- y sin dar tiempo al rubio de decir algo se retiró a paso rápido (casi volaba XD). El rubio se dio cuenta que todos miraban a su dirección, obviamente habían visto todo eso…- ¿se les perdió algo, idiotas? – habló fuerte, haciendo respingar a todos los mirones. Todos regresaron a lo que hacían, sabían que el pequeño ya-no-nerd en realidad tenía una fuerza sobrehumana.
………………………
Ya eran las 4 de la tarde. Naruto miro su celular... Un mensaje de sasuke.
“en 5 minutos pasamos”.
Naruto suspiró, al menos agradecía que tuviera algo que hacer esa tarde, en vez de quedarse llorando o suspirando hasta que llegara su madre… como lo había hecho el resto de la semana. Caminó hacia el espejo y se puso un piercing -que había comprado el fin de semana con algo del dinero de sasuke- en la única oreja que tenía perforada, este tenía forma de una manito negra formando la V con los dedos. Fue una locura que cometió con kiba en su anterior vida emo. Le combinaba bien. Respingó un poco al escuchar el timbre sonar, se acercó a la puerta para abrirla, encontrándose con los dos mini uchihas.
- ¿te perforaste la oreja? ¿qué sigue? ¿usaras cadenas como collares y hablaras de como odias la vida? – comentó sasuke, haciendo reir a los otros dos preséntense. Se asombró de que naruto no se hubiera enojado.
-se me está pegando tu “emocidad”, teme- aclaró el ojiazul, alargando un poco más las risas. Cruzó el umbral, cerrando la puerta tras su espalda. – Muy bien… ¿Qué hacemos primero? – preguntó ilusionado el rubio, de verdad que estaba contento de poder distraerse un rato.
-sasuke quiere ir al parque… ¡por lo que lo ignoraremos e iremos al cine! – exclamó shizune, alzando las manos, emocionada. Naruto imitó el movimiento, gritando emocionado. Sasuke solo… rodó los ojos. Todos se subieron al auto del azabache, uno que el rubio no había visto.
-por supuesto que tienes más de un carro ¿cómo no lo vi venir? – comentó sarcástico, provocando una sonrisa semi engreída del Uchiha.
-Hoy no se me antojaba usar chofer, ya sabes naruto, humilde ante todo. – mencionó alzando las cejas conquistadoramente. Naruto y shizune se vieron en silencio unos segundos antes de estallar en carcajadas que no cesaron en casi todo el viaje.
………………….
Ya habían comprado las boletas para ver “Oscuridad Demoniaca”, una película de terror que estaba rompiéndola completamente, según los críticos. Afortunadamente, shizune aparentaba la edad que quisiera, así que solo necesito amenazar al de las entradas diciéndole que si no la dejaba entrar por “su falta de edad” se encargaría de que él ni sus hijos, ni los hijos de sus hijos, volverían a conseguir trabajo. No era difícil reconocer que era Uchiha.
Una vez compradas las palomitas y sentados en la sala de cine, disfrutaron de una hermosa película que con seguridad los dejaría traumados de por vida, asegurándoles noches de pesadillas y alucinaciones.
-Si se asustan me avisan, para darles un recipiente; Sería penoso que se orinaran acá. – shizune y naruto lo patearon, sonriendo cómplices al escucharlo quejarse.
Cuando acabo, todos los que estaban dentro de la sala suspiraron de alivio… ya había acabado, al menos eso creían hasta que vieron en la pantalla “basada en hechos reales” haciendo que todo el público saliera gritando por sus vidas (ok no XD). Nuestros tres babys salieron riendo, hablando sobre las caras y gritos que habían hecho durante la película, más específicamente de cuando sasuke había gritado al ver que la señora mala al romper su quijada liberaba un reguero de arañitas, pues no se había asustado en el resto de la peli. Shizune entre risas contó cuando una vez por accidente, un sasuke chibi que visitaba el zoo había roto el vidrio de las arañas y estas se subían a él mientras gritaba como nena.
-pobrechito eh bebeeee- se burló naruto, pellizcando cómicamente la mejilla de sasuke. Este lo miró mal, apartando la mano de un manotazo y chasqueando la lengua, haciendo reir a los otros dos.
-oigan… ¿si saben que ya salimos de la peli no? – preguntó shizune, con una sonrisa engreída, confundiendo a los mayores. Ella rodó los ojos, señalando la razón de sus palabras. Los otros siguieron atentamente su dedo, que finalmente señalaba algo en medio de ambos.
separaron las manos abruptamente, sonrojándose hasta las cejas. Shizune rió escandalizada, casi pareciendo una psicópata asesina, en realidad casi lo era, porque solo Dios sabrá de donde había cogido una cámara y les había tomado una foto. En algún momento de la película, naruto inconscientemente se había agarrado de la mano de sasuke, pero al parecer estaban tan cómodos así que ni cuenta se habían dado.
-voy a orinarme de la risa…- susurró la pequeña, secándose una tierna lágrima que había escapado de su ojo- ¿me acompañas al baño, naruto? – preguntó de la nada, recordando algo esencial que había olvidado en medio de tanta risa. Tomó de la mano al rubio y se lo llevo corriendo al lavado, incluso antes de recibir respuesta del contrario.
Sasuke suspiró rendido y apretó los puños… ¿Qué mierda le pasaba que aún no había podido cumplir con el trato? Si solo era acostarse con el rubio… solo era… eso, sexo. Solo pensar la palabra hacía que su cabeza se quedara en blanco, era como si su cabeza se atontara y le dijera “¿Qué es el sexo?” con cara de retrasada. Se rió de sus pensamientos ¿desde cuándo usaba expresiones tan… de naruto? Por alguna razón sentía remordimiento de siquiera pensar hacer eso con el rubio por solo una apuesta.
En realidad, había planeado intentar seducir al rubio durante todo el día… pero cuando lo vio esa mañana, con la mirada dolida que tenía hacia su amigo kiba, y luego verlo vulnerable comiendo solo… Incluso sabía acerca de los planes de karin antes siquiera de haber visto la cámara de ten ten, pues notaba como últimamente esta lo miraba de soslayo, como esperando el momento justo para soltar una bomba y salir corriendo. No supo qué lo llevó hacía el rubio y sujetó su mano antes de que volteara la mejilla de esa asquerosa mujer… pero gracias Kami-sama por haberle ayudado.
……………………
- ¿Te gusta el bastardo? - preguntó mirándolo fijamente, haciendo que abriera sus ojos sorprendidos.
- ¿Q-QUEEE!?- Tartamudeó el rubio, sintiendo el calor acumularse en su cara. Shizune rodó los ojos, no necesitaba repetirlo- NOOOO… nunca, jamás, ni en un millón de años…- shizune alzó una ceja, riendo ante el tono decrecivo de su voz en lo que meditaba la pregunta. - ósea, gustar nooo, pero…¡¡¡quiero decir…!!! NUNCAAAA… quizá lo tolero, pero…-shizune asintió con cara de no muy convencida. No trataría de presionarlo, el fin de semana había notado que hermano no dejaba de ver el perfil de un tal Utakata mientras insultaba tierra y mar (y le daba dislike a todo ;v) por lo que después de stalkear un rato, supo que había sido o era pareja de naruto, así que intuía que posiblemente estuviera confundido sobre sus sentimientos.
-mmm ya… solo era curiosidad. - aclaró la pequeña, moviendo su manito para restarle importancia. Admitía que al principio no quería que naruto y el bastardo estuvieran juntos… pero empezaba a notar cierto brillo en los ojos de sasuke hacia el blondo; no era difícil notarlo, después de todo, sasuke antes de conocerlo era 95% ego y 5% humano; sin embargo, cada vez veía más claramente como iba cambiando, poco a poco, la personalidad tosca y fría de su hermano, así que amenazó a su hermano si no iban al centro comercial e invitaba a naruto para analizarlos detenidamente, llegando a la conclusión de que el ojiazul en ocasiones, muy imperceptiblemente, se ponía nervioso o se sonrojaba por la presencia del azabache.
-okeeey… vámonos. - Sacó a la pequeña y fueron junto a sasuke, quien estaba como idiota pensando en quien sabe qué. Pidieron un helado y hablaron otro rato… más bien naruto y shizune hablaron, el tarado mayor se metía solo para decir pelotudeces de engreído y eso… ya se estaba haciendo de noche así que tenían que acabar pronto.
…………………………..
- ¡Hasta pronto, naruto!!!- Gritó cuando el rubio volteo en el marco de la puerta, despidiéndose con la mano. Ella sabía de la presencia de un tercero, y era el mismo utakata, quien había sido nombrado por naruto como su novio en una de sus charlas de té. Algo había pasado entre el rubio y utakata por la cara de amargado que había tenido el día de la despedida de sus padres... solo necesitaba averiguar QUÉ había pasado.
Después de todo... ahora que quería que naruto estuviera mucho tiempo en la vida de ella, tenía que ingeniarse algo... ¿y qué mejor forma de hacerlo que volviéndolo su cuñado?