Objetivo 1: El sufrimiento de Gokudera Hayato.
“Maldición ¿Por qué no se calla?”
El peligris se encontraba hastiado, harto y muy, muy molesto de presenciar la pelea del guardián del rayo junto a Reborn, aunque este último ni caso le hacía, es más estaba sumamente tranquilo ante la furia del bovino.
Gokudera oía los reclamos de Lambo, no entendía de que hablaba o porque estaba molesto con Reborn, es decir ¿Quién en su sano juicio haría eso? Por dios ¡Era Reborn con quien peleaba¡ él te mataría si lo hicieras enojar o como en este caso te mataría por reclamarle algo, pues a Reborn, nadie, absolutamente NADIE podía reclamarle algo, pero eso no parecía importarle al Bovino, este seguía gritando y reclamando al ex arcobaleno.
-¡Reborn exijo una explicación¡-Gritaba Lambo mientras sostenía una prenda femenina muy peculiar, quizás un ¿Sostén…?
El ex arcobaleno ni se inmutaba ante eso, seguía de brazos cruzados sin prestarle atención al otro.
“Cállate, maldita sea” Gritaba para sus adentros el guardián de la tormenta, quería decírselo en la cara al chico, pero no quería que Reborn se molestara ¿La razón? ¡Obviamente era porque, era Reborn! Estaría en problemas si el asesino se enojara con él por la culpa de la vaca estúpida.
Estaba desesperado, ya no lo soportaba más, esos dos habían estado peleando desde hace ya 40 minutos atrás, donde el único que parecía estar peleando era Lambo, y para acabarla estaba perdiendo. Pudo haberse ido, pero esos dos bloqueaban su vía de escape.
Suspiro resignado, y visualizo todo el lugar; cazuelas, platos, comida, comida y más comida, bajo su vista y logro dar con una de sus bombas “Tal vez debería explotarme a mi mismo…asi ya no estaría aquí escuchando su pelea y si hiciera ruido y Reborn-san se molesta ya estaría muerto y el ya no podría hacerme nada…”
Observaba sus confiables armas, con muchas ganas de explotar, estaba dispuesto a hacerlo, pero ¿Quién sería la mano derecha del décimo sino estaba él? ¿Quién? Por dios ¿Quién sería tan bueno como el, Gokudera Hayato? ¿Quién sería tan digno como él? ¿El idiota del beisbol? No…él no podría, ¿Hibari? ¡Imposible¡ ese sujeto era capaz de “morder hasta la muerte” al vongola, ¿Chrome? O mejor dicho ¿Mukuro? NO, no dejaría a ese o esa tipa solo con el castaño, porque o Mukuro lo mataba o Mukuro lo mataba, y eso no lo iba a permitir, ¿Ryohei? ¡Nunca¡ ese tipo era capaz de ser tan EXTREMO que dejaría muerto del susto a Tsuna, por último ¿Lambo? Tampoco…tal pareciera la estúpida vaca estaba más entretenido en gritarle a Reborn.
Finalmente, se resignó y dejo su arma donde estaba, no lo haría por el décimo. Continuo observando aquella pelea, sin duda alguna era una mierda el estar ahí, es decir el solo quería un poco de aquel elixir llamado “Leche”, pero no, el mundo quería hacerlo sufrir y hacerlo testigo de la pelea de esos dos. Pero para empezar ¡¿Por qué peleaban en primer lugar?¡ sin duda alguna lo que Lambo sostenía era una prenda femenina….pero ¿Qué más daba? Eso a nadie le importaba, mucho menos al Asesino de patillas rizadas, pero al parecer al Bovino si y en demasía.
Gokudera seguía sin entender aquella escena tan ridícula, que parecía ser de un par de casados donde se discutía la infidelidad del esposo.
“Un momento…¿La vaca estúpida y Reborn-San son…?” En esos momentos el guardián de la tormenta parecía estar sorprendido y algo perturbando, jamás creyó que esos dos serían tan “Cercanos”, continuo meditando y lo seguiría haciendo si no fuera porque los gritos de Lambo inundaron el lugar.
-¡Reborn respóndeme¡ ¡¡Deja de ignorarme¡¡ y dame una jodida respuesta.-Grito molesto.
Silencio.
El Hitman no le hizo caso y continuo con sus brazos cruzados mientras la sombra de su sombreo cubría sus ojos.
-¡¡REBORN¡¡
Lambo continuo gritando, y Gokudera seguía molesto y harto de la escena de celos.
El de cabellos plateados no podía de dejar de ver a esos dos, no quería verlos, pero la situación era: ver cazuelas o ver la escena de casados de esos dos. En definitiva ninguna le llamaba la atención, aunque la escena, era a la vez; perturbadora, graciosa y molesta, mayormente molesta. Hayato veía como el bovino iba de un lado a otro con sus manos en forma de puños y algo de electricidad saliendo de ellos.
“Ahh…tal parece la vaca estúpida esta molesta…” Se dijo para si Gokudera, después logro ver como Lambo se puso nuevamente frente a Reborn y volvía a Gritar. “Esto va a tardar…” Se lamentaba ante su descubrimiento.
“Reborn ¡¿Quién es la puta dueña de esto?¡”
“¡Explícame que hacía esto en tu habitación¡”
“¿Me estas escuchando?”
“¿Por qué eres asi conmigo?”
Esas eran las palabras que salían de la boca del peli negro menor, y a Gokudera no le gustaba escuchar eso, no comprendida como era que Reborn lo aguantaba, lo normal sería que, el asesino se levantara, le diera unas cuantas patadas a Lambo y después le diría “cállate vaca estúpida” si eso sería lo normal, pero Reborn estaba ahí…¡Sentado¡
-¡Eres un desgraciado, Reborn¡-En esos momentos, Lambo ya comenzaba a llorar-Hazme caso, maldición…
Con desesperación el chico tomo delos hombros a Reborn y comenzó a mangonearlo.
“Estas muerto…” Pensaba Gokudera, al ver las acciones del otro. “Fue un placer conocerte, estúpida vaca” decía sus últimas palabras a Lambo, aunque este no lo escuchara
Y asi siguió el Bovino. Acto seguido lanzo la prenda interior femenina a la cara del otro, continúo gritando, hasta que…un extraño sonido inundo el lugar, un sonido sumamente familiar para todos, ese sonido que siempre es escuchado cuando alguien está…
-¿Reborn?-Pregunto con temor el chico vaca.
Y al fin un ronquido, fue escuchado.
“¡Imposible¡ el…el…estaba…”
-¡Estabas dormido, desgraciado¡
Un bostezo fue seguido de aquel ronquido señal de que, aquel hombre…estaba despertando.
Miedo.
Mucho miedo.
El demonio en persona…había despertado.
Lambo tenía mucho miedo al ver como el mayor se levantaba de la silla. Mientras tanto Gokudera esbozo una sonrisa.
“Definitivamente estas muerto.”
-¿R-Reborn?-Con temor el Bovino miraba al Arcobaleno del sol.-R-Reborn yo…
El chico fue interrumpido el otro se puso frente a él, para luego sentir como el mayor le daba una patada, y después lo tomaba del cuello de la camisa a manchas. Puso su cara frente a l de Lambo.
“Diablos…esta vez si lo mata” Gokudera, observaba la nueva escena, no esperaba que el Arcobaleno estuviera dormido, pero ya entendía el porque no le decía nada al Bovino lloron.
Reborn, observo la cara de temor del chico, y por fin hablo.
-¿Qué crees que hacías, estúpida vaca?-La voz de Reborn lleno el lugar.-¿Quién te dijo que podías gritarme?-Bajo la mirada y logro dar con la cosa que interrumpió su sueño.-Valla, valla ¿Qué tenemos aquí?
Su voz sonaba juguetona al ver la prenda y luego al asustado Lambo-¿Qué hace esto aquí?
Lambo no podía articular palabra, estaba demasiado asustado y comenzaba a llorar. En esos momentos se arrepentía de haber armado la escena de celos y de haberle gritado al otro, no sabía que Reborn estaba dormido, pero era obvio porque no le había golpeado desde antes.
-Responde.- Ordeno
-Yo…yo…lo encontré…en tu habitación…
-Oh ¿Y se puede saber quién te dio permiso de entrar?-Su voz era tranquila tanto, que hasta daba miedo.
-N-Nadie, es…solo que te estaba buscando…y bueno yo decidí entrar…para buscarte…-Temblaba, sus palabras daban señal de miedo.
-¿Tenias tantas ganas de ser follado?-Rio juguetón.-De verdad eres una vil puta.-En esos momentos Reborn ya estaba demasiado cerca del otro
-¡Por supuesto que no¡-Grito Lambo ofendido.-¡Yo no soy…¡-Se callo al darse cuenta que de nueva cuenta estaba gritando.-Yo…no soy una…puta…a diferencia de las mujeres que pasan por tu cama…-Estaba nervioso.-Yo..yo si…te…te…quiero.
Incómodo.
Hayato estaba incomodo ante tal revelación, pero también asustado, no tanto como Lambo, pero si tenía miedo, esta vez Reborn estaba molesto y no quería ser parte de la golpiza, con calma se levantó de su asiento, oh. Pero como su suerte era una mierda, hizo ruido con la silla y esto hizo que los dos voltearan .
De nueva cuenta el silencio incomodo reino.
-Chaos.-Saludo Reborn, como si nada pasara.
-Hola…-Esta vez Lambo saludo
-¿Cuánto tiempo llevas aquí?
-Amm…desde el principio.-Aterrorizado por lo que Reborn le hiciera intento escapar.
-Tu no escuchaste nada, ni viste nada.-Eso se escuchaba mas a una orden afirmativa que una pregunta.
-Claro…
-Si ese es el caso…-Reborn, dejo de mirar a Gokudera y le planto un beso a Lambo.
El bovino estaba rojo, no quería que alguien los viera, intento separarse, pero no lo logro. La lengua del otro se daba paso a su boca y comenzaba a jugar con la suya.
-R-Reborn…aquí…no…-Lambo comenzaba a excitarse.
Gokudera estaba en shock. Con los ojos en blanco y realmente incómodo. Con pasos sigilosos intento dejar al par de amantes, pero Reborn tenía su mano en la puerta, mientras seguía besando a Lambo.
“Dios mio, Decimo, ayuda…necesito ayuda” Hayato quería morirse la idea de hacerse explotar ya no era tan mala “Lo siento decimo…fue un gusto haber sido su mano derecha”
Estaba a punto de hacerse volar en pedazos, hasta que Reborn, al fin se apartó de Lambo y volvió a ver a Gokudera.
-Tu no viste, ni oíste nada.- Volvio a repetir.-Y tu, te vienes conmigo, estúpida vaca.
Reborn jaloneo a Lambo, y se alejó del lugar seguramente a su “nidito de amor”.
Y asi es como Gokudera Hayato, jamás volvió a tomar aquello que llaman “Leche”. Y jamás volvió a ver a Roborn y a Lambo como antes…
-Decimo…¡Sobreviví¡-Gokudera, festejaba mientras salía del lugar.
Aunque no sabía que él no sería el único en sufrir….