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Realidad por Alis Potter

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Notas del capitulo:

Se que tardo en actualizar y que la trama va un poco lenta pero les prometo que en el proximo ya hay mas accion

-¡Dios que te paso!-grito su padre, soltando el tenedor con el que cenaba

-Me hice un cambio de look, madre me dio permiso-dijo el gemelo menor como si fuera lo más obvio

-¿Amelia tu le diste permiso?

-Si…pero no creí-Amelia miraba a su hijo sin creerlo

-Jack te vez genial-soltó Roxana, su única hermana, sonriéndole

-Gracias pequeña-sonrió de lado

Adam no podía creer que ese fuera su hermano menor, al que trato de cuidar siempre

Jack, era delgado, alto, y su cabello largo, solo había sido recortado hasta los hombros y pintado, solo las puntas de un color azul fuerte, con un flequillo que le cubría parte  del ojo izquierdo, y que igual estaba pintado de las puntas de azul, su oreja derecha tenía dos perforaciones, uno en el ovuló y otro en el cartílago más arriba que la primera, ambas mostrando aros de color negro, otras  perforaciones adornaban su rostro, una en la ceja izquierda, un aro plateado, del mismo color era el que tenía en la nariz, la septum, una perforación como a la que se les hacía a los toros, y las ultimas estaban en su labio inferior, una en cada extremo, con pequeñas bolitas negras.

Vestía de negro, una camiseta, unos pantalones ajustados, negros y unos converse del mismo color.

Definitivamente Jack había cambiado mucho. Adam se deleitaba con ese nuevo hermano, pues su ropa nueva, dejaba a la vista su delgado y esbelto cuerpo.

Un cuerpo que pudo tener para él, pero no tuvo el valor para enfrentar todos los obstáculos.

Y nuevamente, cerró los puños, frustrado consigo mismo.

Después de la cena, Adam escucho la discusión entre sus padres y Jack, quienes estaban indignados por el brutal cambio de Jack. La discusión se extendió a una hora, terminando con una frase dicha por Jack

“¿Y que si lo hago? No importa lo que haga o diga, de alguna forma terminan ignorándome, así que hoy hagan lo mejor que saben hacer, ignórenme”

Sus padres no pudieron contra aquello y lo dejaron ir.

Cuando llego al piso donde estaban sus habitaciones, choco contra Adam, descubriendo que había estado escuchando todo.

Jack le sonrió castamente, la cara le dolía por tantos agujeros que se había hecho, cuando llego a su cuarto, se tomo un antibiótico y desinflamante para después ir a acostarse, pero el sueño no lo visito esa noche, se sentía incomodo, se había acostumbrado a la blancura monocromática, que resultaba obsesiva. Y ahora ver tantos muebles y ese color verde en las paredes, le resultaba incomodo.

En cuanto la noche comenzó a desaparecer, Jack se levanto, directo al baño, tomando su primera ducha, con agua caliente, desde hace meses.

En un castigo, por haber golpeado a Max y romperle la nariz, le habían quitado el privilegio del agua caliente. No recordaba bien porque se había enfurecido con Max. De hecho su relación médico-paciente no era muy normal que se dijera. A veces, hablaban bien, en otras ocasiones Jack se dedicaba a meditar en silencio, o ambos se enfurecían, también, y esto era lo que pasaba muy a menudo, follaban sin piedad hasta que Jack ya no pudiera aguantar más dolor.

Solo salió de la ducha cuando su padre le grito que se diera prisa. Se coloco lo primero que vio, y como recordaba que se solía vestir. Unos jeans ajustados, unos converse, una camiseta y una camisa encima. Se coloco la mochila y bajo a desayunar.

-¿Aun recuerdas como llegar a la escuela?-Adam llego, temeroso de que en cualquier momento Jack lo atacara con el tenedor con el que comía.

-Si-se llevo un bocado de huevo

-Tal vez, podríamos irnos juntos…como antes-

-Aja-

-¿Enserio?

-Si ¿Por qué no?

Después de despedirse de sus padres, salieron. Caminaron por las calles, estaban en la parada del bus, listos para ir a su Colegio

-Pese a lo que paso…Me gustaría que nos lleváramos bien-Adam miro al suelo y enseguida busco los ojos de su hermano

-¿De qué me hablas?-los ojos de Jack fingieron confusión.

-Bueno…todo eso…que paso entre nosotros-su voz fue disminuyendo hasta llegar a ser un susurro

-¿Paso algo entre nosotros?...-dudo Jack, mientras miraba al vacio, con aire de estar recordando. Fingía demencia, pero lo valía al mirar el rostro de Adam-No tengo idea de lo que me dices

-Jackson no finjas que no recuerdas nada-el mayor lo miro con seriedad y enojo

Jack rio ladinamente para después ignorar olímpicamente a su hermano. A lo lejos se pudo visualizar el autobús.

Pero antes de que llegara, un auto se detuvo frente a ellos, parecía un auto varias décadas viejas de color rojo. El conductor se asomo, dando a la vista un tipo con rasgos masculinos, rubio de ojos azules, que les miro seriamente

-Así que tienes un hermano ¿Eh?-miro a Jack-Aunque tú eres más guapo

El gemelo menor, rio, mirando al conductor

-Si un hermano-susurro Jack, mirando a Adam

-Sube-era obvio que no fue una petición, fue una orden solo dirigida a Jack, que este obedeció, se subió al auto, sin decirle nada a su hermano, arrancaron y se marcharon bajo la mirada de enojo de Adam.

Jack se dedico a mirar el auto en donde iba, mientras que el conductor fijaba más su vista en su acompañante que en el camino

-Te llamabas Eliot ¿Cierto?-recordó Jack

-Si-contesto el rubio-Ayer no me contaste que tenías un hermano gemelo

-¿Querías que te dijera todo mi historial con apenas una hora de conocernos?

Por la tarde de ayer, cuando Jack observaba las tiendas y un puesto de perforaciones y tatuajes, choco contra algo grande e imponente, que había resultado ser un rubio guapísimo de ojos azules que le había invitado a cenar y también lo reto a que perforara su hermoso rostro.

Cuando llegaron al colegio, nada había cambiado. Como Jack había perdido un año de clases, estaba un año atrasado, tendría que cursar su penúltimo año. Estacionaron el auto, y tanto el rubio como el azabache anduvieron hasta la entrada.

Jack no tardo en darse cuenta que Eliot era bastante temido y admirado por la escuela, había tantas miradas de sustos como de deseo y no solo de chicas, el gemelo menor cacho varias veces a chicos derramando la saliva

-¿Sabes donde están las clases?-pregunto de repente

-Uhm… ¿No te lo mencione? Este era mi antiguo colegio

-¿Así? ¿Y qué paso?-el rubio lo miro cuidadosamente

-Me transfirieron a uno más especial-rio entre dientes

-¿Uhm?

-No importa… Primero tengo que ir a Control Escolar, tienen que asignarme mis horarios, mi casillero y mi credencial

-Bueno…te veré pronto, trata de no llamar tanto la atención

-No prometo nada

Si, no se había equivocado en nada, la escuela seguía sumamente igual, incluso con las mismas empleadas amargadas, viejas y gruñonas

-…y tienes que tomar un taller extra, es obligatorio-dijo la mujer regordeta, que lo atendía con fastidio-Estos son los talleres con los que contamos-le extendió un papel-Bienvenido señor Bergerac

Jack sonrió de lado y se fue de aquel edificio lleno de gente que detestaba lo que hacía. Miro sus horarios, había perdido la primera clase, Biología Molecular, y la segunda ya llevaba avanzada media clase, Calculo integral, así que decidió mirar los talleres

Teatro, canto, banda escolar, futbol, basquetbol, natación, danza, dibujo, artes plásticas, corte y confección, lectura, orientación vocacional.

Y se rio… porque ninguno le llamaba la atención

-Jackson Bergerac Harris, el mal nacido mocoso, hijo de puta-le grito alguien

El muchacho alzó su vista, para observar al final del pasillo, toda la gente que pasaba alrededor paro, para mirar solo un par de segundos la escena, un joven pelirrojo de ojos color avellana le sonreía de manera burlona.

El pelirrojo se le lanzo y cuando llego frente a él, lo tomo por el cuello y lo estrello contra unos casilleros

-Hijo de la grandísima puta-sonrió aun mas-Pensé que nunca volvería a ver tu fétida cara

-No se te concedió el deseo Sebastian-dijo Jackson, que enredo sus piernas en la cintura del pelirrojo, para sentirse mas cómodo-¿Cómo has estado?

Sebastian lo abrazo fuertemente-¡¿Qué como eh estado?!... De repente te fuiste y solo por culpa del putón de tu hermano…maldita sea, no puedo creer que estés de nuevo aquí ¿Te quedaras aquí? ¿O no?

-Traigo una mochila en los hombros, hojas con mis horarios y ya no tengo una bata de hospital ¿Tu qué crees?

Se quedaron en silencio largo rato. Sebastian era amigo desde la infancia de Jackson, desde que habían ido juntos al preescolar y desde entonces coincidieron en los colegios posteriores, siempre se había hablado con ese lenguaje vulgar y divertido y también siempre había ese contacto tan intimo, después se les unió Miriam, en tercero de primaria, en una pelea por la ultima gelatina de la cafetería los tres habían terminado en la dirección. El y Miriam eran sus verdaderos amigos, quienes le extendieron la mano y lo apoyaron ante todo, sin juzgarle, solo estando ahí, levantándolo después de cada caída

-Que bueno es eso…Miriam se morirá con la noticia-dijo Sebastian

-¿Miri? ¿Dónde anda?

-No lo sé, creo que si entro a clases

-¿Y tu porque no?

-Tus padres nos dijeron que ya ibas a salir y que hoy probablemente entrabas de nuevo al colegio, así que en cuanto llegue te busque-Sebastian seguía sin bajarlo, incluso se había acomodado mejor, para seguir aguantando a Jackson, lo miro atentamente-¡¿Pero que le has hecho a ese horrible rostro!?

-Me eh perforado

-Ya lo note, te quedan bien… ¿Qué harás ahora que ya saliste?

-Pasarla bien

-¿Y tu hermano?

-Después te hablo de ello-le susurro al oído, mientras le acariciaba el cabello pelirrojo, natural

-¡Jackson!-la voz inconfundible de Adam resonó por el pasillo.

Sebastian puso mala cara, abrazando aun más a su mejor amigo, consiente de todo lo que Jackson había sufrido por ese imbécil inmaduro. Jackson sonrió, mientras escondía su rostro en el cuello de su amigo.

Adam no se llevaba bien con Sebastian, decir que no se agradaban era poco, la palabra correcta para definir su relación era odio, no hacían más que odiarse y el motivo era Jack, por el mismo que no trataban de matarse.

Mientras que el pelirrojo creía que Adam solo haría mierda su vida, Adam creía que Sebastian era mala influencia, pero solo eran celos de cómo ese pelirrojo tocaba a su hermano.

-¡Jackson, ven ahora mismo!-le ordeno su hermano mayor

-Está ocupado ¿No lo notas?-le defendió Sebastian-Chico idiota

-Sebastian, necesito hablar con mi hermano, te agradecería que lo bajaras y dejaran de actuar como un par de calenturientos-

Sebastian le enseño el dedo corazón y aprisiono más a Jackson y este soltó un gemido

-Cabrón-Adam se adelanto hacia ellos, pero Jack fue más rápido

-Te veré en la siguiente clase-el gemelo menor, bajo cuidadosamente y animo a Sebastian a irse

-¿Qué quieres?-Jack tomo su mochila, que había quedado en el suelo cuando Sebastian lo había cargado

-Una explicación-frunció el ceño Adam

-¿Para qué?

-¡¿Cómo que para qué?! Te fuiste con un desconocido…y me dejaste ahí solo

-No era un desconocido, lo conocí ayer y se llama Eliot, además viene a la escuela aquí ¿Qué tenia de malo que me echara un aventón?

-¡Que yo no sabía quién era!-Adam estaba muy cabreado

-¿Y?-contesto Jack con tranquilidad

-Me preocupaste

-¿Si?-se acerco a acariciar la mejilla de su hermano mayor-¿Ahora te preocupas por mi?-lo abofeteo tan fuerte como pudo-No vengas con eso-lo tomo por la barbilla-Oh Adam, muchas cosas van a cambiar desde ahora…acostúmbrate hermano-escupió aquella palabra con todo el desagrado y asco que pudo

Adam miro a su hermano marcharse, definitivamente ya no era el mismo.

 

-¡Jack!-Miriam se aventó al azabache y lo tiro en el proceso.

Miriam era una chica alta, que se había descolorado el cabello para pintarlo entre color rojo, morado, azul y negro, a ella siempre le había gustado experimentar con su cabello, incluso en su cabellera en frente, del lado izquierdo, tenía una zona donde su cabello carecía de color y solo era blanco-plateado, y su madre, que era estilista, siempre le arreglaba el cabello para que ese mechón blanco fuero su fleco. De piel clara, ojos cafés y era poseedora de uno de los caracteres mas demandantes que existían.

A la mayoría de los alumnos les había causado extrañeza que Jackson se fuera de repente y es que Adam era bastante popular y el hecho de que tuviera un gemelo no era secreto. El chisme de que Jackson había regresado se corrió rápidamente, causando revuelvo.

No pudo compartir ninguna clase con sus amigos, o con el idiota de su hermano, pues ellos iban un año más alto que el, pero eso no le detuvo para sentirse vivo de nuevo y seguir con su plan a pie de la letra

Mientras pasaban la última hora (que se habían saltado) comiendo galletas en los jardines de la escuela, Eliot llego a visitar a Jackson

-No deberías saltarte las clases-le dijo

-Y tu no deberías decirme que hacer-le contradijo el azabache

-Esa boquita mal hablada-

-¿Qué haces aquí?

-Es que soy un maniático acosador y te sigo por todas partes ¿Sabes?

-Me lo imaginaba-rio Jackson, de repente recordó que no estaba solo-Ellos son Miriam y Sebastian…chicos él es Eliot

El rubio movió levemente la cabeza para después mirar a su único motivo por el cual estaba ahí-Ve a mi auto en cuanto termines, te llevare a casa-de nuevo era una orden, Eliot no espero respuesta y se marcho

-¿Le hablas a Eliot?-le pregunto Miriam entre sorprendida y asustada

-Creo…lo conocí ayer-Jackson le resto importancia

Sebastian le sujeto por los hombros-Jackson, anda con cuidado con ese tío…te fuiste por un año y hay muchas cosas que no sabes…yo sé lo que te digo, ándate con precaución, no todos tienen buenas intenciones

Jack miro interrogante a su amigo, pero este no dijo nada más

Notas finales:

Espero sus comentarios


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