Tosió después de devolver el estómago, la poca comida que tenía en este, intentando moverse un poco, alejándose tan solo unos centímetros de las criaturas, las heridas le escocían y ardían con cada movimiento, la sustancia pegajosa provocaba más dolor de lo que debería y la sal, sin duda no ayudaba en nada, por supuesto que no.
Fueron solo unos segundos los que pudo “descansar” de su agonía, esta vez era distinto, lo percibía en el aire, El Otro lo miraba de una forma distinta a las demás veces, sintió temor al ver que lo rodeaba para tomarlo de las piernas aun estando en el suelo, refregando su espalda en el intento vano de evitar que abriera sus piernas, exponiendo su entrada lastimada.
Thor abrió sus ojos y en un nuevo intento, quiso detenerlo, pero no podía tocarlo, solo lo traspasaba como había pasado hace un rato, se puso a lado de Loki intentando que su voz se escuchara para él tratando de calmarlo.
Loki sintió algo distinto en el aire, algo nuevo, un aroma llegó a su nariz demasiado conocido, quiso buscarlo con la mirada con un deje pequeño de esperanza aun albergado en su ser, pero así como llegó desapareció, inundándolo en desesperación puesto que el secuaz del titán loco había entrado en él de una sola embestida más que dolorosa, las puas en su miembro que antes no había sentido lastimarle ahora lo hacía, desgarraban su entrada dolorosamente una vez más, el dolor era tan terrible, no sabía cuánto tiempo podría mantenerse consciente.
-No, pequeño asgardiano… no te duermas… apenas estoy comenzando-el tono malicioso lo puso alerta una vez más evitando que perdiera el conocimiento gracias que uno de los Chitauri lo alzó un poco, lo suficiente para el jefe de estos lograra tomarlo de las caderas en una mejor posición para penetrarlo, entrando más profundo, desgarrando más su interior-después de haber sido la puta de estos seres aun sigues siendo estrecho-se burló malignamente
-Maldito… bastardo…-apenas pudo articular con la garganta doliéndole con cada silaba pronunciada
- ¿Aún puedes hablar? –rió embistiéndolo más fuerte-entonces gime para mi…-
Le fue inevitable, el dolor era mayor al que había sentido antes, la piel desgarrándose, podía sentir la sangre saliendo de su entrada, sin que esta lograse servir para lubricarlo, sus piernas se sentían húmedas por lo mismo así como una vez más el líquido viscoso siendo vertido, provocando un ardor menor que en su demás cuerpo.
Cuando creyó que no podía sentir más dolor, tomó su miembro con su mano callosa o similar, frotándolo sin conseguir levantarlo en lo absoluto, pero eso no era lo que quería, para la criatura era excitante escuchar sus quedos gemidos adoloridos, provocando que su sexo aumentara de tamaño en el estrecho interior haciendo que el pelinegro abriera los ojos demasiado asustado, eso realmente lo partiría en dos.
Se revolvió con la poca fuerza que tenía pero solo recibió una fuerte bofetada en el rostro que lo dejó en shock durante varios segundos en los que “esa cosa” se expandió más, haciendo que las puas se tornaran más filosas y se sintiera desfallecer, sus ojos se abrieron grandes con dolor al sentir el espeso semen que minutos antes había sentido en su boca ahora en su entrada haciendo que las heridas internas ardieran como las llamas de la espada de Surtur en su interior en ese mismo momento apreciando una extraña figura de cabello rubio a su lado con una mueca de tristeza absoluta e impotencia, no podía ser posible ¿era Thor? ¿Lo había encontrado? Eso parecía, ¿estaba alucinando? Lo más probable, el dolor lo podía hacer ver cosas donde no las había, y el pequeño brillo casi imperceptible que todavía tenía en sus ojos se oscureció, cayendo en la inconsciencia completamente.
Salió de su interior dejándolo caer al piso sin consideración, intentó tomarlo en su regazo sin poder lograrlo una vez más, se marcharon dejándolo ahí, claramente esperando que a su regreso el dios estuviera muerto, cosa que dejó muy en claro saliendo por el mismo lugar por el que él había entrado, solo algunas velas alumbraban el lugar y el único sonido audible era el de la débil respiración de su amado.
Pasaron un par de minutos y un destello verde se hizo presente en las gemas del collar que traía puesto su hermano, alertándolo, una figura se empezaba a formar delante de él hasta tomar la forma de su querido y amado hermano, las heridas que tenía en su cuerpo se veían reflejadas en su alma misma pero una en particular llamaba su atención, un moretón enorme en el pecho donde debería estar su corazón, el menor lo miró con una sonrisa triste.
-Estás aquí… realmente estás aquí…-su voz sonaba cansada y a la vez envenenada
-Loki…-su rostro mostró una mueca confusa por el tono empleado
-No deberías estar aquí…-le dio la espalda sin querer verlo ni verse a sí mismo en ese estado tan deplorable, aunque no es como si estando en ese estado no se viera reflejado lo que pasó- ¿por qué estás aquí? No creí que vinieras, ¿cómo lo hiciste?-
-Tú me enseñaste como hacerlo, Loki-se acercó a él con cuidado, no queriendo asustarlo ni mucho menos-también recibí ayuda-
-No debiste venir, ¿o quizá sí?-parecía divagar mientras hablaba, mirando a la nada-pronto moriré, Thor… El Otro me dejará así hasta que muera, después de todo, ya he sido mancillado por varios meses, torturado de formas inclementes, mi magia sellada así no sirvo de nada… ¿he pagado el daño? Supongo que sí…-farfulló entrecerrando los ojos
-Loki, dame la mano, vengo por ti, para llevarte a casa, a nuestro hogar en Asgard…-frunció el entrecejo extrañado
- ¿Casa? Yo no tengo casa… ¿Hogar? Cuando me abandonaste por tus amigos lo perdí hace muchos siglos…-se abrazó sosteniendo sus brazos con fuerza por sus manos, marcando sus dedos en la piel a pesar de no ser corpóreo, un frío extraño le consumía literalmente el alma
-Sé que hice mal, Loki, y lo reconozco pero esto no es por mi, es por ti… quiero asegurar tu bienestar-se mordió los labios con los ojos entristecidos
-Debiste pensar en eso antes de abandonarme… ¡Incluso en Svartalfheim!-volteó a mirarle, encarándolo con el ceño fruncido, sus ojos con un fulgor de odio disfrazando el dolor de verse desplazado una vez más por un extraño