10.- La furia de Sam
Un horrible estruendo se empezó a escuchar en toda la comisaria, se sentía como si de repente les taladraran el cerebro, se sentía un horrible mareo, se sentía como un enorme vértigo.
Era como juntar todos los timbres, bocinazos, alarmar y la horrenda música de gaita de su maestra en un solo sonido, no podían pensar, no sabían lo que estaba pasando, todos trataron de taparse los oídos, esto es simplemente una tortura.
Cuando el escandalo termina todos se sienten mareados, confusos, sienten que las paredes, el suelo se mueve, todo se mueve, y es muy probable que no solo sea el efecto de ese espantoso ruido.
Sam esta mareada pero también furiosa, han tenido problema tras problema ese último par de días y lo que ella quiere es solo regresar a casa, dormir en una cómoda cama y comer jamón y grasitos hasta hartarse.
-Hay algunos civiles adentro-
-Encárgate de ellos-
Alguien llega, es grande y tiene cara de bruto, por su sonrisa puede deducir dos cosas, la primera es que obviamente que se está divirtiendo por su situación actual, la segunda es que muy probablemente es responsable de su reciente molestia. Sam puede ser peligrosa cuando esta de buenas, con sus bromas pesadas o su aparente despreocupación por el bienestar de otras personas aparte de sus amigos, pero enojada, enojada puede fácilmente llorar a un hombre adulto como un bebe, ella se vuelve en una total salvaje masa de furia y este sujeto pronto lo comprobara.
-Lo siento niños, esto es trabajo. No podemos dejar testigos- Scrambler ya se estaba inclinando hacia Carly cuando algo choco con tanta fuerza contra el que creyó romperle un par de costillas, inclusa escucho algo quebrarse.
-¡Scrambler! ¡Tonto! ¿Qué te paso?- Vertigo se acercó a su camarada que se encontraba tirado en el suelo, se supone que aquí solo había civiles, simples humanos que seguramente ya estarían tan aturdidos o inconscientes con su reciente ataque, pero antes de que ella obtuviera una respuesta igual de sorpresivamente como había sido atacado Scrambler ella recibió un puñetazo en el estómago.
Actúa antes de pensar, no piensa en las consecuencias ni que en estos sujetos tienen fachas raras, actúa por instinto, ahora hay dos sujetos tirados en el suelo retorciéndose de dolor.
Pocas veces Carly ha sido testigo de una Sam incontrolable, mayormente porque es ella la que normalmente controla a su amiga antes de que se meta en problemas tan graves que no sea capaz de salir de ellos, pero ahora la pelinegra siente que todo da vueltas y ve a su amiga lanzarse contra ese par que de repente entro por una pared derrumbada.
Vertigo adolorida alcanza a ver una melena rubia y por un momento piensa que es Sobretooth que se escapó de su celda y ahora ataca de sorpresa, pero luego ve una cara pequeña de facciones aun infantiles, es una chica y no puede creer que haya sido derrumbada tan fácilmente por una niña. Rápidamente utiliza de nuevo sus poderes, grita de nuevo y esta vez se asegurara de dejar inconsciente a todos los que tiene enfrente.
De nuevo ese horrendo sonido, el policía y Gibby ya han caído inconscientes, Freddie se retuerce y Spencer grita, quieren que pare, Carly ya está llorando y esa es la gota que derramo el brazo. Aun sintiendo que su mundo es una gelatina que tiembla sin control Sam se mantiene de pie, agarra su cabeza, y algo está segura, detendrá ese sonido inmediatamente.
Hay pocas personas que han logrado mantenerse en pie después de un ataque directo de Vertigo, una vez que las víctimas han sido afectadas se tarda mucho para salir de sus efectos, pero esa rubia, contra todo pronóstico, se mantiene tercamente de pie, grita y su expresión es de total furia, y por un breve momento Vertigo tiene miedo, pero ¿Qué podría hacer una simple niña contra ella?
Cualquier intento de dar un paso hacia adelante es una lucha, sabe que si pone un pie delante del otro sin lugar a dudas caerá, y en la lógica de la mente de Sam está bien, si tiene que caer caerá sobre esa mujer de horrenda voz.
Salta, un largo salto que toma de sorpresa a todos que miran, Vertigo no se espera el repentino peso sobre su espalda y el codo enterrándose en su espalda, si el puñetazo dolió ese golpe pudo fácilmente romperle la espina. Pero eso no se detiene ahí, Sam no solo es buena amenazando, ella sabe pelear perfectamente, reparte unos buenos puñetazos y toma a la mujer de su inusual cabello verde y azota su cabeza contra el suelo un par de veces, seguramente le rompió la nariz o el labio, y lo mejor es que sabe que la ha dejado inconsciente, ya no gritara.
-¿Ya… ya se detuvo?- Freddie pregunta, tirado en el suelo junto a todos los demás. Se siente mareado y algo desubicado pero puede ver alrededor viendo que no hay tipos de traje amarillo pero si una rubia junto a dos cuerpos maltrechos en el suelo. Podría sentir lastima por las recientes victimas de Sam pero algo le dice que no son buenos tipos.
-La bruja ya se cayó- exclama Sam sentada encima de la de cabello verde. Ha sido bueno descargar un poco de toda esa tensión en ese par.
-¿Qué fue todo eso?- Carly trata de pensar en una explicación lógica de lo que acaba de pasar, sabe que esa clase de tipos existen en la vida real y no solo en tiras de comics, lo vieron en clase de biología y ciencias, pero sufrir en persona por sus habilidades es otra cosa.
-Ni idea, pero creo que ese par no está solo- Spencer señala más haya de Sam, hay una mujer de cabello morado que no se nota muy feliz al ver a la de pelo verde y el tipo que se acercó a Carly en el suelo.
-¿Qué rayos paso aquí?- Arclight no podía creer que una niñata se haya logrado noquear a esos dos. Viendo bien a esa chica le parecía ligeramente familiar, pero no lograba ubicarla en su memoria.
La mujer extendió su mano y lo siguiente que saben es que al golpear el suelo todo el edificio se sacude, ¿Qué no pueden estar unos cinco minutos sin que su mundo se sacuda? Al parecer por designios del universo la respuesta es no.
-¿Qué rayos estás haciendo Arclight? Se supone que debemos encargarnos de Sobretooth- se escucha a alguien gritar desde el lado de las celdas, confirmando que hay más tipos que acompañaban a la peliverde y al otro tipo.
Lograron tomar por sorpresa a Sobretooth e incluso herirlo, pero eso no quiere decir que ya lo tengan todo bajo control, tienen cicatrices que prueban lo difícil que es pelear contra este mutante.
-Debo encargarme de esto primero, estos no son tan inofensivos como Prisma dijo-
-Yo dije que eran civiles y un policía, no que eran inofensivos-
-Hazlo rápido entonces Arclight, esta bestia se está poniendo salvaje- terminando de decir eso el líder se escuchó un rugido muy potente.
¿Desde cuándo había un león en las celdas? Ni idea, pero algo estaba segura Sam, ella quería golpear a todos esos que estaban causando todo este caos.
La rubia había caído de la espalda de la peliverde y ahora en el suelo que había dejado de moverse miro a esa peli morada que claramente no tenía buenas intenciones y seguramente quería hacerla pagar por noquear a sus amiguchos, pues no la tendría fácil, nadie la tenía fácil cuando se enfrentaban a Sam Puckett, mucho menos si amenazaban a sus amigos como lo estaba haciendo esa mujer.
Arclight prefería usar poderes para hacer su trabajo como todos los demás en su equipo, pero no podía simplemente derrumbar el edificio con ella aun dentro para deshacerse de los civiles y ahora menos al tener al par de inútiles de Vertigo y Scrambler aparentemente inconscientes al haber subestimado a esta bola de niños, por lo que sacó un cuchillo de su cinturón y se propuso a ir contra a la que tenía cerca. Sam.
Sam estaba en el suelo, furiosa y lista para atacar de nuevo, pero también aun un poco aturdido por los efectos de Vertigo, sus reflejos estaban un poco torpe, y mientras que intentaba levantarse no veía que ahora su adversario tenía un arma en mano, pero sus demás compañeros sí.
-¡Sam CUIDADO!- Carly miraba con horror como la peli morada se acercaba cada vez a su amiga.
Estaba ya a un par de pasos y con ella el cuchillo a unos centímetros del cabello rubio de Sam que apenas se daba cuenta que en verdad podría salir muy mal herida en esta y quizás última ocasión, pero antes de que el cuchillo siquiera tocara su ropa o tan siquiera un cabello algo pareció empujar a la mujer armada hacia atrás y arrojarla a través del muro derribado con anterioridad, y Sam estaba segura que ella no tuvo nada que ver.
-Noooooo- fue el grito de Spencer, todo parecía ocurrir tan lento y a la vez tan rápido ante sus ojos. La mejor amiga de su hermanita, la niña que se comía casi todo de su refrigerador cuando podía, la pequeña rubia que ante sus ojos se volvió otra hermana menor casi ser atravesada por un cuchillo, simplemente no podía soportar perder a otra persona importante en su vida, no como su mamá.
Extendió su mano tratando de detener la escena frente a sus ojos pero algo ocurrió, no sabía qué, pero aquella amenazante mujer salió volando por los aires y ahora Sam estaba a salvo, eso era lo importante.
-¿Pero qué…?- Sam vio a la mujer tirada ahora en la calle, parecía tan aturdida como ella se sentía ahora pero antes de que analizara que pasaba desde el pasillo donde las celdas se encontraban apareció un hombre que parecía estar hecho de cristal, literalmente, o de ¿cuarzo? -¿Qué ustedes fenómenos no pueden dejar de seguir apareciendo?- se quejó mientras pensaba que en esos momentos sería bueno al menos tener su calceta con mantequilla para golpear esa cosa, no era bonito golpear las rocas con manos desnudas.
Prisma miraba atónito a su alrededor, tres de sus cuatro compañeros superados por unos jóvenes, ¿acaso eran mutantes y no se habían dado cuenta?
-¡Prisma! ¡Más vale que me digas lo que está pasando ahí fuera!-
-Un inconveniente. Ahora yo me hago cargo-
-Y me dejaran todo el trabajo pesado, cuando regresemos al laboratorio me la harán pagar todos ustedes-
-Aquí nadie se ira a ningún lado- un hombre aparecía por el hueco de la pared, de hombros anchos, brazos algo gruesos y con una máscara sacada de lucha libre.
-Y salen más tipos extraños, ¿acaso hay una convención de fenómenos en este pueblo?- Sam ya estaba harta de tanto extraño apareciendo, atacándolos y apareciendo de nuevo.
-¡Los X-Men!- el tipo roca grito y como si fuera un llamado otro par de sujetos aparecieron, uno con una gabardina y los lentes más feos que Sam haya visto y a su lado una mujer vestida totalmente de blanco.
Pero al parecer este último grupo no se encargaría de tratar de secuestrarlos o pelear contra ellos, ya que se mostraban más interesados en acabar con el tipo de roca y el sujeto que aún estaba en las celdas.
El mundo da vueltas y le duele la cabeza, Sam evito la muerte segura pero ahora llegaron otros sujetos extraños. Quiere salir de ahí, llevarse a su hermana y amigos de ahí de todo este caos y peligro, y entonces más estruendos y caos ocuerre frente a sus ojos pero parece que ellos no son arrasados por este.
Los secuaces del Dc. Sinister habían pensado que tenían el trabajo ya hecho solo para encontrar que no la tendrían fácil primero por unos supuestos civiles inofensivos y ahora por la repentina llegada de los X-Men.
Y si las cosas no habían sido sencillas ahora eran menos. Wolverine y Cyclops les toma menos de un minuto hacer chocar contra el suelo a Prisma y se dirigen a la celda donde el líder de aquel grupo apenas a logrado poner en estado semi inconsciente a Victor.
Emma Frost se queda atrás mirando todo analíticamente, habían llegado aquí por un mensaje de última hora del profesor, y como la mayoría de ellos no había estado muy claro y confuso, debían estar en ese pueblo para evitar algo, algo catastrófico y peligroso dio entender, no con esas exactas palabras pero asi se sintió. Analiza a su alrededor dándose cuenta que no están solos, un grupo de jóvenes y un policía inconsciente junto a dos de los secuaces de Sinister en el suelo.
¿Qué había pasado ahí? Toma un segundo para invadir la mente de la persona más cercana y ver lo que paso, la rubia habia sacado fuera de combate a esos dos, ¿ella era la amenaza?
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