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Como perder a un mayordomo en 10 dias por K-08

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Día 1: Lleno de expectativas… (Parte Ciel y Sebastián)

Ciel se encontraba mirando fijamente el techo, preguntándose como rayos había terminado cediendo ante el juego que le propuso el rubio Trancy , espero unos cuantos minutos y en su mente empezó a crear un plan con una sonrisa maquiavélica…

En otro rincón de la mansión un demonio mayordomo estaba preparando el desayuno para su amo, pensando un poco, creando planes para conquistar a un azulino totalmente orgulloso, sabía que se había metido en un juego peligroso e injusto ya que el mayordomo Trancy tenía mucha ventaja, en cambio él tenía muy poca ventaja ya que tenía un amo orgulloso, mimado y por supuesto difícil de enamorar…pero él era un demonio y uno muy obstinado por cierto conseguiría ganar aquel juego costara lo que costara… sintió como su amo ya estaba despierto y con un suspiro se dirigió ahí con un espléndido desayuno.

Al llegar toco un par de veces la puerta, la voz del azulino le dio permiso para pasar, abrió la puerta y empujo el carrito donde traía un gran y elegante desayuno, Ciel trago un poco de saliva y ahora empezaba su actuación…

-buenos días amo- dijo el mayordomo abriendo las cortinas… se preguntaba como Claude había conquistado a su amo pero luego desecho esa idea, no estaba tan desesperado como para llamarle y decirle Hey Claude dime cómo puedo enamorar a mi amo… no sería un golpe muy bajo para su orgullo demoniaco… salió rápido de sus pensamientos- para el desayuno de hoy prepare salmón escalfado con scones, un rico te de menta que va bien con el salmón y por ultimo una rica tarta de chocolate- Ciel suspiro pesadamente cosa que no noto su mayordomo, dentro del azulino se lamentaba por lo que iba a hacer ya que el desayuno se veía buenísimo y era su favorito 

-¿Qué es esto?- dijo en un gesto despectivo y de un solo golpe aventó todo ese delicioso desayuno al suelo- ¡Esto es un asco!- le grito dejando atónito al mayordomo- vuélvelo a hacer para ver si logras hacer un desayuno decente para el Conde Phantomhive- le ordeno, el mayordomo estaba que no cabía de la impresión, pero con una sonrisa sumisa dijo

-Yes my lord- y con eso salió de ahí mientras ciel se lamentaba la perdida de tan rico desayuno, se levantó y empezó a caminar de un lado a otro… quizá lo del juego no era tan buena idea, revolvió un poco sus azulinos cabellos pero tenía que admitir que el juego le parecía hasta cierto punto divertido, no pudo continuar pensando ya que el mayordomo volvió a entrar con un carrito lleno de comida…- mi señor espero que este desayuno le parezca decente- el azulino miro despectivamente el desayuno

-sigue peor pero bueno si no tengo opción- con un gesto de fingida resignación empezó a comer, saboreándolo en silencio… es más que obvio que el mayordomo se molestó ante tan explosiva actitud pero su golpe estaba por llegar…

-es hora del baño mi señor- dijo el mayordomo con su sonrisa algo torcida, Ciel rio por lo bajo

-está bien y espero demonio de pacotilla que puedes hacer esto bien- dijo el azulino con rudeza, al demonio le salió una vena en la cabeza pero sin embargo se le ocurrió algo que hacer , de golpe apreso al azulino contra una esquina de la pared y acerco demasiado su rostro

-¿¡Pero que…!?- Ciel estaba atónito y sin poder evitarlo un sonrojo cruzo sus pálidas mejillas

-¿Le provoca mi acercamiento?- pregunto el mayordomo con una voz profunda, seductora y suave, el azulino se sonrojo bastante interiormente se preguntaba ¿Qué rayos le pasaba al demonio? Trato de alejarlo con un golpe pero el mayordomo sostuvo sus muñecas y las puso a la altura de su cabeza, sus rostros estaba cerca demasiado cerca, sus respiraciones se entremezclaban creando así un aroma delicioso, sus labios como imanes se atraían… Sebastián había caído en su propio juego de seducción ya que de verdad quería besar los labios de su contratista, en cambio en azulino estaba luchando consigo mismo, ¿Qué debía hacer? ¿Aventar a su mayordomo o seguirle el juego de seducción…? La respuesta era más que obvia él era el Conde Phantomhive, su orgullo jamás le permitiría caer ante el demonio… sin embargo ya que el mayordomo había empezado el juego decidió que tendría que ser el quien acabara este delicioso juego de seducción.

Ciel se relamió los labios provocando más al demonio, ambos se miraban a los ojos con seducción, el mayordomo se iba acercando lentamente a los labios del azulino para lamerlos un poco sin embargo la voz dulce de ciel detuvo la acción…

-Sebastián- los ojos del azulino revelaban una necesidad, el mayordomo creyó que su amo le ordenaría que lo besara y si estaba en lo cierto él tendría el juego más que ganado…

-¿sí?- dijo disfrutando de su victoria sin embargo el azulino no era alguien predecible

-te ordeno que te alejes en este mismo instante y no te aparezcas en mi presencia al menos que sea absolutamente necesario ¿me oíste?- ese mágico momento pareció romperse en un millón de pedazos, el aura obscura del demonio salió a flote, se sentía hasta cierto punto humillado había caído en su propio juego de seducción si eso no era humillación no tengo idea de que sería… en cambio Ciel estaba gozando al máximo el juego, sin duda estos diez días serían los mejores de su existencia, aunque no entendía muy bien que pasaría después del fin del juego que el rubio Trancy le propuso lo disfrutaría lo más que pudiera…

-Yes my lord- contesto el demonio aun furioso, se alejó del azulino y de un portazo cerró la puerta, el azulino se dirigió al baño para tomar una larga ducha con una sonrisa triunfal, luego le escribiría una carta a Trancy para contarle los hechos, interiormente se preguntaba cómo le iría al rubio pero desecho esa idea… de repente su mano se posó en sus labios, si bien no pensaba caer en el juego de seducción de su mayordomo de verdad anhelaba ese ósculo, ese beso…

Movió la cabeza tratando de ahuyentar esos pensamientos, decidió dedicarse solo a limpiar su cuerpo…  

En cambio un mayordomo demonio furioso caminaba por los pasillos de la mansión Phantomhive, los empleados al verlo simplemente huían despavoridos… era como la reencarnación de un demonio irónicamente hablando por supuesto… camino hasta la cocina para preparar el almuerzo, cortaba los vegetales pensando en la mejor forma para asesinar a alguien, el cocinero que está a su lado solo podía esconderse en el rincón para temblar del pavor, más al ver como el cuchillo se clavaba profundamente en la mesa que amenazaba romperse en cualquier momento…

El mayordomo suspiro, tenía que pensar en frio, para no caer en la tentación que significaba el azulino, tenía que borrar de su mente aquel exquisito aliento rozando en su piel, esos pequeños y rosados labios que lo incitaban en sobremanera… sus pensamientos pararon en seco, maldición él era un demonio de la más alta categoría se supone que conquistar a un mortal debería ser un juego de niños

-debería- susurro el mayordomo con ironía, el cocinero veía esas acciones en silencio y totalmente aterrado- Maldición… esto no es lo último que veras Ciel Phantomhive- y con un golpe certero corto la mesa de cedro carísima con un solo cuchillo y el cocinero… bueno lo pueden encontrar en la habitación de pánico

En el estudio el conde escribía sus avances en una hoja, al final la puso en un sobre de color dorado que de seguro le gustaría al rubio Trancy, pero ese no era el punto, cuando la carta estuvo lista para enviarse, llamo al demonio

-Sebastián- este de inmediato abrió la puerta, tenía una sonrisa cosa que no le gustaba mucho al azulino

-¿si mi amo?- pregunto el mayordomo con una sonrisa inocente que no iba para nada bien con el

-envía la carta al Conde Trancy- ordeno sin mirar directamente al demonio

-como ordene- sin objetar más el mayordomo salió del estudio sin embargo en su mente planeaba un golpe para conquistar a su amo, pero primero necesitaba besarlo… ¿en verdad era necesario? O solo quería besar a su amo… desecho rápidamente la idea mientras le indicaba al mensajero a donde tenía que llevar la carta, entro de nuevo a la mansión y se dirigió a la biblioteca, leyendo libros sobre, según él, el arte de seducir cada uno más ridículo que el anterior ya que los libros solo indicaban como seducir damas no azulinos mimados, orgullosos e impredecibles, suspiro y suspiro más al darse cuenta que ya había anochecido. Decidió dejar su lectura para ir a arropar a su amo y dar su último golpe del día…

El azulino se encontraba en su habitación con una sonrisa triunfal, había logrado fastidiar a su mayordomo pero sin embargo todavía faltaban más días para jugar y alcanzar su objetivo… estaba tan concentrado en sus pensamientos que no noto la presencia de su mayordomo demonio que lo miraba fijamente

-joven amo, es hora de dormir- la voz del demonio lo sobresalto un poco

-está bien y espero que no cometas ni un error mayordomo incompetente- dijo el azulino sentándose en su enorme cama, el mayordomo aprovecho eso para empujarlo ligeramente y posicionarse sobre de él, cabe decir que el azulino estaba más que sorprendido, sin duda alguna no se esperaba eso- oye demonio idiota ¡Quítate!- exclamo con cierto desespero, su cuerpo se alteró al estar de esa forma con el mayordomo

-¿Desde cuándo soy un mayordomo incompetente?- pregunto el mayordomo con una mueca de fingida tristeza

-desde siempre- contesto el azulino tratando de quitarse de encima al mayordomo

-¿Me podría decir mis errores?- el rostro del mayordomo se acercó demasiado al rostro de su amo, Ciel no pudo evitarlo y se sonrojo, sintió como su corazón latía a mil por hora, una timidez increíble se apodero de su cuerpo

-pues… bueno…- empezó a tartamudear ya que simplemente tener así de cerca a su mayordomo lo ponía con los nervios de punta, se preguntaba el porqué de estas reacciones  

-¿sí?- la voz seductora de Sebastián resonaba en sus oídos causándole estremecimientos, el mayordomo sonreía satisfecho, por fin había encontrado el talón de Aquiles de su amo, el acercamiento físico

-primero aléjate- ordeno el Conde sumamente nervioso, quería empujar al mayordomo pero una fuerza ajena a él no lo dejaba

-¿Qué pasa si no quiero?- los labios de Sebastián jugueteaban con la oreja de su amo, lo cual hacia que ciel se estremeciera completamente, interiormente el demonio reía por las reacciones de su amo, Claude tenía razón ver la reacciones eran algo increíblemente gracioso sin embargo también sentía un amago de ternura en su ser

-Sebastián- el azulino trato de empujarlo pero las manos del demonio fueron más rápidas que él, sus pequeñas y delicadas manos quedaron apresadas por las manos enguantadas de su mayordomo, este las entrelazo dándole un detalle romántico que hizo que el Conde se sonrojara al máximo

-mi amo- susurro el demonio recorriendo con su nariz la blanquecina piel de su amo, haciendo que al azulino se le erizara la piel, la situación se estaba yendo mas allá, trato de detenerlo con una orden pero sintió unos labios apresando los suyos, unos deliciosos labios sabor manzana tan adictivos sin saber un porque sus labios desearon más contacto, los empezó a mover a la par del mayordomo, sentía el exquisito aliento mentolado de su mayordomo penetrar su boca haciendo que el beso tomara más profundidad, la lengua experta del demonio entro en su boca y el no hizo nada para detenerlo es más empezó a juguetear con ella en una danza prohibida, sin embargo necesitaba aire, se separó del mayordomo y este sonrió de una manera que ni el mismísimo demonio podía explicar, Ciel sentía sus mejillas arder y jadeaba en busca de aliento, el demonio se levantó rápido y sin medir palabra alguna salió de la habitación para recargarse en una pared que estaba en penumbras, acaricio sus fríos labios sintiendo el dulce sabor de los labios de su amo, aunque le costara aceptarlo ese beso le había gustado…

-Maldito Claude- mascullo el demonio tratando de recobrar su postura, camino por los pasillos de la mansión con una sonrisa que podía interpretarse de satisfacción…

En cambio un azulino estaba tumbado en su cama, con los ojos totalmente abiertos como platos y la respiración agitada, trataba de calmar a su corazón y recordarse a sí mismo que su mayordomo era un demonio, no tenía sentimientos, sin saber porque esa respuesta le dolió en el corazón, decidió acomodarse mejor en la cama y cerrar los ojos, solo para recordar aquel beso que tanto le había gustado, sus mejillas se tiñeron de un carmín profundo… tenía que concentrarse en su objetivo, sin embargo…

Podía sacarle más provecho al juego de lo que él se podía imaginar…                                      

 

 

Notas finales:

Hare los capitulos, unos sera solo de ciel y sebastian y otro solo de claude y alois

el proximo capitulo sera de alois y claude :D


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