Parte 1.- El ritmo de Kiba.
El tren frena en la estación, y la mano de Naruto toca mi hombro. Olvidé que tomamos juntos el tren.
Subimos al vagón y tomamos asiento.
Deidara, el hermano menor de Naruto, me observa, me evalúa. Espero que diga algo. Pero no lo hace, simplemente desvía su mirada hacia la ventana. Naruto me mira con una sonrisa en sus labios.
—Le agradas —dice en voz apenas audible. Me rio de sus palabras.
Naruto es un desastre, y por eso me agrada. Es alguien que no intenta caerle bien a los demás, no se esfuerza por ello; solo le sale… Porque él es así.
En la próxima estación lo veo tensarse. Actúa extraño. Y una melodía que ya conozco empieza a sonar…
Suave, lento… Una voz de violín que reclama algo… y otro que le responde… Pero la respuesta no es suficiente, y el primer violín lo sabe, por eso se queja… Y su acompañante decide develarse… Y le grita, le exige que pare… Así empieza su discusión… Cada vez más alta, dulce a su manera… “Especial”.
Es un debate.
—¡Shino-kun!—grita Naruto.
Dos muchachos se unen a nuestro pequeño grupo.
Deidara nos observa y ríe. Tras unos segundos él toma sus cosas y escapa de su hermano mayor para ir con sus amigos.
Shino y el otro se sientan con nosotros.
— Hola, ¿cómo están? —pregunta mi amigo a los recién llegados.
Pero ninguno responde, solo lo miran.
— Creo que no planean responder —le digo con una sonrisa—. Naruto pregunta cómo te llamas —agrego mirando a uno de ellos, posiblemente mi amigo me golpee.
— Sasuke.
—Un gusto, Sasuke, soy Kiba.
—Naruto—se presenta mi hiperactivo amigo.
— ¿Tú cómo te llamas? —pregunto.
—Shino.
— Un gusto, Shino.
La melodía acelera. Cambia su curso.
—*— Suena y suena —*—
El silencio tensa el ambiente.
Y Naruto tararea.
— ¿Dónde escuchaste esa canción? —pregunta Sasuke. Su voz no demuestra curiosidad, es un sonido monótono, sin sentimiento.
Naruto lo mira.
— De ningún lugar en particular.
—*— Suena y suena —*—
El tren se detiene. Shino y Sasuke se apresuran a bajar, mientras Naruto busca a su hermano. La melodía se detiene, se pausa momentáneamente, aunque repito el ritmo mentalmente, una vez tras otra.
Me quedo esperándolo. Pero, al cabo de unos momentos, veo a Deidara caminar con sus amigos rumbo al colegio. Naruto aparece a los pocos minutos.
— ¡No lo encuentro! ¡Lo secuestraron! ¡Oh, mi Dios! ¿Y ahora qué hago?
— Pasó hace unos minutos por acá.
— ¿Qué?
— Está con sus amigos, rumbo al colegio.
Naruto me grita algunos insultos, y yo rio. Cuando acaba, el ríe conmigo. Al cabo de unas cuantas cuadras llegamos al instituto.
Naruto habla. Habla y no para.
—¡He, Ustedes!—un chico de cejas pobladas y cabello negro cortado en taza se acerca a nosotros—. Nos faltan dos en el equipo de vóley, ¿Y adivinen qué? ¡Están dentro!
—¿Qué dices?—pregunta Naruto estupefacto.
—Mañana en el gimnasio, a las 8 am. Nos vemos.
—Maldición.
—Creo que debemos ir…
—El vóley es de niñas…
--Vamos a ir.
—No.
—Sí.
—No.
—Yo voy.
—Yo también.
—…
—…
Nos miramos… Y estallamos en carcajadas.
—*— Suena y suena —*—
Nos apresuramos a ir al aula para evitar más “encuentros positivos”.
—Tal vez tengamos a Kakashi-sensei—aventura Naruto.
Es temprano, por eso el salón de clases está vacío. “Casi vacío”. Shino y Sasuke también llegaron, están sentados mirando por la ventana.
Shino sin lentes, Sasuke con una sonrisa. Ambos se voltean para ver quién entró. Sus miradas nos traspasan, ven más allá que nosotros. Y la melodía comienza acelerada, al mismo ritmo que mi corazón.
Ellos desvían la mirada, solo para seguir mirando a través de la ventana.
Naruto se acerca a ellos, y se sienta sobre la mesa, sigue la vista de los otros dos.
Me acerco a ellos. Me sorprendo.
—Desde aquí se ve todo.
Y es verdad, la vista es impresionante.
—No por nada estamos en un quinto piso.
—*— Suena y suena —*—
El timbre suena, y de a poco los alumnos van llegando.
Sasuke toma asiento pegado a la ventana, Shino se sienta detrás.
Naruto me mira, y asiento en respuesta a la pregunta no formulada.
Toma sus cosas y se coloca en el asiento de delante de Sasuke, hago lo mismo, me siento a su lado.
La melodía suena más fuerte, es abrazadora, pero suave, muy suave. Un ritmo lento.
— Son las mismas notas, solo que cambia el ritmo—dice Naruto.
Lo observo, tiene razón.
—Es cierto —le respondo.
Me mira sobresaltado.
—El piano suena muy alto.
—¿Piano?
La conversación queda en el aire, ya que un nuevo profesor llega. Se presenta como Azuma Sarutobi, profesor de Historia.
—*— Suena y suena —*—
Parte 2.- El ritmo de Shino.
— Buenos días Sasuke.
Él me mira. Y masculla un saludo. Algo le sucede. Le miro.
—Mi hermano se quedó dormido, y perdí tiempo intentado despertarlo… ¡Pero es inútil!—contesta a la pregunta no formulada.
— Ya veo…
No sé que responderle, los amigos son algo nuevo para mí. En ese momento el tren llega. Subimos. Y la melodía comienza.
—¡Shino-kun!—grita un chico.
Sasuke se sorprende y me mira. Comenzamos a caminar hacia el lugar de donde surgió la vos. Ahí están dos de los chicos del curso.
— Hola, ¿cómo están? —pregunta uno de ellos, Naruto, creo.
Pero no respondo, esperaba que lo haga Sasuke. Él tampoco lo hace. Tomamos asiento frente a ellos.
— Creo que no planean responder —dice el otro.
Ellos ríen, es agradable. Un ambiente cálido se crea con sus carcajadas. Uno del que ni Sasuke ni yo somos participes.
— Naruto pregunta cómo te llamas —dice el más castaño, mirando a mi amigo.
— Sasuke.
—Un gusto, Sasuke, soy Kiba.
— Naruto —dice el chico de cabellos rubios.
— ¿Tu cómo te llamas?—me pregunta Kiba.
—Shino.
Me mira a los ojos. Y sus labios forman una sonrisa dulce.
— Un placer, Shino.
Sé que la melodía acelera, pero no la escucho. Él frunce el seño, y desvía su mirada.
—*— Suena y suena —*—
Sasuke y yo bajamos rápido del tren y nos dirigimos a la escuela.
El toma asiento junto a la ventana. Y yo me coloco a su lado, me quito los lentes, solo para observar a través del cristal. Los minutos pasan, y la puerta se abre.
Me sobresalto, volteo a ver. Naruto, Kiba.
El primero se sonroja un poco. El segundo… me mira fijo, me desafía de alguna manera. Y la melodía estalla. Desvío la mirada, qué más da.
Ellos se acercan. La vista es estupenda. El timbre suena.
De a poco el aula se llena; Alumnos que ríen y hablan entre ellos. Sasuke solo mira por la ventana. La música tiene un ritmo cada vez más acelerado.
— Son las mismas notas, solo que cambia el ritmo—dice Naruto.
Tiene razón. Sasuke le mira a pesar de no ver más que su cabello.
—Es cierto —responde Kiba.
—El piano suena muy alto…
“¿Piano?”. Tal vez estoy enloqueciendo y en realidad lo que realmente suena es eso: solo un piano…. pero sigo escuchando un debate entre violines.
—¿Piano?—replica Kiba.
“Tal vez él escuche otra melodía”
—*— Suena y suena —*—
Fin capitulo 2.- Ritmo secreto.