Capitulo 1: El mayor de mis Hermanos
Misaki creció como un niño lindo, atento, inteligente y muy amable. Vive en el orfanato junto a muchos niños a los cuales considera sus hermanos, adopto el apellido Takahashi, ya que es el nombre de quienes lo cuidaron; Shirogane y Aoi Takahashi, los dueños del orfanato.
A Misaki lo habían abandonado a pocos días de haber nacido, amaban a Misaki. Era el mayor de todos los niños del orfanato, ya que Misaki no había sido adoptado de bebé y poco a poco fueron adoptando a los niños del orfanato y el quedo como el mayor. Shirogane y Aoi hacían hasta lo imposible para que no se llevaran a Misaki, incluso llegaron a decir que él no estaba en adopción, ellos lo cuidaban y lo veían como a un verdadero hijo, querían verlo crecer y progresar como cualquier otro padre a su hijo. Aunque también Misaki hacía de las suyas para no irse – con travesuras y berrinches – él no quería dejar el orfanato, tenía muchos hermanos y hermanas que cuidar y también unos padres que lo amaban ¿Para qué querría irse con una familia que ni conocía si él tenía su familia allí?
Sus padres habían abierto ese orfanato con la intención de formar una familia ¿por qué? Porque habían tratado de tener hijos pero por más que lo intentaban Aoi no podía quedar embarazada, el doctor les había informado que ella era estéril. La pareja quería tener a alguien que les diera felicidad, que les iluminara el día, alguien a quien darle todo su amor, y ¿Qué mejor que un niño?
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Aquel era un día normal, estaba por terminar la primavera, el sol estaba en punto medio del cielo, la brisa soplaba y movía muy levemente las hojas de los árboles. Todo se encontraba muy tranquilo, hasta que…
- ¡Misa-chan, Misa-chan, Shinobu me pegó! – la casa donde se encontraba el orfanato no era muy grande, lo que era sorprendente eran los diversos jardines alrededor de la casa, el más espacioso y agradable era el jardín trasero. Estaba rodeado de árboles, en su mayoría cerezos pero también habían sauces, sin embargo lo mejor de aquel jardín y sin duda lo que más le gustaba a Misaki era un gran y frondoso roble en el centro.
- Pero, porque que le hiciste? – hasta hace unos momentos Misaki se encontraba recargado en el roble con un libro en manos, pero el estrepitoso grito del pequeño Chiaki lo sacaron de su lectura e inmediatamente se puso de pie para buscar el demonio de Shinobu.
- Nada, yo s-solo quería jugar con él – el pequeño hablaba entrecortadamente a causa de que llevaba un rato llorando por el golpe – y c-cuando tomé uno de sus juguetes se enojó y me pegó en el brazo – Chiaki era uno de los mayores al igual que Misaki, era un niño con ojos de una mezcla de color azul y violeta, con el pelo marrón un poco más oscuro al de Misaki, era muy lindo y amigable.
Misaki y Chiaki eran los más unidos del lugar, a pesar de que Chiaki era tres años menor, ambos son los mayores del orfanato. Misaki cuida al ojiazul como si fuera su hermano pequeño, de hecho lo considera como tal, Chiaki siempre fue muy inocente e indefenso y por más que Misaki lo cuide, es imposible estar al pendiente de él las 24 horas. Chiaki siempre ha querido acercársele a Shinobu para jugar con él, ya que siempre está jugando solo, pero parece que no entiende que Shinobu tiene un carácter un tanto “difícil”.
Después de la pequeña explicación de Chiaki y de decirle donde se encontraba el pequeño demonio, el ojiverde se dirigió donde Shinobu para darle una pequeña regañada.
- SHINOBU! – encontraron a Shinobu jugando con unos carritos de juguete a lado de un pequeño estanque cerca de la casa. Shinobu es un niño de la misma edad de Chiaki -tal vez un poco mayor en cuanto a meses- tiene el cabello de color rubio oscuro y los ojos de un tono grisáceo, a pesar de su corta edad, tiene el carácter muy “avanzado”, es muy cascarrabias y se enoja con mucha facilidad y frecuencia.
- . . . - el rubio no contesto nada solo levanto la vista un poco y volvió a enfocarla en sus carritos.
- ¿Por qué le pegaste a Chiaki? – el ojiverde tenía un tono de reprensión que casi ni se notaba, quería regañar al pequeño pero a la vez no, era un niño de 6 años muy apenas sabía lo que hacía.
- Él llego y agarro mis juguetes, ni siquiera lo invite a jugar – Shinobu como siempre contestó con su tono de voz cortante y poco amable.
- Pero no por eso tienes que levantarle la mano! – suspiró ya cansado por decir ese monólogo tantas veces y continúo hablando- y también, los juguetes son de todos no solo tuyos.
- Pero yo estaba jugando con ellos – el ojigris le respondió esto casi gritando, para ser un niño tiene la boca muy grande.
- ¡Sabes que eso no es a lo que me refiero...!
- ¡Misa-chan, ven un momento por favor! – la respuesta de Misaki se vio interrumpida por un grito, era Aoi, que lo llamaba. Dejó el regaño de Shinobu para después y se apresuró para ir con su madre que estaba en la entrada principal, traía las llaves en mano, y por como estaba vestida se podía deducir que iba a salir. – Voy salir un momento con tu padre a hacer unas compras.
- De acuerdo
- Voy a cerrar la puerta principal, cuida de los más pequeños, volvemos más tarde – dicho esto cerró la puerta detrás de ella. Misaki estaba un poco acostumbrado a las salidas de sus padres ya que tenían que ir al mercado a comprar lo necesario para comer en la semana y por obvias razones cuando salían él se quedaba a cargo de los demás.
- ¡Misa-chan! ¡Shinobu me volvió a pegar! – de nuevo la voz de Chiaki, al parecer había vuelto a agarrar los juguetes.
Bueno, para Misaki ese iba ser un largo día -de muchos que le faltaban-.