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Amor en el tiempo por Misaki Heartfilia

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Notas del capitulo:

Misa: lo logré. Dos semanas, me tardé solo dos semanas. Todo un record para mí. Wiiiii —celebra— pero es que con todos estos acontecimientos del final del manga, me hicieron inspirarme XD

Por cierto, muchas gracias a los que respondieron mi pregunta. Ya vi que mi fanfic abarca gente de todas las edades y eso me hace muy feliz =)

En este capi, por fin sabremos que fue de Sasu y Naru, si Sasu enfrentará o no a Naru jeje

Ah, y también los invito a leer el nuevo fic (ni tan nuevo, ya tenía algo escrito) Buscando al esposo ideal.

PD: todos sus reviews, como siempre, contestados

¡A leer se ha dicho!

Capítulo 8: Conociéndote.

 

 

Sasuke se quedó paralizado en su lugar. No lo podía creer, no se esperaba ver a Naruto tan de pronto ni mucho menos junto a su hijo, al hijo de ambos. Vio como Hiroshi se iba y Naruto se quedaba solo, cuando de repente sintió que Itachi lo empujaba y lo hacía agacharse detrás de su propio auto. Ambos se asomaron por el vidrio de la ventana del auto notando que Naruto miraba en esa dirección. Ahí, Sasuke lo pudo ver de frente apreciando su bello rostro nuevamente después de tantos años y de una manera distinta, dado que la última vez que lo vio, Naruto estaba llorando y por su culpa.

Naruto se quedó un rato mirando y se subió a su auto. Sasuke solo pudo ver como el auto se alejaba cada vez más. Cuando ya hubo desaparecido, ambos hermanos salieron de su escondite y se quedaron mirando mutuamente sin decir nada. Finalmente, fue Sasuke quien habló primero.

—Gracias Itachi. Sino hubieras hecho eso, quizá que hubiese pasado. Aun no es el momento indicado para enfrentar a Naruto, ni mucho menos estando Hiroshi presente.

—Así es. Cuando vi que no te movías y a quien veías no dudé en esconderte. Las cosas se hubieran complicado mucho si te hubiera dejado ahí, inmóvil —le respondió Itachi.

—Yo… me quedé impactado. Eso era algo que no me esperaba, el ver a Naruto de nuevo después de tantos años y junto a mi hijo, nuestro hijo fue algo… realmente bello —contestó Sasuke consternado.

—Te entiendo —Itachi le abrazó—, pero en momentos así hay que fingir que nada ha pasado ¿hoy tienes clases con Hiroshi-kun?

—No. Y es mejor así.

—Entonces, entremos y actuemos de forma profesional —Itachi le sonrió.

—Sí. Vamos —ambos entraron en el recinto e hicieron lo que debían, dar clases y enseñar.

 

Un poco antes…

Hiroshi se dio la vuelta al oír a su oto-chan gritarle y vio que éste sostenía su bolsa con sándwiches que, con el apuro se le había olvidado.

Naruto vio cómo su hijo regresaba, tomaba la bolsa y le daba las gracias para después despedirse e irse corriendo. Solo esperaba que no tropezara con lo torpe que solía ser su hijo.

Cuando ya se hubo quedado solo, decidió voltear hacia atrás. Hacía rato que sentía algo, como si fuera observado. Frunció el ceño al ver que no había nadie más aparte de él en el estacionamiento ¿acaso había sido su imaginación? Era extraño, pero él juraba que alguien los observaba a él y a su hijo. Bueno, lo dejaría como algo producto de su imaginación. Caminó hasta su auto y se subió, ahí observó la hora en su celular viendo que ya eran las 8:07. Llegaría tarde al trabajo, pero no le importaba, después de todo el idiota de Suigetsu era el que supervisaba eso y él a Suigetsu lo tenía comiendo de su mano, literalmente hablando.

Cuando llegó eran casi las 8:25, llegaba 25 minutos tarde por primera vez en su vida. Él solía ser alguien sumamente puntual y claro que el hecho de que alguien tan correcto y estricto como él llegara tarde fue algo que llamó la atención de todos los ahí presente y claro, Suigetsu no tardó en hacer acto de presencia al frente suyo, mirándole con esa sonrisa extraña que solía poner siempre.

—Vaya, quien lo diría, Naruto Namikaze llegando tarde y bien tarde. Dime ¿Qué excusa tienes?

—Mi excusa es que me quedé dormido y además, tuve que ir a dejar a mi hijo a la escuela y eso me tomó tiempo —se encogió de hombros.

—Oh, pero aquí ese tipo de excusas no valen.

— ¿Y qué vas a hacer?, ¿me vas a echar? —Naruto ironizó ya que eso era poco probable.

—Puede ser. Convénceme de no hacerlo —Suigetsu le propuso con una sonrisa, que según él, era seductora.

—No me interesa. Por si no lo sabias, dinero es lo que me sobra además, estoy seguro de que cualquier periódico o revista estaría encantado de tener a Kyubi en sus filas —le sonrió de manera retadora y segura.

Suigetsu bufó por lo bajo y solo dijo:

—Que sea la última vez —y se fue a su oficina. Cuando ya hubo estado adentro, la mayoría de los presentes soltó la carcajada que se habían estado aguantando. Naruto se dirigió hacia su cubículo en donde Yugito le esperaba riendo a más no poder.

—Eso fue jajajaja muy… grandioso jajajaja al pobre no le quedó de otras más que jajaja rendirse jajaja —reía Yugito tratando de recuperar la compostura.

—Tienes razón. A él no le conviene echarme, ya sea por el bien del periódico y por su propio pellejo ya que su hermano no se lo perdonaría —sonrió de forma malvada.

—Eres muy malo Naruto —le dijo Yugito.

—Lo sé. Ahora será mejor empezar a trabajar —prendió la pantalla de su ordenador y se dispuso a ver sus pendientes mientras Yugito volvía a su cubículo a hacer lo mismo.

 

 

Sasuke sentía que el día se le había pasado como agua entre los dedos. Había podido hacer las cosas normalmente sin que todo lo ocurrido le afectara y había estado feliz cuando durante un receso, había visto a Hiroshi pasar sonriendo junto a sus amigos. Se veía tan feliz, tan ajeno a lo que pasaba a su alrededor. El día de mañana tendría clases con él y, revisando las pruebas diagnósticas (en especial la de Hiroshi) había encontrado la excusa perfecta para tener a su hijo cerca y sin levantar sospechas. Por lo visto, Hiroshi era pésimo con los números, ya que solo había acertado a un ejercicio, siendo los demás incorrectos y la otra mitad sin responder y eso era algo que tomaría a su favor, pensó con entusiasmo.

 

 

El miércoles hizo su aparición de manera tranquila. El sol iluminaba solo un poco, ya que había más nubes y definitivamente aquello era mucho mejor que la lluvia, pensó Sasuke cuando se disponía a subir a su auto, guardando su abrigo y su maletín en el asiento de copiloto.

Ese día se iría solo, debido a que ese día temprano, Itachi había ido por el auto a donde el mecánico, por lo que ya no habría ninguna excusa para que se fueran en el mismo auto, cosa que Sasuke agradecía. Soportar a Itachi en las mañanas era realmente agotador.

Cuando llegó al Konoha High School, eran recién las 7:40 hrs. Creyendo no encontrar a nadie se encontró con la maestra de biología Anko, sola en el salón de profesores. Charlaron un poco y cuando hubo sonado el timbre, ambos se fueron a dar sus clases. Ese día, a Sasuke le tocaba con su grupo y el de Hiroshi en la clase de la tarde, la última, lo que lo hacía aún más perfecto. Esperaría la hora con impaciencia.

 

Por la tarde en cuanto hubo puesto un pie dentro del salón, notó como todos le volteaban a ver.

—Buenas tardes —saludó educadamente conteniéndose el ver directamente a Hiroshi.

—Buenos días, sensei —saludaron los alumnos de pie.

—Tomen asiento y saquen sus cuadernos —los alumnos hicieron caso. A Sasuke aquello le parecía como si estuviera viendo a un montón de robots programados para obedecer. Él nunca había estado en un colegio privado, pero en los días que llevaba ahí notó como los alumnos, a pesar de sus posiciones económicas, eran personas normales, educados y bien portados. En ese aspecto, no había ninguna queja—. Antes que nada, les diré que he revisado sus pruebas diagnósticas y debo decir que estoy algo decepcionado —se escucharon unos bufidos pequeños—. Solo la mitad hizo un buen examen mientras que la otra mitad, eh… no llega ni siquiera a una nota pasable.

Una chica levantó la mano en señal de querer hablar.

—Dime —le dijo Sasuke.

—Sensei, lo que pasa es que no estábamos preparados. En primera; era lunes, primera hora de la mañana, no muchos andan despabilados —dijo y varios se largaron a reír.

—Eso lo entiendo, pero sea como sea, hay una mitad que sí lo hizo bien y esa no me parece una buena excusa. De todos modos, para eso estoy aquí para enseñarles. Ahora, empecemos con la clase.

La clase transcurrió normal. De vez en cuando, Sasuke le echaba una pequeña mirada de reojo a Hiroshi y en todas esas veces, lo veía bastante complicado con los ejercicios. Él realmente no entendía dónde estaba lo difícil, solo eran ecuaciones de primer grado con una incógnita, algo muy fácil, pero bueno, mejor para él.

Ya faltando 5 minutos para el término de la clase, Sasuke procedió a poner en marcha su plan, solo esperaba que todo saliera bien.

—Bueno chicos, como he visto que algunos están teniendo problemas en esta materia, he decidido echarles una mano —dijo y todos le prestaron atención. Nuevamente la misma chica de antes, levantó la mano y Sasuke le dio el pase para que hablara.

— ¿Cómo sensei?

—A todos los alumnos que les esté yendo mal, les ofrezco una asesoría para después de clase.

— ¿De verdad nos dará ese tiempo? —preguntó un varón.

—Por mí no hay problema. Lo que a mí me importa es que aprendan. Si quieren, se pueden quedar ahora un rato. Las asesorías serían los miércoles por la tarde ya que es más cómodo ¿están de acuerdo? —Sasuke esperó unos segundos mientras los alumnos tenían su debate mental. Al cabo de unos segundos, algunos aceptaron, otros renegaron y otros alegaron que ese día no podrían, pero que la próxima semana, sí. Daba gracias a dios que Hiroshi y sus amigos habían decidido quedarse.

El timbre sonó y varios alumnos se despidieron y salieron mientras que los que se quedaron hicieron llamadas para avisar que llegarían un poco tarde.

Hiroshi prefirió mandarle un mensaje a su obaa-chan. No quería escuchar y que todos escucharan los posibles gritos de la mujer, así que para ahorrarse eso nada mejor que un mensaje de texto.

Fueron cinco los alumnos que se quedaron. Hiroshi, Kiba, Lee, una peli-azul llamada Hinata y su amiga, una rubia de nombre Shion. Sasuke les dijo que se sentaran en los asientos de la primera fila. Les dio unos ejercicios explicando el primero a modo ejemplo diciéndoles que, en caso de cualquier duda, le preguntaran y que él les explicaría a todos. En total, fueron 10 ejercicios solamente de ecuaciones, de las fáciles, según Sasuke, quien les dijo que en cuanto terminaran, podían irse.

Media hora después, Hinata y Shion ya tenían los ejercicios resueltos luego de preguntar y aclarar por lo que se fueron, mientras que Lee ya parecía estar a punto de terminar y Kiba, bueno, Kiba sorprendentemente había terminado, mientras que Hiroshi miraba su cuaderno el cual tenía ya muchos borrones y solo un ejercicio resuelto.

Kiba y Lee se despidieron luego de que Sasuke les dijera que todo estaba bien y le dirigieron una mirada de “será mejor que te apures” a Hiroshi antes de irse.

10 minutos después, Hiroshi seguía igual que antes. Como odiaba las matemáticas, los números eran su perdición.

Sasuke, al ver que Hiroshi no progresaba le pidió su cuaderno para saber qué era lo que tenía, que era prácticamente, nada.

—No soy bueno en esto, lo juro —dijo Hiroshi a modo de defensa.

—Eso, ya lo veo. Mira, te voy a explicar nuevamente como se hace. Acércate —le hizo una seña para que se ganara a su lado y Hiroshi así lo hizo—. Si tenemos 5x-3=22, este 3, va a pasar al lado del 22. Como el 3 tiene un signo negativo delante, cuando se posicione al lado del 22, lo hará con un signo positivo ¿entiendes? —Hiroshi asintió con la cabeza y Sasuke prosiguió— y entonces, al 22 le sumaremos ese 3 y nos quedará un 5x de este lado y un 25 del otro —le explicó mientras se lo escribía—. Ahora, como ese 5 está multiplicando a la x, recuerda que la x es el número que queremos descubrir, lo pasamos debajo del 25 y dividimos 25 por el 5, por lo que x es igual a 5. Si volvemos a lo que había al principio y reemplazamos esa x por el 5, nos quedaría 5 por 5, menos 3, igual a 22, lo que nos indica que el resultado es correcto ¿lo entiendes mejor ahora? —le miró.

—No había entendido bien eso de la x, pero ahora creo que lo entendí mejor.

—Bien, entonces haz lo mismo con los demás ejercicios —le pasó el cuaderno y Hiroshi lo aceptó yendo nuevamente al lugar en donde estaba sentado.

Unos minutos después, Hiroshi le entregaba los ejercicios ya resueltos, sin embargo…

—Comparado a antes, esto está mucho mejor, pero estos ejercicios —señala tres— están mal.

—Maldición, a este paso nunca acabaré —dijo Hiroshi ya fastidiado.

—Será mejor que repases en tu casa. Pronto se hará tarde y no quiero que algo te pase por mi culpa.

—Sé cuidarme perfectamente solo sensei, desde pequeño lo he hecho —afirmó, disimulando la emoción al saber que su sensei se preocupaba por él.

— ¿Por qué? —se atrevió a preguntar Sasuke.

—Porque no me quedaba de otra —fue lo único que le respondió Hiroshi y eso a Sasuke no le sirvió mucho por lo que decidió indagar en el asunto.

—Hace rato noté que tú fuiste el único que no llamó a su casa ¿tus padres no se preocuparán? —le comentó mientras Hiroshi guardaba sus cosas.

—Eh, bueno, eso fue porque no lo hallé necesario. Solo le mandé un texto a mi abuela —explicó.

— ¿Vives con tus abuelos? —le preguntó Sasuke tratando de sonar sorprendido, cosa que logró.

—No, bueno, sí, vivo con mi abuela y mi oto-chan. Mi abuelo murió hace unos años.

—Ya veo ¿y no tienes hermanos? Yo solo tengo a Itachi —contó para que sus preguntas no sonaran sospechosas.

—No, pero me hubiese gustado —sonrió—. Sensei, ¿le puedo hacer una pregunta? —Sasuke asiente— ¿Qué se siente tener un hermano con el cual compartir?

A Sasuke aquella pregunta lo descolocó un poco, pero eso significaba que Naruto no había rehecho su vida cosa que en el fondo, le agradaba y le quitaba un peso de encima.

—Eso depende de que tal sea la relación. Hay hermanos que pueden llegar a ser muy unidos, mientras que otros no se pueden ni soportar. También influye las diferencias de edad, la cantidad de hermanos que sean. Se podría decir que mi relación con Itachi es buena y normal. Él es el hermano bromista, el sobreprotector al ser mayor, demasiado para mi gusto eso sí —Hiroshi dio una pequeña risilla—, pero también, él ha sido mi ejemplo para seguir. Cuando era chiquito, recuerdo que lo único en lo que pensaba era en ser igual que él, hasta que noté que debía buscar mi propia vida —sonrió—. De eso me di cuenta cuando Itachi se fue a otra ciudad a estudiar y yo me quedé solo. Por aquel tiempo, hice muchas estupideces una muy cruel —puso una cara nostálgica que Hiroshi notó, por eso decidió cortar hasta ahí la conversación.

—Ya veo. A mí de verdad me gustaría poder haber tenido un hermanito, aunque bueno, mi oto-chan todavía es joven y de más que puede tener más hijos todavía, aunque lo dudo —sonrió forzadamente para después encogerse de hombros—. Uno nunca sabe.

—Tienes razón. Quien sabe y algún día se te conceda ese deseo —puso una sonrisa made in Uchiha.

—Bueno, nos vemos sensei, sino mi obaa-chan me va a regañar feo. Prometo repasar en casa —se dirige hacia la puerta, la abre y se despide agitando la mano—. Adiós.

—Adiós, y cuídate —Hiroshi asiente y sale del salón cerrando la puerta tras de sí.

 

Sasuke se quedó mirando la puerta fijamente. Gracias a su plan había conseguido saber muchas cosas importantes de parte de Hiroshi, como que vivía con Naruto y la madre de éste, que Naruto no se había involucrado sentimentalmente con nadie y que Hiroshi anhelaba tener un hermanito. Definitivamente, lucharía para ganarse a su hijo y cuando ya hubiera hecho eso, iría a reconquistar a su rubio para esta vez hacerlo feliz, a él y a su hijo y formar la familia que debió ser en un principio. Tal vez lo que quería sonaba muy utópico, pero él se encargaría de que así fuera. Superaría cualquier obstáculo, de eso estaba seguro.

Continuará…

Notas finales:

Naru: me encanta toda la aparición que tuve ¬¬

Misa: jeje, lo siento, pero este capi iba más dedicado al teme y a Hiroshi ^^

Naru: como sea. Ah, y dile al teme que ni crea que me voy a lanzar a sus brazos en cuanto lo vea.

Sasu: no hace falta que me lo mandes a decir. Estoy aquí dobe. Y yo que tú, coopero, que esta historia debe de tener un final mejor que el de Kishimoto ¬¬*

Naru: ah bueno, eso sí. Pero eso no quiere decir que será fácil la cosa.

Misa: claro que no. Pero juro que ustedes tendrán un mejor final que el forzado manga 700. Será como el bello manga 699, que ese si era el final oficial, no el de la publicidad de The last ¬¬

Sasu y Naru: tenemos un trato —juntan sus manos con las de Misaki—

Misa: la pregunta de hoy, ya que en el capi se mencionó lo de los hermanos y las ecuaciones del teme (es que quería mostrarles que tal era como maestro XD ¿por que yo no tengo un profe así? T.T) díganme ¿tienen hermanos? si es así, ustedes que son, el mayor, el del medio, menor, etc. Yo tengo solo una, y soy la menor. Nos llevamos 8 años, una cantidad algo grande, pero eso no quiere decir que no nos llevemos bien, pero tampoco somos tan unidas, cada una por su lado (aunque eso no evita que me consienta un poco XD)

Muuuuuchas gracias a todos por sus bellos reviews. Por si las moscas, este era el ejercicio que explicó Sasu:

5x-3=22

5x=22+3

5x=25

X=25/5

X=5  

Pa que aprendan lol

Si quieren, y no lo han leído, se pasan a leer este fic http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=135714

Matta ne n.n


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