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Recuerdos y Realidades por PandoraBoxx

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Notas del capitulo:

CAPÍTULO FINAL.

Hola, de nuevo a pasar a dejar el capítulo, mi nombre es LunaPieces, pero debido a que Pandora no puede subirlo, me pidió de favor que lo subiera y no había podido hasta hoy, de verdad siento si alguno de ustedes se ofende por esta tardanza.

 

One Piece belongs to Eiichiro Oda, All Rights Reserved.

EL ÚLTIMO RECUERDO

Posterior a la redada en el bar Ennies, Kid terminó al igual que  Law en el hospital. Ambos tenían muchas heridas pero las de Law, por el simple hecho de que su complexión no era tan robusta como la del pelirrojo eran más severas.

En los días siguientes Law continuaba inconsciente, el desgaste físico lo había arrastrado a sus limites por eso  Kid encargándose  de sus cuidados no se movía de su lado ni por un instante;  el Capitán Smooker  quien fue el hombre encargado de semejante redada, habló con los rectores de la universidad  con el único propósito de confirmar las identidades de los jóvenes. Para los decanos fue una verdadera sorpresa saber que Law, su estudiante modelo terminara involucrado en ese tipo de situación; de Kid lo podían esperar, su comportamiento rebelde de los últimos meses no daban espacio a la duda, no obstante también sabían que si los chicos estaban juntos en esas condiciones una razón muy factible se escondía y solo sería cuestión de que Law despertara para que esa situación se esclareciera.

Los dos chicos fueron respaldados por los rectores quienes aun mantenían la esperanza de que el sobresaliente pelirrojo reajustara su camino y retomara sus estudios. Sin más argumentos  las autoridades dejaron de buscar relación entre los chicos del campus y el “Ennies” del cual solo quedaba vacío el lugar ya que sus fundadores yacían en la prisión.

 Los directivos del recinto hablaron seriamente con el taheño, aclarándole que sería la última vez que actuarían en su defensa y al mismo tiempo aconsejándole que reanudara sus estudios, con su gran capacidad aun no perdía nada, era cuestión de que regresara a clases para que su nivel académico volviera, Kid solo veía los labios de esos señores moverse, pero las palabras simplemente no significaban nada, en ese instante su mente estaba más que quebrada; Llena con pensamientos de culpa y remordimiento, incluso la soledad en ocasiones se apoderaban de ellos haciéndolo caer cada vez mas en la depresión.

Kid no soportaba el hecho de ver a Law en ese estado; solo dormido, cobijado por la fina y blanca sabana con las manos y brazos cubiertas por las vendas; su cabeza envuelta en vendas, el golpe había sido más fuerte de lo que pensaban, su rostro castigado de forma excesiva exponía moretones e incisiones, aún así lucia sereno y tranquilo.  En su pecho se abultaban gasas cubriendo la profunda herida que le había ocasionado el taco de billar, la estaca si había penetrado hasta el musculo y aunque ya no había peligro si permanecería adolorido por unos días.

El agobio era demasiado  lo era más por el hecho de que resultaba ser una carga necesaria. Sin importar lo fuerte que sea físicamente, el dolor emocional que le causaba ver a Law en esas condiciones superaba al físico con creces, inconvenientemente por ser Kid, trataría de tragarse todos esos resentimientos y quedárselos solo para él: un chico orgulloso que no mostraba sus debilidades ante nadie, era  por eso  que cuando sentía el nudo en la garganta, se distraía viendo por la ventana concentrándose en cualquier vehículo con motor, de ese modo lograba calmarse un poco.

En los días subsecuentes un visitante que no esperaban de nueva cuenta hacia acto de presencia e  inconscientemente les ayudaría: Killer.

Después de que Law se marchara Killer recuperó el sentido y con mucho esfuerzo logró ponerse de pie para salir del dormitorio, al hacerlo el escandalo se hizo inevitable, los chicos curiosos inmediatamente llamaron al doctor del recinto y éste terminó el trabajo que Law había comenzado. Unos días bastaron para que Killer se recuperara al grado de poder caminar, lo que hizo primero fue ir a ver a ambos chicos al hospital.

¿Cómo supo que ellos estaban ahí? Simple, los rumores se regaron como pólvora primero por todo el pueblo y después por el campus, rumores de que un par de chicos de esa escuela habían desenmascarado un lugar clandestino de peleas, prostitución y drogadicción; añadiéndole a ese “rumor”  la presencia policiaca  a la universidad todo concordaba, ahora ese trio era de lo único que se hablaba en  el recinto.

Al verlo entrar a la habitación Kid sintió mucha más culpa encima y al rebobinar  lo que había pasado agachaba la cabeza, no soportaba verle el rosto que  aunque estuviese cubierto por su abultado y largo fleco  no significaba que no estuviese ahí; la culpa era evidente. Killer notó eso y fue él quien entablo la “conversación”.

—Saliste bien librado. — Observaba  el rubio.

Kid mantenía la cabeza apuntando al suelo.

— ¿Es verdad lo que veo?— Preguntaba. —El Kid que conozco no actuaría de está manera. — Exponía Killer.

Él sabía que solo con provocaciones Kid le contestaría, o eso pensaba.

—Y tú ¿Cómo puedes saber eso? —Contestaba con la voz entrecortada sin dejar de ver al piso.

—No eres de los hombres que expresan mucho sus sentimientos, así que, es una simple deducción. — Alegaba el rubio.

Kid solo movía la cabeza de arriba abajo, Killer se harto de tener respuesta de su parte. Camino hacia él y lo sujeto por la bata, obligándolo a que levantara la cabeza.

—Si en verdad te sientes así de mal y ya lo sabes ¿Cómo lo remediaras?— refunfuñaba en un tono molesto.

Al ver a Kid cerrar los ojos soltó la bata; Kid se recargo en el hombro de Killer quien solo se quedo estático.

—No… no lo se — contestaba tristemente.

Para Killer el verlo así no le parecía extraño,  pero sí le parecía triste ya que en las platicas que tenían, Trafalgar Law era participe inconsciente de ellas por eso se lograba dar una idea de lo que sentía por el moreno.

—Sabes muy bien que no fue culpa tuya…él también lo sabe…. Solo espera…

—Me iré de su vida, me iré de la universidad… —Interrumpía el pelirrojo.

Killer exhaló, esas palabras le dejaron en claro que sin importar lo que él dijera Kid se marcharía.

—Si haces eso, él saldrá mucho mas lastimado que tu, su situación tiene remedio…

—Yo no lo veo, solo mira, mira lo que te hice. — le apuntaba al estomago, Killer aun seguía resentido por la profunda cuchillada, producto de la irá proveniente de Kid. —  ¡¡mira como lo deje!!…mi..mira… — Apuntaba a Law con la mano al momento de alejarse dos pasos, el tono de Kid se elevo, pero eso no disminuía la tristeza que en su voz se alojaba, Killer guardo silencio, no sabía que más decirle.

Kid salió, Killer pensó que ya no regresaría así que tomo asiento y comenzó a hablarle a un dormido Law, esperando una respuesta.

—No se que tipo de relación tengan, no me interesa mucho eso en verdad, pero ese estúpido se irá si no logras abrir los ojos… todo el esfuerzo que hiciste será inútil, debes despertar.  — proclamaba Killer.

El “tic-tac” de un reloj de pared y pasos lejanos  fue lo que Killer obtuvo por respuesta, Law no mostraba señas de querer o poder despertar, Killer trago saliva; en ese momento Kid entraba con un vaso con café.

—Será el último. —Aclaraba Kid con los ojos llenos de agua, Killer salió dándole privacidad.

 Kid coloco el vaso se café en la mesita, miro de reojo a Law y sintiendo su mundo desmoronarse por partes se acerco lentamente  se inclino y le dio un beso en la mejilla, las lagrimas atravesaron el rostro de Kid para terminar en los labios de Law.

—Yo… — Un suspiro cortado lo interrumpía. — Adiós. —Pronuncio con mucha tristeza el pelirrojo, sin decir o hacer más salió de la habitación, ni siquiera volteo a ver a Killer quien lo vio desviar la mirada al pasar por enfrente suyo, Kid casi corría por el pasillo, no miró atrás solo caminaba lo mas rápido que podía; Killer supo de inmediato que ya no lo vería ahí.

Killer seriamente entro en el cuarto, el dulce aroma de la vainilla proveniente del café envolvía la habitación, una vez más tomo asiento y se dedico a mirar a Law.

—Ese idiota ya se fue. — Pronuncio en un tono demasiado bajo.

—A… ¿A dónde?...— Pronunciaba  Law entre quejidos.

Killer se levanto de la silla y se apoyo en la cama.

— Dijiste algo, ¿verdad? Law ¿Estas escuchándome?— Pronunciaba Killer.

—Cla…ro… Eus…tass-ya…— Pronunciaba con mucho dolor Law.

—En resumen, el idiota de Kid se largará de la universidad, no creo que lo vuelvas a ver.

Los ojos de Law se abrieron a tal grado que simulaban ser  redondos platos. Sin pensarlo dos veces con mucho esfuerzo se enderezo, estando sentado comenzó a quitarse las mangueras y agujas de las manos, abrochándose la bata se puso de pie, sus piernas eran la peor imitación de gelatina ya que ésta tenia mas firmeza en ese momento; su debilidad era muy evidente, se fue hacia el frente Killer logro sujetarlo, Law apretó fuertemente la camiseta del mismo.

—Llé- Llévame…

—Dolerá— Aclaraba Killer.

Law solo asintió, Killer rodeo el delgado cuerpo del chico con su brazo, mientras pasaba el de Law por su cuello, así comenzó a caminar lo mas rápido que podía. Para Law todo el trayecto sería una tortura, pero eso no era nada comparado con el hecho de que Kid se fuera, esta vez no lograría seguirlo sin importar a donde fuera no lograría alcanzarlo, ese pensamiento  que merodeaba  en su cabeza le provocaba una punzada mas doliente en el pecho, que la que estaba sanando en ese momento; el personal del hospital no pudo retenerlo, no usaron la fuerza para salir, simplemente omitieron todos los gritos y bullicio que se desato al verlos salir de esa manera.

Kid ya estaba en el dormitorio, ajustando sus maletas, miraba la cama de Law y el remordimiento lo abofeteaba. Por instantes se  lo imaginaba sentado leyendo, dándole la vuelta a la pagina calmadamente como era lo usual, muchas preguntas se le vinieron a la mente ¿Cuándo fue que todo cambio? ¿Cuándo fue que todo se torció? ¿Cómo fue que esto pasó?  ¿Por qué a mí? Esas preguntas lo azotaban y lo mortificaban, solo mordía su labio inferior para mitigar el inmenso dolor de su corazón.

En el trayecto Law sufría el dolor con toda la extensión de la palabra,  aunque Killer fuera experto conductor los baches y pozos que adornaban el camino eran cómplices de lastimarlo. Pero eso no importaba, lo que deseaba con toda el alma era llegar antes de que Kid se fuera, quería estar con él de eso ya no había duda.

—Más…rápido…— pronunciaba entre quejidos el chico ojeroso.

Suspiros y jadeos acompañados de una posición fetal que Law adoptaba le mostraban a Killer que en verdad no estaba bien, pero por el bien estar de esos  dos, necesitaba llegar antes de que Kid saliera del campus.

Kid en la habitación echaba el último vistazo,  buscaba que nada se quedara atrás, que nada perteneciente a él acarreara algún vago recuerdo a Law. Si él sabía que hacía lo correcto entonces, ¿por qué le dolía? Todo su ser molestaba, en ese instante el deseo de regresar el tiempo nunca fue tan demandado, así fue que la negación aprovecho ese letargo y apareció, nada era convincente, todo era mentira, el reloj marcándole la hora le decía que Law estaba en el laboratorio de química, que pronto llegaría y que juntos irían a comer al “Arabasta” que Viví les serviría lo de siempre y que juntos regresarían, Law se sentaría a leer sus montones de libros y Kid se tumbaría en la cama vislumbrándolo,  arrullándose hasta que el sueño lo venciera.

No lo soporto más, cayendo hincado inicio una contienda contra el suelo  golpeando con el puño cerrado;  Killer y Law justo en ese momento estaban llegando.  A Killer poco le importaron los señalamientos y entro mas allá del estacionamiento, el escandalo y furor se apoderaron de la facultad, Law en esas penosas condiciones y el estudiante que acordé a ellos, era quien  había echado a perder a los chicos llegaban de esa manera, los presentes los vieron dirigirse al “dormitorio del reloj” era así como apodaban el edificio; los mas osados comenzaron a seguirlos, para cuando llegaron a la entrada un gran numero de curiosos estaban detrás de ellos, no les prestaron la mas mínima de importancia, solo se centraron en llegar a su destino. Solo faltaba lo más difícil, las escaleras del edificio, Killer detecto de inmediato que Law no lograría subirlas, ya que estaba exhalando con mucha dificultad y el calor corporal le indicaba que la fiebre comenzaba a atacarlo.

—Lamento mucho esto, pero es necesario. —Decía Killer a Law al pie de las escaleras.

Killer levanto al delgado y adolorido chico a modo de “princesa en rescate” y subió las escaleras lo mas rápido que pudo, Law solo se sujeto del cuello de Killer, para el rubio eso representaba un reto ya que Law no era pesado eso estaba claro, pero la herida de Killer era dolorosa, más por la amistad hacía el pelirrojo se exigió hasta su limite.  Llegando por fin al dormitorio Killer bajo con delicadeza al ojeroso, solo tomó algo de aliento. Segundos después escucharon  los sollozos provenientes del interior. Law volteo a ver a Killer quien solo asintió.

El moreno tomo la perilla y la  giró lentamente, la puerta se abrió mostrando a un Kid destrozado hincado, llorando y golpeando el piso, Law trago saliva ante tal visión, entro lentamente sus heridas no le permitieron moverse mas rápido.

Para Kid fue toda una  prueba el ver llegar a Law en esas penosas condiciones,  vestido con la bata blanca del hospital se veía incluso “descolorido” ya que sus ojeras se marcaban mucho mas parecía más un fantasma que el chico por el que lloraba.

Tragando saliva Kid desvió la mirada, Law entro y recargándose en la puerta la obligo a que se cerrara, Killer decidió salir del edificio, así ambos chicos tendrían privacidad, cuando llegó a la entrada principal se encontró con un tumulto de estudiantes curiosos que esperaban ver que pasaba, Killer opto por tomar la pose ruda y se recargo con los brazos cruzados a un costado de la puerta, de esa manera nadie entraría al edificio, al menos por ese momento los rumores le darían la ventaja.

—Esta vez no hay lugar a donde correr Eustass-ya. — Pronunció Law.

Kid solo apretaba los parpados, no lo volteaba ni a ver.

Law sabía que el orgullo de Kid no le permitiría abrir los ojos, a esas alturas Law ya no tenia orgullo que mostrar, todo el esfuerzo previo para llegar ahí, lo  habían desgastado una vez más, al querer caminar en dirección de Kid comenzó a desfallecer, el pelirrojo lo noto y con gran agilidad lo alcanzo a atrapar antes de que Law cayera al suelo, lo tenia en sus brazos una vez más pero en esta ocasión era por voluntad propia ahora lo protegía en lugar de dañarlo, en verdad era delgado y muy estilizado, Kid lo rodeo con ellos con demasiada delicadeza.

—Yo…yo…— pronunciaba entre sollozos cortantes.

Law no dijo nada, solo atino a estrecharlo con la fuerza que en ese momento su débil cuerpo lograba aplicar. Kid sintiendo esa calidez entendió que Law no lo culpaba de nada, para él, Kid era su compañero de habitación, era su apoyo, era incluso sus distracciones,  era su todo. Sus labios temblaron y fue ahí donde Kid dejo salir todo el remordimiento, la culpa y el rencor a modo de llanto, un llanto comparado con el de un pequeño niño perdido.

Abrazando a Law lloró a pulmón abierto, sus lágrimas chocaban en su cuello, sus lamentos eran devastadores. Law  trataba de aclarar su garganta para no dejar salir a flote el desconsuelo. Kid cayo nuevamente de rodillas pero no soltó a Law, lo abrazaba por la cintura restregaba su rostro en el estomago de Law, apretaba sus manos arrugando la bata; Law nunca había sentido semejante punzada en su pecho, le dolía, le masacraba el ver y escuchar a Kid en ese modo; sus ojos se llenaron de agua, dulcemente comenzó a acariciar la cabellera alborotada del pelirrojo.

—Shhh, ya todo pasó.

Kid no escuchaba razones, sus berridos le rompían cada vez más el corazón, así que  deslizando sus manos  tomo con mucha dulzura el rostro lloroso del pelirrojo.

—Eustass- ya…— pronuncio dulcemente.

Levanto el rostro de Kid y con los pulgares limpio las lagrimas que brotaban de sus ojos, Kid lo miró directamente, ese par de luceros ya eran los bellos espejos que adoraba ver, aquellos que le reflejaban un poco de lo que fuera que Law viera; El tostado ojeroso se inclino demasiado adolorido sin embargo no dejaba de ver esos ojos llorosos, reflejantes del más profundo arrepentimiento no obstante poseedores de un brillo apasionado que lograban cautivarlo.

Law ya no quería perder la oportunidad, además lo había aprendido bien habían luchado literalmente por una segunda oportunidad y hay la tenía justo en frente; lentamente se acerco al rostro lacrimoso de Kid entreabriendo sus labios, Kid sintió el aliento de Law en su húmeda mejilla, eso le erizo la piel, ladeando un poco la cabeza para prevenir que Law se lastimara por algún movimiento extra, se dejó llevar. Viendo el rostro de Law cada vez mas cerca un cosquilleo le invadió, en su estomago, la ansiedad revoloteaba.  Sujeto  ambos brazos de Law con los suyos y, justo así con la mezcla de alientos sus labios se entrelazaron con demasiado dulzura, el moreno adolorido disfruto los labios de Kid deleitándose con esa sublime caricia que  tontamente había dejado escapar en el taller, pero ahora era bien recompensada, se tomaron su tiempo degustando los labios del contrario jugueteando dulcemente, saboreándose; el agua salada producto de las lagrimas de Kid era palpable así mismo lo era la sangre proveniente del corte en el labio inferior de Law;  Kid se perdió en el aroma y sabor del moreno.

Lentamente se alejaron, abriendo los ojos paulatinamente lograron verse de cerca, Kid una vez observo su reflejo, ahora ya no se veía una bestia sedienta de sangre, ahora veía a un hombre que seguía fuera de sus cabales pero en el más puro modo, ahora se veía a si mismo enamorado y cayendo ante un chico inexpresivo y apasionado que solo se concentraba en los estudios.

Law en cambio veía a un chico antipático pero atento  que lo hacía mostrar y descubrir  matices que ni él sabía que poseía, eso le daba “curiosidad” ¿podría ser? Pero era algo más profundo; era el momento de que él también abriera los ojos a la realidad, Law estaba enamorado y sin importar lo que pensara del amor eso era justo lo que sentía por el pelirrojo.

Sus pensamientos fueron interrumpidos, su cuerpo desfallecía. Kid se puso de pie, Law quedo recargado en su pecho los jadeos profundos exhibían el limite del moreno; Kid toco su frente para cerciorarse, la fiebre ya estaba por completo en Law; Lo levanto en peso era tiempo de llevarlo al hospital o cuando menos con el doctor de la facultad, ¿pero moverlo seria buena idea? Pensaba el pelirrojo.

Law sintió el dudoso movimiento por parte de Kid, para mostrarle que estaría con él a partir de ese momento lo rodeo con ambos brazos por el cuello y escondió su muy caliente rostro en el musculoso cuello del pelirrojo, así Kid se mostro seguro y confiado, salió del edificio con Law en sus brazos, para la mayoría de los curiosos ese espectáculo daba mucho que decir los susurros comenzaron a hacer estática, una mirada feroz del pelirrojo basto para callarlos a todos; Killer quien aun aguardaba afuera mostro una sonrisa amena, con esa imagen en mente sabía que los dos chicos estarían bien, solo era cuestión de esperar.

Kid camino en dirección del auto, entrando en el acomodo a Law en sus piernas trataba de mantenerlo lo mas confortable que pudiera así ya no se lastimaría.

Killer corrió en dirección del auto, entro lo hecho a andar y regreso por donde había llegado, de vuelta al hospital el equipo medico miraba como el joven rubio que prácticamente había sacado al moreno a rastras ahora regresaba, ¿qué acaso estaban jugando? El enojo por parte de la doctora Kureha quien era la jefa del lugar fue muy visible al magullar al par de cabezones que llevaban al chico maltrecho, esa doctora en apariencia era vieja, pero se mantenía en buena forma. Después del regaño atendieron de nueva cuenta a Law.

Los días pasaron y por fin Law era capaz de abandonar el hospital por su pie, su brazo derecho aun dependía de un cabestrillo, pero con unos días mas y estaría como nuevo, en la facultad la mayoría ni volteaba a ver a ese par un tanto inusual, Kid retomo sus estudios pero ahora cargaba con una responsabilidad extra, los libros del moreno, quien en silencio disfrutaba de que Kid fuera su acompañante, claro que tenia sus recompensas, aparte de la ayuda con las tareas y en el taller, las muestras de amor como lo eran los besos robados que Law arrebataba de Kid cada que tenia oportunidad, en publico no eran la mejor opción, los curiosos eran muchos además de que ellos no eran exhibicionistas pero esas caricias sinceras eran la prueba más clara del amor entre ellos.

Ese día pasó a ser solo eso, un día más que se perdió entre la semana pasada o la anterior a esa, la cual se quedo en el mes anterior o el previo, así fue como ese incidente se perdió en el pasado permaneciendo  fragmentos a gran escala de lo que había ocurrido, pero solo eso quedaba.

Y así fue como esta aventura pasó a ser un recuerdo mas en la mente de los chicos; Law no lo olvido nunca solo evitaba mencionarlo, Kid no lo hablaba pero el recuerdo vagamente se presentaba algo incompleto así estaba bien; después de todo ambos eran cabezas huecas y por eso no recordaban mucho, se concentraban en aprender y aprender que los recuerdos se veían desplazados.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Muchas gracias por haber seguido la historia y pasar a leer y dejar sus maravillosos reviews, hasta otra :D

 


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