Capítulo 13 – Atrévete a mi
Por los pasillos de la clínica caminaba una mujer totalmente indignada. Cuando le preguntaron si tenía cita con la doctora simplemente dijo que era de suma urgencia. Abrió la puerta y quedó mirándola de pie a cabeza, mientras sentía ganas de golpearle la cabeza ¿Quién se creía ella de meterse con su ex novia?
Había pasado una semana desde que habíamos aclarado las cosas con Marceline y todo estaba saliendo de maravilla. Había ido para mi casa, Lumpy se estaba acostumbrando a su presencia y Fionna prácticamente no pasaba en casa. Debía hablar bien con Marshall sobre las visitas y mi vida estaría prácticamente resuelta, si no fuera porque…
- Hola pedófila… - dijo Keyla entrando totalmente indignada por la puerta
- disculpa? – Bonnibel la miró molesta. Primero que todo ¿qué se creía de entrar de esa forma a su oficina? Segundo…tal vez en el pasado su diferencia de edad con la de Marceline la hubiera llevado a ser una pedófila…pero ahora ambas eran adultas y sabían lo que hacían ¿Qué se creía?
- lo que escuchaste…No te da vergüenza creerte una jovencita estando con mi novia? – dijo muy molesta la peli negra
- primero que todo, No! No me da vergüenza salir con Marceline y segundo! Ella no es tu novia! Es mi novia! – dijo muy molesta y totalmente llena de celos. Odiaba sentir que Keyla había estado primero
- Ella no es tu novia! Marceline me estuvo buscando todo este tiempo ¿acaso crees que siente algo por ti? Ella solo está contigo porque le pagas mucho dinero y así ayuda a su tío que está enfermo – dijo molesta – no puedo creer que la necesidad tenga cara de hereje ¿no te has mirado? Eres una vieja. Ignoro cómo Marceline tiene estómago para estar contigo
Si bien es cierto, jamás en la vida me había considerado la mujer más guapa del mundo, sin embargo, ella había herido con totalidad mi ego. Yo sé que la diferencia de edad era algo considerable pero ella estaba sacando a la luz todas y cada una de mis trancas. Tenía ganas de matarla, de golpearla, pero por el contrario solo respiré profundamente para no ponerme a llorar.
- Te pediré amablemente que te retires de mi oficina…tengo a gente que atender… - se levantó molesta – te invito a que te vayas
- te lo advierto…si te sigues acercando a Marceline yo… - dijo amenazándola
- si me sigo acercando qué?! – la miró molesta y golpeó la mesa
- Le diré a tu adorado ex esposo que terminaste con él porque seguías enamorada de su hermana! – a lo que la peli rosa la quedó mirando con pánico
- eso…eso no es… - musitó la doctora
- acercarte a Marceline y te juro por lo más sagrado que haré que Marshall te quite a Morita. Porque seamos sinceras…él jamás soportaría saber que tú y Fionna eran amantes!! – y tras decir esto salió por la puerta, dejando a la doctora totalmente pensativa ¿Pero quién le había contado la verdad?
- ES OBVIO QUE ESA MARGINAL!!! – Gritó la ama de llaves – eres tan estúpida!!! Y por lo demás yo jamás me acostumbraría a su presencia!! – gritaba indignada – ahora por su culpa Marshall se enterará de toda la verdad!!
- pero por qué necesariamente tendría que haber sido Marceline? – preguntó Bonnibel con tristeza – tal vez ella simplemente lo supo
- Bonnibel! Eso lo pasemos tú, Fionna, Marceline y yo…tú no se lo dijiste, porque de haberlo hecho serías demente…Fionna no conoce a Keyla…y quién es la ex novia de Keyla que quería volver con ella hasta que tú apareciste? – la miró molesta – es que es tan obvio…ahora debes terminar esa estúpida relación
- es que no lo entiendes…yo…yo estoy enamorada de Marceline – dijo Bonnibel – yo quiero estar con ella…es la primera vez en la vida que siento que no tengo que tener miedo por ser lesbiana, y todo es gracias a ella…porque ella me hace sentir libre
- te podrá hacer sentir libre…pero es una idiota que ya te ha traído demasiados problemas – explicó – si Marshall se llega a enterar de tu relación con Fionna sabes que escándalo armará? Ni la Reina Isabel podrá sacarte el castigo!
- no puedo creer que Marceline haya sido capaz de contarle algo así a Keyla… - decía mientras miraba a Lumpy – yo…no puedo estar con ella después de todo lo que ha pasado
- si sigues con ella definitivamente te complicará las cosas querida, te lo he dicho muchas veces – dijo Lumpy
- es que realmente me cuesta trabajo entender que Marceline lo haya hecho – volvía a darse vueltas la peli rosa
- insinúas que fue Fionna? – Lumpy la quedó mirando – Fionna…la que fue la primera en ocultarlo…la que jamás quiso que saliera a la luz iba a ir donde Keyla y contarle toda la verdad…? – bebió de su té y continuó – por donde lo veas eso no cuadra…de verdad que no cuadra
- hoy iba a ir a la casa de Marceline – dijo Bonnibel con tristeza – iba a estar sola en casa y me había invitado a cenar… - susurró con mucho dolor – creo que debo ir a hablar con ella y terminar la relación
- es lo mejor que puedes hacer después de todo, querida – dijo Grumosa un tanto triste por lo que le sucedía a su jefa.
La peli rosa salió en su auto rumbo a la casa de Marceline. Al tocar la puerta apareció su ahora “novia”, que si bien era cierto, oficialmente no eran novias, pero se trataban como tal.
Al entrar a la casa notó que la peli negra tenía la mesa lista para comenzar a cenar, sin embargo, la peli rosa antes de que su “novia” decidiera abrir el vino quiso hablar.
- Marcie…quiero que hablemos antes de que abras el vino – dijo la joven seriamente
- pareces preocupada ¿qué ocurre amor? – preguntó Marceline tomando el rostro de la doctora, haciendo que esta se sintiera mucho peor de que estaba a punto de hacer
- he pensado mucho estos días…en todo lo que hemos vivido… - desvió el rostro algo nerviosa
Pensaba que Bonnibel me iba a pedir que fuera su novia. Por supuesto le diría que sí, era lo que más quería en el mundo. De hecho, la había invitado a cenar porque quería pedírselo yo. Le había comprado un anillo para nada costoso, pero realmente muy bonito para la ocasión. Quería comentarle también que había conseguido un nuevo trabajo, ya que no quería tener que vivir a sus expensas, quería que ella notara que yo podía valérmelas por mi misma y así, aunque no ganara como doctora, podía hacerla feliz con lo que me permitía mi sueldo.
- Quiero que terminemos con esto, Marceline – susurró la doctora
Esas no eran las palabras exactas que buscaba…definitivamente no era lo que yo creía que ella iba a decirme…¿estaba acaso escuchando bien?
- Quieres terminar con esto…te refieres a terminar con esta relación sin nombre… - le explicó sonriéndole – para pasar a una relación con nombre…quieres que seamos novias? – le preguntó esperanzada
Claramente eso debía ser…Bonnibel me quería, Bonnibel había luchado para estar conmigo, era estúpido que luego de una semana ella quisiera tirar todo por la borda…que estuviera terminándome
- No… - susurró adustamente a lo que la peli negra la miró sin comprender bien
- no entiendo…¿estás terminándome? – preguntó molesta
- así es… - dijo con tristeza
- pero por qué? – la miró como si sintiera que era una broma de mal gusto o simplemente su “novia” estuviera delirando – no te entiendo
- es que no hay nada que entender…lo nuestro fue un error..simplemente eso – dijo Bonnibel sin querer mirarla
- un error? – la miró fijamente – Bonnibel me dijiste que no te soltara…me dijiste que querías estar conmigo…¿qué es esto?
- es que me di cuenta que era un error – se disculpó la peli rosa
- o sea, yo soy un error? – dijo molesta Marceline – mírame cuando te hablo Bonnibel
- si! – dijo la joven sin mirarla – eres un error…lo siento mucho pero esto tiene que acabarse ahora ya – dijo mientras comenzaba a dirigirse a la puerta
- No puedes hacer esto, Bonnibel – dijo Marceline – no puedes jugar así conmigo – tomó sus hombros – mírame – Bonnibel la miró a los ojos y comenzó a derramar un par de lágrimas
- no puedo estar contigo…porque simplemente me di cuenta que era un error y lo siento mucho – dijo mientras lágrimas caían por sus mejillas
La peli negra la soltó y se fue al sillón. Se sentó ahí y se agarró la cabeza. Suspiró un par de veces y posteriormente la volvió a mirar.
- Marceline lo siento mucho – dijo la joven mientras se disponía a irse
- Bonnibel… - la miró de pie a cabeza – debes entender que si cruzas esa puerta…aunque vengas llorando y suplicando, yo no volveré contigo…
- lo sé… - dijo la joven con lágrimas en los ojos
- si estás haciendo esto por presión, deberías decírmelo…es eso?
- no… - la joven desvió el rostro
- dímelo – Marceline se levantó del sofá y fue nuevamente donde la joven – es que acaso alguien te dijo algo? Fionna te dijo algo? Yo puedo ir a hablar con ella, puedo ir a hablar con Marshall si así lo deseas…
- y con Keyla? – preguntó Bonnibel
- qué tiene que ver Keyla aquí? – preguntó – acaso ella fue a molestarte? Yo hablaré con ella, podemos solucionarlo, Bonnie
- nada de lo que hagas solucionará mis problemas… - dijo con tristeza – son mis problemas, yo misma debo solucionarlos…y bueno, esa forma de solucionarlos es partiendo por terminar con esta relación que solo nos hará sufrir
- a ti tal vez te haga sufrir – dijo con tristeza – pero a mi me hacía feliz estar contigo, Bonnibel – dijo mientras suspiraba con pena – la verdad es que yo sé que existen diferencias garrafales entre nosotras, partiendo porque tu vienes de una excelente familia y yo soy solo una analista de programas, pero realmente te quiero y no solo eso – tomó su rostro y se acercó – yo estoy…estoy enamorada de ti, Bonnie…
- pero yo no, Marcie – sentenció la peli rosa – yo no estoy enamorada de ti…y jamás podría estarlo…
- me estás mintiendo – dijo Marceline – mírame a los ojos y dime que no estás enamorada de mi – volvió a tomar su rostro
- Marceline no seas tonta – la joven se separó de ella – Lo siento pero debes entender que no puedo continuar con esto – la miró con tristeza – esto…esto se acabó Marceline – la joven se acercó a la puerta
- te lo advierto – dijo con pena la peli negra – si sales por esa puerta… - dijo mientras lágrimas comenzaban a salir por sus ojos – si sales por esa puerta entonces esto se acabó y se acabó para siempre – dijo amenazándola. Sin embargo, la joven salió de su casa y vio por la ventana como se subía al auto y se terminaba yendo – Bonnibel…¿por qué?