Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

HOME por Aria Kimiharu

[Reviews - 297]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Japón: Residencia Imayoshi

Ya casi todo estaba listo para que partieran, la boda de Himuro era un gran acontecimiento que Satsuki no quería perderse, sabía que esos se casarían aunque uno de ellos no estuviera totalmente convencido de lo que estaba haciendo.

Tomo los papeles que tenía en su escritorio, al parecer no podía dejar el caso por la paz, aun así se encargaría de que ninguno de sus amigos lo viera, lo que menos era quería era arruinarle la época de Navidad y Años Nuevo trayendo a su cabeza recuerdos dolorosos .

Fue entre el pápelo que reconoció uno de los informes de la muerte de los pequeños, y tal vez si en ese momento no hubiese puesto especial atención en ese detalle.

— ¡Cariño! — grito lo mas que pudo.

— ¿Qué sucede? — al parecer lo había asustado con tan impredecible grito.

—Necesito que me lleves a un lugar — pido bastante desesperada.

—Pero el vuelo parte en unas horas—

—No importa, por favor —

— ¿A dónde vamos? —la chica sonrió triunfal, quizá solo era una pista sin sentido que no impartiría pero si no checaba todas las posibilidades no podía quedarse tranquila.

Viajaron en auto casi dos horas, no podía creer que el trafico a esa hora estuviera a reventar, Imayoshi solo podía quedarse viendo a su esposa y como esta estaba encerraba en la hojas que tenía en las manos, no solo esa, si no que la última semana había estado moviendo cielo, mar y tierra para encontrar a una persona que no parecía existir.

Lento pero seguro lograron llegar a lo que anteriormente eran bodegas, grandes bodegas donde toda clase de cosas se podían encontrar, ella presentándose como oficial de policía pregunto a  algunos de los dueños que estaban ahí si recordaban algo del gran incendio de hace doce años , mas ninguno le dio pista de lo que estaba buscando hasta que…

— ¿Usted es la nueva detective del caso? — una mujer anciana se le acerco.

— ¿Nueva? — que ella recordara ella la única en el caso.

—Sí, anteriormente era un hombre, ya sabe quién nos interrogo — ¿Interrogo?

— ¿Cómo se llama? — se acerco a  ella.

—Risa Tsumaki — respondió ella llevándose una mano al pecho —Yo le dije todo a ese amable oficial, el me dijo que debido a que no tenía pruebas de lo que había visto no servía  por lo tanto no tenia caso que dijera algo  — ¿Qué?

—No se preocupe, mi compañero de seguro lo considero bien, sin embargo ¿Podría repetírmelo a mí? —Satsuki sentía que estaba acerca de algo grande así que le pidió a la mujer le dijera todo lo que sabía.

—Lo dije, ese día hace doce años uno niños llegaron acompaños de cuatro adultos y todo tenían armas, yo por ese tiempo tenía que cuidar de esas bodegas, sin embargo apartaron a cinco niños especialmente, a ellos se los encomendaron a una mujer que no recuerdo y ella se encargo de llevarlos a otro lugar — no podía creer lo que escuchaba era teóricamente era imposible.

— ¿Cómo sabe que son los niños que estamos buscando? — espero su respuesta.

—Por que el oficial me enseño unas fotos  — aseguro mientras contaba todo la chica de pelo rosa mantenía su mirada perdida en la nada.

—El nombre del oficial ¿Cual era?, No será  Simón Douglas —

—Sí, el me dijo que ya no debía decirle nada mas, que él se encararía de hacérselos saber — la mujer parecía estar intrigada con su investigación —

— ¿Recuerda algo más? —

—No lo siento, solo que… creo que debían partir a América pero eso fue hace muchos años querida, si no fuera porque estuvo en todas las noticias seguramente ya no lo recordaría — se disculpo y con algo de prisa se fue.

Satsuki estaba esperando equivocarse, pero resulta que el oficial Simón Douglas fue el mismo que le dio validez a que eran los cuerpos de los niños, eso quería decir que estaba implicado en algo.

— ¿Terminaste? — la voz de su esposo la trajo de vuelta a la tierra.

—Esto está mal, ¿Y si nos equivocamos con todo lo que pasó hace doce años? — se sentía angustiada, podía palparse su preocupación.

—Hubieron muchos oficiales encargados ese día, el mismo Aomine se encargo de ello…—

—Pero si los dieron por muertos, ¿Y si no lo estaban? —

Esa posibilidad era la que más le asustaba, en el fondo quería creer que era simple paranoia, pero entonces recordó que no todo es coincidencia.

—Entonces tendremos que llegar al fondo de esto, pero… creo que tomaremos el próximo vuelo ¿Cierto? — ella sonrió.

— ¡Por eso te amo!— le abrazo dulcemente, ella no se quedaría de brazos cruzados mientras no supiera lo que realmente paso ese día. Con mucha prisa llevo a su esposo al auto para ir tras la pista del sujeto.

Tardaron en llegar a la estación de policía, desde que había sido transferida pocas veces se había vuelto a pasar por ahí. Miro como varios de sus ex compañeros la saludaban deseándole un buen día.

—Hola, ¿Podría ver al jefe? — pregunto a una de las muchas que se encontraban en la oficina.

—Satsuki-kun, claro ve — la mujer le dio pase, ya que se conocían desde que comenzó a trabajar en ese lugar. Al llegar la oficina de su ex jefe toco la puerta para asegurarse de que no estuviera ocupado.

—Pase — cuando escucho eso entro para verle sentado como siempre en su silla favorita comiendo algo.

— ¡Mira a quien tenemos aquí!, Hace mucho que no vienen, ni tu ni el malagradecido de Aomine   — reprocho sin dejar de comer.

—Lo siento, pero el trabajo —sonrió dejando a un lado la silla — Jefe tengo un pregunta de hace doce años — el jefe para de comer por un instante. Ese había sido uno de sus casos más importantes, no solo por la audiencia pública que tuvo, si no por que implicaba a sus empleados.

— ¿Qué pasa con eso? — todo el ambiente se volvió tenso.

— ¿Conoció al detective Simón Douglas? —

—Si claro, fue interno  aquí, pero él se fue una semana antes del atentado — dijo tomando una posición más seria.

— ¿Seguro? — le impresiono escuchar que un policía que se suponía se había ido estuviera en la escena del crimen.

 —Seguro, yo firme su carta de traslado a América, al parecer quería volver con su familia —Satsuki suspiro, pequeño detalles que no había notado.

—Jefe iré a la boda de un buen amigo mío que está en América  y quisiera hablar con el oficial Douglas, ¿Podría decirme dónde encontrarlo? — pregunto con mucha seriedad.

—Claro, no creo que se niegue a verte — después de darle la dirección la chica  se fue bastante confundida por las cosas que había escuchado, posiblemente esa sería el primer obstáculo a vencer. Fue en cuanto vio el reloj en su muñeca que se dio cuenta, el vuelo salía en dos horas y debía irse, no solo por que prometió ayudar con los preparativos, si no porque tal vez en ese lugar encuentre las respuestas que buscaba.

 

 

Hospital “West”: Guardería

Takeshi estaba contra la espada y la pared, de un lado los niño no parecían quería parar de llorar, del otro pareciera que no quería dejar de jugar, pero ninguno se podía de acuerdo a hacer alguna de las dos, Respiro resignado a que el de plano no podía con niños pequeños, eran todo un caos.

—Vamos chico que estos angelitos no se cuidaran solos— su jefa parecía estar disfrutando de su dolor, y es que no era para menos, el estar rodeado de esos niños mimados no era su especialidad — Aquí te traigo tres — vio al puerta abrirse y enseguida entraron dos pequeñas niñas, una de pelo rojo y ojos azules ,pero quien más le intrigo fue esa pequeña de pelo verde y ojos del mismo color, podría jurar que esa mirada ya la había visto.— Cuídalos —de pronto metió una carriola, ese en definitiva no sería su día.

Sin añadir más se fue dejándolo solo con sus nuevas acompañantes.

—Hola pequeñas, siéntense — les dijo haciéndoles un especio entre los muchos juguetes que había tirados.

—Hoy no debe ser tu día — Yuki de tan solo verlo le causaba entre molestia y pena.

—Lo sé —

— ¿Quieres que te ayude? — por un momento Takeshi se pregunto ¿Qué podía hacer una niña?

—Claro por qué no lo intentas — seguramente terminara llorando ya que sus planes no funcionaban como quería.

Para su sorpresa todos los niños le hicieron caso, cada uno podía sentir que de aquella chica emanaba autoridad. Todos los presentes a excepción de los bebes le hicieron caso y comenzaron a jugar un poco más tranquilos.

— ¿Cómo hiciste eso?—

—Mi tío me dijo que para conquistar a las masas solo hacen faltan las palabras justas — Yuki había convivido tanto con Mei que incluso sus clases de cómo ser una buena líder ella las había tomado.

—Gracias — contesto.

—No es nada, por cierto ella es Ai, no puede hablar trátala bien — le advirtió cuando la chica se acerco para ver cómo iban las cosas. Ai por su parte se sintió bastante sobreprotegida por Yuki era como una especie de hermana mayor y eso le agradaba.

— ¿Y mi hermano? —

—Este bien, lo bueno es que se durmió — respondió Takeshi, al parecer la enana sabía lo que hacía —Por cierto, ¿Cómo te llamas? — ya que habían entrado en confianza que mejor que preguntar su nombre.

—Midorima Yuki, ¿Y tú? — al pobre casi se le cae la manta que estaba sosteniendo, ¿De verdad es niña era la hija de quien presidia la reunión en el hospital?

—Bueno yo… — no tenía claro que hacer, es decir estaba ante alguien que.

— ¡Yuki! — tocaron a la puerta, al parecer era alguien preocupados se distinguió por el tono de voz.

— ¡Mamá!— oh al parecer tenía padres sobreprotectores.

— ¿Cómo se la están pasado? — al parecer Takao no confiaba mucho en las personas, más bien  aun no podía, y el dejar solos a sus hijos con esa mujer no le gusta para nada , seguramente no era de fiar, tanto se preocupo que salió de la presentación.

—Bien, ¿Qué no debes estar con papá?, se enojara y después no te quejes —

—Traidora y yo preocupado por ustedes, lamento si te están dando problemas — cuando volteo a ver a quien cuidaba de sus hijos se llevo una sorpresa al ver a alguien tan joven. — ¿Estás bien? — no se le ocurro decir otra cosa.

—Sí, ¿Por qué? — Takeshi sintió una agradable comodidad cerca de esas personas.

—Por tener tantos niños que cuidar — le sonrió amablemente.

—No se preocupe, además de que se hija me ha ayudado bastante — la elogio, no cualquiera podría hacer eso, menos una niña.

—Me alegro, debo irme o me mataran, cuídense — Takao se despido animadamente de los cuatro, incluyendo al chico que se encargaba de cuidarlo, porque al verlo le causaba una grata sensación de ternura.

 

Ensayo para la Boda

 

Kagami estaba cansado de estar parado durante horas frente a esas personas, ahora recordaba mejor porque no quería ni pararse por ese lugar, lo sabía, lo sabía.

—Taiga ¿Sucede algo? — Himuro le vio bastante tenso que decido preguntarle antes de que atase a alguien con la mirada.

— ¿Por qué quieres casarte?  — se notaba cierto fastidio combinado con sorpresa.

— ¿Y por qué no? — Vaya que no tenia argumento para eso, su hermano había vivido en unión libre des que conocía a su prometido, pero ese repentino cambio no le decía mucho.  — ¿Cómo estas Taiga?, se que he sido un mal hermano por qué no he preguntando si como…— Kagami sintió la culpa en la voz de Himuro que en seguida le regaño.

—Estamos bien, sé que no era tu intensión irte cuando eso sucedió, pero no te preocupes  todo parece ir mejor ahora — sonrió alegremente, en verdad que las cosas habían mejorado bastante.

—Pero eso no quita que te sigas culpando por la muerte de tu hijo, Taiga ¿Realmente estas bien? — con Kuroko ese tema estaba por demás enterrado, no solo por el si no por su hija.

—Si ahora  concéntranos en lo que estamos haciendo — sentía claramente como evadía el tema, pero en ese momento no podía hablar de ello, no quería hacerlo, porque si lo hacía toda esa tristeza volvería y lo único que lograría seria que Kuroko se sintiera mal, ya no quería seguir mirando atrás como si se tratara de su presente.

Notas finales:

Hola mis queridos lectores :)

Espero no haber tardado tanto jaja 

Dejen sus comentarios, Gracias por leer n_n...!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).