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HOME por Aria Kimiharu

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20 de Diciembre

Otro de los días esperados por todos llego siendo motivo para hacer otra fiesta, una más pequeña y con muchos menos invitados que la anterior pero igual de importante.

El cumpleaños de Akashi Seijuro. Este sería un día especial ya que los niños comenzaban a hacer sinceras amistades con Ai, además de que solo serian ellos debido a que estaban muy lejos de casa y no planeaban volver hasta después de año nuevo.

Todos estaban de acuerdo en eso ya que hacia tanto que no convivían solo ellos. Justamente estaban desayunando cuando a Kise se le ocurrió preguntar:

 — ¿Y Momochi y su esposo? — era raro pero desde muy temprano no la había visto.

—Salio, dijo que tenía que reunirse con alguien, al parecer era algo importante, esperemos que regrese para la fiesta si no las cosas podrían salir medio extrañas —menciono y Takao mientras bebía un poco de café.

—En ese caso es hora de comenzar con los preparativos para esta tarde…—  Kuroko comenzó a organizar a la mayoría, después de todo era el único que tenia la autorización de Momoi para dar el sí a los preparativos

 

Cafetería cercana al Hotel

Había decidido ir sola, quería enfrentarse a la verdad de una manera personal. Al llegar al lugar de inmediato diviso a quien buscaba, fue con él a sentarse ya que este parecía estar esperándola desde hace mucho tiempo.

—Lamento haber tardado —

—No se preocupe — menciono al hombre frente a ella.  —Tengo los resultados tal como pidió…—le extendió un sobre. Momoi al ser intima de sus amigos mando a abrir la tumbas sin que nadie preguntara directamente a los padres pues tenía la autoridad para hacerlo y nadie podía negarse  — perdón por la intromisión pero leí el informe de la autopsia de las tumbas y…—

—Chihiro-san… gracias —

—Debo decirle que cuenta con todo mi apoyo… yo le ayudare a encontrarlos. — dijo sintiéndose infalible en su decisión. Desde que conoció a Akashi y la generación de los milagros su vida cambio sentía como si le debiera un favor a su ex capitán principalmente porque quienes secuestraron a los niños lo hicieron con claras intenciones de causarles dolor.

—Lo sé…— abrió el sobre y al leer el resultado simplemente suspiro — No sé como decírselos…— todo daba vueltas a su alrededor, ella quiera estar cien por ciento segura por eso mando a hacer las autopsias, sin embargo  no había una buena forma posible para decir: “Me equivoque al final sus hijos si están vivos.

—Sera mejor que se los diga pronto si no posiblemente las cosas se pongan feas en un futuro cerca — Momoi sabía que tenía razón pero con todo lo que había vivido no se imaginaba volver a ver llorar a sus amigos de esa forma.

—Hare lo posible para informales de esto lo más pronto posible… y sobre los secuestradores — de hecho según Hanamiya haba visto a uno de ellos, lo que significaba que estaban cerca de lo que ellos podían pensar.

—Estoy al tanto y dentro del sobre viene información que logre recaudar, tenga por seguro que no nos volverán a engañar — esperaba que realmente fuera verdad.

Se despidieron esperando volver a encontrarse pronto. Solo faltaba darles la noticia.

 

En la entrada del Hotel

Pensó por un momento que no era más que una broma pero al ver a su hija arriba del carruaje se dio cuenta de que era muy enserio.

— ¡Vamos!— grito Mei extendiéndole la mano. Con mucho cuidado Akashi  la tomo, sentí cierto temor de tirarla pues era más pequeña que el. Murasakibara por su parte al ver lo que estaba ocurriendo tomo a su esposo de la cintura para ayudarlo a subir.

Una vez arriba la familia se encamino un paseo por las calles de la ciudad, se notaba lo bueno que era estar los tres en carruaje, lo bueno es que este no tenia techo por lo que Murasakibara cabía perfectamente en el. Mei no dejaba de ver los diferentes lugares por donde pasaban.

Ambos padres miraban a su hija emocionada por lo que no pudieron dejar de sonreír.

— ¡Feliz Cumpleaños Mami!— enseguida y sin previo avisa Mei se le abalanzo, era obvio el motivo de su salida, o podía esperar a ver qué sorpresas le tenían preparadas.

— ¡Feliz Cumpleaños Akachin!— menciono también su esposo abrazándolo muy fuerte, pegando su cara contra la suya al igual que su hija.

Cada momento que paso con su familia le era especial, estuvieron dando vueltas por muchos lugares que en Japón no tendrían la oportunidad de ver. Akashi le dedicaba tiernas sonrisas a los dos amores de su vida.

Comieron en un lugar de comida rápida, porque era lo típico de ese país, además de que las aparan hablando de los lugares interesantes a donde podían ir. Una tarde en familia que culminaría con una cena especial.

Sin embargo la noche llega dándole paso a algo preparado para esa noche.

—Meichi y yo nos adelantaremos al hotel  — en ese momento no entendió el porqué dejarlo solo pero le resto importancia, se quedo una vuelta más el solo en el carruaje pensando en lo hermoso que era la puesta de solo por esos lugares.

Ese día era su cumpleaños y tal parecía que no podía pedir nada más, tenía todo lo que necesitaba en ese momento. Justo en uno de los semáforos.

—Es usted — una voz lo saco de sus pensamientos. Al ver hacia fuera del carruaje pudo ver al chico que conoció hace algunos días.

—Buenas Noches — saludo cordialmente.

— ¿Porque esta solo? — pregunto Natsuki al ver el carruaje vacio.

—Hoy es mi cumpleaños y al parecer me tienen un sorpresa preparada por eso estoy aquí — explico de manera muy clamada, el no solía revelar sus planes a nadie y ahora le estaba diciendo un completo desconocido sus planes para esa noche.

—En ese caso ¿Me permite subir? — eso sorprendió a Akashi.

— ¿Para qué? —

—Necito ir  a la otra cuadra y ya que está usted aquí pensé que podría darme un aventón — bueno eso era algo irrespetuoso.

—Como quieras— pero igual no se negó, algo le decía que no lo hiciera.

Natsuki se sorprendió, ese hombre debía tener mucha confianza en sí mismo porque el permitir que un completo desconocido se subirá con el no era normal. Pero como ya le habían dicho que si y sintiéndose cansado decidió hacer lo que dijo.

Al subir pudo notar que el carruaje realmente estaba muy bien arreglado.

— ¿A tus padres les gusta que salgas tan tarde de casa? — pregunto intuitivamente pues después de todo no era más que un chico.

—No, de hecho creo que ni si quiera saben que me fui — quiso hacerle una pequeña broma, ya que él en realidad no tenia padres. Pero al ver el rostro de enojo de su parte percibió que seguramente no le estaba creyendo.

—Ya veo —

— ¿Por qué pone ese rostro? —

—Me estoy preguntando, ¿Por qué me mientes? — el no era ningún tondo y su experiencia  le decía que le estaban mintiendo.

—Ok… no tengo familia más que a mis hermanos — eso sorprendió un poco más, no era su intención incomodarlo ni nada.  —Aquí me bajo pero antes… —Seijuro que lo veía irse pero al voltear  solo vio como unos brazos lo rodearon del cuello — Feliz cumpleaños señor — intento corresponder al abrazos pero el chico lo deshizo más rápido de lo que pensó.

Se quedo un rato en silencio, por aluna razón el abrazo no le disgusto.

En menos de lo que pensó estaba de vuelta en el hotel donde al entrar los empleados lo guiaron a uno de los lugares donde se hacen pequeñas reunión una vez ahí, se sorprendió de que no hubiera luz, ya comenzó a preguntar el porqué observo cómo se encendían para ver a todos sus amigos sonriéndoles con un cartel enorme de ¡Feliz Cumpleaños No. ¿?!, Nadie se atrevía decir su edad eso era delito.

—Así que de esto se trataba. Dijo al ver a su hija y esposo con una enrome sonrisa.

— ¡El pastel está muy rico!— en el centro estaba un pastel que se veía delicioso y al parecer era de Vainilla. Sus amigos comenzaron con la celebración mientras él no podía sacar de su cabeza aquel extraño abrazo. No quiso pensar más en ese ahora solo se concentraría en pasarla bien con sus amigos.

Todos reían porque realmente estaban emocionados, en su vida la calma estaba presente. No se dieron cuenta cando Momoi llamo su esposo para que fueran a hablar los dos a un lugar privado.

— ¿Qué sucede? — la miro tan abatida que solo pudo preguntar.

—Ya llegaron los resultados de las autopsias…—

Estaban en una habitación conjunta a donde estaba llevándose a cabo la fiesta, pensaron que efectivamente nadie los había seguido sin embargo alguien los estaba observando muy detenidamente. Kuroko que el si no fue visto por nadie decidió ir a preguntar qué pasaba debido a que desde que llegaron estaban actuando bastante extraño.

No era su intención espiar, solo que al escuchar la palabra “autopsia” no supo exactamente como tomarla.

— ¿Y el resultado es? — Imayoshi miraba a su esposa con calma.

—Fue negativo, ninguno de los hijos de ellos está enterrado en esas tumbas y de acuerdo con la investigación es posible que estén vivos y en este país, cada vez estoy más segura, no solo por lo de Simón Douglas sino también por la confirmación de las autopsia, además….—

¿Qué? Kuroko quedo un poco impactado poro aun cabía la posibilidad de que se tratara de otro caso.

—Tranquila, encontraremos la manera de…—

—No lo sé, simplemente no puedo llegar y decirles saben que al final sus hijos si estaban vivos pero debido a la conmoción no se me ocurrió ser yo quien revisara que los cuerpos que les estregue fueran los de sus hijos, además de que los secuestradores posiblemente los trajeron  este país y por doce años…— si no fuera porque escucharon el sonido de un vaso rompiéndose seguirán en su mundo.

Al escuchar esas palabras Kuroko simplemente:

Pensó instintivamente que lo que en ese momento escucho no era más que un error, porque debía serlo. No sintió cuando tiro al piso su copa, si cuando sintió ese horrible dolor en el brazo, si quiera pudo ver a Momoi salir de la habitación para gritarle algo que él no pudo escuchar.

En su cabeza había un silencio que apenas podía distinguir un sonido de otro. Y es que lo que no podía procesar era sin duda las palabras de pena expresadas por la chica.

Solo pudo ver como varios de sus amigo e incluso su esposo fue con él para poder ayudarlo, pero el ya no sentía absolutamente nada, lo único que pudo traerlo de vuelta en ese momento fue el rostro de espanto de su hija, al parecer había escuchado a los adultos correr y enseguida ella fue a investigar que sucedía.

Kuroko solo podía verla, ahí en silencio donde ninguna palabra salía de su boca. Pero por su cabeza  pasaban demasiados recuerdos como para ordenarlos, tanto así que solo uno le vino a la mente en ese momento.

Pasaron tan solo dos días, dos días en los que no sabía nada de sus hijos, nadie podía darle razón de su paradero, ni siquiera Akashi podía encontrar alguna pista de donde estaban. El alivio que sintió cuando le dieron la noticia de que fueron hallados desapareció cuando al llegar a la estación de policía Momoi los recibió con una cara de verdaderos sufrimiento. Sin decirles nada pido que pasaran con un oficial del que no recordaba mucho.

Al llegar a donde les indico, observo un pequeño cuerpo recostado en una fría superficie de metal, quiso mas no pudo articular palabras para intentar pedir una explicación.

—Este es Kagami Masaru… debido a la intensidad de la quemaduras solo fue reconocido por un análisis especializado —

Kuroko sentía como su garganta pedía que dijera algo, pero en su lugar un montón de lágrimas salieron de sus ojos. Con cuidado quito la sabana que cubría al cuerpo solo para observar un pequeño cuerpo obscurecido por la calcinación.

— ¿Masaru? — con cuidado toco un poco de la piel quemada sintiendo el rosar de sus dedos con lo que parecía un muñeco. —Ah…— cuando cayó en cuenta de lo que sucedía no pudo más que soltar sollozos silenciosos que aunque no emitieran gran sonido, por dentro eran como gritos desgarradores.

Él lo vio, el lo sepulto, el lo lloro, el se resigno a no verlo crecer, a tener que pensar en el hubiera y ahora todo eso… todo eso… no fue más que para que su dolor fuera en ese momento insoportable.

—Tenemos que ir a un hospital — dijo Midorima observando como todos los presentes estaban entrando en pánico.

—Vamos — Kagami no perdió más tiempo y lo cargo en brazos para poder correr al hospital. Pero este parecía tan abatido que ninguno entendía el cómo paso.

—Voy con ustedes — la chica sabía perfectamente el porqué de su repentino daño a su salud así que por el bien de su amigo debía estar allí para aclararle cualquier duda. No esperaba que tan pronto tuviera que decirles la dolorosa verdad.

—Shin –chan voy contigo — Incluso Takao se apunto a ir, y por mirada no recibiría un no como respuesta.

Kise y Aomine al ver como corrían con Kuroko en muy mal estado inmediatamente se preocuparon, sin embargo les pidieron se quedaran a cuidar a los niños, principalmente a Ai quien parecía sufrir una especie de shock emocional al ver de esa forma a uno de sus padres.

—Ai tranquila todo estará bien — Kise se acerco para intentar que la niña dejara de mirar de esa manera a la nada. Solo pudo abrazarla para intentarle darle calor.

Los niños que aun estaban algo distraídos en cuanto se dieron cuenta de que algo andaba mal fueron inmediatamente a ver qué es lo que sucedía. Encontrado solamente una mirada triste y perdida.

 

 

Hospital

La noche parecía tranquila, sin ningún accidente que atender. Takeshi se encontraba cenando algo que una de la enfermeras le regalo.

— ¡Emergencia!— una de las enfermeras de guardia corrió a la entrada con uno de los doctores. Enseguida pusieron al paciente en la camilla.

—Doctor Midorima — dijo una de las enfermeras.

—Yo lo atenderé. Esperen aquí — pidió a sus amigos quienes realmente estaban aterrados por la condición de su amigo.

— ¿Qué paso? — al fin Takao pudo acercarse a la chica para preguntarle el porqué de su repentino cambio de salud. Pero ella no tenía palabras para expresar el porqué de la situación de Kuroko.

—Kagamin y Takamin les pido esperen a que Test-kun se recupere, así podremos hablar más tranquilos.

Los tres se quedaron en la recepción un poco aturdidos, cada uno estaba tan perdido en su mundo que no notaron como alguien los observaba preguntándose ¿Qué había pasado? , hasta hace unos días que los había visto porque claramente los recordaba, parecían estar muy felices.

Después de varias horas Midorima pudo salir de donde fue a atender a Kuroko, los miro a los tres y con gran alivio dijo:

—El peligro paso, solo fue una falsa alarma debido a una gran impresión. Ya recupero el sentido y se pondrá bien pero…  —espero unos segundos antes de seguir hablando —Momoi, pido que fueras a su habitación — lo extraño de la situación hizo que todos se preocuparan de nuevo.

—Solo será un momento — ella con toda la fuera que aun tenía decidido ir para enfrentar lo que le parecía tan lejano.

La habitación estaba con ambiente triste e incluso melancólico.

— ¿Te encuentras bien? — quería y anhelaba que le dijera que sí.

—No — su mirada refleja tal  dolor que ella se sentía culpable de solo estar ahí. — Necesito a Taiga también…— enseguida ella lo llamo, seguramente esa era una muy buena idea.

— ¿Qué sucede? — en cuanto entro a la habitación sentía como su corazón se estrujaba de ver a Kuroko de nuevo con esa expresión de arrepentimiento.

— ¿Es cierto? — de nuevo la conversación fue dirigida a Momoi, Kagami quien no entendía nada solo pudo voltear a verla como queriendo una explicación.

—Hace unos días mande a que abrieran la tamba de sus hijos… y a base de un examen detallado sobre los restos…— intuía que es lo que iba a decirle pero simplemente lo creía imposible. —Masaru ni ninguno de los otros están enterrados en ellas —

Solo pudieron instintivamente sostenerse de la mano ya que en su cabeza solo había una respuesta.

—Hay probabilidades de que estén… vivos —

Quizá ese fuel único momento en sus vidas que sintieron como una buena noticia les dolía tanto, porque la posibilidad de volver estaba ahí justo frente a ellos, y de igual manera estaba esa sensación de culpa por no ser capaces de pensar en nada más que su dolor.

Doce años en los que pudieron pasar tantas cosas, en los que irremediablemente estaban puestos todos esos cambios que pudieron suceder.

—No, no, no… por favor dime que mientes — Kuroko pedía solemnemente que fuera mentira que nada de lo que en ese momento Momoi les decía pudiera ser verdad. Porque aunque no soportaban el hecho de haber perdido a sus hijo, el saberlo vivo… y que ellos no lo hubiesen buscado era aun peor.

Sintió su pecho arder de forma descomunal, todos esos sentimientos se estaban quedando atorados de forma que parecían ahogarlo.

—Lo siento — la chica con todo lo dicho solo podía sentirse como si ella fuera l mala de la historia.

— ¿Cómo paso?... ¿Qué paso?...— no tenía una pregunta exacta que hacer, incluso si la tuviera sabia que la respuesta no importaba, solo quería saber si volvería por un momento volver a ver a su hijo.

—Satsuki… —

—Tetsuya —

—Está vivo, Masaru está vivo…—susurro, ella solo afirmo con la cabeza y el cerro lo ojos solo para decir —Taiga…—

Kagami que hasta ese momento solo podía quedarse en silencio al fin pudo expresar un poco de su sentir.

—En definitiva lo encontraremos…—

Momoi pensó por un momento que sus amigos se morirían por la noticia, pero incluso con todo ese dolor solo estaban concentrados en una cosa y eso era encontrar a su hijo.

Solo faltaba decirle a los demás, solo esperaba que reaccionaran de manera similar a Kuroko y Kagami, tal vez fue por ver el rostro de su amigo bañado en lagrimas sin emitir algún sonido de dolor lo que la convenció una vez más de lo fuertes que eran. Y de lo que serian capaces por encontrar a un ser querido.

Notas finales:

Hola, :) lamento la tardanza pero estaba viendo el Dorama de 49 dias jajaj si ...

En fin espero les haya gustado 

Gracias por leer n_n...!!!!

 


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