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HOME por Aria Kimiharu

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Kuroko

Se sentía tan cansado, como si de pronto perdiera todo tipo de fuerza que tenía, era como sí la obscuridad lo invadiera, se encontraba en una habitación oscura que solo era iluminada por una especie de luz que atravesaba la ventana, quizá era la luz de la luna, pero no estaba del todo seguro.

En momentos como ese solía pensar en lo mucho que deseaba tener a su hijo en sus brazos y lo desconsolador que era el saber que no lo vería de nuevo. Masaru… su pequeño Masaru, de pronto como si un recuerdo vacío llegará, recordó las palabras de alguien más, esa que nunca pensó escuchar

“Su hijo estaba vivo y no solo eso, era aquel chico que  encontró sin querer, se preguntaba, se preguntaba… ¿Cómo es que no lo vio antes?, era una copia casi exactita de su esposo, tenían cosas en común, pero sobre todo ese sentimiento de no poder dejarlo de lado, más cundo se enteró que necesitaba ayuda.

Su vida había sido buena y el deseo más grande en su vida era el ver de nuevo a su pequeño, cosa que se cumplió pero por un muy corto periodo de tiempo, se sentía tan cansado que en ese momento solo podía pensar en dormir…

Cuando un recuerdo perdido lo ataco de pronto. Era su esposo cargando a un recién nacido con mucho cuidado, tenía tanto miedo de soltarlo que solo lo sostenía cuando Kuroko estaba cerca, esa expresión en su rostro era de miedo puro. Miedo a lastimarlo.

Sonrió, recordando, todas esas noches en Inglaterra en las que solía llorar todos los días por querer regresar a Japón, porque querer ir a donde su hijo. Había tanto dolor que no había salido correctamente que en ese momento lo único que importaba era… era volver

Su hija aun lo necesitaba, Taiga lo necesita y el los  necesitaba a los tres, tanto que solo valía la pena regresar por ellos, no se rendiría, en definitiva no lo haría, lo vería de nuevo, lo llevaría casa, le haría saber cuánto era querido,  en definitiva no se quedaría de nuevo en ese lugar obscuro, no ahora que podía ver la luz más brillante que nunca”

 

Los chicos estaban bastante confundidos, de pronto estaban en una situación nada favorable, los hombres que estaban conduciendo la camioneta no parecían buenas personas, más cuando Masaru sostenía a esa pequeña niña que sin razón alguna se habían llevado.

— ¿Qué sucede Masaru? — pregunto algo asustado Taisei, al ver a su hermano asustado no supo que responder, todo estaba fuera de su comprensión.

Cuando escucharon la camioneta detenerse y lo hombres bajar, inmediatamente tomaron una pose defensiva, pero fue hasta que escucharon una voz familiar que se quedaron inmóviles, cuando la puerta de la camioneta se abrió solo se dejó ver a aquella mujer sonriendo.

— Miren quien volvió, los pequeños bastardos y... ¿Qué tenemos aquí?— dijo mirando a Ai, en cuanto intento acercarse Masaru no lo permitió— Con que un chico rudo, igual no importa, pronto todos ustedes obtendrán su merecido pequeños engendros. ¿No es así Nora?—al  voltear a verle solo pudieron quedar sorprendidos.

—Lo siento — susurro sin verlos realmente.

—Bajen — uno de los hombres le indico que lo hicieran, por un momento Taisei sintió que ya lo había visto en algún lugar, mas no recordaba donde exactamente, bajaron de la camioneta encontrándose de nuevo  con ese fatigo lugar del que habían huido. ¨”El Orfanato”.

Ai caminaba bastante asustada, ese lugar no era para nada agradable, además de que estaba segura de que vio a un niño acostado en él piso cuando entraron, subieron las escaleras siendo guiados por la directora de Orfanato y esos hombres con cara de pocos amigos.

Cuando entraron a la oficina, vieron o notaron la presencia de un hombre.

—Miren a quien tenemos aquí — sonrió causándoles algo de miedo. —Las pequeñas sabandijas que me costaron millones hace años — se recargo en la silla con una pose prepotente.

— ¿Quién eres?— pregunto Natsuki algo molesto más que asustado.

—Tú, te pareces tanto a tu madre, la misma mirada de inferioridad dirigida a los demás — hablo mientras sacaba un puro de su escritorio para comenzarlo a fumar.

— ¿Qué dice?—

—Una copia casi exacta… esa mirada. Pero en fin veamos  a la pequeña  Ai— se dirigió a ella mientras parecía interesado.

—Ella tiene padres, no tiene que estar aquí — Masaru no permitiría que esa persona le hiciera daño, no se lo perdonaría nunca, ella tenía una familia que seguramente la estaría buscando en ese momento.

—Tú también y estas aquí  — eso lo dejo sin habla. ¿Cómo era eso posible?

—Da igual a ellos no les importo mucho — intento ser fuerte al decirlo, aunque en el fondo dolía y mucho.

— ¿Eso crees?— el hombre parecía burlarse— puede que tengas razón, quien en su sano juicio quería estar con un mocoso inútil como tú y no solo tu si no también tus amiguitos que te acompañan —aseguro mientras fumaba bastante animado.

—Jefe — otro hombre entro a la oficina.

— ¿Qué sucede? — pregunto molesto, ya que interrumpieron su genial discurso.

—Mire lo que encontramos — de inmediato hicieron para al resto de los niños que los acompañaban, Ai se sorprendió al ver a su nuevos amigos y los chicos cas querían correr y decirles a esos hombres que los dejaran en paz.

— ¡Al  fin hacen un buen trabajo!— aplaudió sintiéndose afortunado.

— ¿Quién son…?— Mei no se fiaba de esas personas, más cuando de pronto los habían bajado de la camioneta a la fuerza.

—Más dinero para mí, lo que ustedes no hicieron de pequeños — señalo a los mayores — lo harán estos pequeños bastardos…— Taiki se asustó por la mirada llena de ansiedad de aquel hombre.

— ¿Qué quiere de nosotros?, deje a estos niños en paz, ellos no tienen nada que ver en lo que sea esto — Natsuki comenzaba a asustarse, nunca pensó que eso podría pasar, además esos niños tenían familia.

—En eso se equivocan tiene más en común de lo que creen pero…— saco un paquete de expedientes del cajón — si quieren saber porque arrodíllense ante mí y llaman el suelo hasta que yo diga basta — los chicos lo vieron horrorizados. ¿Cómo podría pensar que podrían hacer eso?— o es que ¿No quieres saber su origen? Y esta vez es el verdadero, puede que tenían la última oportunidad de ver a sus…—

—¡No somos idiotas¡, se lo que quieras de nosotros nunca lo obtendrás — hablo Natsuki sintiéndose bástate mal —No necesitamos a nadie, lo que tengas sobre esas personas en lo particular no me importa — era sincero, aunque algo dentro de sí le decía que posiblemente estaba siendo algo severo y no entendía el porqué.

—Como deseen, mañana será un gran día pero por ahora les informo que no intente nada, o no solo ustedes sufrirán — hablo mientras su mirada expresaba odio —Nos vamos en una horas asegúrense que no escapen.

Uno de los hombres tomo bruscamente a Loise del brazo provocando que esta mostrara una expresión de dolor.

—No la lastimes— Taiki sin pensarlo empujo al hombre, este enojado lo golpeo de vuelta.

— ¡Taiki!— grito Loise corriendo hacia el— ¡Tengo pies puedo caminar yo sola bastardo!— no supo de donde salieron las agallas para gritarle de esa manera, justo cuando el hombre estaba por golpearla su jefe golpeo el escritorio.

—No toques la valiosa mercancía, esta chica es valiosa — de inmediato el hombre se detuvo —Llévenselos. Incluyendo a los mocosos.

Taisei se dio cuenta inmediatamente, los más pequeños estaban muy asustados, probablemente en su vida habían presenciado un escena como esa. Y sintió ganas de llorar también, ellos no merecían nada de lo que estaba pasando. Sin pensarlo más, hizo señas de que fueran hacia él, ya que probablemente si lo dejaban solos algo muy malo les podría ocurrir.

—En dos horas nos vamos—escucharon antes de que la puerta se cerrara.

Ya sabían a donde los llevarían, ese lugar fue como su segunda habitación, técnicamente se la pasaban encerrados ahí la mayor parte del tiempo.

Cuando esos hombres salieron los más pequeños hicieron muchas de estar muy aterrados.

— ¿A dónde nos van a llevar?— pregunto Ken a Taisei.

—No sé — ¿Qué más podía decir?

—Quiero a mis papás— las lágrimas no pudieran evitar salir, a su edad lo más violento presenciado fue cuando a Kazuma le pego una pelota.

En ese momento Natsuki sintió como se hiperventilaba , ese lugar era donde Valentina la dueña del orfanato llevaba a los niños para golpearlos severamente cuando los hacían enojar, si eras fuerte o tenías hermanos como era su caso lograbas salir rápido después de la golpiza, pero si no, en la noche otro de los guardines. Un tipo con un olor asqueroso bajaba y por alguna razón los gritos se intensificaban.

Y cosas malas sucedían.

Por eso tenían tanto miedo en ese entonces, por eso jamás dejaron que descubrieran jamás si en algún momento Loise  hizo o no hizo algo, ellos eran chicos y podían protegerse pero su hermana era otra historia.

— ¿Estas bien?— cuando Mei se acercó no pudo evitar notar que sus ojos estaban llorosos, esa niña a pesar de todo se preocupaba por él. Como una hermana pequeña.

—Sí, solo necesitamos encontrar la manera de sacarlos de aquí — de un momento a otro ellos dejaron de sentir importación por sui mismo, como fuera ellos no eran nadie, si desaprecian a nadie le importaría, nadie los buscaría, nadie lloraría por alguien tan insignificante, pero esos niños eran diferente en todo. Tenían un futuro que no debían arrebatarles.

—Los sacaremos de aquí así volverán con su familia — Masaru coloco a Ai en el suelo para poder ponerse a pensar.

— ¿Qué pasara con ustedes?— Yuki noto que solo hablaban para tranquilizarlos, no le gustaba ese lugar, pero le gustaba menos el tono en el que ellos parecían querer decir que tal vez no planeaban irse con ellos.

—Nosotros estaremos bien, este siempre ha sido nuestro mundo y no podemos cambiarlo — Taiki intento se razonable  — Ya no hay nada que podamos  hacer, lo que importa es que salgan de aquí — todos in decirlo solo pensaban desde que los vieron entrar en que debían ser certeros en sacarlos de ese infierno al que llamaron su hogar durante tanto tiempo.

Como fuera ellos al pasar tanto tiempo en ese lugar sabían perfectamente cómo actuar.

Y solo tenían una oportunidad

Si fallaban no solo sería el final para ellos y eso los aterraba.

No había otra opción.

Ahora o nunca…

 

En la oficina todo parecía ir de acuerdo al plan aquel hombre estaba que se moría de la felicidad, al fin podría tener lo que tanto anhelaba, después de arreglar lo del traslado a Rusia donde comerciaría con sus “mercancías” como el los llamaba decido dejar ir a los encargados para que todo estuviera listo.

—Nora, como siempre un buen trabajo — señalo sacando un fajo de billetes de alta denominación. — Desaparece como la última vez y más te vale que no intentes ninguna estupidez, llévensela — le ordeno.

Cuando los hombres la sacaron del lugar ella inmediatamente corrió lo más rápido que podía, había traicionado a esos niños de nuevo, a ellos que la llamaron valientemente “Mamá”.

Pero esta vez seria Valiente.

Se detuvo cerca de aquel lugar, se detuvo para hacer lo que debido hacer hace trece años, cuando ellos eran aun pequeños, no debió borrar esas hermosas sonrisas. Y por un momento pensó en que nunca más los volvería a ver.

Saco el teléfono que tenía escondido en su ropa, aquel que robo cuando estaban en el hotel, aquel que en cuanto llamara seguramente no se detendrían hasta matarla, en ese pensó en lo mucho que le hubiera gustado volverlos a ver por última vez.

Después de hacer lo que debía, pensó en como todo su ser respiraba de nuevo, está bien consigo misma ahora ya podía irse en paz.

Supo que era el momento cuando escucho las pisadas de alguien detrás de ella, ya era de noche por lo que posiblemente seria pasado como un robo.

Morir era la única manera de pagar por sus errores.

Cuando sintió el impacto de bala no sintió dolor, sintió tanta paz. El hombre que disparo se alejó dejándola sola.

—Realmente espero que vuelvan a donde pertenecen — sonrió.

Ya no había nada más que hacer.

 

 

Movilizar a todo el cuerpo de policía fuer trabajo de Akashi quien estaba a punto de matar a quien sea que estuviera en su camino, era Navidad sí , pero su hija no estaba a su lado haciendo lo que cualquier niño de su edad debería hacer: Causar problemas.

Sumando que Kuroko había ido a parar al hospital, Kagami a petición de su esposo se había quedado para hacer todo lo posible para recuperar a su hija.

Kise junto a Takao se quedaron en el hotel para esperar una llamada de los secuestradores, quizá lo único que querían era dinero, si era eso, no le importaría darles todo. Pero principalmente se quedaron  para cuidar de los más pequeños quienes quizá nunca se enterarían de lo que estaba pasando en ese momento.

Aomine y Momoi estaba hablando con la policía, probablemente buscando rastros, todo el procedimiento llevaría tiempo, y eso era lo que faltaba en ese momento; Tiempo Cada minuto que pasaba podía ser que algo malo le pasar a su pequeña o a cualquiera de los otros pequeños, todo su mundo estaba dando vueltas.

Kyoshi junto a Hanamiya estaban ayudando en la búsqueda por tierra, lo que fuera en ese momento era mejor que estar parado simplemente esperando como la última vez y como la última vez…

Sacudió su cabeza no queriendo pensar en eso, necesitaba estar atento. Ahora estaba seguro de sus sospechas, lo de hace unos años y lo de ahora ano era una coincidencia, debía haber una razón, y cualquiera que fuera sin importar cuando encontrara al culpable se arrepentirá de si quiera existir.

El solo pensar que todos esos estuvo libre lo hacía enfurecer más, seguramente estuvo planeado de nuevo como hacer para dar otro golpe a su familia. Pero en ese entonces no podía pensar las coas con claridad el dolor lo cegaba, por eso cuando pasaron los años por pequeños momento volvía a tener la sensación de que no pudo ser al azar ese día, ese lugar, en definitiva no era una coincidencia.

Cuando su celular sonó y de inmediato contesto.

 

 

Hacia unas horas que sus hijos estaban desparecido, Takao junto a Kise estaban en la habitación vigilada por guardias de seguridad esperando por noticias, se sentía frustrado que ni un buen comentario podía decir, pero el silencio lo estaba matando.

—Voy a tener un bebé— soltó su acompañante sin más, esa noticia era muy buena.

—Ki-chan… ¿Cuándo? —no pudo evitar llorar de la emoción.

—Yo lo se Kazuchin, paso lo mismo con Loise y Taiki, ¿Qué se supone que voy a hacer?—su rostro mostraba un dolor inmenso, sus lágrimas recorrían su mejillas como si nunca fueran a detenerse, en ese momento Takao fue por algo de papel. Estaba algo confundido así que decidió preguntar

— ¿De qué hablas?— su mirada parecía bastante intrigada. Agradecía que lo niños estuvieran durmiendo.

—No puedo, si Taiki no vuelve no puedo…  primero Loise ahora él y si puede que mi pequeña este viva pero ¿Y si no?, ¿Cómo puedo tener otro ángel?, si no pude cuidar de los otros dos — entendía su punto, de verdad que sí.

—No digas eso, solo… no pasara, en definitiva Taiki volverá y saltara de la emoción al tener un hermanito. Ki-chan ya lo veras — no sabía porque pero las lágrimas ahora provenían de sus ojos. Porque sabía que si sus pequeños no regresaban esta vez sería el fin y nadie podía evitarlo.

—Tengo tanto miedo, solo quiero verlos una vez más, se suponía que esto era un sorpresa para año nuevo y si Daiki… el… yo —no pudo pronunciar las palabras, pero no hacía falta inmediatamente sintió los brazos de su amigo. Sus miedos ahora se intensificaban. El simplemente no podría traer al mundo aun pequeño que en cualquier momento podría perder. ¿Acaso ese era su destino?

Después de un rato los dos decidieron mantener el secreto hasta que todo terminara, Kise  quien aparentemente estaba cada vez más ansioso y no era para menos, muchas coas estaban pasando, ¿Quién diría que la noche de Navidad se la pasarían en ese estado tan deplorable?, hacia tan solo una horas que no estaba cerca de su hija ahora  se sentía morir de la angustia. Retuvo las ganas de llorar de nuevo.

Solo esperaba que nada malo sucediera, no lo podría soportar. Entonces algo sucedió, el teléfono de su celular comenzó a sonar, por un momento pensó que era su esposo e inmediatamente respondió sin verificar.

— ¡Shintaro!— grito, en ese momento Kise se levantó del sofá.

—Tienen que venir por ellos — la voz de Nora resonó del otro lado—

— ¿Nora?, ¿Qué haces con el celular de mi esposo?— no entendía nada, no sabía como pero esa mujer lo estaba contactado.

—No es el momento, ellos se los llevaran esta noche… deben venir inmediatamente.

—Dime done — inmediatamente entendió la situación, aquellos que se llevaron a sus hijos estaban a punto de hacer algo peor. Fuera lo que fuera se estaban quedando sin tiempo.

—La dirección es…— rápidamente memoriza la dirección, fue un poco imprudente pero pregunto — ¿Por qué haces esto?— las lágrimas amenazaban con salir en cualquier momento ——dime al menos que Yuki está bien… que todos están bien. No quería no imaginarse lo que esos hombres podían hacerle a su pequeña.

—Yo fui quien los traiciono, hace treces años yo tuve la culpa — dijo fríamente, no tenía caso ocultarlo— no espero que nadie me perdonen, pero esta vez, solo esta vez quiero hacer las cosas bien… Realmente  lo siento…— u son decir más colgó el teléfono.

— ¿Quién era?— Kise se levantó de su lugar al ver a su amigo más pálido de lo normal.

—Ya sé dónde están— aseguro mientras marcaba el teléfono de Akashi, él era el indicado para actuar, ese enano rojo, sonó el timbre del teléfono e inmediatamente contesto.

— ¿Qué sucede?— se apresuró a preguntar— ¿Están bien los niños?— parecía alarmado.

—Sí, solo Nora llamo y me dijo que planean llevarse a nuestros niños esta noche, hay que actuar ahora, Seijuro se llevaran a nuestros niños. Por favor tráelos de vuelta. — en ese momento escucho una risita.

—Tenlo por seguro Kazunari, los traeré de regreso — entonces la llamada termino dejando una pequeña esperanza para lo que parecía un túnel sin final.

— ¿Dónde está Taiki?— pregunto su amigo algo conmocionado.

—Es posible que pronto vuelvan a casa— no pudieron evitar sentir felicidad y angustia, esa tal vez era la última oportunidad que tenían para recuperarlos. Para que volviera a su hogar.

Notas finales:

Hola ;D Puede que me tardara, puede que no jaja espero le guste el capitulo. 

En fin... nos leeremos proximamente si sigo viva del monto de cosas que tengo que hacer jajaj (Morire de sueño XD)

Por cierto festejamos esta cosa que segun yo cuando la inicie no iba a ser muy larga ya tiene 100,000 palabras convirtiendose en el segundo fic mas largo que e escrito wooo como pasan las cosas.jiji

Dejen sus comentarios 

Muchas Gracias por leer n_n...!!!


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