Egoístas 11
Le dolía la cabeza, sentía punzadas, le molestaba la luz del sol e incluso el cantar de las aves, sintió algo sobre su espalda, más una respiración cálida cerca de su rostro. Abrió lentamente los ojos, encontrándose con cierta peli rosa frente a él, y a Rin cómodamente acostado en su espalda.
-¿Que paso aquí?- se preguntó tratando de quitarse al peli rojo de encima, logrando su cometido con éxito, enfoco mejor la vista y observo toda la habitación.
Latas de cerveza, vasos, la ropa de ¿Rei y Nagisa?
-¿Que paso?- se volvió a cuestionar
-Dulces~~- oh claro, no olvídenos a la peli rosa besa orcas, que claro se emborracho, pero había escenas que estaban bien presentes, y hablando de devoradores de orcas.
- ¿Donde esta Nitori?- se levantó y observo más detenidamente la habitación.
Un Rei en ropa interior con un Nagisa de igual manera sobre él, Mikoshiba sin pantalones abrazando una al almohada y diciendo 'Gou-kun', una odiosa peli rosa muy cerca de él para su gusto, un Rin hecho ovillo al no tener su almohada -digamos la espalda del azabache-, a Gou en una esquina toda despeinada y con la blusa mal arreglada, y mucho más desastre, pero ninguna orca.
¿Dónde estaba la orca? ¿Y aquel chico plateado?
Dio un paso, pero al pisar una lata resbalo y cayó estrepitosamente al suelo.
-Maldición...- ya le dolía la cabeza y ahora el trasero, las cosas no podían ir mejor.
-¿Haru?- Rin comenzaba a despertar-¿Que paso?- llevo una mano a su cabeza y abrió los ojos lentamente, Nanase no respondió y se limitó a sobar su parte afectada en la caída.
-Aaaah- un bostezo resonó por toda la habitación, y Riko se levantó con las greñas rosas alborotadas-¡Waaa!-estiro los brazos y se levantó, ignorando Rin y a Haru.
Se fue hacia las escaleras y desaparecio.
-...- Haru le miro con odio, el beso que le dio ayer a SU orca, estaba más que presente en su memoria, claro también el de cabello plata.
-¡Waa!- escucharon el grito de la chica y ambos subieron rápidamente, mientras los otros apenas estaban despertando.
Cuando ambos llegaron al segundo piso se encontraron con Sasha y a Maru desnudos con una sábana cubriendo de sus caderas para abajo, no existía la necesidad de ser un genio para saber lo que habían hecho la noche anterior.
-Por dios chicos, mantengan su decencia- la peli rosa pateo al rubio y siguió con su camino.
Por su parte Haru inspecciono todo el segundo piso, pero no había rastro de Maketo, ni de Nitori.
-Cállate Riko- el mal humor del pequeño de ojos aqua era más que notorio- Nanase-kun, Rin-kun, si quieren tomar un baño es la puerta de...Esperen... ¿¡Riko cuál es el baño!?- gritoneo para molestia de todos.
-Este- abrió una de las tantas puertas- Adelante- les dijo con amabilidad y segundos después lanzo una almohada a su rubio amigo- No vuelvas a gritar y ¡por el amor de Dios! ¡Vístanse!- se volvió a perder en su habitación y dejo a los chicos.
-Sus maletas, están... A ver...- Maru observo todas las puertas haciendo memoria acerca de donde las habían metido-Están en... La cuarta, las de ustedes- señalo la puerta- Cuando los demás despierten yo les digo- se metió junto con Alex a su habitación.
Ellos tomaron una ducha, al salir vieron a la peli rosa con unos shorts cortos de color negro una blusa holgada blanca con puntos negros dejando ver uno de sus hombros, su cabello recogido en una coleta alta, dejando ver sus tantas perforaciones y un tatuaje en el cuello por la parte de atrás de un diente de león con algunas aves volando. Al rubio con unos pantalones un poco más abajo de las rodillas en color café claro, una playera a rayar rojas y blancas el cabello atado en una coleta baja y lentes igualmente. A Marco con un pantalón negro, y una camisa gris abierta dejando ver una playera de la banda Linkin Park, sus cabellos negros y despeinados, con unos mechones tras su oído izquierdo dejando ver dos perforaciones, los tres parecían tan guapos y salidos de revista, aun recordaban el cuadro que, junto con Makoto, presentaban ante todos en aquel cine.
-Despertemos a los demás y limpiemos- dijo Riko bajando las escaleras- Por cierto, se ven bien- les giño un ojo coqueta y se fue seguida de los otros dos.
Haru tenía unos pantalones cortos a la rodilla en color azul naval, una camiseta en cuello 'v' en color morado y su cabello húmedo, Rin tenía unos pantalones negros y una playera roja, y al igual que Haru, su cabello aun seguía húmedo.
Bajaron las escaleras y se encontraron con un Rei sonrojado, colocándose los pantalones, pareciera que fuese a salir humo de sus oídos, Nagisa con un sonrojo menor, vestido y tratando de que el sillón lo llevara a la dimensión desconocida, Mikoshiba tan fresco como una lechuga sentado -desparramado- en el sillón, y Gou compitiendo con Rei en cuanto a sus sonrojos, sentada en el sillón de dos plazas y con un cojín en sus manos.
- Me duele la cabeza- susurro la peli roja.
-Eso querida...- Riko se le acerco seductoramente- Es resaca- con el dedo índice levanto la barbilla de la chica e hizo que le mirara directo a los ojos
-Riko, deja a Gou en paz- la fuerte voz de Makoto se hizo presente en la sala- No es una de tus conquistas- antes de que Shoraoki besara los labios de la Matsuoka menor se separó violentamente
-Vale~~- dijo juguetona, todos voltearon a ver a los recién llegados, que estaban de pie las escaleras.
Makoto con unos pantalones negros con el botón abierto, dejando entre ver su ropa interior, gris, con el torso desnudo, y el cabellos húmedo, dejando ver sus músculos bien trabajados y un tatuaje de orca.
¡Oh! Silencio, dulce silencio.
Sorpresa, admira los poemas que aquellos chicos te dedican, sus rostros son una ovación a ti.
-Mako-chan...- Nagisa sentía el aire faltar en sus pulmones.
-Makoto-sempai- tanto Gou como Rei susurraron dejando escapar la última gota de aire.
-Makoto- Haruka mantenía los ojos abiertos y era el mayor sorprendido.
-Makoto-san- al lado del de ojos verde se encontraba Nitori, vestido con unos pantalones caqui, una playera negra, demasiado grande para ser suya, con un tenue sonrojo en las mejillas, un playera siendo sentenciada en su mano izquierda y la derecha levantada sosteniendo algo que nadie podía ver.
-Gracias Ai- Makoto se dio la vuelta.
Nuevamente desconcierto y sorpresa mezclados me manera impresionante en aquellos rostros de manera espectacular, la razón, el hermoso tatuaje de unas alas en la perfecta y trabajada espalda de Tachibana Makoto.
Se colocó la playera sin mangas que Nitori sostenía, y tomo las piezas que el menor, también, sostenía.
-Gracias- le dio un pequeño y suave beso en la frete, y se colocó las piezas.
-Makoto...- Haru no podía creer lo que estaba viendo
-Bueno chicos, ustedes tomen un baño- Makoto volteo a ver a Riko- Recuérdales donde están sus habitaciones, Alex, Maru, Ai y yo limpiaremos aquí- termino de explicar.
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Todos hicieron lo que se les dijo.
Y cuando terminaron el desayuno ya estaba hecho.
-Gracias Riko- agradeció Alex
-De nada bebé-la chica le giño un ojo
Los chicos de Iwatobi comían en silencio, puesto que aún no salían del shock al ver a su querido amigo con tatuajes y perforaciones.
Dios es ¡Makoto! El ángel de ojos verdes y sobreprotector.
-¿Por qué tan callados?- les pregunto de manera fresca y con una hermosa sonrisa en los labios.
'No lo sabemos, tal vez es el hecho de que nuestra querida orca, con complejos de madre sobreprotectora regreso con tatuajes, perforaciones, un cuerpo de infarto y tal vez una novia peli rosa, que aguanta cien litros de cerveza, se parece a Pain, por las perforaciones, y a sus otros dos amigos que parecen conejos' fue un pensamiento general de todos los chicos.
-Nada en particular- respondieron en coro regresando la vista al plato y tratando de comer algo.
-Yo me retiro hermosuras- Riko se levantó y fue junto a Makoto susurrándole algo en el oído, por lo cual la orca sonrió felizmente y sus ojos se iluminaron.
-Nos vemos al rato, no pierdan su hermosura- giño un ojo y desaparecio de la cocina, momentos después se escuchó la puerta siendo cerrada.
Y luego silencio.
-Y... Mako-chan... ¿Desde cuándo?... Tienes...ya sabes- para Nagisa era un tema delicado o algo que no podrías llegar y decir…
-¿Te refieres a los tatuajes?- pregunto de manera tan fresca y relajada Nitori que por un momento todos se sorprendieron, pero luego recordaron que estaban en alguna clase de dimensión desconocida donde nada tenía sentido alguno.
-Ah, como cuatro meses- a maldita dimensión desconocida más retorcida que cualquier cuadro de arte moderno.
- Y... ¿cómo?- pregunto Haruka al haber terminado su desayuno.
-Pues... Alcohol, apuestas- se le notaba nervioso.
-¡Mujeres!- grito Alex.
-Hombres- Maru.
-Riko- dijeron los tres con un tono y mirada sombríos.
-'¿Qué clase de mujer es ella?'- se preguntaron los de Iwatobi.
-Pero olvidando eso...- su mirada se volvió a Nagisa y Rei- ¿Ustedes que hicieron anoche?- una pequeña sonrisa se formó en sus labios, mientras Rei se atragantaba con el jugo que estaba tomando y adquiriendo un sonrojo tipo semáforo, y Nagisa se hundía en su asiento y se ponía rojo, no llegan a alcanzar al de lentes.
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Riko caminaba con pasos elegantes y seguros por aquel aeropuerto lleno de personas, que algunos jóvenes y hombres se quedaban observando sin disimulo alguno.
-¿Dónde estás?- la chica acomodo uno de sus rebeldes mechones tras su oído- Ya debería de haber llegado- dijo mientras revisaba en su celular un mensaje, corroborando hora y lugar-Hujm, mejor voy- comenzó a caminar hacia uno de los varios cafés que ofrecía aquel aeropuerto.
Espero durante unos minutos, cuando sintió como alguien tocaba su hombro.
-¡Nat!- grito con una alegría infinita lanzándose a los brazos de aquel chico.
Continuara...