Egoístas 15
Nathan despertó con sus greñas rosas alborotados. Sintió unos brazos alrededor de su cintura, y una respiración cerca de su nuca.
-Makoto- susurro con tristeza, pronto las mañanas así terminarían y todos aquellos momentos con el de ojos verdes quedaría atrás, eso hacía que su corazón se encogiera.
-Nat- escucho la soñolienta voz de su novio.
-Buenos días- rápidamente una sonrisa se formó en sus labios y deposito un tierno beso en la mejilla de Makoto.
Se levantó y camino hasta el baño.
Nathan quería a Makoto, no le amaba, como sabia el más alto tampoco le amaba. Ellos mantenían una relación medio extraña, pero que servía para sus corazones destrozados, pero aun así dolía demasiado tener que hacer aquello.
Regreso a la habitación arreglado.
-Vamos, hora de despertar- deposito un tierno beso, sintió que sus fuerzas se fueron, en definitiva extrañaría a Makoto.
-¿Pasa algo?- el de cabello oliva pregunto, viendo una mueca de dolor en el rostro del contrario.
-Nada- sonrió de nueva cuenta-Vamos, o los demás acabaran con la comida- se levantó, y fue al baño, Makoto solo le observo irse.
. . .
La mañana era tan animada como era costumbre para la mayoría.
-¡Waa Alex! No te lo comas, es mío- las riñas por la comida.
-No seas tacaña Riko-
-Ai-chan, me das la fruta- Nagisa se notaba tan feliz, aquello hizo sonreír al peli plata.
-Toma- le tendió el recipiente, y observo a los demás.
Las peleas de Riko y Alex, Maru comiendo tranquilamente, Rei y Nagisa sonriéndose mutuamente, Gou y Mikoshiba hablando pacíficamente, y solo faltaban cuatro personas.
-Buenos días- de las cuales dos veian llegando.
-Buenos días, Rin-chan, Haru-chan- saludo Nagisa, más alegre de lo normal.
-Buenos días- Rin contesto con desánimo y soñolencia, Haru solo dio una mirada a todos en aquel lugar, dándose cuenta de quienes eran los únicos que faltaban.
Tomo asiento junto a la escandalosa peli rosa, con el peli rojo de Samezuka a su lado.
-¡Buenos días!, ¡preciosuras!-escucharon de una voz a la que todavía no estaban tan acostumbrados.
-¡Nathan!- Riko corrió a brazos de su hermano, pero en lugar de darle un abrazo de soltó un golpe en la cabeza.
-¿¡Que te sucede mensa!?- grito el chico.
-¿Que me sucede? ¡No pude dormir por tus estúpidos gemidos!- le recrimino, y pese a todo Nathan simplemente sonrió de medio lado.
-Acéptalo estas celosa- dijo burlándose de su hermana- Tienes envidia de que Makoto es mío- lo último lo remarco de una manera tan sensual que dejo en claro, la orca tenia dueño.
-...- Haruka apretó los dientes y doblo el tenedor que tenía en la mano.
-Haru...- susurro Rin para tranquilizar a su 'novio'.
Mientras los hermanos seguían con el tema 'la orca tiene dueño, y no eres tu greñas de escobeta'.
-Buenos días- Makoto entro en la cocina y las respiraciones cesaron.
Ya entendían a que se refería Riko con gemidos.
El de cabellos oliva vestía unos pantalones negros ajustados, sus cabellos estaban húmedos y su torso desnudo, en el hombro izquierdo tenia su camiseta, gris, dejando ver sus tatuajes, y también aquella marquitas rojas en su pecho y una en el cuello.
Rei, Gou y Rin enrojecieron al darse cuenta, e imaginarse, como habían llegado esas marcas a tan escultural cuerpo.
-Mako-chan es un pervertido- la mirada de Nagisa picara, y su sonrisa decían que había vuelto a ser el de antes.
-...- el aludido solo le miro con extrema diversión.
- Y Nathan un muerde almohadas- Riko estallo en carcajadas dejando a su hermano con un puchero en los labios.
Todos estaban perturbados, aquellos hermanos eran completamente extraños.
. . .
Después de aquella extraña mañana todos ayudaron con los quehaceres de hogar, y algunos fueron a hacer las compras.
Makoto, Mikoshiba, Rei, Rin y Marco salieron.
-Serán unos grandes esposos- Riko bromeo antes de que los chicos se fueran.
-Nathan-san..- Nagisa estaba recostado en el sillón.
-¿Si?-
-¿Cómo conociste a Mako-chan?- pregunto, inevitablemente el peli rosa sonrió, al igual que su hermana y Alex.
. . .
Y a petición de Haruka, Rin tenía que saber cómo se habían conocido, aquella mancha rosa y la orca.
-Makoto- estaban en uno de los pasillos seleccionando comestibles.
-¿Si?-
-¿Cómo conociste a tus nuevos amigos?- pregunto siendo directo.
-Bueno... Fue algo completamente extraño- sonrió de manera que ninguno de los presenta había visto jamás.
. . .
-Todo inicio el primer día de clases-
Continuara…