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Egoistas por Rikka Yamato

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Notas del capitulo:

En determinado momento cambiare del inglés al español para que sea más fácil, además de que me da flojera traducir y utilizar mi poco buen inglés.

 

Egoístas 16

Cuando puso un pie en aquellas tierras, sintió que algo dentro de él fue liberado, que una parte que permanecía entre cadenas y oscuridad saldría libre al fin, lejos de aquel pueblo que le vio nacer, creer y donde estaban sus amigos, su familia y sobre todo aquella persona que sin saberlo le rompió el corazón.

-Welcome sir- la voz de la señorita se le hizo algo extraña, aun pese a haber estudiado arduamente el idioma, era tan diferente el escuchar a una persona hablarlo a un simple grabación.

-T-Thank you- trato de que su voz no temblara, lo cual funciono pues la señorita le regalo una amable sonrisa.

. . .

Al llegar al lugar donde viviría se le hizo una construcción bastante sencilla y muy bonita, acomodase perfectamente a lo que quería, en cambio la construcción frente a esta, era algo moderno y llamativo, no quitaba que contara posiblemente con mejores beneficios que su apartamento, pero aquello en definitiva no iba para él.

Subió las escaleras hasta el tercer piso, un pasillo largo y con un buen espacio le recibió, cuatro puertas a los lados y una hasta el fondo, su habitación, 504, era la segunda de lado izquierdo.

Camino con paso calmo, tratando de observar lo mejor posible todo aquello que vería muy seguido, posiblemente hablara con alguno de sus nuevos vecinos, solo para presentarse.

La primera puerta de lado izquierdo se abrió, revelando a un chico de cabellos rojizos con unos hermosos ojos verdoso, un poco más claro que el suyo.

-Hello- saludo cortésmente- You are the new? Right?- le sonrio y tendio la mano para saludar.

Makoto con un poco de miedo acepto la mano y sonrio de vuetla.

-My name is Colin-

-I'm Makoto- sonrio con un poco de timidez, aquel chico parecía ser bueno, y además era muy amable.

-Welcome Makoto, I hope we get along*-

Después de aquella primera plática con uno de sus vecinos se adentró a su departamento, feliz de poder manejar el idioma mejor de lo que tenía pensado.

Aquel departamento espacioso, con dos habitaciones, un baño, sala y comedor, contando con una cocina bien equipada, que estaba más que seguro la ocuparía contadas veces en su estadía en aquel lugar. Un gran ventanal que daba a la calle, que además era poco transitada y en lo que pudo observar se dio cuanta las personas preferian caminar.

Sus cosas habían sido enviadas con antelación, por lo cual ahora solo faltaba desempacar ropa y alguna que otra cosa que su madre había empacado. Pero por hoy descansaría, aquel viaje en avión le había dejado exhausto.

. . .

Había llegado una semana antes de iniciar clases, por lo cual se dedicó a investigar lugares en donde poder pasar el tiempo estudiando, o donde comer, o comprar algunos comestibles y que no resultara demasiado costoso. Así como los mejores caminos para llegar a su nueva escuela. Tenía que planearlo todo antes de entrar a su primer día, no quería fracasar en esta gran oportunidad.

En el transcurso también termino de conocer a sus vecinos, en el 501 un joven estudiante de su segundo año en la universidad, en la 502 Colin, que trabaja como profesor en una primaria, se veía más joven de lo que era, por lo cual Makoto le había confundido con algún estudiante universitario, en el 503 vivía una joven pareja, que estudiaba su último año en la universidad, y para el final el vecino del 505 un joven apenas un año mayor que él, se encontraba en la misma escuela que él, Marco Rumsfeld, aquel joven era muy apuesto, y además su personalidad reservada y callada le resultaba un poco atrayente. Cuando se dio cuenta de aquello se golpeó mentalmente, no podría seguir así, cayendo dentro de los estándares Nanase solo se lastimaría, aquella no era una manera de salir de su amor no correspondido por más de diez años. Claro diez patéticos años enamorado de su mejor amigo.

. . .

La mañana de su primer día de clases estaba más que nervioso, sentía las palmas de sus manos húmedas, y unas nauseas. Sentía que al subirse al bus terminaría tomando la ruta equivocada, o que si caminaba se perdería y no sabría dónde demonios estaba.

Cuando escucho sonar el timbre dio un salto, tratando de calamar sus nervios se dirigió hacia la puerta, al abrirla se sorprendió de ver a Marco fuera de su apartamento.

-Hola- saludo el chico con una diminuta sonrisa- El primer día no es tan duro- sintió como sus mejillas adquirían una tonalidad rojiza- Vamos- el azabache comenzó a caminar, Makoto tardo unos segundos en procesar lo que le habían dicho, y en cuanto lo hizo tomo sus cosas y aseguro su departamento.

Caminaron en silencio, aquello le recordaba a los día en los que pasaba por Haru, bajo la mirada y un sentimiento de vacío inundo su ser.

No se dio cuenta de que Marco le observaba, y él peli negro conocía bien esa mirada, para su mala suerte alguno de sus amigos la tenía no hace mucho tiempo pintada en el rosto.

. . .

Las clases habían comenzado ya hace unos pocos minutos, todo le parecía emocionante, y las mariposas en el estómago le hacían sentir mal, todo eso al mismo tiempo.

Para su suerte a Marco le había tocado en el mismo salón, pero para su mala fortuna el chico se fue al fondo del aula, para hablar con los que parecían ser sus amigos desde el año pasado, o puede incluso más tiempo.

Tachibana había tomado asiento en la primera fila justo al lado de la ventana y tres asientos antes del final, todavía un poco alejado de su vecino y los amigos de este.

. . .

Al final de las primeras tres clases se dio cuenta rápidamente de lo que más temía, los chicos de su clase ya tenían todos su grupo específico de amigos, y los poco que parecía querían hablarle se cohibían y se alejaban, dio un pesado suspiro.

-Hey! Makoto- escucho la voz proveniente del fondo- ¿Cómo vas?- el brazo en su cuello le asusto al principio pero al reconocer a quien pertenecía se tranquilizó.

-Bien- contesto tímidamente.

-Hey Maru ¿Conoces al nuevo?- escucho una voz femenina y poco después una chica de cabellos rosas y unos hermosos ojos azules entro en su campo de visión.

-Es mi nuevo vecino- Makoto se sorprendió de ver al chico más desenvuelto que en las veces anteriores en que le había visto.

-No sabía que alguien se había mudado al departamento junto al tuyo- un rubio de ojos y ojos azul aqua llego al lado de la peli rosa- ¿No tenía planeado decirme nada?- el nuevo integrante hizo un tierno puchero, que a Makoto le saco una sonrisa, recordándole como algunas veces había logrado que Nitori sacara ese lado infantil que tanto adoraba molestar.

-Tranquilo Alex, sabes que Maru estará contigo hasta el final de los finales- la chica dramatizo y luego soltó una risilla divertía y burlona.

-Que tu no tengas un jodido perro que te ladre, no significa que te burles de mi hermosa relación- el rubio adopto una postura desafiante, y aunque fuese más bajo que la chica parecía dar buena pelea.

-Chicos, cállense- una nueva voz, con un deje de enojo y soñolencia se dejó escuchar justo tras el asiento de Makoto, los cuatro voltearon a ver quién era el que hablaba, solo Makoto desconocía a esa persona.

-Vamos Nat, no puedes seguir así durante más tiempo- la chica se acercó a la persona que tenía la cabeza cubierta con el gorro de su chamarra.

-Puedo y lo voy a hacer- casi gruño el chico sin levantar su cabeza.

-No, no los vas a hacer- el rubio fue quien se dirigió esta vez con el otro y le quito el gorro.

-¡Diablos!- grito la chica sorprendida- ¿¡Qué le paso a tu cabello!?- tomo un mechón entre sus dedos, con una expresión incrédula.

-No es obvio- dijo al tiempo que miraba de mala forma a quien sostenía su cabello- Lo pinte-

Makoto miraba todo sin comprender algo. ¿Qué pasaba con el cabello de aquel chico? Era de un negro fuerte, asimilando a la noche, y aquellos ojos de un hermoso azul cian, le hechizaron. Sin más robaron un poco de su aliento, y desarmaron, pero algo en aquellos ojos estaba opaco, y sentía que eso no estaba bien, algo que no tenía sentido y estaba totalmente fuera de lugar.

-Nathan, te rompieron el corazón no el cerebro- dijo la chica con un tono de voz tan neutral como su mirar- Puedes hacerle pagar caro por jugar contigo- le tomo del mentón- Eres mi hermano, y por el simple hecho de llevar el apellido Shiraoka, un apellido por demás extraño pero también de poder- su mirada se había vuelto afilada.

-¿Y tú que vas a saber de corazones rotos?- dijo con enojo y alejando bruscamente la mano de su hermana-¿Qué vas a entender mi situación?-

Todos en el salón habían guardado silencio desde que vieron aquel grupo acercarse al nuevo alumno, pero no habían despegado las miradas de aquel singular grupo, del cual existían ciento de rumores, y ahora menor que nunca, cuando el que parecía la cabecilla del grupo perdía los estivos.

-¿Qué esperas que haga? ¿Qué me tire al primer chico que pase frente a mí? Por qué de ser así a Tachibana me lo tiro en los baños- aquello dejo a Makoto totalmente descolocado, peor aún fue cuando el chico le tomo de la mano y lo saco del salón, tan confundido estaba que no sabía que era lo que pasaba a su alrededor.

Cuando llegaron a los sanitarios el de cabellos oliva no salía de su estupor.

-Lo siento-

El más alto cayó en cuenta de donde se encontraba, y aunque no conocía a su acompañante, pudo comprender el sentimiento de corazón roto, una palabra que para su mala suerte se repetía muy seguido últimamente, cerca de él.

-N-no te preocupes…- no sabía qué hacer, que decir, como actuar.

Ambos se sumieron en un silencio abrumador, que solo fue roto cuando se escuchó un sollozo por parte del más bajo. Makoto se alarmo.

-¿E-estas b-bien?- comenzó a moverse de manera nerviosa sin saber qué hacer.

-N-no- el chico se rompió en llanto frente a él, dando una imagen de alguien débil, que en cualquier momento o con cualquier movimiento podría romperse.

Le embriagaron una extrañas ganas de abrazarlo y protegerle de lo que sea, cuando regreso a la realidad Makoto estaba en arrodillado abrazando al peli negro, que se aferró a la camisa del de ojos verdes y lloro aún más fuerte, como si su vida dependiera de ello.

. . .

Cuando ambos regresaron al salón de clases, los demás alumnos les miraron de manera extraña, Makoto tenía la camisa un poco húmeda a causa de las lágrimas así como desarreglada y un poco arrugada, Nathan tenía los ojos enrojecidos así como las mejillas en un ligero tono carmín.

-¿Qué ven idiotas?- hablo el más bajo como si nada hubiera pasado con anterioridad, y con una actitud altanera.

-¡JAJAJAJA!- la peli rosa estallo en carcajadas al igual que sus otros dos amigos y Makoto enrojeció aún más al saber que es en lo que posiblemente pensaban los chicos de su clase.

-¿En qué me he metido?- observo al chico a su lado, y luego también comenzó a reír por lo ridículo que resultaba aquello, tal vez y solo tal vez aquello no sería tan malo como pensaba.

Posiblemente con ellos pudiera olvidar un poco aquello que le atormenta.

Continuara…

Notas finales:

Y así queridos, fue como se conocieron ellos, aunque todavía falta un poco, creo que solo será un capítulo más sobre esto, puede y dos, todo depende.

Lamento mucho la demora, pero tenía que salvar el semestre.

*Espero que podamos llevarnos bien.


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