Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Egoistas por Rikka Yamato

[Reviews - 94]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Es un poco más dramático de lo que pensaba, pero verdaderamente me gusto como quedo. Siento la demora, de verdad.  Lamento cualquier incoherencia en la narración, pero no encuentro los lentes.

 

 

Las ambulancias, camiones de bomberos y patrullas, los gritos de horror, dolor y sufrimiento, las ordenes que daban lo que se encontraban al mando de aquella situación y él.

Un pequeño que buscaba a su madre y hermana por aquel caótico lugar. Siente como alguien le toma de los hombros y le conduce hacia donde se encuentran los paramédicos, trata de forcejear y decirle que tiene que encontrar a su familia, pero no puede, su cuerpo no responde y tampoco es consciente de la sangre en su frente y brazos, tampoco del dolor punzante en su pierna.

No, no  es consciente de nada cuando ve a su hermana, sentada abrazando  sus piernas, junto a un cuerpo cubierto por una manta blanca. Lo único que quiere es despertar, salir con su madre y hermana a la playa, como tenían planeado desde hace ya unas semanas.

Ah, estúpidos sueños, mejor dicho pesadillas.

¿Cuándo despertara?

. . .

-¡Nathan!- unos ojos verdes le reciben, preocupación y miedo implantados- ¿E-Estas bien?-

No sabes que decir, no lo sabe.               Desde hace ya unas semanas atrás que tenía ese sueño nuevamente, no le había dicho a nadie, ni a su hermana.  Solo sonríe y asiente.

-Creo que fue la película y las golosinas que comimos anoche- se sienta en la cama y recorre la habitación.

Es verdad, se quedó con Makoto, su amigo, que bien sabían los dos que aquella relación había traspasado una simple amistad hace ya poco tiempo atrás, desde aquel día en que dejaron al descubierto sus heridas aun frescas, donde se dijeron los temores, y en donde, de los dos, el peli rosa fue quien más sufrió al recordar, y también donde Makoto se sintió un estúpido por sentirse morir por algo tan pequeño e insignificante como un amor no correspondido.

. . .

-Me usaron- aun podía recordar como el de ojos azules tenía una mueca de miedo puro y las lágrimas luchaban por salir- C-casi…fui…v-violado- también puede sentir la rabia, aquella misma que sintió aquel día, con la misma intensidad.

Solo quería ir y partirles la cara a esos idiotas que maltrataron e hirieron al chico frente a él. También se arrepiente de lo que él estuvo a punto de hacer, casi se vuelve como aquellos despreciables seres que lastimaron al menor.

Tampoco puede olvidar como el menor le conto de su madre, su muerte, aquel accidente, y que nadie sabía de su casi violación, no se había atrevido a decirle a su hermana y a los chicos, su versión de la historia era que su novio de años le había roto el corazón, y que no le podía decir nada a nadie.

-No le digas a nadie- las lágrimas recorrían sus mejillas sonrojadas-Te lo suplico. ¡Makoto no puedes decirle a nadie!-

-¿¡Estás loco!?-el enojo podía más que él- ¡Aquellos casi te violan! ¡Esto no se puede quedar así! ¡Tienes que denunciarlos!-

- ¡No entiendes!- el menor se había levantado furioso de su lugar- ¡Tengo miedo!- el mayor se dio cuenta de que el menor estaba temblando-Miedo de que ellos puedan hacer algo más conmigo, la primera semana no quería ni salir de mi habitación, aun ahora tengo miedo de encontrarlos en la calle y que decidan terminar lo que iniciaron- sus piernas no pudieron más y cayó al suelo, abrazándose a sí mismo y reprimiendo los gritos que amenazaban con salir de su garganta.

.  .  .

Aun no lograba entender la terquedad del menor en no denunciar aquello, comprendía que sintiera miedo, pero lo mejor era que ellos estuvieran tras las rejas, de esa forma dejaría de lado el temor, o ese pensaba hasta que hizo una pregunta a la hermana del chico.

-¿Qué pasaría si intentaran violar a mi hermano o a mí?- leyó la sorpresa en el rostro de ella, y luego una mueca de desagrado-No sé qué andes pensando para formular esta pregunta, pero te contestaré-tomo un poco de aire- En primera seguro nuestro padre nos echa la culpa por ese descuido, tendríamos que dejar de “existir” para el bien de su corporación, ya que todo lo que se realiza en su empresa es bien vigilado y algo como una demanda por intento de violación no quedaría fuera del radar de aquellos que están esperando un error de su parte para sacarlo del negocio- su respuesta seria y sin ningún titubeo dejo desconcertado al mayor.

-¿S-sería tan grave?- pregunto con un nudo en la garganta

-Sería horrible, nuestro padre piensa que no somos necesarios para él, lo único por lo que no nos ha quitado el apellido es que necesita de nosotros, no confía en nadie para dejar su empresa-observo como ella tenía los puños fuertemente apretados- Solo somos juguetes para él- 

Sus palabras tan frías y desagradables de dejaron un mal sabor de boca, y al fin pudo comprender la terquedad del menor que respecto a guardar aquello en secreto.

. . .

Se limitó a abrazar al menor, sabía que mentía, pero no le importaba, si él quería hablar de algo le daría tiempo para que lo hiciera, sin presiones. 

-Makoto…- su nombre dicho de aquella forma, casi un susurro, pero lleno de temor, le erizo la piel.

Sería otro mal recuerdo, o alguno de los que él ya conocía.

-…- lo siguiente que salió de aquellos labios hizo que una pequeña sonrisa se formara en su rostro y una tranquilidad le invadió.

Su cuerpo se movió casi por instinto, fue lento, suave, sin apuros, ni segundas intenciones, casi como si fuera la primera vez de ambos, pero sin aquel miedo de arruinarlo.

Fue como un primer beso para ellos.

.    .     .

-Todo se sintió tan bien y correcto- terminaron de contar ambos al mismo tiempo, cuando Makoto y compañía ingresaron a la casa y cuando Nathan se levantó del sofá- Es... mágico- y las sonrisas que ambos dieron fue suficiente para que todos en aquella sala se dieran cuenta de que esas dos personas no podrían estar con alguien más.

Nadie se dio cuenta de que una chispa de culpabilidad se reflejó en aquellos chicos, así como tampoco notaron como alguien en particular sentía que su mundo se venía abajo, pero eso no fue lo único que sucedió.

-Nat…- el castaño atravesó el espacio entre ellos como si este no existiera.

-¡Hermano!-

-¡Haru!-

El caos se desato.

. . .

Su cuerpo pesaba y sentía un dolor en su cabeza, más no quería abrir sus ojos, un olor agradable le mantenía en paz, pero unos ruidos le alertaron de que alguien más estaba en aquel lugar, se obligó a abrir los ojos y una suave y profunda voz le dio la bienvenida.

-Lo siento, parece que te desperté- observo como el chico tomaba algunas prendas del armario.

-¿Qué haces?- su garganta dolió al momento de hablar.

-Tengo que bañarme- respondió sin dar muchas vueltas- Tienes un vaso con agua a tu izquierda, es normal que te duela la garganta no has tomado nada en las pasadas doce horas- y al fin pudo ver aquellos orbes verdosos, que antes le veian con un brillo especial pero que ahora parecían vacíos- Me retiro, descansa aun pareces débil-

-Espera- le tomo de la mano evitando su partido, se sintió mareado de tan rápido que se levantó de la cama- No te vayas… por favor Makoto- recargo su frente en aquella fuerte espalda, sintiendo como los músculos se tensaban.

Los segundos pasaron y parecieron horas, pero poco le duro la ilusión de pensar que aquel chico se quería a su lado.

-Lo siento Haruka… pero mi novio me necesita- salió sin mirar al peli negro, y ya en el pasillo fue directo al baño, cerró la puerta con demasiada fuerza y se dirigió al lavabo.

La imagen era tan deplorable, tan horrible, y al mismo tiempo tan nostálgica.

- ¿Qué rayos me estás haciendo Haru?- sus manos apresaron el mármol del lavabo hasta el punto de ponerse rojo por el esfuerzo, las lágrimas recorrían sus mejillas sin miedo, y su corazón latía aceleradamente- Me prometí olvidarte y hacerlo feliz a él-  su mano izquierda golpeo el espejo- ¿Por qué haces esto?- no sentía el dolor en su mano, ni le importaba que en esta estuvieran incrustados pedazos de vidrio.

. . .

Se sentía tan bien, tan relajado, tan protegido, aquellos brazos, fuertes, cariñosos y cálidos. Aquellos brazos que tanto le gustaban le llevaron a unos meses atrás, cuando pensaban que aquello estaba bien, cuando sentían que todo era correcto.

.    .    .

-Podemos hacerlo- la seguridad en sus palabras le ayudaban a convencerse a su mismo y a la persona sentada en la cama- Será bueno para ambos-

-Suena como un cliché de algún libro- observo como el chico escondía el rostro en sus manos-¿Sabes que podrías salir lastimados?-

-Claro que lo sé… Pero las personas llegamos a ser quienes somos por las heridas- y aquello lo sabía a la perfección.

-No quiero que te decepciones…-

-No lo haré, después de todo ambos estuvimos de acuerdo con esto- su sonrisa llego hasta el más alto- Nos hará bien a ambos- camino hasta el mayor y paso sus brazos por los hombros del otro, mientras este le abrazaba por la cintura- Podremos apoyarnos- dijo cerca de los labios contrario.

-Ya me estoy arrepintiendo…- el de ojos verdes termino de acortar la distancia y sello aquel pacto con un beso.

.     .     .

- Lo siento… lo siento- se aferró más a aquel cuerpo que dormía plácidamente entre sus brazos, algunas lágrimas recorrían sus mejillas mientras mantenía los ojos fuertemente cerrados- No quiero lastimarte… Lo juro, no lo haré… Pero tienes que darme fuerza-

Continuara. . .

Notas finales:

What's up People?

 

Bien, no se hablar inglés. Realmente siento la demora, en serio. Pero entre más trataba de escribir me salían cosas horribles, y cuando salía algo “decente” no me sentía conforme y me decía “No puedes postear esto, es basura. Los lectores merecen algo mejor” Ya saben, nosotros somos nuestro peor crítico, no puedo estar más de acuerdo con esa frase.

 

Y lamento informas que también tardaré para traer el próximo capítulo, estoy a punto de iniciar la universidad y no sé si tenga tiempo de tomar la PC y ponerme a escribir, así que les pido paciencia.

 

Nos leemos y gracias por su apoyo. Los quiero [Inserte corazón gay aquí]


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).