Cuando abrió la puerta lo primero que sintió fue el impacto de dos cuerpos contra el suyo.
- ¡¡Makoto!!- los gritos de felicidad no se hicieron esperar y lo llenaron de besos rápidamente.
- Hola pequeños- bajo a sus hermanos y término por ingresar a la casa- Mamá, papá- su madre llego hasta donde se encontraba para tomarlo en brazos como si no lo hubiera visto desde hace muchos años.
- Malagradecido. Vienes de visita y lo primero que haces es ir con tus amigos y no venir a visitar a tu familia- le regañó justo después de casi asfixiarlo con aquel abrazo.
-Lo siento, tenía que atender unas cosas antes de verlos- una sonrisa apenada de mostró y su madre volvió a golpearlo en la cabeza.
-Nada es más importante que tu familia- le miro molesta con las manos en ambos lados de la cintura. Su padre sólo veía divertido como lo regañaban por su error.
-Ella tiene razón Makoto. Nada es más importante que la familia- una suave voz se escuchó tras él.
Rápidamente los presentes centraron sus miradas en aquella persona, que se avergonzó al tener la atención de tantas personas.
-Ah, lo siento- un leve sonrojo cubrió sus mejillas y bajo la mirada avergonzado.
-Antes que nada es mejor que todos entremos. Luego comenzaré con las explicaciones- hablo el castaño cuando vio las intenciones de su madre.
* * *
Nitori observa como aquellas personas se desenvolvían de manera tan natural y alegre junto a los demás. Hace mucho tiempo que no salía con tantas personas y se siente un poco incómodo.
No sabe de qué hablar, cuando hacerlo y sólo se dedica a sonreír, asentir y contestar con monosílabos cuando es necesario.
- ¿Todo bien Ai-chan?- Nagisa lo ha estado observando todo este tiempo y noto su incomodidad.
- S-Sí, sólo estaba pensando en otras cosas. Lo siento Nagisa-kun- larga una risa nerviosa cuando ve que los demás los miran y siente que no debió de haber salido de su casa ese día.
- ¿Estás seguro? Te noto algo incómodo- habló Mikoshiba al ver al menor titubear con su respuesta.
- Sí, me quedé pensando en otras cosas- sonríe con más confianza y suspira aliviado cuando ve que los demás se conforman con su respuesta y siguen su camino a la siguiente atracción del parque de diversiones.
Pero cuando siente como alguien lo observa, levanta la vista y busca en todas direcciones hasta topar con una mirada rojiza que lo ve intensamente.
Se ven fijamente durante unos segundos y Nitori puede recordar perfectamente como hubiera reaccionado hace unos meses atrás. Un sonrojo se hubiera extendido por su rostro y también se hubiera sentido extremadamente feliz por tener la atención de su sempai, pero había decidido cambiar. Ahora podía controlarse y aunque su corazón latiera más rápido de lo que deseará, podía hacer como si nada estuviera pasando.
Sonrió al pelirrojo y siguió su camino tranquilamente para alcanzar a los demás. Dejando a dos personas atrás.
Lograría olvidar al pelirrojo. Por su bien olvidará ese amor que sólo lo lastima.
* * *
Se siente frustrado y enojado. No sabe qué hacer. Todo lo que había planeado para ese día se fue al caño cuando al llegar a la casa donde se encontraba Makoto, el castaño dijera que iría a visitar a su familia y llevaría al molesto peli rosa con él.
Tenía planeado decirle a Makoto lo que sentía. Y utilizaría todos los métodos posibles para que el castaño se diera cuánta de que no lo había dejado de amar.
Porque para Haruka Nanase era así. Makoto lo amaba y no había ninguna duda en eso.
Cuando se detuvo abruptamente porque la persona a su lado lo hizo, cayó en cuenta de su mano entrelazada con la del pelirojo y la solto inmediatamente.
El pelirojo no se dio cuenta.
No podía seguir así. Miró a Rin por un largo rato hasta que lo vio observar a otra persona fijamente.
Frunció el ceño y volvió a tomar la mano de su novio para que volteara a verlo.
-Rin, vamos que los demás los dejarán- cuando sus miradas se conectaron sintió algo extraño en el pecho.
-Haru...yo- detuvo sus palabras con beso feroz cuando vio por el rabillo del ojo a Nitori pasar junto a ellos.
Enredó sus brazos en el cuello del de ojos rojos, pego su cuerpo lo más posible y su lengua se adentró en la cavidad ajena.
El pelirojo le correspondió con la misma ferocidad. Colocó sus manos en la cintura del pelinegro y lo apretó con posesividad. Su lengua luchaba con la de Haruka como si su vida dependiera de ello.
Aquella escena de volvió demasiado repulsiva para algunas personas. Algunas mujeres los veían alarmadas y otros simplemente los ignoraban. Pero sólo se separaron cuando el aire se hizo escaso.
Sus respiraciones agitadas, mejillas sonrojarse y labios hinchados. Esa era la imagen que ambos encontraron cuando abrieron los ojos.
¿Qué rayos había pasado?
¤ ¤ ¤
-Entonces... ¿Tú eres el novio de mi hermano?- la inocente pregunta hizo sonrojar a ambos jóvenes.
-Sí- el peli rosa sonrió alegre a la pequeña niña de ojos verdes.
-¿Y te vas a casar con mi hermano cuando sean grandes?- la pregunta hizo que ambos jóvenes se sonrojaran- Si esos son tus planes no dejaré que lo hagas. ¡SOY YO QUIEN SE CASARÁ CON MAKOTO!-
-Ran no te puedes casar con Makoto... ¡Yo me casare con él!- grito en esta ocasión Ren.
-Niños, no peleen- la señora Tachibana salió de la cocina con una bandeja donde llevaba té y galletas- Makoto decidirá con quien casarse-
-¡Mamá!- el castaño estaba tan abochornado- Por favor olvida todo esto Nat-
El peli rosa se encontraba en las mismas condiciones que el castaño.
-Vamos niños, vayan a jugar un rato a su cuarto- pidió amablemente la señora Tachibana- Los llamaré cuando la cena este lista-
- ¿Los interrogaras como siempre quisiste?- preguntó Ran.
-¿Les harás preguntas incomodas?- hablo Ren.
-¡Nos queremos quedar a verlo!- gritaron ambos con gran emoción.
-A sus cuartos- dijo la señora Tachibana con una tierna sonrisa que asusto a los presentes- Ahora-
Los niños salieron corriendo y Makoto comenzó a tener miedo de lo que pudiera hacer su madre en esos momentos.
* * *
Las siguientes dos horas que pasaron en el parque de diversiones Nitori pensó seriamente en salir corriendo sin dirección solo para dejar atrás a la bola de locos que se decían sus amigos.
En algún punto del día habían encontrado a Riko, Mari y Alex dando vueltas como niños pequeños dentro del lugar y todos juntos, como si de una excusión se tratara, fueron a dar varias vueltas por el lugar. Aiichirou estaba seguro que se habían subido ya siete veces a la montaña rusa. Una más y la crepa que había comido hace una hora vería nuevamente la luz del sol.
-Podemos descansar un momento- dijo casi sin aliento al tiempo que se dejaba caer en un banca desocupada- No puedo seguir más-
-¡Vamos Nitori! Esto apenas comenzó- la alegría con la que Mikoshiba le hablaba en lugar de hacerlo ver mejor las cosas le hacía querer tirarlo del siguiente juego de altura al que se subieran.
-No, no puedo más- le lanzo una mirada en busca de ayuda a Alexander- Por favor- susurro con la gran esperanza de que el chico le ayudara.
-Vale, vale- y para sorpresa de la gran mayoría quien salió en su rescate fue la peli rosa- Yo tampoco puedo con mi alma, sigan ustedes y yo me quedo con Ai, cuando estemos mejor le marco a Alex y nos reunimos todos ¿vale?-
Los chicos no parecían tan convencidos con aquello, al menos no todos lo estaban, pero al ver las expresiones de los dos chicos en la banca pensaron que sería lo mejor por el momento.
-¿No quieren que nos quedemos con ustedes?- Maru se veía preocupada al dejar a la chica sola- No me importa perderme-
-Maru, en realidad tengo que hablar algo con Ai- una pequeña sonrisa se posó en los labios de la chica- Es algo…privado-
-Oh, bien. Está bien-
-Cualquier cosa puedes llamarnos- dijo Alexander antes de caminar en la misma dirección que los demás.
-¿De qué quieres hablar?-
-Yo… Será más difícil de lo que pensé en un principio- suspiro con cansancio- Es sobre tus padres-
* * *
-Entonces se conocieron en la escuela y son prácticamente vecinos- dijo la señora Tachibana con una hermosa sonrisa pintada en sus labios- Me alegra tanto escuchar que Makoto no estuvo mucho tiempo solo después de su llegada a un nuevo país. En un principio estaba demasiado preocupada por él, suele ser tímido cuando está en un lugar que no conoce-
-Mamá- Makoto se sentía avergonzado por su madre.
-Déjame hablar ¿sí?- suspiro y reanudo su plática- En verdad estaba preocupada cuando te fuiste Makoto, sé que ya casi eres un adulto y pronto trabajaras y dejaras de depender de mí, pero eso no significa que dejaré de verte como mi pequeño.
»Y no sabes lo aliviada que me siento al saber que conseguiste tan buenos amigos y también encontraste una persona que te quiera tanto como este jovencito que está a tu lado el día de hoy. Puedo notar en su mirada y en su actuar todo al aprecio que te tiene y espero que lo cuides tan bien como lo merece.
Nathan sentía como un nuco comenzaba a formarse en su garganta.
¿Cuándo fue la última vez que alguien lo trato como alguien especial?
Mamá