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Algo idóneo por golddie

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“Necesitamos elegir con cuidado el color de nuestra habitación, Yongguk, cuando nos mudemos, es donde estaremos la mayor parte del tiempo”, había dicho Himchan hace cerca de una hora en el auto, sin embargo, ahora que Yongguk tenía que escoger entre un color crema perlado y uno blanco crema, pensaba que tal vez el color de las paredes de su futura habitación no eran tan importantes como se le había planeado en una primera instancia.

Pero Himchan estaba ahí. Con sus ojos grandes y esperanzados de que Yongguk hiciese la elección correcta de colores.

El ligeramente mayor suspiró. Solo quería irse a cada.

“Me gusta el blanco crema”, respondió, porque era mucho más inteligente decidirse por un color a decir que él no notaba ninguna diferencia, pues Himchan comenzaría a criticar su falta de sensibilidad hacia el estilo.

Pero, a pesar de sus esfuerzos, su novio le mandó una mirada.

“A mí me gusta el crema perlado”, le dijo con un puchero enfadado.

Yongguk puso los ojos en blanco.

“Bueno… realmente no es tanta la diferencia...”, soltó Himchan intentando convencerse a sí mismo de eso, luego, tomando ambos papeles de muestra con los colores y sus tonalidades, comparándolos simultáneamente, “el blanco crema será entonces”, comentó, volviendo hacia el amable vendedor que esperó cerca de diez minutos a que su discusión acabara, listo para tomar cualquiera de los dos botes de pintura.

Yongguk se quedó ahí, observando cómo Himchan hablaba con el hombre y le daba instrucciones de cuanta pintura necesitarían, sin poder evitar sonreír.

Miró, luego, todo lo que llevaban en el carro de supermercado.

Hace solo unos días habían podido comprar una casa lo suficientemente apta para los planes familiares que tenían, que estuviera cerca del nuevo trabajo de Yongguk y en un vecindario agradable. La transacción había sido estresante y tediosa, pero valió la pena cuando la corredora de propiedades les llamó por teléfono a la casa de Himchan y les había dado la gran noticia.

Había valido la pena por las pequeñas lágrimas que ninguno pudo contener (pero ese era un recuerdo que no irían a mencionar por la verguenza de recordarlo).

Dentro del carrito, habían varias brochas, habían adornos, lámparas, accesorios para el baño y una manija nueva, la cual descubrirían cómo instalar luego. Todo comprado bajo el gusto de ambos, esperando que su hogar quedara armónico.

“De acuerdo”, dijo Himchan llegando por un lado, revisando la lista que había escrito antes. Yongguk vio como el vendedor cargaba con los tarros de pintura y dejaba cuatro en el carro, “tenemos todo”, soltó luego con una sonrisa.

Yongguk le devolvió la sonrisa.

“Genial, vamos a casa”, respondió.

Y vaya que sonaba bien decirlo, esta vez siendo real y sintiéndose de la misma forma.

 

 

 

Habían transportado sus cosas a su nuevo hogar desde el primer día que les avisaron que la propiedad ya tenía el nombre de Yongguk, y aún no habían ordenado en demasía por los pronto cambios que harían en la decoración. Ambos habían estado durmiendo en dos camas individuales unidas en la mitad de la sala.

La cocina era el único lugar de la casa listo, porque venía armada con la compra, así que pasaban la mayor parte del tiempo ahí, maravillados por el desorden del patio.

“Subamos las pinturas”, le dijo a Himchan, cuando cerró la puerta después de haber entrado todas las bolsas de compras.

El muchacho asintió y tomó dos botes en cada mano, subiendo por las escaleras hasta la habitación a la que ya le había cubierto el suelo de papel de periódico. Himchan no tardó en cambiarse sus ropas a unas que pudiera manchar, mientras Yongguk subía con otro tarro y las brochas.

“Alguien está ansioso”, le comentó Yongguk cuando notó a Himchan ya abriendo la tapa de una pintura.

“Por supuesto, ¿tú no?”, inquirió, “quiero que esta habitación sea la primera en estar lista”, admitió.

Yongguk se quitó su camisa y se puso una playera vieja que solo usaba en casa.

“Pero la cocina ya está lista”, le respondió, obteniendo una mirada de falso enojo de Himchan, “de acuerdo, de acuerdo”, soltó luego, riendo un poco.

Himchan se volteó y buscó por que lado comenzar a pintar. Las ventanas estaban abiertas al máximo para que el olor a la pintura no fuera a hacerse muy fuerte y a la vez se secase a medida que terminaban de pintar determinado lado. El muchacho comenzó a poner pintura en la pared más próxima a la puerta, casi maravillado de cómo el color café comenzaba a ser reemplazado por un tono crema. Himchan decidió que le gustó ese color, finalmente.

Notó que Yongguk había comenzado a pintar a su lado opuesto, en la pared más alejada de él y a pesar de estar lejos, sabía que esa era la forma más productiva de trabajar. Cuando Himchan tenía a Yongguk cerca, a veces su mente o cuerpo no funcionaban como él quería, por lo que seguramente pintaría mal si él pintaba a su lado.

Después de cerca de cinco minutos de pintar, ambos decidieron que sería mejor poner radio o música, usando el celular del mayor para sintonizar algo y ponerlo en la mitad de la habitación.

Media hora de trabajo, y ya llevaban más de la mitad pintada, solo faltaba el último trozo de la pared que unía ambas mitades, pero ellos ya estaban descansando sentados y recostando su espalda en tal pared, admirando su trabajo.

“Estaba pensando”, soltó Himchan, cuya voz era mucho más cercana que la música de la radio, “¿cómo vamos a subir las camas?”, le preguntó al otro.

Yongguk frunció el ceño.

“No lo había pensado”, admitió, haciendo que Himchan soltase una pequeña risa, recostando su cabeza en su brazo cuando terminó de reír, “tal vez haya que desarmarlas y subir por pieza”, explicó.

“Vamos a quedar exhaustos”, comentó Himchan, sus palabras siendo más pequeñas por hablar contra la tela de la playera de Yongguk, “y no vamos a tener energías para hacerlo en la noche”, agregó con voz de tristeza.

Yongguk no pudo evitar reírse ante la respuesta.

“Tú solo piensas en eso”, le respondió al muchacho, pasando un brazo por su cintura y atraerlo un poco más hacia sí.

Himchan levantó un poco su rostro, solo para que sus ojos se vieran.

“No es cierto, pienso en otras cosas también”, le explicó.

Yongguk tenía ganas de bromear con el otro, por lo que continuó:

“¿Ah, sí? ¿Cómo qué?”, exigió saber.

No pasó por alto cómo el menor se sonrojó ligeramente.

“Pues”, musitó, escondiendo su rostro, “pienso en qué nombre le vamos a poner a nuestros hijos…”, admitió.

Yongguk se sorprendió por la respuesta: no pensó que Himchan iría a admitirlo, pues él solo estaba bromeando.

Movió un poco al otro a su lado y le besó la frente suavemente.

“¿Ya has pensado en algo?”, le preguntó ahora seriamente.

Himchan levantó su rostro totalmente, aun con las mejillas sonrosadas.

“Sí, pero ninguno me termina gustando del todo”, admitió.

Yongguk le sonrió.

“Descuida, aún tenemos muchísimo tiempo”, aseguró.

El otro asintió, sonrió y se inclinó hacia adelante para darle un pequeño beso en los labios a Yongguk.

“Entonces…”, susurró Himchan luego, “en vista de que vamos a estar muy cansados luego, ¿por qué no lo hacemos ahora?”, le preguntó con una sonrisa desvergonzada.

Yongguk negó con la cabeza, pero con una sonrisa.

“¿No quieres terminar de pintar antes?”, inquirió.

Himchan le miró, como si fuera lo más extraño que alguien podría decirle en ese momento.

“Yongguk, no hay ninguna cama aquí, y el suelo está lleno de periódico, y si pintamos todo voy a quedar con la espalda blanco crema”, le dijo como si fuera lo más obvio del mundo.

El aludido no pudo evitar reír un poco. Realmente Himchan no podía evitar pensar en cada detalle cuando se trataba de sexo.

Sin embargo, Yongguk le amaba así.

Fue el turno del mayor para inclinarse hacia adelante, tomando los labios de Himchan en un rápido y experto movimiento. Momentos luego, fiel a su palabra, Himchan estaba con la espalda desnuda contra la pared, amando y siendo amado a su novio.

 

Notas finales:

 

 

 

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¿es mi idea o estos capitulos cada vez se hacen más cortos?(?), como sea, ya tengo pensado el siguiente: que como aquí no aparecen los pequeños, en el siguiente no estaran los adultos, huehue. espero este les haya gustado ;; nos leemos<3


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