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Por mi mala suerte conocí el amor por unsermas

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Notas del capitulo:

disculpen por tardar tanto en actualizar, pero es que soy una chica muy floja y pues no se me ocurria nada para el capitulo pero gracias a una amiga ya tengo algunas ideas, bueno sin mas que decir aca les dejo con el capitulo tan esperado(?)

Se encontraba apoyado a la puerta dejándose caer lentamente al suelo con un ligero rubor en sus mejillas ,su corazón latía sin cesar, analizaba la razón de su comportamiento impulsivo, algo muy raro en él y más por una persona que recién viene conociendo pero por mucho que le diera vuelta al asunto no lo llegaba a entender.


-algo debe estar mal en mí-dijo en voz baja mientras sentía sus latidos, del bolsillo de su pantalón saco su celular y observo por unos segundos la pantalla esperando el mensaje de kuroro, quería asegurarse de que llegara a salvo a su hogar, sabía que tardaría un poco en que su mensaje llegara asi que se levanto del suelo, tomo sus cosas y camino hacia las escaleras para ir a su habitación. Tomó un baño caliente, se colocó ropa cómoda y entró a su cama, vio el libro que compró asi que decidió en empezar a leerlo mas no se concentraba en la historia ya que a cada momento volteaba la vista hacia la mesa de noche donde se encontraba su celular con la esperanza de leer el mensaje de kuroro, pasaron varios minutos hasta que por fin sonó, dejo a un lado su lectura y se apresuro en tomar el celular, su corazón volvió a latir con la misma intensidad de antes, quien diría que un mensaje podría llevar a emocionarlo tanto sobre todo viniendo de un extraño como kuroro.


De: Kuroro


 “disculpa que tardara en escribirte, tenía dudas en si enviártelo o no, pensé que estarías durmiendo o algo, solo quería decirte que ya estoy en casa y que de verdad la pase muy bien esta tarde hacia mucho tiempo que no me divertía jaja, espero que podamos repetirlo alguna vez”.


Una vez que termino de leer el mensaje volvió a colocar el celular en su lugar, cubrió su cuerpo con sus sabanas abrazando con una gran sonrisa el libro que compró mientras volvió a repetir aquellas ultimas palabras hasta quedarse dormido.


 


El trayecto a casa fue normal salvo por un minúsculo detalle, había sido seguido.


-¿Cuánto tiempo permanecerás escondida abi?- la chica salió sonriente de su escondite mientras se encaminaba hacia su amigo.


-rayos, pensé que esta vez si te sorprendería pero veo que tus sentidos siguen siendo tan agudos  como siempre- dijo un poco decepcionada, nunca entendió como es que siempre notaba su presencia.


-tardarías años para que me sorprendas- alargo su mano derecha a la cabeza de abi para darle unos golpes suaves – a todo esto, ¿se puede saber que haces aquí?- preguntó mientras sacaba sus llaves y los introducía en la cerradura.


-ah eso, vine porque tenia hambre- dibujando una gran sonrisa en su rostro que dice “aliméntame”.


-si digo que si mi despensa se vaciara y si digo que no formará un berrinche hasta que diga que si lo que conllevara a la primera opción, de una u otra manera salgo perdiendo- pensó detenidamente sus opciones mientras que miraba de reojo a su amiga quien seguía parada esperando con gran expectativa su respuesta- sabes ahora que recuerdo no he hecho las compras asi que no creo que tenga nada que ofrecerte.


-bueno entonces te llevaré a mi departamento para que me cocines algo- lo tomo del brazo y se lo llevó arrastrando fuera del edificio- además no puedes dejar que una bella y delicada flor como yo ande sola por las calles a altas horas de la noche.


- Te recuerdo que una vez te cargaste a todo un grupo de matones cuando éramos más jóvenes y todo porque tiraron tu sándwich al piso.


-tu no lo entiendes, eso fue un sacrilegio al final tuve que hacerle un funeral vikingo- defendió con lagrimas en los ojos mientras dramatizaba lo sucedido aquella vez, kuroro solo permaneció en silencio mientras escuchaba aquel momento de su juventud, soltando una que otra risa por las ocurrencias de su amiga. El trayecto a su departamento fue corto pues no vivían tan lejos, el lugar era algo rustico y un poco antiguo, a pesar de que kuroro le dijo que sería mejor que vivieran juntos, se rehusó, porque según ella ya le había causado suficientes problemas además de que quería aprender a vivir por su cuenta, cosa que le parece irónico ya que está siendo arrastrado solo para que le preparara algo de comer.


-ya volví- gritó con alegría mientras abría con fuerza la puerta.


-¿a quien le gritas eso?- preguntó mientras la miraba incrédulo.


-quisieras dejar de gritar como una lunática- aquel grito provino desde la sala, parecía ser la voz de un hombre, no, la de un niño.


-abi al fin llegaste- un pequeño niño de cabellos negros y ojos cafés saltó sobre la chica ofreciéndole un gran abrazo-¿Por qué llegaste tan tarde?


-es que tuve que ayudar a una anciana a cruzar la calle, debía resolver algunos casos, tuve que viajar a la era feudal y ganar la liga pokemon- respondió con toda la seriedad del mundo haciendo que el menor se tragara todas sus mentiras.


-deja de decir tonterías- un niño de cabello blanco aparece y le da un golpe en la cabeza. Dirigió su mirada a kuroro lo observaba de arriba abajo con el ceño fruncido-¿y este quién es, acaso es tu novio?- señaló molesto, a kuroro le pareció divertido ver su reacción así pensó que seria divertido molestarlo un poco.


-¿es tan malo que estemos saliendo?- con su brazo rodeó el cuello de la chica mientras lo miraba directamente a sus ojos, abi solo se limitó a ver como se desarrollaba la escena.


-honey pasa adelante no quisiera que te resfriaras- se hizo a un lado para darle paso a kuroro tratando de no reírse, cosa que molesto mucho al joven peliblanco. Ambos dejaron sus zapatos en la entrada y se dirigieron a la cocina para preparar algo de comer. Tomaron varias algunas ollas e ingredientes y empezaron a preparar la cena, claro que gran parte del trabajo lo hizo kuroro ya que abi era algo torpe, los chicos acomodaron la mesa y esperaron sentados la comida, en eso llega corriendo abi a toda velocidad hacia la mesa dejando en ella sus alimentos una vez que todos estuvieran sentado procedieron a servirse.


-honey deseas algo mas de arroz- pregunto imitando a una esposa recién casada.


-claro que si sweetie- contestó siguiéndole la jugada, pero ninguno de los dos pudo aguantar por mas tiempo la risa asi que estallaron a carcajadas haciendo que los chicos los mirara confuso.


-¿me pueden decir de que demonios se están riendo?- el chico de cabello blanco golpeó con ambas manos las mesas con total enojo mientras que el otro chico trataba de calmarlo.


-nada, es solo que fue tan divertido ver tu rostro cuando te dijimos que somos parejas- contestó abi quien se secaba una lagrima- chicos él es kuroro, mi mejor amigo de la infancia, kuroro, ellos son killua y gon.


- oh así que él era el de la foto- abi asintió ante la deducción de gon.


-hmp- killua volvió a tomar haciendo con los brazos cruzados.


 


Luego de recoger y limpiar todo, los cuatro se sentaron en el sofá para ver poder ver una película, gon y killua se durmieron a los 10 minutos ya que la película les pareció algo aburrida, abi lo pausó para poder llevarlos a sus habitaciones, tomo primero a gon y luego a killua, los acomodó con cuidado en su cama cubriéndolos con una sábana y antes de irse los beso a ambos en la frente susurrado las buenas noches, kuroro los observo desde la puerta con las manos en los bolsillos y una ligera sonrisa, nunca pensó llegaría a verla comportándose como una madre, porque a sus ojos eso parecía ella. Salieron de la habitación en silencio tratando de hacer el menor ruido posible con la puerta y volviendo nuevamente al sofá.


-te has encariñado con ellos- dijo mientras se apoyaba en el descansa brazo.


-si, ellos hacen que este lugar se vuelva mucho mas alegre- respondió con mucho afecto.


- me sorprende que no hayan muerto de hambre o algo por el estilo- agregó con mucha burla esperando ver la reacción que tendría ella.


-ya lo creo- respondió riendo entre dientes.


-¿alguna historia en particular?- ella asintió con algo de tristeza.


-bueno pues la historia de gon va asi; cuando nació su madre murió pero no tengo idea de cómo y su padre lo abandonó cuando a penas era un recién nacido sin embargo su tía cuido de él, era una mujer muy amable y quería mucho a gon, lamentablemente fue asesinada por un hombre, lo llevaron a una casa de adopción pero siempre terminaba escapándose, al parecer ellos se cansaron y lo dejaron en la calle.


-¿y que hay de killua?


-no se mucho de él pero lo que si sé es que proviene de una familia adinerada y al parecer muy poderosa, su familia eran de esas que lo privaban de su libertad, no tenía amigos y ellos nunca estaban en casa para darle cariño, fue creciendo en la soledad, las pocas veces que estaban en casa lo obligaban a entrenar hasta desfallecer y si no llegaba a cumplir el entrenamiento lo castigaban de forma mas física dejándolo mas adolorido, al final huyó de casa y como por cosa del destino conoció a gon quien poco a poco fue convirtiéndose en su amigo, hasta el sol de hoy esos dos han sido inseparables.


-¿Cómo fue que terminaron viviendo contigo?


-ellos intentaron robarme una vez- rió al recordar lo sucedido- pero gracias a tu entrenamiento pude darme cuenta a tiempo, les di un gran sermón y luego los invité a comer, fuimos hablando y al final les dije que si no tenían donde vivir podrían venir conmigo, al principio dudaron pero luego de que les insistiera tanto aceptaron.


-es decir que los amenazaste con llamar a la policía- asintió divertida por la astucia de su amigo.


-tal vez no sea su madre pero supongo que para ellos lo soy aunque a veces puedo llegar a ser tan…- pensó una palabra que pudiera definirla.


-tan tu- agregó kuroro quien se ganó una golpiza con el cojín.


-hey para ser tan yo lo estoy haciendo bien estúpido itzi bitzi- dijo elevando un poco su tono de voz.


-bueno no han muerto es un gran avance- se miraron a los ojos y volvieron a reír. Terminaron de ver la película, siguieron hablando hasta muy altas horas de la noche y de un momento a otro abi se había quedado dormida, su tarde debió haber sido algo agitada pues se le notaba mucho el cansancio, cuidar ella sola a esos dos chicos debe estar cansándola sin embargo se sentía muy orgulloso pues la pequeña niña que conoció en el pasado había crecido y ahora era toda una mujer responsable e independiente. La llevó a su habitación y la dejó en su cama, abrió un poco la ventana para ventilar la habitación, volvió a observarla apagó las luces y le susurro unas palabras de buenas noches y cerró con cuidado la puerta.


 


A la mañana siguiente todo estaba tranquilo, las aves cantaban, los niños reían y olor del café inundaban la casa, todo eso sucedía en una casa normal pero en el caso de esta era lo contrario.


-oye abi cuanto tiempo permanecerás tirada en tu cama levántate y prepara algo de desayunar- reclamaba molesto killua quien movía bruscamente el cuerpo de la chica, pero no reaccionaba.


-¿y si se murió?- pregunto gon quien observaba inocente el cuerpo inmóvil.


-no lo esta mira- killua señalo a la chica quien empezaba a babear sobre la almohada mientras hacia caras extrañas.


-asi que aun no despierta- apareció kuroro quien caminaba en dirección a la cama.


-tengo una idea- dijo killua, colocó ambas manos alrededor de su boca y poco a poco se fue acercando a su oído- abi la vieja gorda del alquiler viene para acá y dice que si no pagas la renta te hará su esclava por una semana- con todas sus fuerzas gritó haciendo que ella se levantara de golpe y saliera corriendo  asustada al armario en busca de un bate que tenia guardado.


-que venga esa vieja y cuando la vea le daré unas cuantos madrazos- amenazó agitando el bate a varios lados como una desquiciada.


-relájate, solo fue una broma- kuroro le había arrebatado el bate ya que en ella eso era un arma mortal.


-ya que estas despierta podrías prepararnos el desayuno-  todos voltearon a verla sonrientes esperando una respuesta


-ah pero hay un ligero detalle- se llevó una mano a la cabeza- verán no he hecho las compras y todo lo que había lo usamos anoche- todos quedaron en silencio observando como ella se reía por los nervios.


-¿que vamos a hacer?- preguntó gon


-pues sería lindo si fuéramos todos al super-  luego juntó ambas manos en señal de ruego


-tampoco tenía tanta hambre- dijo killua


-ire a jugar un rato- agregó gon


-pero vean la hora, debería estar en casa esperando el paquete que ordené- exclamo kuroro quien miraba su muñeca como si tuviera un reloj ahí.


Eso molestó mucho a abi quien se les fue encima a los tres y empezó a repartir unos cuantos golpes junto a unas que otras amenazas, luego de la tortura física y psicológica todos  se arreglaron de la mejor manera, mas por parte de abi ya que nunca le ha gustado arreglarse mucho, y se dirigieron al super.


-este es el plan- saca de su bolsillo dos lista de cosas por comprar y otra con lo que parecía un plan de batalla- gon y yo buscaremos todo de esta lista mientras que tu y killua buscan lo restante de esta otra- les entrega a ambos la lista con instrucciones detalladas


-no entiendo por que tanto problema para hacer unas simples compra- dijo gon quien reflejaba confusión


-veras gon- toma por los hombros al menor- hoy es quincena y eso significa que se formara una matanza en este lugar y sino tomamos lo necesario pasaremos el invierno muertos de hambre- gon tragó en seco volviendo a creerse los disparates que ella decía, kuroro y killua la miraron con mucha seriedad.


-como sea  acabemos con esto de una vez- killua dio media vuelta y se encamino a unos de los pasillos kuroro hizo lo mismo.


-no olviden esto, si es necesario asesinar a alguien háganlo no habrá piedad ya que ese lugar se volverá un campo de batalla - gritó entusiasmada pero estos no hicieron caso a su advertencia, pensando que solo eran solo sus típicos ataques de delirios, nunca estuvieron tan equivocados


-estúpida vaca yo los vi primero entrégueme la caja de chocorobots- killua se hallaba luchando contra una señora con sobrepeso por la custodia total de estas, recibía carterazos de parte de ella pero aun asi no soltaba la caja mientras que un niño regordete, parecía que acompañaba a la señora, sostenía la pierna de killua.


-estas cajas de pizza son mías, aléjense bestias salvajes- en el mismo lugar se encontraba kuroro luchando contra una multitud, se le veía totalmente desarreglado, tal y como había dicho abi el lugar se convirtió en un campo de batalla, se podría decir que estaban recreando la segunda guerra mundial pues ese lugar era un caos, mientras tanto al otro lado del super abi y gon luchaban contra una muralla de personas tratando de alcanzar las carnes.


-miren están haciendo descuentos en la zona de vegetales- toda la muchedumbre dirigió su mirada hacia el lugar señalado, gon aprovecho la oportunidad para tomar todas las carnes necesarias y poder salir de ahí con vida, gracias a su agilidad pudo correr y proteger el tesoro mientras que abi, quien tenia escondido algunas carnes debajo de su camisa, corría de allí  a toda velocidad esquivándolos zapatos de algunos compradores.


Kuroro y killua yacían escondidos, al igual que gon, protegiendo sus tesoros se asomaban de vez en cuando para asegurarse de que no hubiera nadie a la vista


-la zona se ve segura- los tres chicos salieron de su escondite pero detuvieron el paso cuando notaron a una persona pasar por ahí pero para su gran alivio kuroro notó que solo era kurapika, se acerco con toda tranquilidad al rubio con una ligera sonrisa, kurapika imitó a kuroro y también le devolvió la sonrisa.


-no pensé verte por aquí- dijo el rubio


-yo tampoco pensé en venir mas bien fuimos obligados- kurapika observo que no estaba solo asi que se presentó a los chicos.


-veo que también estas haciendo compras- kurapika asintió- ¿y viniste solo a esta zona de guerra?


-no, vine con un amigo aunque lo perdí de vista luego que un grupo de señoras nos persiguiera- ambos empezaron a reír hasta que gon los interrumpió


-¿oye kuroro de casualidad no habrás visto a abi?- los tres empezaron a buscar con la vista a su amiga pero no pudieron encontrarla hasta que oyeron unos gritos provenientes del pasillo de dulces, todos corrieron en esa dirección y lo que vieron los dejó petrificados, había una montaña de personas inconscientes o al menos eso esperaban que asi fuera mientras veían como abi luchaba con todo su ser contra un hombre alto de cabello negro.


-suelta mis brownies estúpido anciano- la chica estaba encima del hombre tratando de quitarle sus preciados dulces.


-nunca yo los vi primero niña malcriada- este sostenía su rostro con su mano y con la otra mantenía los brownies lejos de su alcance.


La pelea se prolongó un rato más pero fue detenida por unos guardias, pero no porque estaban peleando ya que eso era normal en esas fechas, sino por dejar inconsciente a casi todos los clientes, dejaron que pagaran sus compras pero les confiscaron la casa de brownies.


-no no no, regrésenme mis brownies- gritaba enojada queriendo lanzarse a los policías y repartirle unos cuantos golpes pero kuroro no la dejaba ya que la tenia rodeada con sus brazos


-ya ya, tranquila luego te compro uno caja para ti sola- acarició su cabeza para calmarla. Todos observaban la escena de ellos dos, cualquiera que pasara por ahí diría que son una pareja cosa que también pensó kurapika lo cual por alguna razón hizo que sintiera una pequeña molestia hacia abi.


-mejor nos vamos antes de que las carnes se echen a perder- dijo killua quien caminaba en dirección hacia su hogar.


-killua tiene razón vamos abi- gon tomo la tomo de la mano y se despidió de los otros chicos


-pero y mis brownies- seguía llorando por no haber obtenido sus dulces


-ya te dije que luego te las compraré asi que deja de llorar- dijo kuroro secándole las lagrimas con la manga de su camisa, eso hizo que molestara aun mas a kurapika quien frunció el ceño cosa que no paso desapercibida por su amigo- hasta luego kurapika, debo acompañarla te escribiré luego- se despidió agitando su mano, este hizo lo mismo pero aun seguía con el ceño fruncido.


-andando leorio- se dio media vuelta y caminó molesto toda la trayectoria hasta su casa, leorio volvió a echar un último vistazo a ese grupo en especial a ese chico de cabello negro.

Notas finales:

bueno bueno, espero les haya gustado porque a mi me entretuvo mucho escribir este capitulo, vaya los celos son una cosa seria no? pero sin ellos no hubiera emocion en la cosa, si si ya se que no hay mucha participacion de kurapika pero es que de verdad me urgia escribir algo como esto xD


esperon les haya gustado y esten pendientes de mi proxima actualizacion, los quiero (~*3*)~


ah! no olviden dejar algun comentario y si tienen una sugerencia como por ejemplo ¿que persona deberia estar con abi? se los agradecería xD


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