Las finas manos de SeHun se posaron sobre las hebras castañas de su esposo, tan suaves como las recordaba acariciaron sus dedos mientras atraía la pequeña boca del mayor. Los labios de su LuHan seguían siendo tan dulces aun con unas cuantas lagrimas bañándoles, volver a saborearlo completamente era el cielo para el menor.
- Hunnie – LuHan se aferró fuertemente a su marido mientras buscaba desesperadamente la boca de este, los labios de SeHun le reconfortaban de una manera inexplicable. Era la primera vez en meses que sentía completo.
- Hannie – Con cuidado subió al chico sobre sus piernas. Ahora mismo todo el trasfondo de su historia estaba enterrado en el amor que se tenían. No importaban contratos, casas, bienes o cualquier cosa concernientes a lo que los había llevado a la casa de campo, ahora eran solo una pareja de enamorados.
El castaño enredo sus piernas en la cintura de su marido, SeHun podía sentir como el cuerpo de su bello ángel se apretaba al suyo deliciosamente, tan dulce, tan entregado como era LuHan a él desde la primera vez que habían estado juntos. Sus pequeñas y delicadas manos acariciaban suavemente la piel expuesta creando un excitante ardor cuando ocasionalmente dejaba a sus uñas recorrerle.
Un pequeño gemido abandono sus labios cuando SeHun apretó su trasero, las manos de su marido jugaban traviesamente con sus glúteos. Inevitablemente se arrojó a sus labios, el dulce placer de volver a pertenecerse de esta forma estaba sofocando a LuHan que solo gemía y se abandonaba a los sentimientos que le entregaba SeHun.
- Mi angel – levanto a LuHan lo suficiente para colocarlo sobre la cama – Si pudieras ver lo hermoso que te ves mi amor – Era un poema para el rubio ver a su frágil esposo sobre las sabanas de seda portando su camisa como si fuera prenda de dioses.
Inevitablemente el mayor dejo caer lagrimas ante las palabras que le dirigían, extendió los brazos para atraer a su marido nuevamente, mordió delicadamente sus labios hasta introducir su lengua, juguetonamente SeHun lo retaba buscarle, la lengua de LuHan viajo hasta donde se le era permitido, disfrutando cuando SeHun ingresaba en el jugueteo de este, el beso pasaba de tierno a obsceno cuando los chasquidos producidos por su legua embargan la habitación.
Suavemente fue acariciando las esbeltas piernas de su marido, arrastrando la camisa que llevaba el mayor, cuando retiro por completo la prenda dejo a la vista el bóxer que apretaba delicadamente su trasero.
- Tan hermoso – separándose del cuerpo del otro deslizo el pequeño bóxer que tenía su chico. Deleitándose del roce producido cuando bajaba la prenda.
- Mi amor – la voz de LuHan era apenas un susurro. Estando expuesto a su marido, mostrándole el alma en la entrega.
- Te amo tanto LuHan – Escondió su rostro en el cuello del chico, aspirando el delicado olor que siempre llevaba, tan dulce, un olor a rosas que ocasionalmente se había encontrado en sus propias prendas. Delineo el blanco cuello con su nariz, aspirando la esencia de su marido como el más delicioso perfume.
Encajo sus blancos dientes en la piel expuesta, el suave gemido de su marido le animo a continuar, con cada succión proporcionada SeHun sentía como los dedos de LuHan se enterraban en su cabellera. El cuerpo del mayor se contrajo cuando alcanzo su clavícula, mordisqueándole disfruto de los suspiros que dejaba salir su pequeño.
- Siempre te ha gustado esto – con apenas un asentimiento confirmo lo dicho por el menor -Lo recuerdo bien -Sonrio de lado cuando LuHan le dirigió una mirada avergonzada. SeHun había descubierto ese punto sensible cuando eran novios -También recuero esto – Apretó salvajemente el trasero del chico que gimió audiblemente, sabía que LuHan adoraba cuando le trataba posesivamente en la cama.
- XiaoLu -tomo la mano del castaño y lamio la punta de su dedo anular – estoy curioso sobre algo -introdujo completamente el dedo en su boca, tomándose el tiempo para chupar y mordisquearlo - ¿Te haz tocado durante ente tiempo? -El sonrojo se expandió inmediatamente por el rostro del mayor. LuHan con prisa tapo su rostro con sus manos -Vamos amor – jugueteando sobre las manos de este las aparto de su rostro – necesito saberlo – beso los pequeños ojos de su ciervo que se apretaban para evitar su mirada – cielo – restregándose contra su odio pudo sentir el cuerpo de su marido relajarse -por favor cielo
- Umh –
- ¿Dijiste algo? -renuentemente LuHan dejo salir un quedo no.
- Esto será un problema – SeHun sabía de ante mano que a pesar de las múltiples sesiones de amor que habían compartido LuHan siempre tenía problemas al momento de recibirlo.
Subió sus traviesas manos hasta los muslos de su marido que suspiro ante la erótica caricia, LuHan sabía que le estaba provocando, y su orgullo dolió. Le dio la vuelta rápidamente la jugada quedando el sobre SeHun que rio ante la acción.
- Me gusta tu cooperación mi amor, pero – invirtió la posiciones besando el puchero que formo LuHan - no podemos correr sin antes caminar – beso la punta de la nariz de su marido para volver a colocarse sobre este. -Ven – le extendió la mano, sonrió cuando vio como enseguida el otro le dio su mano, la beso en un gesto amoroso antes de abrazarle – Sabes, no recordaba cuan bello era esto – arrodillados sobre la cama le dio la vuelta a su esposo, beso sus pequeños hombros -¿Confías en mí?
- Por supuesto – el corazón de SeHun dolió cuando la respuesta de LuHan salió rápida y decidida, la fe ciega de su marido era un golpe a su clara estupidez.
- Ven, recuéstate – Paso un par de almohadones por el estómago de LuHan para dejar elevado su redondo trasero.
- SeHun
- ¿Si? -Aun recostado en la cama giro su rostro, el rubio espero las palabras de su niño.
- Te adoro – las palabras de LuHan le hicieron sonreír.
- Y yo a ti hermoso –
Separo las piernas de su esposo para dejar a la vista su pequeña entrada, disfruto de ver la verdad en las palabras de su marido; no se había tocado en todo ese tiempo, y por supuesto que no le habían tocado, disfruto saber que no había sido el único en tener un celibato auto-impuesto.
- Esto me recuerda a la primera vez que te tome- El rubio subió hasta el oído de su marido, disfrutando del pequeño sobresalto cuando su cálido aliento choco en las rojas orejas del mayor
- Umh –
- Sigues tan hermoso como aquella vez – mordió con delicadeza los delicados hombros del chico que se retorció -O incluso más que antes, los años te han hecho cada vez más hermoso –
- SeHun˜ -El miembro del mencionado se apretaba a su cuerpo, el pre seminal que salía de la punta del glande empapaba los suaves glúteos del mayor – Por favor la varonil risa de SeHun voló hasta a LuHan que inevitablemente dejo escapar una sonrisa radiante.
Del segundo cajón del gabinete de su cama extrajo una pequeña botellita de lubricante -cortesía de su entrometido abogado-. Dejando caer una generosa cantidad sobre la entrada de marido que se contrajo con una mueca.
- ¿Estás bien?
- Solo es un poco frio -asintió a las palabras de su marido y continuo con lo suyo.
Con movimientos suaves pero firmes masajeo el circulo de carne de su marido, los hombros tensos de LuHan le advirtieron de la molestia que sentía.
- Tranquilo bebe – acaricio la cadera del castaño con su mano libre, esperando que eso ayudara a su pareja en la relajación -Confía en mí, no voy a lastimarte- deposito pequeños besos en la suave piel – ahora, relaja tu cuerpo, disfrútalo amor .
Con sumo cuidado introdujo uno de sus dedos dentro del anillo de LuHan, el castaño dejo salir un sonoro gemido cargado de dolor.
- Relájate por favor – los pequeños espasmos del chico se calmaron después de tortuosos minutos – voy a continuar Lu – como le había dicho continuo su lento masaje hasta que se sintió con valor de introducir un segundo dedo, el anillo de su esposo le apretó de una forma doloroso, las pulsaciones le advirtieron el claro rechazo de su pareja, pero la mayor afirmación fue el arqueo de LuHan junto al desgarrador sonido proveniente de su garganta.
- ¡Continua! – la solloza voz de LuHan le ordeno, los puños cerrados sobre la cama le arrebataron el aliento, las blanquecinas manos del chino estaban completamente rojas – Dije que continúes – elevo su trasero lo suficiente para respaldar su orden, los dedos que aun tenia dentro SeHun seguían sintiendo el doloroso apretón que le daban.
- Bien – se dedicó a distraerlo con suaves caricias acompañadas de tiernos besos, el cuerpo de LuHan se fue relajando, su semblante se sereno lo suficiente para indicarle que podía continuar, en menos tiempo tuvo el tercer dedo dentro de su esposo, esta vez LuHan no emitió ninguna queja, por lo que SeHun continuo a por la labor. Cuando sintió lo suficiente preparado al mayor saco los dedos de este que emitió un quejido. El pene de SeHun estaba rojo y brillante de pre-seminal, le había tomado todo su autocontrol no introducirse en su marido, sin embargo, un dolor le golpeo, memorias pasadas le asaltaron la mente y le inundaron los ojos con lágrimas.
- Lo siento, no puedo hacerlo – hablo fuerte y claro para que lo escuchara, y además para darle a entender que no había espacio a replica.
- Pero
- ¡Dije que no!
- SeHun … ¿Por qué …?
- Yo no puedo, no lo hare, simplemente no puedo ….