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Mis días como estudiante por coti_chan

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Notas del capitulo:

Holaaa, muchas gracias por los comentarios que me dejaron, me sentí muy inspirada a continuar escribiendo la historia ~

Tengo esta costumbre tan mala de actualizar tan tarde aaaaahhhh~ tengo sueño, ojalá haya quedado coherente el cap... ;_;

Bueno, no me queda más que decir que disfruten. Este me quedó algo mñas largo que el anterior espero que no les aburra ~

Bueno los personajes no son mios son de Masashi Kishimoto de mi kokoro jeje.

La puerta se abrió siendo apenas audible por los compañeros que yacían junto a ella. Algunos voltearon levemente para ver qué sucedía pero al saber de quién se trataba volteaban inmediatamente al frente y hacían caso omiso de su presencia.

Agradeciendo que la puerta se encontraba al final del aula y no junto al profesor, y haciendo su máximo esfuerzo por no hacer algún sonido incriminatorio, Naruto avanzó a paso lento dentro del salón con una sonrisa nerviosa a causa de las grandes pericias que hacía para emular un ninja y lograr escabullirse “Ya casi… ya casi…” Pensaba para sí, cada vez más cerca de su asiento junto a la ventana.

-Señor Naruto Uzumaki- Escuchó una voz por la espalda haciendo que se congelara en seco y sudara frio- no sé qué estaría pensando creyendo que podría pasar en mi clase sin ser visto- Habló con dureza el profesor de brazos cruzados.

-Eeetto…. No es lo que cree Ebisu sensei -  Se apresuró a decir poniéndose de pie riendo de forma nerviosa – Verá, Yo sólo…sólo estaba… eeh…-

-No me interesa, vuelva a su asiento- Gruñó señalando su banco. Aunque en el fondo le había salvado de inventar una excusa que se seguro sería poco creíble para cualquier ser humano- y más le vale estar atento si no quiere volver a reprobar el próximo examen- Comentó con una sonrisa maliciosa apenas visible, dándole la espalda dirigiéndose al frente del salón para coger un gran libro de historia y continuar con la lección.

El rubio se limitó a suspirar con pesadez y de mala gana de fue a sentar a su asiendo guardando la menor sutileza en cada una de sus acciones. Prácticamente se tiró sobre tu pupitre dejando su bolso colgado en el ganchito de esta. –Tsk… estúpido Ebisu- Murmuró con desgano viendo por la ventana despreocupadamente, al menos la vista que tenía desde allí era buena, podía ver cómo una de las clases tenía educación física, fijándose en las chicas que hacían calentamiento. Una sonrisa pervertida se  dibujó en sus labios y riendo para sus adentros se dedicó a apreciar cómo se ayudaban entre ellas a acondicionar sus cuerpos para la lección- Je je je qué suerte – Se fijó en una chica de cabello rosa que sentada sobre una colchoneta intentaba tocar la punta de sus zapatillas con las piernas estiradas- qué linda…-murmuró, cuando una tiza fue a dar sobre su frente poniéndolo nuevamente alerta.

-¡SEÑOR UZUMAKI!- Ahí estaba Ebisu, gritándole como era habitual.

-Ya ya viejo, ya entendí, no es mi culpa que esta clase sea tan aburrida – Habló despacio aunque fue perfectamente audible por la clase, la cual solo se mantenía a raya de la situación. Estas cosas eran más comunes de lo que podría pensar cualquier persona, al menos desde que había llegado el rubio, y dado su gran historial de peleas sus compañeros no se atrevían a acercarse mucho a él  e incluso evitaban quedar a solas con este.

-¿¡Q-qué dijiste?!-Cuestionó crispado el sensei, ciertamente Naruto le colmaba los nervios con esa falta de respeto – Al final de la clase irás a hablar con la directora Tsunade sama – Habló molesto dejando una notita en el libro de anotaciones del curso, cosa que verdaderamente no le importó al culpable, el cual volteó el rostro nuevamente con disgusto y dio un bufido en aparente resignación.

-Como sea – Fijó la vista al frente aparentando prestar atención. La verdad es que desde que se había trasladado la dinámica no había cambiado mucho de su anterior escuela. Ignorado por sus compañeros y criticado por sus profesores; suspiró con pesadez y se recargó en sus codos cayendo en los brazos de Morfeo luego de unos cuántos minutos de aburrida lección.

Una vez en la hora de descanso y despertado por Ebisu, Naruto se dirigió de mala gana a la oficina de la directora. Una vez frente a la puerta dudó de si entrar o salir corriendo, ciertamente ese día no había sido uno de los mejores y era muy consciente de que no se las iba a llevar tan fáciles. Para su mala suerte mientras aún resolvía sus problemas internos la puerta se abrió dejando ver una impotente mujer de grandes atributos en el marco de la puerta, esta le veía con seriedad a través de unos pequeños lentes que traía puestos –Naruto, que bueno que llegas- Se dirigió a él con un tono firme y claro, haciéndose aún lado para que este entrara –Pasa por favor-  Hizo un gesto con el brazo, a lo que el blondo debió obedecer ingresando a la oficina cuya puerta se cerró tras de sí encontrándose adentro con Kakashi e Iruka – Toma asiendo- Ordenó, y acto seguido ella hizo lo mismo pero del otro lado del escritorio donde estaba el rubio junto a sus profesores que al contrario, estaban de pie.

-Bueno- Comenzó- Creo que ya estoy bien al tanto de lo que ha pasado hoy en esta escuela – Comentó en relación al rostro de Naruto que portaba claras muestras de haber sido agredido.

- Tsunade no bachan – Se apresuró a decir- Ni siquiera ocurrió dentro de la escuela-

-Silencio- Elevó la voz, callando al alumno- No me interesan las excusas, claramente fue durante las horas de clases por lo que nos comete completamente hacernos cargo de la situación- Miró a Kakashi e Iruka quienes le habían informado el incidente de la mañana los cuales mantenían silencio y una mirada igual de seria.

Se había formado un silencio bastante incómodo, cosa que Kakashi aprovechó para intervenir – Naruto…- Le vio con su usual rostro parsimonioso- Estuvimos hablando de tu caso hace un momento, y llegamos a un acuerdo-  dictaminó seguido del asentimiento del morocho que les acompañaba.

-¿Eh? No entiendo- Dudó el rubio haciéndose el desentendido.

-Desde mañana asistirás a otro salón de clases- Sentenció la rubia- Hemos visto que tu relación con tus compañeros es bastante mala, y creemos que este puede ser un factor importante en el porqué de tu comportamiento- Terminó con un semblante que profesaba la ira de quien osara contradecirla- ¿Queda claro?

Mantuvo silencio un par de segundos, realmente le disgustaba la situación; no comprendía por qué se metían en cosas que poco debieran importarles y bah, cambiarlo de aula sólo haría que se repita la misma historia, cosa que muy poco le importaba como siempre había mantenido – Hagan lo que quieran- Terminó desviando la vista con visible enojo, inflando los mofletes en el acto.

-Bien- Se colocó de pie y le extendió un papel – Este será tu nuevo curso. Allí especifica tus horarios de clase y los profesores – Esperó a que Naruto cogiera el trozo de papel y prosiguió- Iruka sensei será desde ahora tu profesor jefe, me mantendrá informada de cualquier cosa. El rubio le miró por el rabillo del ojo recibiendo una sonrisa pequeña por parte de Iruka; no era mal profesor y desde que había llegado le había agradado bastante pese a la gran cantidad de regaños que le daba- Por último y sólo para recordártelo, quedan estrictamente prohibidas las peleas dentro y fuera de la escuela. Dejaré pasar el incidente esta vez, pero será la última- Finalizó la rubia. Acto seguido hizo que los presentes se retiraran del lugar, pues el receso había terminado y las clases debían continuar.

El resto del día pasó de lo más tranquilo si así puede decirse y sin mayor contratiempo. Al rubio le molestaba que sus compañeros hicieran como si no estuviera allí por temor o porque simplemente pensaban que trataba de llamar la atención; no los extrañaría después de todo habían convivido un corto periodo de tiempo juntos.

Al sonar el timbre de salida se decidió a ir a casa, pues no había mucho más que hacer aunque por otro lado no tenía ninguna prisa por llegar hasta allá donde nadie le recibiría y tendría mucho tiempo para pensar en cosas innecesarias-Qué dilema – Bostezó para luego darse tres palmadas en casa mejilla – Allá voy – Dijo con algo más de ánimo apresurando el paso.

Una vez en frente al edificio donde vivía, escarbó en sus bolsillos en busca de una llave y subió por una pequeña escalera hasta dar con el piso correcto, caminando hasta la puerta donde se encontraba su hogar y, sin mayor miramiento colocó la llave y la giró para luego escuchar un leve “click”. Ni siquiera se dio la molestia de anunciar su llegada, pues sabía de antemano que nadie le devolvería el saludo, se quitó los zapatos y fue hasta el centro de lo que parecía ser una sala de estar recostándose en suelo de madera, meditando en el día que había tenido- kuso… qué haré- Se dio media vuelta quedando de lado, dejando que los rayos solares dieran en pleno con su cuerpo bajo una agradable sensación de calidez. Acarició uno de los parches que aún adornaban su rostro y luego revolvió su cabello con hastío, le molestaba que todos estuvieran tan encima de su vida ahora cuando más cerca estaba de tener la independencia que tanto creía merecer. Ni cuenta se dio cuando sus ojos se cerraron y perdió la capacidad de formular pensamientos coherentes y plausibles, siendo embriagado por un profundo sueño.

Abrió sus ojos cuando el frio que le rodeaba se tornó insostenible, dándose cuenta que se había quedado dormido en el suelo del departamento. Se incorporó con algo de molestia, pues había quedado adolorido sobretodo sobre su hombro izquierdo donde había apoyado el resto de su cuerpo, y se dirigió a su cama dispuesto a continuar durmiendo, cuando sintió un fuerte rugido proveniente de su estómago – Hmmm…cierto…- Se talló uno de sus ojos intentando recordar- Hoy tenía que ir a comprar cosas para la casa – Sacó su teléfono celular para ver mejor la hora – las 9, aún deberían estar abiertas las tiendas – Habló consigo mismo, cada vez más despierto, ahora cambiándose el uniforme del instituto por una tenida más informal y cómoda – Aunque mejor me doy prisa – Cogió algo de dinero y salió rápido, recordando una tienda de conveniencia que no quedaba muy lejos del lugar y se apresuró a ir allí-Je... debería comprar algo de ramen- mencionó siguiendo un ritmo constante con ambos brazos cruzados atrás de la cabeza cuando ya podía divisar la tienda, aunque se detuvo en seco cuando un poco más alejado de allí algo parecía fuera de lugar.

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Retiró el delantal que cubría su ropa de diario y doblándolo de forma meticulosa lo introdujo en un pequeño casillero ya dentro del cuarto de empleados del local. Había pedido permiso para salir una hora antes del trabajo ya que su hermano le había comentado que al día siguiente irían a visitar la tumba de sus padres terminada la escuela y que lo mejor era que estuviera descansado.

Notó como esa tarde estaba más fresco que de costumbre, probablemente porque estaban en otoño y ya se acercaba el invierno. Se colocó el abrigo que había dentro del casillero y se dirigió a una joven que se mantenía de pie en la caja registradora – Ya me voy -  Le soltó sin más, más por mera cortesía que por otra cosa.

-Ngghh ¿Ya te vas? –Se apresuró a decir con desilusión la voz de la chica pelirroja, la cual daba la idea de un perrito abandonado- Neee Sasuke kun quédate un rato más, esto no será lo mismo sin ti – Habló melosa mientras terminaba de atender a un anciano con sus compras.

-Jáh, es ovbio que no será lo mismo, si estás enamorada de él – Se apresuró a decir un chico de cabello blanco de la misma edad que ellos, el cual portaba una mopa.

-C-cállate Suigetsu – Habló la pelirroja muy fuerte totalmente crispada –Eso no es cierto – Dijo lo último completamente roja.

 El pelinegro se limitó a bufar, siempre era lo mismo con ellos – Me tengo que ir, adiós- Dejó la tienda, ignorando el escándalo que se había formado allí dentro. En ocasiones sus compañeros de trabajo le parecían personas demasiado molestas para su gusto, aunque no les odiaba, en otros momentos podían ser personas de mucha utilidad.

Ya fuera se disponía a ir a la parada del buses para ir a casa, caminó unos metros lejos de las luces de la tienda cuando un grupo de jóvenes se apareció frente a él, bloqueándole el paso. El azabache al ver el camino cortado, se giró pensando tomar la otra dirección, pero se vio completamente rodeado. Manteniendo la calma miró a los chicos frente a él, adoptando una posición más desafiante -¿Qué es lo que quieren? – Habló fuerte y claro, no dejándose amedrentar.

-Así es como le hablas a tu primo después de tanto tiempo sin vernos -  Se abrió paso entre los chicos a su juicio desconocidos un muchacho de piel pálida y cabello negro, muy similar a él mismo.

-¿Qué es lo que quieres Sai? –Cuestionó esta vez no tan fuerte, con una pregunta claramente dirigida al chico frente a él- No deberías aparecerte así a estas horas- Lanzó una mirada general al grupo que le rodeaba a ver que tramaban.

-Sasuke kun-  Se dirigió a él el otro azabache-Soy yo quién debería preguntarte lo mismo- dibujó una sonrisa en su rostro, una falsa sonrisa sin emoción alguna- Sabes que estas no son horas para que un estudiante esté deambulando sólo –habló con esa sonrisa que podría poner nervioso a cualquiera, sobretodo en la situación en la que se encontraba.

-No me interesa- Respondió cortante- Si me disculpas, yo me largo de aquí- Iba a cruzar a través de los chicos que evitaban su paso, pero uno de ellos lo empujó nuevamente al centro de este- Sai... esto no es gracioso – Le vio desafiante.

-Nadie dijo que lo fuera para ti, sólo intento divertirme un poco- comentó divertido – No todos los días se presenta esta oportunidad de tan buenas y a primeras.

-OOI- Se escuchó por la dirección contraria a lo que el grupo volteó a ver de qué se trataba, encontrándose con la mirada seria de cierto rubio- Sai ¿No te enseñaron a  no meterte donde no te llamaban? – Cuestionó empujando a uno de los sujetos que conformaban el círculo que rodeaba al azabache, rompiendo la formación que estos habían adoptado.

-Naruto, que coincidencia – Habló Sai con más seriedad- No esperaba encontrarte por aquí – Volvió a asomar una sonrisa divertida – Déjame darte una cordial bienvenida – Acto seguido tres sujetos se acercaron a él con la clara intención de golpearle, pero el rubio fue más rápido y logró esquivarlos, provocando que dos de ellos chocasen entre sí.

-Já, hará falta más que eso para detenerme – Al ver como otro tipo se acercaba con la clara intención de golpearlo le propinó una patada en el estómago que le hizo caer al suelo –Oye tú – Le dirigió la palabra al otro pelinegro colocándose en la espalda de este, el cual ahora se dedicaba a dar puñetazos a aquellos que intentaban acercarse para golpearle- Mejor vámonos de aquí – Se apresuró a tomar el brazo de Sasuke y salió corriendo hacia una de las calles más obscuras que habían por el sector siendo seguido por los secuaces de Sai. Para su suerte se conocía todos los atajos y pasadizos existentes, por lo que escabullirse allí era un juego de niños.

-…Dobe, ya suéltame – Hablaba con la respiración entrecortada aquel que había ayudado minutos atrás, sin saber de quién se trataba – Ya no nos siguen-

Naruto escuchó la forma en que lo había tratado, haciéndosele levemente conocida. Aprovechó la luz ténue de uno de los faroles cercanos  y se detuvo para voltear a ver al muchacho que había ayudado, teniendo la respiración igual de exaltada que el otro –Baka, debiste correr en cuánto te los topaste- Le regañó el rubio, mientras la luz del foco le daba en la cara haciendo que sus ojos y cabello tomaran un color ajeno.

-Tsk, quién te crees que eres para darme órdenes- Se revolvió el azabache, liberándose del agarre en su brazo – Sólo eres un dobe que se mete donde no le llaman.

-Qu..qu …q.q……- Se aguantaba una vena en su sien por las palabras que le había dicho el morocho- ¿Qué dijis..te? – Cuestionó crispado – ¡¡Encima que te ayudo y así me lo agradeces!!

-Nadie pidió tu ayuda- Se limitó a decir el otro, viendo hacia ambos lados en busca de un punto de referencia para poder ubicarse y volver a casa- Eso demuestra que eres un dobe por hacer cosas innecesarias.

-¡TU ERES UN BAKA, TEME! –alzó el puño con la intención clara de golpearlo, a lo que el otro cerró los ojos ante lo inevitable. Aunque dicho impacto no llegó, el rubio se contuvo a último minuto aún furioso – Tsk… no te mereces ni eso – Bajó el puño, sorprendiéndose a sí mismo por el acto, pues nunca meditaba sus actos antes de cometerlos – Será mejor que te vayas -  habló mirando hacia otra dirección, aún extrañado de sus acciones.

-Bien- Habló no muy convencido el pelinegro, dudando un momento si preguntar o no – Dobe ¿Dónde hay una parada de autobús? – Se dirigió a él cuando le vio algo más calmado, el chico se le hacía demasiado ruidoso pero tenía que aprovechar de preguntar.

-No me digas dome, teme – Reclamó de forma casi infantil – No se ni siquiera por qué ayudé a alguien como tu – Lo último se lo decía a si mismo más que al otro, y suspiró – Afuera de mi casa hay una parada de autobús – Comentó y empezó a caminar hacia allí, siendo seguido por el azabache- Por cierto, me llamo Naruto, Naruto Uzumaki, recuérdalo – Volteó a verle a los ojos con convicción y se detuvo un momento allí, un segundo que pareció eterno, era idea suya o le sonaba realmente familiar esa cara.

-Vale – Comentó el Uchiha – Te diré por tu nombre cuando dejes de ser un dobe, dobe – habló como quién no le quiere dar mucha importancia al asunto, aunque la verdad era que se había quedado en shock por la mirada tan profunda que el de ojos azulados le había dirigido, casi sintió que se había perdido un momento en ella, cosa que lo enfadó.

-Llegamos – Comentó el rubio, haciendo caso omiso del comentario anterior que le habían dado – Por cierto teme ¿tú cómo te llamas?

Dudó de si darle su nombre, pero no sintió que fuera una mala persona, después de todo era lo que menos podía hacer después de la ayuda que había recibido –Sasuke – Habló luego de un largo silencio – Y gracias por la ayuda de antes dobe– Agradeció a su manera, cuando el bus que le servía pasó por la parada, deteniéndose ante la seña del pelinegro – Bueno, adiós – Se despidió de este y subió al bus.

-Adios, teme – Gruñó inflando los mofletes, aunque por lo menos había logrado saber su nombre “Sasuke eh….” Pensó para sí mientras el bus se iba y doblaba en algún punto, perdiéndose de su vista- Cielos…- Suspiró, caminando hacia su departamento cuando de pronto el rugir de su estómago no esperó en hacerse presente –¡KUSO! – Sudó frio, por todo eso se había olvidado de para qué había salido en primer lugar -AAAAHHHH…MALDITO SASUKEEEE- profesó a los cuatro vientos, despertando a uno que otro vecino que le gritó que se callara y dejara a las personas dormir- Pagarás por esto…bakaaa- Caminó totalmente resignado hasta su piso, muy consciente de que no comería nada sino hasta la mañana siguiente cuando fuera a comprar algo para desayunar. Sí, ese día había apestado, aunque quizás no tan así. 

Notas finales:

Ufffffffff ojalá se haya entendido XD al menos en mi mente me pareció gracioso el final de este capítulo. 

Me iré a dormir, enserio que tengo que dejar de actualizar tan tarde... Uu

Como siempre se agradecen sus opiniones y sugerencias ~

Mattane 


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