Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sois mi vida por CWC

[Reviews - 206]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holaaa ^^

Muchas gracias por los reviews :3 me alegran mucho :D

Espero que les guste el capítulo <3

Cuatro meses, cuatro felices meses en los que mi barriga fue creciendo poco a poco. Chanyeol que, con cada día que pasaba, estaba más y más ilusionado con saber el sexo de nuestro bebé. Extrañamente unos nervios se apoderaron de mi, no me podía creer que, por fin, había llegado el día de la cita con el doctor.
 
-Baek ¿Estás despierto?- preguntó desde la puerta de la habitación apoyado en el marco, por segunda vez venía a despertarme después de haberle pedido cinco minutos más.
 
-Sí- me acurruqué con la sábana , no tenía ganas de levantarme.
 
-Venga dormilones- volvió a besarme en la frente y en la barriga- ya está listo el desayuno, se va a enfriar- salí de la cama arrastrando los pies hasta la cocina, Chanyeol me seguía por detrás asegurándose de que no me volviera a dormirme. Llegué a mi destino encontrándome con el delicioso desayuno de todas las mañanas.
 
Me bebí la infusión acompañada de una crujiente tostada con mermelada. Cómodamente sentados en la mesita de la cocina nos dedicamos tiernas miradas de cariño en tanto que Chanyeol insistía en darme una galleta de canela.
 
-Channie estoy lleno, no me apetece- me excuse con aegyo intentando convencerle.
 
-Venga, solo una- me la acercó dejándola a un centímetro de mi boca. Suspiré resignado tomándome la galleta- gracias- me besó en la mejilla recogiendo las tazas y los platos sucios.
 
-Voy a ducharme – le avisé abrazándole por la espalda mientras limpiaba la mesa con un trapo.
 
Entré en el cuarto de baño quitándome el bóxer. Me miré al espejo sonriente mientras que me acariciaba la barriga. Aunque ese día tocaba revisión con el médico y sabía de sobra que me pesaría, como había hecho en los meses anteriores, no pude evitar subirme a la báscula que teníamos nosotros. Suspiré mirando la pared para después fijarme en los dígitos de color rojo que marcaban cuatro kilos con poco menos de cien gramos. Sonreí alegre dándole las gracias al bebé por ir creciendo tan bien.
 
Me metí en la ducha cuestionándome mentalmente si iba a ser un niño o una niña. Abrí el grifo dejando que el agua se llevara esos pensamientos, no faltaba mucho para saberlo así que no me quería estresar.
 
-Channie ya te puedes- tapó mis labios con los suyos saliendo de su escondite- me has asustado- llevé mi mano derecha a la zona de mi corazón.
 
-Lo siento-volvió a besarme -te he preparado la ropa- se inclinó dejándome ver una sudadera y unos pantalones de gimnasia muy anchos de color negro con algunos toques en blanco.
 
-Gracias- me acurruqué en su pecho mojándole con algunas gotas de agua que caían de las puntas de mi pelo.
 
-Estás irresistiblemente adorable- inflé mis mejillas- si sigues haciendo eso vamos a llegar tarde a la cita con el doctor- le abracé por última vez antes de separarme.
 
Tenía muchísimas ganas de tener esa cita, aunque estaba muy nervioso no quería retrasar el tan esperado momento. Sin embargo, Chanyeol y yo no eramos los únicos ilusionados, los demás llevaban semanas planeando el color de tinte que comprar y donde quedar para la alegría de unos y la perdida del color natural de su pelo para otros. Al final decidimos quedar ese mismo día a las cinco en la casa de Kai.
 
Me vestí con un poco de rapidez con la ropa que Chanyeol había elegido. Le preparé la suya en tanto que se bañaba: una camisa de cuadros azules y blancos, un jersey blanco con un estampado raro junto con unos vaqueros rasgados que me encantaban. Dejé todo perfectamente puesto en la cama recién hecha, cogí uno de los bóxer de su mesita colocándolo junto con lo demás.
 
Me dirigí a la cocina con la idea de limpiar los platos sucios del desayuno junto con lo que habíamos usado para la cena, desgraciadamente Chanyeol se había encargado de eso aprovechando que yo me bañaba. Cambié de rumbo al ver que se me había adelantado buscando cualquier cosa que hacer. Adorné el sofá con los dos cojines que se pasaban la mayor parte del día tirados en el suelo, barrí tanto el salón como la cocina y preparé, en un trozo de papel arrancado de una pequeña libreta, la lista de la compra.
 
-Baek ¿Te queda mucho? Yo casi estoy- avisó desde el dormitorio.
 
-No, solo me falta el delineador y los zapatos- volví al baño dedicándole, por el camino, una dulce sonrisa.
 
Terminé las cosas que me faltaban en escasos minutos. Chanyeol aprovechó, mientras me ponía el abrigo, para coger el gorro, acompañado de la bufanda, y colocármelo con cariño depositando besos en mi frente.
 
Salimos de casa cogidos de las manos, mirándonos con una preciosa sonrisa a cada instante. Durante el trayecto no pudimos evitar impacientarnos con la noticia que nos iba a dar el doctor.
 
Entramos en el hospital dándonos cuenta de lo concurrido que estaba el edificio a esa hora, repleto de: personas mayores que venían a revisiones rutinarias, niños relativamente pequeños que se habían caído jugando en el parque o en el colegio, familiares que iban de un lado a otro y doctores acompañados de enfermeros o enfermeras.
 
Subimos a la tercera planta sentándonos en las incómodas y llamativas sillas amarillas de la sala de espera. El médico no tardó en salir avisándonos de que era nuestro turno al acompañar fuera a otra pareja tremendamente feliz.
 
-¡Buenos días!- nos saludó invitándonos a entrar.
 
-Buenos días- tomamos asiento imitándole.
 
-¿Qué tal estáis? - hizo su pregunta de siempre en tanto que buscaba mi historial de la última visita, en el ordenador.
 
-De maravilla- sonreímos cogiéndonos las manos.
 
-Me alegro mucho. Los síntomas ¿Qué tal?
 
-Bien, aunque estoy un poco cansado y tengo algunos antojos- nos miramos recordando las veces que había bajado con él con la intención de evitar que, aquel chico de la cafetería, intentara algo con él.
 
-Es normal. Vamos a pasar a la ecografía, a ver si el bebé está en una buena posición y podemos saber si es un niño o una niña.
 
-Espero que si- nos levantamos tumbándome en la camilla.
 
Comenzamos, como en todas las veces anteriores, levantándome la camiseta, dejando al descubierto la creciente barriga. Esparció el líquido transparente notando como el médico, con ayuda del aparato, buscaba a nuestro bebé.
 
-Vale, ¿Queréis saberlo o preferís que sea una sorpresa? -cuestionó recibiendo una respuesta rápida y clara.
 
-Queremos saberlo.
 
-Es una niña- informó con una voz suave consiguiendo que los dos nos ilusionáramos dejando que unas lágrimas de felicidad cubrieran nuestros rostros.
 
-Channie es una niña-dije sintiendo sus brazos en mi cuello.
 
-Lo sé, cariño. Una preciosa niña- juntamos nuestros labios sin importarnos la presencia del doctor que no hizo más que mirarnos con una sonrisa.
 
-Está de maravilla, además está creciendo muy bien- asentimos contentos de que estuviera bien.
 
El médico nos tendió unos pañuelos a cada uno para que nos secáramos las lágrimas, mientras que él limpiaba mi barriga de aquel líquido trasparente.
 
No tardamos mucho en volver a sentarnos frente a su escritorio. Nos preguntó unas cuantas cosas básicas que tecleó en su ordenador, me tomó la tensión, me pesó y nos pidió que, al terminar la cita, me hiciera un análisis de sangre en el mismo lugar de la otra vez.
 
-Tu peso va perfecto. Voy a recetarte hierro, que en las pruebas del otro día salió un poco bajo, pero no te preocupes es normal- me tranquilicé asustado.
 
Nos encontrábamos tan tranquilos escuchando como el doctor nos contaba acerca de nuestro bebé en el instante en el que la puerta fue golpeada con relativa suavidad y se abriera antes de que el médico le dijera que pasara.
 
-Doctor uno de sus pacientes acaba de llegar a urgencias, a sufrido una caída y tenemos que entrar en quirófano -en tanto que el enfermero pronunciaba con velocidad esas palabras de fondo, unos llantos desgarradores y dolorosos se escucharon por todo la planta.
 
-Voy enseguida- nos miró excusándose por tener que irse de esa manera- enfermero Kim ¿Puede ocuparse de esto, por favor?- el chico asintió algo nervioso- es solo imprimir las recetas del ordenador. Informé a los demás pacientes de que cambien su cita- salió corriendo de la habitación.
 
El joven enfermero nos tendió los papeles recién salidos de la impresora. Nos despedimos de él saliendo de la habitación un poco incómodos.
 
Bajamos a la primera planta y, como la vez anterior, me extrajeron una pequeña muestra de sangre con una aguja.
 
En un principio habíamos decidido ir andando hasta el hospital par después volver sentados tranquilamente en los asientos traseros de un taxi. No obstante, debido a la extraña situación que habíamos tenido, cambiamos nuestros planes caminando a paso lento por la calle.
 
-Channie me da mucha pena- apoyé mi cabeza en su brazo sin pararme.
 
-¿Sigues con eso? -asentí entristecido- no te preocupes por eso. No le des más vueltas, nosotros no podemos hacer nada.
 
-Lo sé, pero es que recuerdo esos llantos y no puedo evitar imaginarnos en esa situación. No quiero que le pase nada a nuestra pequeña.
 
-No va a pasar nada porque yo no os voy a dejar solos ni un segundo. Voy a cuidaros mucho, a los dos. Mis amores- paró en seco llevando sus brazos a mi cuello juntando nuestros cuerpos, consiguiendo que nos besáramos- os quiero mucho- susurró al separarse.
 
-Nosotros también- volví a juntar nuestros labios.
 
Seguimos en trayecto caminando por la calle, con el brazo de Chanyeol apoyado en mis hombros. Nos separamos al encontrarnos en la puerta del supermercado. Saqué la lista del bolsillo del abrigo leyendo cada una de las cosas que antes había escrito. Entramos en la tienda cogiendo, cada uno, una cesta. Empezamos metiendo la fruta: tres manzanas, seis plátanos y una bolsa de un kilo de naranjas. Seguimos con las verduras: cuatro pimientos, dos cebollas y un calabacín. Continuamos con el pequeño pasillo encontrándonos con los frigoríficos: dos envases de carne, pescado en bandejas y yogures.
 
Terminamos de coger las cosas añadiendo un cartón de huevos, una caja de seis botellas de leche y cereales. Pagamos todo en el mostrador, donde la chica que nos cobraba fue metiendo todo en bolsas de plástico.
 
Llegamos a casa súper cansados por culpa de las pesadas bolsas, aunque afortunadamente conseguimos descansar por unos minutos en una farmacia cercana para comprar lo que el doctor me había recetado. Dejamos las medicinas y las bolsas encima de la encimera, con lentitud sacamos todo colocándolo en su sitio. Cuando, por fin, terminamos nos acomodamos en el sofá bastante agotados.
 
Chanyeol me pidió que me tumbara apoyando mi cabeza en sus muslos. Acarició mi cabello sin poder despegar la vista de mi barriga, que dejé al descubierto levantándome la ropa para que la viera.
 
-Nuestra chiquitilla -nos cogimos de las manos- no sabes los felices que nos has hecho a los dos.
 
-Y a tus titos- aclaré con aegyo.
 
-A todos nos has hecho muy felices- asentí sintiendo su mano acariciado, con suaves movimientos circulares, mi barriga.
 
Me levanté del sofá al segundo de ver la hora. Regañé a Chanyeol por distraerme y hacer que comiéramos tan tarde mientras me dirigía a la cocina.
 
Preparamos lo que más rápido sabíamos hacer, que nos terminamos en escasos veinte minutos. Por culpa de lo tarde que habíamos comido tuvimos que salir de casa sin poder echarnos ni cinco minutos la siesta si queríamos llegar a tiempo a la casa de Kai y Kyungsoo.
 
Cogimos un taxi que nos dejó en la misma puerta de su portal. Le pagamos al conductor el precio del trayecto y tocamos el telefonillo para que nos abrieran.
 
Entramos en su casa siendo recibidos por Luhan, Sehun, Kris, Tao, Suho, Lay, Kai y D.O, que fue quien nos abrió la puerta. Los ocho mostraban unas enormes sonrisas expectantes, con sus miradas clavadas en mi barriga.
 
Tomamos asiento en sus cómodos sillones a la espera de que llegaran los dos que faltaban. Los chicos insistieron una y otra vez en que les contáramos, o que al menos les diéramos una pista, no obstante, tanto Chanyeol como yo decidimos esperar.
 
-Ya estamos aquí. Perdonar la tardanza pero es que hemos pasado a comprar los tintes- informó Chen nada más abrirle la puerta del piso- hemos comprado seis, aunque con tres vamos a tener de sobra- rió mirándose salvajemente con Xiu Min.
 
Chanyeol y yo desconocíamos completamente el color que habían decidido para los tintes, lo que si que sabíamos era que solo habría tres colores. 
 
-De eso nada- replicó Minseok.
 
Nos sentamos todos fijándonos en los nueve competidores. Jongdae colocó el papel, que les había pillado el otro día, encima de la mesa, dejando ver los nombres de cada uno.
 
-¿Alguien quiere cambiar? -pregunté con la intención de ponerles aun más nerviosos.
 
-No- respondieron todos rápidamente.
 
-Sehun ¿Tú no te animas? -Chanyeol intentó meter en la apuesta al único que faltaba- todavía estás a tiempo.
 
-Me da igual que sea un niño o una niña, seguro que lleva los genes de Baek y me odia-sonrió consiguiendo que le sacara la lengua.
 
-Seguro que si- contesté molestándole.
 
-¿Podéis discutir luego?- nos cuestionó Luhan- estamos en una cosa más importante- los demás asintieron completamente de acuerdo con las palabras de Luhan.
 
Chanyeol y yo nos miramos dándonos autorización mutua para empezar con la idea que se nos había ocurrido unos días atrás tumbados en la cama. Nos levantamos del sillón ocupándonos cada uno de una cosa. Con los demás asombrados y confusos Chanyeol cogió la bolsa, donde se encontraban los tintes que habían comprado, mientras que yo me apoyaba en el marco de la puerta del baño.
 
-Los afortunados perdedores de esta apuesta, que se cambiaran el precioso color de su pelo por un … -le di paso a Chanyeol, que sacó las cajas de la bolsa dejando al descubierto los colores.
 
-Rubio natural, castaño claro marrón y rosa pastel -leyó cada una de las cajas sorprendiéndonos.
 
-Por favor, acerquense al baño: el alto novio del panda- se escucharon los animados aplausos de los ganadores- Minseok y Kai -los tres se acercaron a mi con las manos en las frentes.
 
-Elegir el color jugando a piedra, papel o tijera- dijo Chanyeol riéndose a más no poder.
 
-Eso, eso- chillaron los ganadores.
 
Los tres se reunieron en un extraño circulo mal hecho empezando, con un tono de canción infantil, a decir ''Piedra, papel o tijera. Una, dos y tres''. Jongin sacó piedra, mientras que Kris y Xiu Min sacaron tijeras.
 
-Me pido el castaño- levantó sus brazos pidiéndole perdón a sus dos hyungs por haberles ganado.
 
-Piedra, papel o tijera. Una, dos y tres- contamos todos con el corazón acelerado.
 
Minseok sacó papel, que fue rápidamente derrotado por las tijeras de Kris. Xiu Min se quedó mirando sus manos sin poder creerlo, escuchando como de fondo todos estábamos eufóricos.
 
Una vez que nos tranquilizamos decidimos que el novio de cada uno de los perdedores se ocupase de los pelos de su novio. Encerramos a las tres parejas en el baño de la casa de Kai y Kyungsoo.
 
Esperamos impacientes a que los treinta minutos pasaran. La primera persona en salir fue Tao,que nos presentó la nueva imagen rubia de Kris. La tercera persona introdujo a Kai, con un par de interrupciones por parte de la risa de Chen y unos enfadados avisos de Minseok porque se callara. A los dos les sentaba bastante bien su respectivo color y, para su sorpresa, a sus parejas también parecía gustarles.
 
Jongdae prolongó su presentación por culpa de unas fuertes carcajadas que no podía evitar. Minseok salió con miedo con su pelo completamente rosa. Al principio nos sorprendimos imitando a Chen, sin embargo, acabamos piropeándole y silvándole de lo sexy que se veía. Jongdae se puso celoso, por lo que se acercó a su novio plantándole un beso tan fuerte que casi le deja sin respiración.
 
-Vamos a celebrarlo al karaoke- sugirió Lay.
 
-Si- dijimos todos saliendo de la casa muy decididos.
 
Caminamos armando jaleo dirigiéndonos a uno de los karaokes cercanos a donde nos encontrábamos. En el camino los chicos me felicitaron por haber sido una niña, muchos le agradecieron por hacerles ganar y casi todos le prometieron que le iban a comprar muchas cosas, que cuando fuera más grande la llevarían de compras y que la querían mucho.
 
-Una habitación para doce, por favor- pidió Suho al encargado detrás del mostrador.
 
-Aquí tienen- nos entregó los micrófonos- primera planta, habitación ciento ocho.
 
Subimos por las escaleras montando nuestra típica carrera. Aunque Chanyeol y yo decidimos quedarnos los últimos subiendo a nuestro ritmo. Alguno de los diez gritó avisando que el ganador se quedaba con Xiu Min, lo que ocasionó que Chen corriera hasta quedar en primer lugar.
 
Una vez dentro del cuarto Kris se encargó de ir eligiendo las canciones, Luhan decidió ocuparse de pedir las bebidas y, mientras  Chen y Minseok se comían la boca sentados en uno de los sillones rojos.
 
Uno de los empleados del local nos trajo tres cubos de cerveza, con seis botellas en cada cubo, unos aperitivos y cuatro refrescos.
 
-Channie cogete una cerveza- le ofrecí al verle con tantas ganas, desde que estábamos con el bebé apenas bebía alcohol delante de mi.
 
-Pero Baek …
 
-No te preocupes, yo le cuido- informó Tao con un refresco en la mano- mañana tengo clase y no me gustaría tener resaca. Tu bebe tranquilo, que yo cuido de Baek -asentí ante sus palabras, afortunadamente conseguimos convencerle.
 
-Por nuestra preciosa sobrina- Kris levantó su botella,los demás no tardaron en imitarle.
 
Cantamos a gritos diferentes estilos de canciones, desde algunas de cuando eramos jóvenes a algunas más actuales, e incluso nos atrevimos con canciones chinas que tratábamos de cantar inventándonos el noventa y nueve por ciento de la letra.
 
Eran la una de la madrugada en el momento en el que decidimos irnos: Chen y D.O cantaban, con lágrimas en los ojos, una canción tremendamente triste; Luhan discutía con Sehun por no dejar que se lo montaran detrás del sillón; Kris hablaba con un agotado Minseok que no dejaba de asentir y Kai salió corriendo al baño solo para echarse una foto con el nuevo color de su pelo.
 
Lay, Suho, Tao y yo nos ocupamos de pedir un taxi para cada pareja. Conforme iban viniendo los coches fuimos metiendo a cada uno. Empezamos por Xiu Min y Chen, seguidos de Kai y D.O. 
 
Chanyeol y yo nos subimos en el quinto automóvil, ya que Suho y Lay insistieron en que ellos están estaban muy bien y que cogerían el siguiente. A pesar de que Chanyeol había bebido se encontraba como siempre, aunque obviamente sus dos cervezas no tenían ni punto de comparación con las ocho y media de Kris.
 
Entramos en el portal tras pagar al conductor que nos dejó en la misma puerta. No tardamos ni un minuto en estar en el interior de la casa, nos deshicimos de la ropa quedando solo en bóxer, tumbándonos en la cama echándonos por encima las sábanas junto con el edredón.
 
-Buenas noches Baek-me abrazó juntando nuestros cuerpos.
 
-Que descanses, cariño- me giré besándole.
 
-Vosotros también.
 
Con un beso en el cuello y sus manos descansando en mi cintura me imaginé a nuestro bebé con más claridad. Cerré los ojos, descansando del día.
 
Notas finales:

¿Qué tal? ¿Qué les ha parecido?

Al final es una niña ^^ jejejjeje he estado dudando mucho, en un principio pensé que fuera una niña, después un niño y otra vez una niña. Si hubiera tardado un poco más en subir este capítulo seguramente sería un niño jejejejej 

Dejen reviews con sus opiniones, por fiiii 

Espero que os haya gustado 

Muchas gracias por leer :3

Un súper abrazoooo <3

Os quierooooo


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).