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Sois mi vida por CWC

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Notas del capitulo:

Holaaaaa ^^

Antes de nada quiero agradecerles a tod@s los que leeis y dejais reviews, me ponéis muy contenta y muy feliz :D Muchas gracias :3

Espero que os guste el capítulo <3

Aquella mañana de sábado me desperté por culpa del intenso ruido del despertador. Me acurruqué en el interior de la sábana deseando que la repetitiva melodía del aparato desapareciese.

 

-Uhm … - estiré mis brazos y mis piernas chocándome con el alto cuerpo de Chanyeol- cariño- le moví ligeramente- apaga eso, por favor- asintió alargando su brazo, casi tira al suelo el marco con una de las fotos que nos hicimos hace un par de años. Afortunadamente consiguió pararlo antes de romper algo.

 

Se dio la vuelta dándole la espalda a su mesita de noche, cerró los ojos al instante, volviéndose a quedar profundamente dormido. Sonreí al verle, la noche anterior nos quedamos hasta tarde pintando, por lo que apenas habíamos dormido más de cinco horas.

 

Me dirigí al baño después de una necesaria parada al baño, con la idea de preparar el desayuno matutino.

 

-Haeyoung, cariño, hoy papi está muy cansado, tenemos que cuidarle mucho- le dije a mi barriga, con un tono delicado, en tanto que sacaba el café molido de uno de los muebles.

 

Mientras que las tostadas se iban calentando me apoyé en la encimera, acariciándome dulcemente la barriga. En los días pasados había crecido un montón, era mucho más incómoda y mis tobillos aguantaban el peso poniéndose cada vez más hinchados.

 

-Ya nos queda poquito- sonreí ilusionado- te queremos mucho, mucho, mucho- confesé centrándome de nuevo en el desayuno.

 

Dejé todo perfectamente colocado en la pequeña mesa de la cocina. Volví al cuarto encontrándole plácidamente dormido, con su cuerpo extendido ocupando toda la cama.

 

-Channie- le llamé sentado en el borde del colchón- Chanyeol, mi vida- le aparté los pelos que tapaban su rostro para después darle un tierno beso en la frente- cariño es sábado, tenemos que levantarnos. Te prometo que mañana nos quedaremos todo el día tumbados, sin movernos de la cama- se estiró tranquilamente abriendo los ojos con lentitud.

 

-¿Seguro?- me preguntó aún medio dormido.

 

-Sí- le abracé dándole el beso de buenos días- anda venga, que el desayuno ya está listo y se va a enfriar- le ayudé a levantarse de la cama, recorriendo el corto trayecto que había de una habitación a otra abrazados, pegados el uno al otro.

 

Nos tomamos las tostadas en completo silencio. Chanyeol seguía con la mirada ida, parecía que no se había llegado a despertar del todo, aunque involuntariamente hacía un aegyo increíblemente irresistible.

 

-¿Esta tarde vamos a empezar con el color verde?- dijo por fin al terminarse el café.

 

-No sé si los chicos querrán salir- le di un sorbo a la manzanilla- a mi me apetece mucho pintarlo, si quieres les decimos de no ir.

 

-No creo que pase nada.

 

-Es sólo un día, todavía podemos quedar el domingo por la noche.

 

-De eso nada, me has prometido que nos quedaríamos en casa- se cruzó de brazos poniendo cara de enfado.

 

-Es verdad, pues entonces para la semana que viene- solté con alegría.

 

-Perfecto. Estás muy feliz hoy, ¿te ha pasado algo?- negué dejando la taza vacía junto a la de Chanyeol en el fregadero.

 

-Yo siempre estoy feliz- aproveché que estaba de pie para abrazarle por la espalda.

 

-Lo sé, solo que estás como eufórico- apoyé mi barbilla en su hombro.

 

-Pues ni idea, será porque es sábado- posó sus labios en mi mejilla izquierda.

 

-Será eso- nos levantamos de la mesa sonriendo- por cierto Baek, ayer por la mañana me llamaron mis padres. Me preguntaron por ti y por nuestra pequeña, además quieren que les hagamos una visita.

 

-Me apetece mucho verles, podríamos pasarnos alguna tarde después del trabajo- propuse repasando mentalmente las tardes que tenía libre.

 

-Por mi genial, aunque tenemos que decidirlo con tiempo, hay que pedirle el coche a Kris- entramos en el dormitorio, yo me quedé eligiendo la ropa mientras que Chanyeol se lavaba los dientes.

 

-Creo que les debemos un par de favores- sonreí- espero que Tao pronto se quede embarazado. Ambos estarían muy felices y así nuestra Haeyoung tendría con quien jugar.

 

Chanyeol apareció de repente detrás de mi, con un poco de pasta de dientes en la cara. Se lo quité con el dedo en tanto que me rodeaba con sus largos brazos.

 

-Yo soy muy feliz gracias a ti, mi vida es maravillosa gracias a ti.

 

-La mía también- acerqué su rostro al mío con ayuda de mis manos.

 

-Te quiero cariño.

 

-Yo también Chanyeol- no pudimos resistir la tentación de juntar nuestros labios apasionadamente.

 

No tardamos mucho en separarnos, no íbamos muy bien de tiempo y encima todavía nos quedaban un montón de cosas por hacer.

 

Dejé que Chanyeol se fuera duchando mientras que yo lavaba los platos sucios y colocaba la ropa preparada encima de la cama hecha. Me senté en el sillón cansado, dándome un relajante masaje en los tobillos.

 

-Baek, Baekhyunnie … ¿Estás bien?- llevaba la toalla enganchada en la cintura dejando su torso al descubierto. Se había lavado el pelo, por lo que el agua no dejaba de caerle por la frente.

 

-Sí, estaba esperando a que terminaras- le dediqué una sonrisa levantándome del cómodo sillón- la próxima vez espero que vengas un poco más tapado, no vamos muy bien de tiempo, así que prefiero evitar tentaciones- bromeé con seriedad golpeándole decididamente el trasero antes de salir casi corriendo al baño.

 

-Ey Baekhyun- protestó golpeando suavemente la puerta, que afortunadamente me había dado tiempo a cerrar- Byun Baekhyun, sal de ahí ahora mismo.

 

-No, no pienso salir- me reí consiguiendo que me escuchara.

 

-¿Quieres que tire la puerta?- me salió una carcajada mucho más fuerte- ¿Te estás riendo de mi?.

 

-No, para nada- solté con mucho sarcasmo y con un claro tono de chulería.

 

-No me lo puedo creer, te vas a enterar cuando salgas.

 

-¿Qué vas a hacer?- abrí ligeramente la puerta centrándome en sus ojos.

 

-Esto- se abalanzó sobre mi estampando salvajemente sus labios sobre los míos.

 

Tuvimos que separarnos por la falta de aire, ahí es donde me di cuenta de que la toalla que le cubría se había caído y ni siquiera había conseguido entrar en el cuarto de baño. Lo primero que se me vino a la cabeza fue aprovechar que estaba totalmente desnudo para torturarle. Desgraciadamente un responsable pensamiento advirtiéndome de lo tarde que era consiguió que fuera consciente de la situación.

 

-Channie … - me mordí el labio suavemente- tengo que ducharme, vamos muy tarde- al escuchar eso salió disparado con dirección al salón para coger su móvil y comprobar la hora.

 

-¿Se puede saber por qué el tiempo pasa tan rápido?- me enseñó la pantalla de su teléfono en donde se veía la hora que era.

 

-Voy a la ducha- le besé rápidamente en la mejilla viendo como asentía.

 

Nos quedaban poco más de diez minutos para arreglarnos y salir de casa, por lo que con velocidad llené mi cuerpo de gel para rápidamente retirarlo con el agua.

 

Salí de la bañera con cuidado, agarrándome con pude a la pared. Me dirigí al cuarto con la toalla cubriéndome casi por completo. Chanyeol se giró al escuchar el característico ruido de mis pasos, me dedicó una de sus gigantescas sonrisas y se movió unos centímetros haciéndome hueco con la intención de que me sentara a su lado.

 

-¿Qué tal el baño?- preguntó en tanto que se ponía los calcetines.

 

-Bien, aunque no he podido disfrutarlo mucho- me salió con aegyo- esta noche, después de pintar, me gustaría que nos diéramos un baño largo juntos.

 

-Claro, que ganas tengo de que sea por la tarde y estemos solos- se levantó del colchón para abrocharse el pantalón.

 

-¿No eras tú el que se quejaba porque el tiempo pasaba demasiado rápido?- me dedicó una sonrisa entre enfadada y sorprendida- no hay quien te entienda- le saqué la lengua entre risas.

 

-Sólo tú me entiendes- juntó cariñosamente nuestros labios.

 

-Menos mal- le acaricié el rostro- ¿Me puedes poner los calcetines, por favor?- me dolían un montón los tobillos y conforme la barriga iba creciendo me costaba más el simple hecho de atarme los zapatos o ponerme los calcetines.

 

-Claro mi vida- se sentó en el suelo tapándome los pies con dulzura.

 

-Gracias cariño- le agradecí moviendo con felicidad las piernas.

 

-Ya verás, a mi me encanta ayudarte. Pareces un niño pequeño así- se levantó besándome de nuevo.

 

-Channie, ¿cómo crees que será nuestra pequeña?- me puse una camiseta azul de manga corta junto con una sudadera negra.

 

-Muy guapa, preciosa. Con la piel clarita como la tuya, con tus mismos ojos y tu preciosa sonrisa, con tus delicadas manos y con mi altura para que nos podamos meter contigo por ser el pequeño de la casa.

 

-De eso nada. Haeyoung no le hagas caso a papi que hoy se ha levantado muy gracioso- me acaricié la barriga- ni se te ocurra hacerme eso.

 

-Estoy noventa y nueve con noventa y nueve por ciento seguro de que va a pasar- suspiré imaginándomelo.

 

-Ya veremos qué pasa, de todas maneras todavía le faltan muchos años para crecer tanto- me resigné intentando autoconvencerme, consiguiendo que Chanyeol me abrazara.

 

-Creo que deberíamos ir saliendo ya, como llegue tarde Kai me va a matar- me coloqué el delineador con destreza frente al espejo.

 

-Vamos- nos pusimos los abrigos, cogimos nuestros respectivos teléfonos, las llaves y una pequeña cantidad de dinero por si salíamos a comer fuera.

 

Como todas las mañanas salimos de casa bajando por el ascensor. En aquel pequeño espacio aproveché para colocarme a la perfección el pelo y asegurarme de que el delineador había quedado genial. Mientras tanto, en los escasos segundos que duró el trayecto, Chanyeol prefirió apoyarse en uno de los lados dedicando completamente su visión en mi.

 

-Estás muy guapo- me giré mirándole ante el comentario.

 

-Tú si que estás guapo- me abrazó rodeando mi barriga con sus largos brazos- Channie … - me medio quejé al sentir una leve caricia en mi cuello.

 

Antes de que pudiera decir nada la puerta ya se estaba abriendo. Me separé de él siendo el primero de los dos en pisar la entrada del edificio, vi como me seguía, por lo que no me entretuve ni un solo segundo en salir de nuestro bloque.

 

-¿Tenemos que comprar algo para la cena o para mañana?- me preguntó al instante de alcanzarme y cogerme de la mano.

 

-Ni idea, creo que no pero depende de lo que vayamos a preparar.

 

-¿Qué te apetece?

 

-Apetecerme sólo me apeteces tú- se paró en mitad de la calle mirándome con seriedad.

 

-No me puedes decir estas cosas antes de irme a trabajar- suspiró pesadamente- ¿Sabes lo lenta que se me va a hacer la mañana por tu culpa?- soltó con preocupación como si eso fuera uno de los mayores problemas del mundo.

 

-Lo siento- me pegué un poco más a él sintiendo como Haeyoung me daba una patada relativamente fuerte.

 

Aunque intenté disimular mi reacción ante el repentino e inesperado golpe, desgraciadamente Chanyeol no tardó en percatarse, lanzando una y otra vez la pregunta de si me encontraba bien.

 

-Sí Channie, sólo ha sido una patada- me relajé volviendo a coger su mano que con la preocupación había soltado.

 

-¿Seguro? ¿Ha sido muy fuerte?- continuamos caminando por la despejada calle.

 

-Un poco- agaché mi mirada centrándola en la barriga- que no se nos olvide apuntarla en la libreta- comenté con felicidad intentando eliminar la preocupación de Chanyeol.

 

-Mira que últimamente la llevo, hoy se me ha olvidado por completo.

 

Aquella libreta había sido un inesperado regalo que nos hicimos un par de días después de la visita con el doctor. Recuerdo perfectamente como esa tarde habíamos salido a pasear por la zona comercial de la cuidad. Estábamos volviendo a casa por un camino diferente cuando nos encontramos con una pequeña librería/papelería. Justo al verla Chanyeol me informó que había perdido el bolígrafo que usaba para el trabajo y que necesitaba comprarse uno. Entramos en la tienda y, mientras que él iba viendo los diferentes modelos que tenían, yo preferí fijarme en las libretas, en las revistas, en los archivadores, en las carpetas, en las agendas, en todo. Al final, además del bolígrafo que necesitaba, también compramos una revista sobre bebés, en donde explicaban como eran los últimos meses del embarazo, y que ya nos habíamos leído un par de veces; junto con una libreta pequeñita de ositos que decidimos usar para apuntar el número de patadas que daba Haeyoung.

 

-He pensado que podríamos salir con los chicos a comer, ya que está tarde nos vamos a quedar en casa. Así después no nos dicen que nos olvidamos de ellos.

 

-Me parece bien, tú avisa a Kyungsoo y a Luhan, que yo me encargo de los demás.

 

-Vale, ¿Luego pasáis a recogernos?- apenas nos quedaban unos metros para llegar a mi oficina.

 

-Claro, nos esperáis en la entrada- asentí ilusionado.

 

-Vale- nos paramos en la entrada del edificio- hasta luego cariño- nos besamos con algo de velocidad- que te vaya bien- le deseé haciéndole un corazón con los dedos para después abrir la puerta.

 

-A ti también. Te quiero- me envió otro corazón hecho con sus brazos.

 

-Yo también te quiero- me despedí con la mano sin dejar de sonreír.

 

Una vez dentro saludé al conserje en tanto que esperaba a que el ascensor llegase. Me adentré en él pulsando el botón de mi planta y apoyándome en el lado derecho. Unos segundos antes de que la puerta se abriera conseguí escuchar la potente y sonara risa de D.O.

 

-¿Qué os pasa?- les pregunté al salir y verles hablando, Kyungsoo seguía riéndose mientras que Luhan parecía agotado.

 

-Hola Baek- dijo Luhan levantándose de mi silla.

 

-Buenos días Baek- soltó una carcajada- anda dile a Luhan que te cuente lo que le ha pasado con Sehun esta mañana- le miré expectante con curiosidad por lo que había dicho Kyungsoo.

 

-Prometeme que no te vas a reír- asentí decidido.

 

-No sé si vas a poder cumplir eso- aclaró D.O cien por cien seguro de lo que decía.

 

-Bueno … esta mañana estábamos desayunando en la cocina y Sehun se ha levantado cojeando para echarle un poco de azúcar a su café- suspiró con cansancio- no sé cómo se ha caído pero he acabado con su café en mi camisa nueva, tampoco sé cómo ha pasado, sólo recuerdo que mi desayuno también ha acabado en su ropa- Kyungsoo volvió a reírse descontrolado.

 

-¿Se lo has tirado?- no podía creermelo, Luhan era toda una caja de sorpresas.

 

-Sí, ha sido un acto reflejo- apoyó su cabeza en la mesa.

 

-¿Y qué te ha dicho?.

 

-Se ha enfadado, me ha dicho que soy peor que un niño chico.

 

-Salió de la casa corriendo y Sehun fue tras él pidiéndole perdón. Hubiera pagado por ver esa escena. A mi me hace eso Kai y no vuelve a entrar en casa.

 

-Eso no te lo crees ni tú- protestó Luhan.

 

-Vale chicos, tranquilizaros- interrumpí la conversación al notar como se enviaban miradas con enfado.

 

-¿Qué tal nuestra sobrina?- me senté dejando el abrigo sobre la silla.

 

-Bien, aunque hoy mientras veníamos me ha dado una patada bastante fuerte, está algo revoltosa.

 

-¿Y eso?- ambos me miraron con preocupación.

 

-Es normal, ya queda poco- sonreí mirándome la barriga con entusiasmo.

 

-Es increíble que en menos de tres meses vayamos a ser titos, todos vamos a estar locos con nuestra sobrina.

 

-Va a ser maravilloso. ¿Vosotros para cuando?- los dos se miraron fijamente con los ojos enormemente abiertos y con las mejillas tremendamente rojas- vale, vale. Lo he pillado – no pude evitar una carcajada.

 

Nos centramos en el trabajo al ver pasar a uno de los directivos. Rellené un par de informes en poco menos de una hora, seguidos de algunos papeles importantes que tuve que imprimir y rellenar para dárselos a la jefa con la intención de que los firmara.

 

Volví con los informes tras un breve descanso de media hora en el que Kyungsoo y Luhan se tomaron su café mientras que yo preferí una barrita de chocolate que Chanyeol había colocado en el bolsillo de mi abrigo. Una vez que me la terminé, le envié un mensaje dándole las gracias junto con una foto del envoltorio vacío.

 

-¿Salimos esta tarde? Tengo ganas de beber.

 

-Luhan estás fatal, aunque sinceramente a mi también me apetece. ¿Tú qué dices?.

 

-Hoy no, nosotros ya tenemos planes- confesé con algo de timidez.

 

-¿Planes? ¿Qué vais a hacer?- ambos me interrogaron con la mirada.

 

-Los padres de Chanyeol vienen a hacernos una visita- mentí intentando sonar convincente.

 

-Nos estás engañando- afirmó Luhan con seguridad. Me conocían de hace tanto tiempo que ya sabían hasta cuando les estaba diciendo la verdad o no

 

-Bueno, vale. Os lo contaré pero no le digáis nada a los demás- asintieron a la vez- Chanyeol y yo estamos pintando el cuarto de Haeyoung.

 

-¿Cuál es el cuarto de nuestra sobrina?- me cuestionaron asombrados por lo que acababa de decirles.

 

-Mi vestidor, aunque ahora es su cuarto.

 

-Baek pero si tú estabas deseando tener tu vestidor.

 

-Lo sé, lo que pasa es que a partir de ahora lo importante es Haeyoung ¿Verdad que sí?

 

-Que bonito. Te perdonamos por esta vez.

 

-Gracias chicos. Seréis los primeros en verlo cuando esté terminado.

 

-Eso espero. Que no me entere que alguien se nos adelanta- bromeó D.O acariciándonos la cabeza como si fuéramos niños pequeños.

 

-¿Queréis que salgamos todos juntos a comer después?- propuse con entusiasmo comentándoles aquello que Chanyeol y yo habíamos hablado al salir de casa.

 

-Por mi sí, hace ya tiempo que no quedamos todos sólo para comer.

 

-Por mi también, seguro que a Sehun le viene bien para animarse.

 

-¿Cómo sigue Sehun?- me interesé sin dejar de teclear cada una de las palabras en el ordenador.

 

-Bien, ahora está mucho mejor, casi parece el de siempre- soltó con seriedad y a la vez con una pizca de humor- los primeros días de rehabilitación fueron terribles, le dolía mucho y apenas podía apoyarlo- suspiró cansado de ese recuerdo anterior- afortunadamente ahora casi ni necesita las muletas.

 

-Lo importante es que ahora está mejor- D.O le dedicó una sonrisa- seguro que Luhan le ha dado mucho amor- solté una pequeña risa ante el gracioso e inoportuno comentario.

 

-Y que lo digas, he aprovechado que apenas se puede mover para probarlo todo- recalcó la última palabra haciendo que Kyungsoo se arrepintiera por haber dicho eso.

 

Aunque preferí no meterme en la importante, y a la vez tonta conversación, no pude contenerme de soltar carcajadas cada vez que se miraban o se decían algo sólo con el fin de molestarse.

 

Dejaron de pelearse en el mismo instante en el que la jefa pasó por nuestro pasillo dedicándoles a ambos una potente mirada de superioridad. Se callaron al momento, ocupándose de los informes que seguían en sus respectivas mesas.

 

 

Apenas quedaban veinte minutos para que nuestra jornada laboral terminase cuando Haeyoung volvió a hacer acto de presencia, con una patada algo más suave que la de antes. Me quejé internamente llevándome la mano derecha a la zona en la que había sentido el repentino dolor.

 

Solté un suspiró cansado a los pocos minutos, en cuanto pude asegurarme de que no volvía a repetir la patada.

 

-¿Estás bien? ¿A qué viene ese suspiro?- preguntó Luhan al escucharme.

 

-Estoy cansado- me resigné echándome en el respaldo de la silla.

 

-¿Es por algo en especial?- negó con la cabeza no muy convencido de cómo había formulado la pregunta- tú ya sabes a qué me refiero- asentí con una sonrisa entendiéndole completamente.

 

-No, supongo que será porque ya queda poco- no pude evitar alegrarme, tenía unas ganas increíbles de tenerla.

 

-Bueno, aún así todavía queda bastante. Baek creo que deberías ir al médico, si estás así ahora no quiero saber cómo estarás la semana de antes de que nazca.

 

-Yo tampoco quiero saberlo, pobre Chanyeol- me reí junto con Luhan.

 

-¿Y esas risas?- nos cuestionó D.O que acababa de llegar de dejar los informes perfectamente colocados en su sitio- me voy dos minutos y mira con lo que me encuentro- se quejó para después unirse a nosotros a una risa sin sentido.

 

-Deberíamos bajar, Chanyeol me acaba de enviar un mensaje diciéndome que ya vienen- les avisé poniéndome el chaquetón.

 

Los tres bajamos por el ascensor completamente en silencio, cada uno con diferentes pensamientos en la cabeza. En mitad del trayecto el gigantesco aparato se paró en una de las plantas que había debajo de la nuestra, en donde casualmente nos esperaban Lay y Suho.

 

-Ni a caso hecho- comentó Lay con mucho entusiasmo.

 

-Pues no- le respondió Luhan dándole cariñosamente en el hombro, interesándose por el día que había tenido.

 

Suho prefirió no adentrarse tanto en el ascensor, quedándose con Kyungsoo y conmigo casi pegado a la puerta. Mientras que ellos dos se emocionaban hablando del trabajo, D.O aprovechó para contarle a Suho lo que le había pasado por la mañana a Luhan con Sehun, consiguiendo que saliéramos entre risas y fuertes carcajadas del ascensor.

 

En la puerta del edificio nos encontramos con Xiu Min y Chen, que extrañamente había llegado antes que nosotros y nos estaban esperando. Teniendo en cuenta que la oficina en donde trabajaba Jongdae estaba a mucha más distancia de la de Chanyeol, intuí que la pareja se había tomado el día libre quedándose tranquilamente en casa.

 

-Hola chicos- nos saludaron sin romper la romántica pose que tenían.

 

-Buenas- les dijimos con alegría.

 

Los siguientes en llegar fueron Tao y Kris. Primero pasaron con su coche pitándonos al vernos, para unos minutos más tarde venir andando desde donde habían aparcado el vehículo.

 

Gracias a que Sehun todavía necesitaba ir con una de las muletas, los tres vinieron en taxi, tardando así escasos diez minutos. Lo primero que hice al ver a Chanyeol fue correr hasta él y abrazarle, tenía tantas ganas de sentirle a mi lado, con sus brazos rodeando mi cintura.

 

-Channie- le susurré al oído tras un dulce beso que vino acompañado de una suave caricia en mi cuello.

 

-¿Qué tal tu día?- se interesó al separarnos.

 

-Muy bien, ¿Y el tuyo?- nos cogimos de la mano ignorando la compañía de los demás.

 

-También bien, aunque te he extrañado mucho- le salió un aegyo tan encantador que no pude resistir la tentación de volver a juntar nuestros labios.

 

-Vaya par de románticos- comentó Chen con tono de queja. Sin embargo, él seguía fuertemente enganchado a la cintura de Minseok.

 

-Bueno, centrándonos en lo importante, ¿habéis pensado a dónde podemos ir a comer?- nos cuestionó Kyungsoo de forma grupal.

 

-Yo quiero comida china- propuso Tao el primero.

 

-Yo prefiero hamburguesa- dijo Chen con aegyo intentando convencernos de que eligiéramos lo suyo.

 

-A mi me apetece pizza- Luhan señaló la calle por donde estaba su pizzería favorita.

 

-Yo no quiero ni pizza ni hamburguesa, no me apetece- comenté ganándome unas potentes miradas de odio de parte de quienes querían eso.

 

-Pollo frito, por favor- Jongin me ignoró intentando convencer a los indecisos.

 

-Ya que nos ponemos a elegir- Xiu Min se encogió de hombros- yo quiero ramen.

 

-A mi me da igual, mientras que no sea picante- intervino Chanyeol mucho más tranquilo que los demás.

 

-¿Por qué no probamos algo diferente? ¿Qué os parece un poco de comida italiana?- el único que cedió ante el astuto comentario de Kyungsoo fue Kai.

 

-De eso nada- replicó Luhan consiguiendo que medio discutieran en mitad de la calle.

 

-¡Vale ya!- gritó Lay callándonos al instante- si tanto os cuesta decidiros ¿por qué no lo echáis a piedra, papel o tijera?.

 

-Me parece bien- todos estábamos más que conformes con su propuesta.

 

-Pero para hacerlo más entretenido quien pierda elige e invita- aunque era una de las clásicas tonterías de Jongdae todos asentimos conformes, total eramos doce, la probabilidad de que nos tocara era muy baja.

 

-Piedra, papel o tijera- gritamos todos eufóricos colocados en un perfecto círculo.

 

Afortunadamente, después de dos rondas, cuatro conseguimos librarnos: Tao, D.O, Sehun y yo. Los siguientes en quedarse libres se ilusionaron chocándose las manos y abrazándose con alegría. Xiu Min y Kai se unieron a nosotros mirando con intriga la escena. Poco a poco los chicos se fueron ilusionando hasta quedar solo tres. Por culpa de Chanyeol estaba de los nervios, no servía de nada que yo hubiera ganado en la primera si al final Chanyeol perdía.

 

Cerré los ojos para así saber el ganador en cuanto los abriera: Chanyeol corrió a abrazarme, levantándome ligeramente del suelo con una sonrisa; Lay besó a Suho con tanta fuerza y felicidad que parecía que se iba a quedar sin aire, por lo que rápidamente me fije en Luhan que seguía todavía con el puño cerrado simulando la piedra.

 

-Que mala suerte- Sehun se acercó a él apoyado en las muletas- venga, no pasa nada cariño- le besó en la mejilla.

 

-Luhan ¿A dónde quieres ir a comer?, que tenemos hambre.

 

-Quería pizza pero ya no me apetece- suspiró pensativo- ¿Sehunnie te apetece sushi?- el nombrado asintió agarrándose a Luhan para poder caminar cómodamente.

 

Aunque había una considerable cantidad de restaurantes japoneses por la zona, la pareja decidió llevarnos a uno en el que nosotros no habíamos estado nunca. Era chico pero curioso, sin duda lo que más llamaba la atención era la barra giratoria por donde pasaban todos los platos de diferentes tipos de sushi.

 

Allí nos tiramos entorno a dos horas, la comida estaba deliciosa y nos lo estábamos pasando tan bien que apenas tardamos en perder la noción del tiempo.

 

-Nosotros nos vamos- conseguí convencer a Chanyeol para irnos.

 

Nos despedimos en tanto que nos poníamos los abrigos, dejamos a todos ahí dentro mientras salíamos del restaurante y nos montábamos en uno de los taxis que esperaban en la parada que había a escasos metros de donde estábamos.

 

-Estoy cansado- me apoyé en él al entrar en el portal, esperando a que el ascensor bajara.

 

-¿Y eso?- me tocó la frente buscando un rastro de fiebre.

 

-Estoy bien- me besó en la mejilla al comprobar que no estaba caliente.

 

-Podemos dejar la pintura para mañana- me cogió tiernamente de la cintura.

 

-No estoy tan cansado, tampoco es para tanto. Me apetece seguir con el cuarto- entramos en el ascensor sin separarnos- además te he prometido esta mañana que nos quedaríamos todo el día tumbados en la cama sin hacer nada.

 

-¿Seguro? Podemos hacer una excepción.

 

-No, de verdad. Me encuentro bien.

 

-No es muy tarde, podemos tumbarnos un ratito en la cama para descansar.

 

-Vale, pero ponemos el despertador, que después se nos hace tarde.

 

Entramos en casa y lo primero que hicimos fue quitarnos los abrigos, junto con los zapatos. Nos deshicimos de la ropa quedándonos ambos en bóxer. Tenía un poco de frío, por lo que yo me puse una camiseta de manga corta, no obstante, Chanyeol siguió quedándose solo con la ropa interior.

 

Acordamos que únicamente pasaríamos una hora en la cama. Chanyeol se encargó de poner la alarma en su teléfono, que colocó en su mesita de noche, mientras que yo dejaba mi móvil en el salón.

 

Pasé por la cocina para beber un vaso de agua antes de volver al dormitorio. Apenas tardé un par de minutos, sin embargo, al entrar al cuarto, Chanyeol ya estaba tumbado en la cama y con los ojos casi cerrados.

 

-Me has pegado el cansancio- bromeó al darse cuenta de que había llegado.

 

-Lo siento, no era mi intención- sonreí siguiéndole el rollo.

 

-Anda ya- imitó mi gesto de felicidad golpeando suavemente el colchón, indicándome que me sentara.

 

-Que gustosa está la cama- me tumbé a su lado acurrucándome a él.

 

-Sí, anda vamos a dormir que se nos va a pasar la hora volando- asentí echándome en su pecho, cerrando los ojos y siguiendo el ritmo de los relajados latidos de su corazón.

 

 

Salí de mi calmado sueño al escuchar la suave alarma de su móvil. Me quedé con los ojos cerrados durante los escasos segundos que tardó en apagarla. Todavía medio dormido sentí como mi brazo derecho era suavemente acariciado, su mano se movía de arriba a abajo con lentitud, provocándome una perfecta sensación de tranquilidad.

 

-Channie- me decidí a abrir los ojos.

 

-Sigue durmiendo cariño- me besó en la frente sin dejar de lado las caricias en mi brazo.

 

Aunque por un momento llegué a convencerme de quedarme en la cama, rápidamente conseguí acordarme de la pintura, apartando al cien por cien de mi mente la idea que Chanyeol había propuesto.

 

-Tenemos que levantarnos- me separé unos centímetros de él para poder estirarme.

 

Le besé cariñosamente antes de salirme de la cama y sacar, de uno de los cajones de nuestras respectivas mesitas de noche, la ropa que días atrás habíamos dejado como nuestra vestimenta oficial de pintores.

 

-Baekhyunnie- se quejó con tono infantil al percatarse de que ya tenía la ropa sobre el colchón lista para ponérsela- vamos a quedarnos aquí tumbados un ratito más.

 

-Chanyeol no seas flojo, esta noche nos quedaremos todo el rato que quieras- le miré a los ojos mientras que nos cogíamos de la mano.

 

-¿Me lo prometes?- se incorporó soltando mis brazos para agarrarme de la cintura con ternura, consiguiendo que su rostro se pegara al mío.

 

-Te lo prometo- me senté en el filo de la cama para juntar nuestros labios.

 

Me quitó la camiseta que llevaba puesta, me acarició la barriga dejando algunos besos sobre ella y me puso la gigantesca camiseta de manga corta, que hacía un par de meses que teníamos pensamiento de tirar pero que en ese momento nos venía de perlas.

 

-Estás muy sexy- dije al terminar de ponerle la suya.

 

-Y tu irresistible- se mordió el labio haciéndome sonreír tontamente- ¿Necesitas que te ayude con el pantalón?.

 

-Si me ayudas a ponérmelo estoy seguro de que hoy no empezamos a pintar la otra pared- bromeé aunque en parte era cierto.

 

-Como quieras- le acerqué su pantalón para que dejara de observarme detenidamente con la mirada.

 

Una vez que terminamos de vestirnos nos dirigimos al cuarto de Haeyoung. Abrimos la puerta dejando que un ligero olor a pintura se esparciera por la casa. Todo el suelo de la habitación estaba cubierto de un papel marrón, junto con montones de hojas de periódico, que aseguraban el suelo de no mancharse.

 

-Baek el pelo- se encaminó al baño para coger dos coleteros de color negro.

 

-Yo te lo pongo- me ofrecí a ayudarle al verle intentando cogerse los pelos del flequillo.

 

-Gracias- me agradeció al terminar, quedándose con un intento raro de recogido.

 

En un principio tenía pensado hacerme lo mismo que a él, sin embargo, al no salirme, Chanyeol acabó poniéndomelo. Nos sentíamos tan raros con el flequillo así que no pudimos resistirnos a la tentación de mirarnos en el espejo. Nos pareció tan gracioso que, después de algunas poses frente al espejo, inmortalizamos el momento echándonos unas fotos.

 

Dejamos las risas a un lado centrándonos en el trabajo. Lo primero que hicimos fue mover las latas de pintura. Una vez que estuvo listo echamos una pequeña cantidad de aquel color verde en una de las cubetas de pintura que habíamos comprado cuando fuimos a la tienda de pinturas. Chanyeol empezó por la mitad de la pared ocultando el anterior color con aquel verde claro. Mientras que él iba con bastante rapidez yo preferí ir poco a poco con la brocha, ocupándome de los filos de la ventana, los interruptores …

 

-¿Cómo vas?- le pregunté al ver lo poco que le quedaba para terminar aquel lado de la pared.

 

-Bien, aunque voy a tener que darle un par de capas más ¿Y tú?.

 

-Poco a poco, sin prisa- dejó el rodillo en el suelo rodeando mi cintura con sus largos brazos.

 

-Voy a poner música- me besó en el cuello antes de salir- ¿Qué canciones te apetecen?- me cuestionó al volver con el teléfono en la mano.

 

-Algunas rápidas- asintió poniendo el volumen al máximo y dejando el móvil en el suelo, relativamente alejado de las latas de pintura.

 

-Esto ya está seco ¿Verdad? Voy a seguir.

 

-Me parece bien- me tocó el trasero volviendo a repasar lo que había hecho.

 

Cantamos durante un buen rato siguiendo cada una de las canciones, hasta que el aparato pitó por falta de batería y tuvimos que conectarlo en el salón. Justo en el preciso instante en el que volvía de dejar el teléfono el timbre de la casa sonó dándome un repentino e inesperado susto.

 

-Baek ¿Quién es?- le escuché gritar acercándose a mi lado.

 

Miré por la pantalla que Suho y Lay nos habían colocado, mis ojos se abrieron como platos al verles. Me fijé en Chanyeol, él estaba igual que yo. Giré el pomo de la puerta para que pasaran.

 

-¿Qué hacéis aquí?- el primero en entrar fue Luhan seguido por los demás.

 

-Que recibimiento- se quejó Chen por mi pregunta.

 

-Que pintas- Lay cambió de tema riéndose por el recogido de nuestros flequillos.

 

-¿Ha pasado algo?- Chanyeol ignoró ambos comentarios preocupado por su repentina visita.

 

-Luhan y D.O nos han contado lo del cuarto de Haeyoung, venimos a ayudaros- todos levantaron sus mochilas, en donde traían ropa para cambiarse.

 

-Chicos no hace falta- Chanyeol se me adelanto decidido.

 

-De eso nada, no nos vais a convencer- replicaron Kai, Tao y Suho.

 

-Bueno … - suspiré convencido- antes os voy a dejar las reglas claras. Kris y Sehun tienen prohibido acercarse a la pintura- todos asintieron conformes excepto ellos dos que no estaban muy convencidos- y podréis ayudarnos sólo un poco- volvieron a mover la cabeza afirmativamente.

 

Eramos muchos dentro de la habitación, por lo que nos repartimos los papeles. Chanyeol siguió con lo que estaba haciendo, Luhan ocupó mi lugar con la brocha, D.O empezó a dibujar a lápiz las nubes en la pared que ya estaba pintada de azul, Tao se ofreció a ocuparse de que a ninguno le faltase pintura y yo acabé sentado en mitad de la habitación, ya que según los chicos no podía hacer esfuerzos.

 

-Voy a limpiar el pincel- avisó Tao cogiendo el pincel que Luhan había utilizado especialmente para una parte fina.

 

-Te acompaño- le seguí hasta la cocina dejando a los demás allí dentro- ¿Qué tal estás?

 

-Bien, supongo- dejo que el agua verde se fuera perdiendo por el fregadero.

 

-¿Ha pasado algo?- me preocupé imaginándome que había discutido con Kris.

 

-No pasa nada, es sólo que no consigo … quedarme embarazado- bajó la mirada- ¿Qué me recomiendas?

 

-¿Enserio quieres que te lo diga?- asintió con entusiasmo- tenéis que hacerlo una y otra vez.

 

-Lo hacemos pero … no lo consigo. A lo mejor yo no sirvo para esto.

 

-No digas eso, si yo lo he conseguido tú también. Dale tiempo, no vayas con prisas- le abracé dejando que se apoyara en mi hombro.

 

-¿Chicos tenéis hambre? ¿Pedimos unas pizzas? Kris invita- gritó Sehun desde el salón con el móvil preparado.

 

-¡Si!- respondieron todos ilusionados.

 

-Ya verás como lo conseguís- Suho se nos quedó mirando desde el marco de la puerta- Tao te dejo con Suho, a ver si entre los dos lográis que el pincel se quede como nuevo- sonreí dejándoles solos, viendo como Tao se sinceraba con él.

 

Volví al cuarto para ver como iban, la pared verde estaba prácticamente terminada. Media hora más tarde dimos el día de pintura por finalizado, abrimos ligeramente la ventana con la intención de que ventilara y el fuerte olor disminuyera.

 

Las pizzas llegaron y nos las comimos sentados en el suelo, aunque yo me quedé en el sofá porque si no me iba a costar un montón levantarme después.

 

Se nos hizo tarde entre risas, recordando algunas de las peleas sin sentido que todos habíamos tenido.

 

Nos despedimos de los chicos tras agradecerles por habernos ayudado. Eran más de la una y ambos estábamos muy cansados. Cerramos la ventana del cuarto de nuestra pequeña y nos tumbamos en la cama con la idea de quedarnos un rato hablando, abrazados, pasando un precioso momento romántico. Sin embargo, ninguno aguantó el agotamiento, en menos de diez minutos ambos estábamos completamente dormidos.

 

Notas finales:

¿Qué tal? ¿Qué os ha parecido?

Siento haber tardado en actualizar pero este capítulo me ha salido muy largo, no pensé que sería tanto pero al pasarlo al ordenador me he dado cuenta, he tardado mucho más de lo que esperaba :3 lo importante es que el capítulo ya está terminado y es el capítulo más largo que he hecho nunca :D Que felicidad !!!! Gracias a vosotr@s <3

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Espero que os haya gustado :D

Comenten sus opiniones por fiiiiiii <3

Un súper abrazooooooooooooo <3

Os quierooooo ^_^


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