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Sois mi vida por CWC

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Notas del capitulo:

Holaaaa ^^

Antes de nada quiero disculparme sinceramente por haber tardado tanto, he estado liada con los examenes finales y no he tenido tiempo para nada. Afortunadamente ya he terminado las clases, así que intentaré volver a actualizar con más frecuencia.

Muchas gracias por todos los reviews que habéis dejado, me han encantado y me han animado un montón :D

Espero que os guste el capítulo <3

-Venga dormilón- su dulce voz se vio interrumpida por unos besos, que fueron repartidos por cada rincón de mi rostro y por los alrededores de mi ombligo- Baekhyunnie- soltó con un adorable aegyo.

 

-Channie- me quejé todavía con los ojos cerrados- cinco minutos más por fi- pedí intentando sonar lo más tierno posible

 

-Ya te he dejado media hora. Sabes que si por mi fuera te dejaría todo el día, sé que anoche te costó dormirte pero tenemos que ir al médico- suspiré con desgana incorporándome con los ojos ligeramente abiertos- no me mires así- pidió acariciándome la mejilla izquierda.

 

-¿Y cómo quieres que te mire? Tú eres el culpable de que Haeyoung tenga tantas ganas de dormir pero después no me deje pillar el sueño- me hice el enfadado cruzándome de brazos- la niña ha cogido tus genes.

 

-Lo siento cariño- rodeó mi cintura con sus largos brazos, posando sus gustosos labios sobre mi cuello- ¿a qué hora te quedaste dormido?- se interesó juntando, cada vez más, su cuerpo con el mío.

 

-A las cinco y media todavía estaba despierto- suspiré con cansancio.

 

-Lo siento- dijo con un tono realmente triste.

 

-No pasa nada, es normal- le besé delicadamente en los labios- pronto pasará- confesé acariciándole el cuello- ya queda poco- le sonreí notando sus manos en mi barriga, sintiendo las patadas mañaneras de Haeyoung.

 

-Estoy deseando tenerla aquí con nosotros, cogerla en brazos y que se tumbe aquí con los dos.

 

-Yo también- la felicidad se apoderó del momento, sin duda imaginarla con Chanyeol me ponía extremadamente feliz.

 

Aquella preciosa escena se vio interrumpida por el repentino, pero intenso, pitido característico de nuestro microondas.

 

-Ya está mi café, a levantarse- se puso de pie al instante, dedicándome una gigantesca sonrisa cargada de energía.

 

Aunque intenté con algunos de mis medios convencer a Chanyeol de que nos quedáramos un poquito más así, tumbados en la cama. Al final, acabé dirigiéndome a la cocina con desgana, arrastrando los pies descalzos por el suelo, porque el desayuno ya estaba hecho y se iba a enfriar.

 

Nada más llegar a nuestro cercano destino, Chanyeol se aseguró de que me sentara en mi silla de siempre. Sobre la mesa se encontraba mi infusión de todas las mañanas; su café, que acababa de sacar del ruidoso aparato, y un par de apetitosas rosquillas rellenas de chocolate y adornadas con virutas de colores por encima.

 

-¿Y esto?- pregunté curioso señalando a aquellos deliciosos dulces.

 

-He salido a correr esta mañana. Me he levantado temprano y no conseguía volver a dormirme, así que se me ocurrió salir para no hacer ruido, no quería molestarte- le dio un sorbo a su café para seguir contándome- cuando venía de vuelta he pasado al lado de una pastelería, he visto lo que tenían y he pensado en darte una sorpresa- se le escapó una pequeña risa que me hizo sonreír al instante.

 

-Me encanta- contesté con felicidad dándole un beso antes de devorar una de las esponjosas rosquillas.

 

-Me alegro de haber acertado, también tenían unas rellenas de crema pero he pensado que estás estarían mejor.

 

-Están increíbles- contesté notando el característico sabor del relleno de chocolate.

 

Continuamos un rato más hablando sobre la mañana de Chanyeol. Según me había contado le había costado un montón recorrerse el camino cercano al parque, sin duda ya no tenía el entrenamiento de antes. Nos reímos un rato con la broma de que cada día estaba más viejo, aunque él acabó metiéndose conmigo, asegurando que yo era unos meses mayor que él.

 

-Supongo que ya te has duchado- dije al verlo levantarse para colocar las tazas en el fregadero, antes había estado tan dormido que ni siquiera me había percatado de que llevaba mi camisa favorita y olía estupendamente a su colonia.

 

-Sí, he llegado sudando, estaba asqueroso- se acercó a mi lado para juntar nuestros labios, su boca sabía deliciosamente a café.

 

-Eres un exagerado- me aferré a su mano sintiendo el calor de su piel- tú nunca hueles mal.

 

-No sé yo, creo que he apestado el ascensor- se me escapó una pequeña pero ruidosa risa-¡hey! No te rías- protestó con un falso tono de molestia.

 

-Lo siento- volvió a rodear mi cuerpo con sus brazos, excitando cada centímetro de mi sensible piel.

 

-No te tienes que disculpar, mi vida- me susurró tiernamente al oído.

 

Giré ligeramente mi cuello con una única idea en mente, besar esos deliciosos y gustosos labios que tanto me gustaban. Sin embargo, aquel adorable momento se vio interrumpido por el inconfundible tono de llamada de mi móvil. Nos separamos con fastidio buscando el aparato con la mirada. Chanyeol fue el primero en encontrarlo justo encima de la mesa del salón. Cogió el teléfono con rapidez mirando la pantalla mientras se acercaba a la cocina.

 

-Es Luhan- dijo con un tono entre preocupado y molesto.

 

-¿Si?- contesté con velocidad, el miedo se apoderó de mi en escasos segundos.

 

-¡Baek! ¿Te ha contado Chanyeol lo que le pasó a Kai?- preguntó yendo directamente a lo principal de la llamada.

 

-No, le insistí los primeros días pero como no me dijo nada acabé dejándolo ¿por?- Chanyeol, que estaba a mi lado, me miró sin entender nada.

 

-Dile que te lo cuente. Yo lo he conseguido esta mañana y ahora lo estaba hablando con Kyungsoo. Estamos pensando entre compensarles y matarles.

 

-Compensarles no estaría nada mal, en cuento me entere de todo hacemos un plan secreto- sonreí por la seriedad con la que estábamos llevando la broma.

 

-Perfecto- respondió D.O con tono de psicópata- tenemos un par de cosas que contarte- dijeron casi a la vez.

 

-Yo también- me uní a ellos con alegría- bueno chicos voy a colgar, que vamos un poco tarde. Portaros bien.

 

-Hasta luego, ya nos contáis que tal la revisión con el médico- me despedí por segunda vez deseándoles un buen día.

 

Suspiré mentalmente dándome fuerzas para convencer a Chanyeol. Dejé el móvil en la mesa, justo al lado del bote con azúcar, y me acerqué sigilosamente a Chanyeol acariciando sus largos brazos con mis suaves dedos.

 

-¿Ya habéis terminado? Conociéndoos pensé que os tiraríais toda la mañana hablando- bromeó manchándome la nariz con la espuma que estaba usando para lavar los platos.

 

-Eres un exagerado- me apoyé en su espalda haciendo mi irresistible aegyo- Channie de mi corazón, amor de mi vida, cuentame lo que pasó con Kai, por favor.

 

-¿Eso es lo que te ha dicho Luhan?- asentí acariciando delicadamente su espalda.

 

-Sehun se lo ha contado- le besé momentáneamente en el cuello para después situarme, de puntillas, en su oreja derecha, mordiéndola y rozándola con mis labios.

 

-Estos dos, menos mal que quedamos que no lo contaríamos. Entiendo a Kai pero Sehun, se va a enterar.

 

-Ya sabes como son, ahora sólo falto yo.

 

-En fin … -nos dirigimos al salón tomando asiento uno junto al otro- como te dije fuimos al karaoke con todos los de la empresa- suspiró echándose el pelo para atrás- bebimos, yo apenas me tomé una copa pero Kai y Sehun bebieron mucho, demasiado. Dentro del local no hicieron nada sumamente loco, tendrías que haberlos visto subidos en los sillones cantando en bóxer delante de toda la empresa- se le escapó una risa contagiosa- estaban para haberlos grabado. Ellos no se acuerdan de nada pero yo y algunos compañeros si. Bueno, la noche siguió y a eso de las tres/cuatro decidimos volver a casa. El tiempo había cambiado drásticamente, no dejaba de llover y conforme pasaban los minutos lo único que hacia era caer con más intensidad. Después de pensar las opciones que teníamos decidí ir a por el coche de Sehun para llevarles a casa. Les dejé sentados en las escaleras de la puerta principal del Karaoke, Sehun apenas se podía mover con las muletas y Kai se estaba quedando dormido, así que pensé que no podrían liarla. Para cuando llegué, veinte minutos después, las muletas estaban tiradas a veinte metros de donde estaban, Jongin estaba tirado en el suelo con Sehun a su lado y esa zona estaba llena de cristales rotos- volvió a suspirar, por una parte estaba empezando a entender por qué no lo querían contar- me puse de los nervios, no sabía que hacer. Según me contó Sehun unos borrachos empezaron a meterse con una pareja de adolescentes. Les insultaron y tenían la intención de pegarles. Sehun y Jongin se levantaron para impedirlo, se pusieron bastante chulos, en el fondo ellos también iban borrachos. Kai le dio un empujón al tío, que se vengó golpeándole con una botella de cristal en la cabeza- apoyó su espalda en el sofá mirándome fijamente a los ojos- los dos jóvenes me ayudaron a meterlo en el coche. Fui lo más rápido que pude pero Kai ya llevaba un rato inconsciente.

 

-Channie-le abracé fuertemente buscando reconfortarle- todo está bien, Kai está bien.

 

-Lo sé, pero cuando llamamos a D.O para avisarle y cuando le vimos llorando en la sala de espera, si le hubiera pasado algo a Kai- le corté al instante evitando que continuara.

 

-Chanyeol Jongin está bien, sabes que Kyungsoo al principio estaba un poco enfadado pero ya se le ha pasado. Además, la culpa la tienen esos dos por beber tanto y después ponerse chulos- le cogí del rostro para que nuestras miradas se juntaran- todo está bien cariño- asintió con una ligera sonrisa que me incitó a besarle con entusiasmo.

 

Nos quedamos así dejando que el tiempo pasara, nos olvidamos de todo lo que teníamos que hacer para centrarnos en acariciar el cuerpo del otro, sonreírnos dulcemente y abrazarnos con cariño.

 

-Baekhyunnie, que tenemos cita con el médico- me informó de repente en tanto que me deshacía del cinturón de su pantalón.

 

-Mierda, se me ha olvidado- me dirigí corriendo al baño, escuchando de fondo las fuertes carcajadas de Chanyeol por mi apresurada reacción.

 

En escasos veinte minutos me duché, me vestí, me lavé los dientes, me puse el delineador y me cogí todo lo necesario para salir de casa.

 

Nada más cruzar el portal Chanyeol me llevó hasta la parada de taxis más cercana. Una vez que nos montamos en los asientos traseros del vehículo no pude evitar quejarme, aunque las pocas ganas que tenía de discutir y la maravillosa sonrisa de Chanyeol me hicieron dejar de lado el tema.

 

Desgraciadamente, pese a que apenas habíamos pillado tráfico, llegamos al hospital con cinco minutos de retraso. Justo cuando acabábamos de llegar a nuestra planta e íbamos a sentarnos en la sala de espera, escuchamos como mi nombre salía de la consulta del doctor. Sin darnos tiempo ni para respirar entramos en la, ya conocida, habitación.

 

-Buenos días ¿qué tal estáis?- nos saludó el médico con la alegría de siempre.

 

-Muy bien ¿y usted?- contesté tomando asiento junto a Chanyeol.

 

-Muy bien también- nos dedicó una sonrisa- si no me equivoco ya queda poco- asentí ilusionado escuchando como Chanyeol decía orgulloso los siete meses que llevábamos- pues hoy nos toca cita larga, tengo un par de cosas que explicaros.

 

Como en ocasiones anteriores respondimos a las preguntas rutinarias, me pesé, me tomó la tensión y pudimos ver a nuestra pequeña Haeyoung. Sin embargo, al volver a sentarnos noté como la expresión del médico se había puesto demasiado seria.

 

-Bueno, ahora la parte que menos me gusta pero que yo creo que es necesaria- nos tendió una carpeta de cartón en la que aparecía mi nombre- Baekhyun como sabes la cesárea es un cirugía muy común y con un porcentaje alto de éxito, aún así quiero que sepas que dentro de esta carpeta llevas unos papeles en el que, en el hipotético caso de que pase algo y sólo se puede salvar la vida de uno de los dos, se elija a quien tu quieres- mis ojos se abrieron como platos al igual que los de Chanyeol- antes de que digáis nada quiero que sepáis que esto es sólo por si acaso, seguramente no pasará nada. Otros médico prefieren darlo en otro momento más cercano a la fecha, otros ni lo dan, pero yo creo que es mejor que lo habléis. Decidas lo que decidas eres tú quien lo va a elegir- me miró fijamente a los ojos- no obstante creo que es una buena forma de que elijáis juntos- asentí con la mirada centrada en aquellos papeles.

 

-Pero- Chanyeol levantó la vista poco convencido.

 

-Ya lo hablamos en casa- le corté antes de que siguiera hablando.

 

-Podéis tomaros el tiempo que queráis, no pasa nada y si no la entregáis se os preguntará en el momento, no hay ningún problema. Dentro de la carpeta también tenéis información sobre la cesárea y algunas cosas a tener en cuenta, leéroslas tranquilamente y si tenéis alguna duda me decís. Además, a los siete meses las citas cambian de una al mes a dos, así que nos veremos más seguido.

 

El doctor siguió hablando informándonos sobre un par de cosas más, sin embargo, mi mente únicamente se fijaba en aquel papel, sólo podía centrar mi atención en esas palabras escritas con tinta negra.

 

Salimos de la consulta tras despedirnos educadamente. Ambos nos cogimos de la mano hasta que llegamos a la primera planta, en donde tuve que volver a hacerme un análisis de sangre. Ese tiempo a solas me vino de maravilla para pensar sobre aquel tema que, sin duda, nos haría enfadarnos más tarde. Posiblemente estuviera siendo un poco egoísta, pero dijera lo que dijera Chanyeol, tenía más que claro lo que yo iba a poner en el papel.

 

Una vez que salí, y pude volver a encontrarme con él, me percaté de que Chanyeol también lo había estado pensando. Se notaba ido, con la cabeza en otra parte.

 

Cogimos un taxi que no tardó en dejarnos en la puerta de casa. El trayecto lo hicimos en silencio, apenas respondiendo con lo básico: el sí, el no, el no lo sé …

 

-Baek tenemos que hablar- soltó de repente mientras preparábamos la comida.

 

-Cuando terminemos de comer- asintió poco convencido pero haciéndome caso.

 

Por mucho que intenté alargar el momento al final tuvimos que enfrentarnos a él.

 

-Baek yo quiero mucho a Haeyoung, quiero que lo sepas y que nunca se te olvide. Es mi pequeña princesa y de verdad que la amo como a nada pero no me imagino mi vida sin ti, Baek- suspiré mentalmente- sé que no va a pasar nada, que los dos vais a salir muy bien, pero Baek yo …

 

-Channie se que me quieres, a mi y a Haeyoung, yo también te quiero, que lo sepas- tomé un ligero respiro antes de continuar- voy a poner el nombre de Haeyoung en ese papel, para mi es lo más importante- comuniqué con nerviosismo.

 

-Baek ponte en mi lugar, por favor.

 

-Channie si tu estuvieras en mi lugar y yo en el tuyo, ahora mismo tendríamos el mismo problema. Vamos a dejarlo así ¿vale? Todo va a salir bien, no vamos a necesitar ese papel- Chanyeol asintió poco convencido, seguramente pensando en como hacerme cambiar de opinión- voy a tumbarme en la cama, a ver si consigo dormir un rato- me levanté y me fui dejándole allí, en la cocina.

 

Di millones de vueltas en la cama, no había forma de dormirme, ni siquiera podía cerrar los ojos. Justo en el momento en el que me había decantado por ponerme a leer un libro, me llegó un mensaje de Tao interesándose por la revisión con el médico. Al principio le dije que todo estaba bien pero conforme iba pasando el tiempo decidí contarle lo que estaba pasando. Intentó animarme con algunas bromas, he incluso intento hacerme ver ambos lados para que entendiera a Chanyeol. En el mismo instante en el que le iba a responder a una de sus tonterías absurdas empezaron a llegarme un montón de fotos de Chanyeol conmigo. Me fije en cada una de ellas con detenimiento, se nos veía felices, muy muy felices. Había de todo, unas más antiguas, de cuando recién acabábamos de empezar a salir, otras más recientes, otras en casa de alguno de los chicos, otras en un parque de atracciones … Cuando acabaron de llegar todas las fotos añadió un pequeño texto que decía ''Chanyeol ha recibido las mismas fotos y las está viendo ahora mismo. No os enfadéis por algo así, sois una pareja demasiado adorable''.

 

Sin necesidad de nada más dejé el móvil sobre la cama y me dirigí, lo más rápido que pude, al salón. Chanyeol también se estaba levantando del sofá y corrió hasta mi lado para abrazarme con fuerza.

 

-Te quiero Baek, se que la decisión que has tomado no es la que más me gusta pero te apoyo Baek, te apoyo porque todo va a salir bien. Te quiero- las palabras se fundieron en un beso cargado de pasión y dulzura.

 

Mis brazos se agarraron con fuerza a su cuello, intensificando aún más el beso. Nos dirigimos al dormitorio, y allí, tumbados cómodamente en el colchón nos abrazamos dejando que el tiempo siguiera a su ritmo.

 

Pasado un buen rato, en el que acaricié delicadamente su pelo y le susurré una y otra vez que le amaba, Chanyeol acabó por quedarse profundamente dormido. Apoyé mi cabeza en la almohada sin apartar la vista de su adorable rostro.

 

Estaba tranquilamente echado sobre la cama cuando escuché el característico tono del timbre la la puerta. Salí del colchón con una sonrisa, deseando que al ruido no le hubiese despertado y pudiera seguir durmiendo. Justo en el momento en el que pisé el pasillo el miedo y la angustia se apoderaron de mi. Estaban tocando arriba, no en la puerta del portal, tal y como pasó aquella vez. No podía ser, no podía ser mi padre. Las manos me temblaban y mis pasos eran cada vez más lentos. Intenté tranquilizarme y, con lo poco inteligente que conseguí reunir, miré por aquel aparato que nos habían regalado Suho y Lay.

 

-¿Quién es?- dijo Chanyeol detrás de mi dándome un buen susto.

 

-Ni idea- contesté algo más tranquilo al saber que estaba a mi lado.

 

Gracias a aquella máquina pude ver que no se trataba de mi padre, sino que en su lugar estaba una mujer joven con unas gafas de sol que le tapaban casi la mitad de la cara.

 

Abrí la puerta encontrándome a la chica mirándome fijamente, se había quitado las gafas y su gigantesca sonrisa era demasiado parecida a la de su hermano.

 

-¿Eres Baekhyun?- asentí, notando como de inmediato sus brazos me rodeaban con cariño.

 

-Hola- dije con una sonrisa correspondiendo feliz a su abrazo.

 

-¡Hey! Yura- Chanyeol se acercó a la entrada saludando a su hermana con un fuerte abrazo- ¿qué haces aquí? ¿cómo te va? Estás guapísima.

 

-Todo bien- sonrió enseñando los dientes- llamé a casa hace unos días y papá me contó que iba a ser tita. Hice las maletas y me monté en el primer avión que pillé- ambos nos miramos, se nos había olvidado completamente avisar a su hermana.

 

-Perdona. Se nos pasó completamente- nos disculpamos deseando que no se enfadara.

 

-No pasa nada, me he puesto al corriente nada más llegar. Me ha dicho mi madre que tienes siete meses ¿cómo lo llevas? Espero que mi hermano te esté cuidando.

 

-Chanyeol se porta muy bien- me apoyé ligeramente en su hombro notando como su mano izquierda acariciaba una parte de mi cintura- y Haeyoung también es muy buena.

 

-¿Haeyoung? ¡Que nombre más adorable!- contestó con un aegyo impresionante.

 

Yura siguió interesándose por el embarazo, preguntándonos por los síntomas que había tenido, por si me costaba dormirme y por si necesitábamos ayuda con el cuarto de Haeyoung. Estuvo muy atenta a todo lo que decía, siempre con una sonrisa y con innumerables muestras de cariño.

 

Tras aquella animada conversación decidimos salir a merendar a una cafetería cercana. Chanyeol aprovechó para pedirse dos pasteles y un café especial, ya que su hermana había insistido una y otra vez en que quería invitarnos. Continuamos hablando sobretodo de nosotros, Yura no nos contó mucho sobre ella, apenas decía un par de cosas y ya estaba cambiando de tema.

 

Nos quedamos allí hasta las nueve, a esa hora las mesas ya estaban recogidas y el local estaba a punto de cerrar. Nos despedimos de su hermana con un fuerte abrazo, asegurándole que iríamos a visitarla durante su estancia en Corea.

 

Volvimos a casa cogidos tiernamente de la mano. El ambiente había refrescado, por lo que nuestros cuerpos estaban cada vez más pegados buscando el calor. El trayecto se nos hizo tremendamente corto, no estábamos muy lejos del edificio y además nos pasamos todo el camino hablando de la repentina visita de su hermana.

 

Una vez dentro del portal no tardamos ni diez minutos en subir y ponernos cómodos. Nos deshicimos de la ropa, quedándonos únicamente con el bóxer.

 

-Baek vamos a la cama- propuso Chanyeol después de un buen rato viendo la televisión.

 

-No sé si conseguiré dormirme, apenas son las diez y media-protesté echándome sobre su hombro.

 

-Mañana tenemos que levantarnos temprano, yo me encargo de que puedas dormirte- me besó en la frente antes de coger mis manos y llevarme hasta nuestro dormitorio.

 

Nos tumbamos tranquilamente en el colchón con las suaves sábanas cubriendo la mayor parte de nuestros cuerpos. Chanyeol empezó a tranquilizarme con una relajante masaje en la espalda que después extendió por los brazos; continuó acariciando mi barriga y pasando la yema de sus dedos por mi cuello.

 

Poco a poco mis ojos se fueron cerrando, mi cuerpo se fue relajando y me mente dejó de pensar en todo lo que había pasado en el día, para centrarse en un profundo sueño.

Notas finales:

¿Qué tal? ¿Qué os ha parecido?

La hermana de Chanyeol ha hecho acto de presencia XD

Espero que os haya gustado ^^

Dejen reviews con sus comentarios por fiiiiii <3

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Muchas gracias por leer :D

Os quieroooooooooo <3

 


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