Siete días más tarde el desesperado, ruidoso y cansino despertador nos despertó tanto a mi como a Chanyeol.
-Buenos días cariño -le besé en los labios como todas las mañanas.
-Buenos días – nos levantamos de la cama. Chanyeol se dirigió a la cocina para preparar el desayuno, mientras que yo me quedé en el cuarto haciendo la cama, estirando con cansancio las azules sábanas.
-Toma Baek – Chanyeol me tendió mi café caliente, recién hecho, una vez que me adentré en la cocina.
-Gracias Channie- nos sentamos en la pequeña mesa bebiendonos con pequeños sorbos aquel líquido oscuro.
Volvimos al cuarto para vestirnos. Me estaba abrochando los botones de la camisa cuando sentí unas enormes ganas de vomitar, que me hicieron correr hacia el baño para depositar todo el café del desayuno.
-¿Otra vez cariño? - se acercó desde el cuarto. Se agachó a mi lado apartándome los pelos de la cara.
-Si -afirmé con pena al verme otra vez en esa situación.
-En cuanto baje, para ir al trabajo, me acerco al médico para pedirte cita.
-He tenido que coger algún virus o algo de eso -me tendió sus largos brazos con la finalidad de ayudarme a levantarme del suelo.
-¿Quieres que llame a la oficina para decirles que estás enfermo?
-Da igual, si hoy solo son cuatro horas.
-Bueno … como veas -se resignó – por mucho que te diga vas a hacer lo que quieras -me llevó hasta el lavabo para echarme agua por el cogote y ayudarme a enjuagarme la boca.
Me senté en la cama produciendo, por la caída de mi cuerpo contra el colchón, algunas arrugas en las sábanas. Continué vistiéndome, terminando con los últimos botones de la camisa.
-¿Estás mejor? -asentí, mirándole tiernamente - ¿Quieres que te acompañe a la oficina?
-No te preocupes, ya me encuentro mucho mejor -le sonreí.
-Como quieras – me besó en la frente, avisándome de que iba a entrar al baño para darse una ducha.
Acabé de vestirme una vez que me anudé los cordones de los zapatos, me pinté con el delineador mirándome en el espejo de la entrada, y entré en el cuarto de baño para despedirme de Chanyeol, quien se encontraba dentro de la ducha, completamente desnudo.
-Me voy Channie -nos besamos como siempre que me iba a trabajar.
-Vale, hasta luego -me mojé la mano al llevar mi brazo a su cuello, juntando de nuevo nuestros labios -a las doce paso a recogerte.
-O.K – me despedí con la mano, cerrando la puerta para que tuviera más intimidad.
Cogí la chaqueta, junto con las llaves, antes de salir. Como todas las mañanas la música retumbaba placenteramente en mis oídos gracias a los auriculares.
-Buenos días D.O -le encontré doblando la esquina de la calle en la que trabajábamos.
-Hola Baek – nos encaminamos juntos a la oficina -¿Qué tal estás? Tienes mala cara.
-Me encuentro súper cansado y esta mañana, igual que ayer, he vuelto a vomitar el desayuno.
-Vaya -comentó apenado -pues entonces has tenido que coger un virus fuerte.
-Sí, a ver si voy al médico para que me recete algo.
-Sí, sera lo mejor.
Entramos en la oficina saludando al conserje que, como siempre, correspondió a nuestro feliz ''Buenos días''
-¿Y tú? ¿Qué tal? -continué con la conversación.
-Bien. Anoche me quedé otra vez en casa de Kai, hemos estado pensándolo y … bueno … me voy a ir a vivir con él.
-Eso es genial -sonreí alocadamente -has tardado pero, por fin, vais a estar juntitos todos los días- se rió, dedicándome un suave codazo de los suyos.
-Esta mañana -confesó rojo como un tomate- me ha hecho el desayuno y, tras besarme, me ha dicho que me quería. Ha sido tan bonito que me ha costado despedirme para venir a trabajar.
-Que monos -me reí alegrándome de verle tan contento.
Al sentarnos en nuestras respectivas sillas nos dimos cuenta de que Luhan estaba tumbado boca abajo encima del teclado de su ordenador. Por un momento nos dio la sensación de que parecía estar muerto.
-Hey Luhan -le toqué la espalda. Al incorporarse le vimos la cara, a Kyungsoo y a mi nos dio miedo.
-¿Qué te pasa Luhan? -preguntó D.O desde su sitio.
-Anoche salí con Sehun a tomar algo, empezamos a beber y terminamos a las cinco de la mañana. Me encuentro fatal.
-Ya decía yo. ¿Como se te ocurre beber si sabes que con una copa ya te emborrachas? -se cuestionó D.O sabiendo perfectamente el aguante de Luhan con el alcohol.
-No se, simplemente nos apetecía salir un poco y se nos fue la mano.
-A quien se le ocurre salir con el inexpresivo – bromeé con tono de pregunta ganándome el segundo codazo del día.
-Sehun está peor que yo.
-No creo que pueda estar peor que tu -aclaró Kyungsoo al fijarse, de nuevo, en la cara de muerto viviente que llevaba Luhan.
-Da igual, estoy deseando que termine ya el día.
-¿Os habéis enterado de lo de Jongdae? -tanto Luhan como yo negamos moviendo la cabeza- me ha dicho Kai que está haciendo horas extras para regalarle un descapotable a Xiu Min- abrimos nuestras bocas sorprendidos con la noticia.
Todos los del grupo sabíamos que a Chen y a Xiu Min les encantaba viajar. Cuando pillaban sus vacaciones solían alquilarse un coche para visitar con tranquilidad , y con el romanticismo típico de esos dos, las playas y ciudades más bonitas de todo el país.
-No tenía ni idea -contestó Luhan.
-Este Chen no me ha dicho nada – me hice el enfadado alegrándome mentalmente por la pareja.
-Anda vamos a ponernos a trabajar antes de que nos regañe la jefa- le hicimos caso a Luhan para ponernos a teclear los informes en el ordenador.
Las horas pasaron bastante rápido, apenas quedaban cinco minutos para Chanyeol viniera a recogerme, así que me dirigí al baño a retocarme el delineador. Casi había terminado cuando D.O entró bebiendose un café de la máquina de la oficina. Ese olor caliente, que me recordaba todas las mañanas en las que Chanyeol me ofrecía el café que acababa de preparar, se adentró bruscamente en mi olfato, produciéndome unas terribles ganas de vomitar.
-¿Qué te pasa? -preguntó preocupado siguiéndome hasta agacharse a mi lado.
-Vaya mierda -comenté con enfado al eliminar lo poco que había en mi estómago.
-Madre mía, si que tiene que ser fuerte el virus -tiró el café sin terminarlo en la papelera del baño - ¿Estás mejor? -me ayudó a levantarme del suelo.
-Sí -contesté por segunda vez en el día,enjuagándome la boca con el agua del grifo -mierda, ya es la hora, Chanyeol tiene que estar esperándome abajo.
-Te acompaño, no me fío de que no vayas a vomitar en el ascensor.
Cogí la chaqueta y me despedí de Luhan, aunque estaba tan agotado que seguramente ni se dio cuenta de que me iba. Bajamos por el ascensor, justo en la entrada se encontraba el alto cuerpo de Chanyeol.
-Hola -nos saludó un poco cortado por la compañía de Kyungsoo, ya que siempre bajaba yo solo.
-Hola Chanyeol -le sonrió D.O.
-¿Qué te pasa cariño? -descifró por mi rostro que no me encontraba muy bien.
-Ha vomitado en el baño -explicó, en mi lugar, mi acompañante.
-¿Otra vez? -suspiró preocupado – menos mal que he pedido cita en el médico nada más salir de casa.
-Perfecto. Bueno me voy que la jefa me va a matar.
-Hasta mañana.
-Que te mejores.
-Muchas gracias -se metió en el edificio dejándonos solos.
-Me tienes preocupado mi vida -me cogió cariñosamente del brazo.
-Lo siento -me disculpé apenado, Chanyeol negó moviendo la cabeza, juntando nuestros apetecibles labios.
-Vamos al médico anda, tienen un rato libre a esta hora- empezamos a andar hasta que llegamos a la clínica.
Nos sentamos esperando a que me llamaran, al parecer tenían una urgencia y las consultas iban con retraso. Para hacer más corta la espera a Chanyeol se le ocurrió poner algunos juegos en el móvil, que al final nos entretuvieron hasta que fui llamado.
-Byun Baek Hyun pase a la sala tres-informaron por los altavoces de la sala de espera.
Ambos nos levantamos, adentrándonos en la habitación que nos indicaron.
-Hola -saludamos educadamente tendiéndole la mano al doctor.
-Buenas tardes – nos imitó mirando la hora en su reloj de mano – Sientense, por favor -nos señaló las dos sillas junto a su escritorio.
Tal y como nos pidió, tomamos asiento.
-Cuentenme ¿En qué puedo ayudarles?
-Estoy teniendo vómitos frecuentes -informé sin dar muchos detalles.
-¿Cuántos días llevas así? -tecleó en el ordenador lo que le iba diciendo.
-Dos o tres días -recordé aquella noche después de comer en la que tuve que correr al baño.
-Llevamos unas semanas con un virus. Te voy a mandar unas pastillas, son tres al día, antes de desayunar, de almorzar y de cenar -asentimos. Volvió a teclear en el ordenador, mandando a la impresora un par de papeles – Aquí tenéis -nos acercó los folios recién pintados con la tinta de la impresora.
-Muchas gracias -nos levantamos de las sillas para irnos.
-Que te mejores -volvimos a agradecer inclinándonos.
Salimos de allí romanticamente cogidos de las manos, ir al doctor era un poco deprimente, el ambiente allí, entre tanta gente enferma, me entristecía.
-Baek ¿Quieres que vayamos andando? ¿O prefieres que tomemos un taxi
-Andando está bien.
-Vale -apretó con aun más ternura el agarre de nuestras manos.
Continuamos caminando hasta que nos encontramos con una farmacia. Aprovechamos que pasábamos por allí para comprar la cajita de pastillas que me había recetado el doctor.
Llegamos a casa cansados del paseo, y con unas enormes ganas de comer, habían pasado más de dos desde la hora de la comida.
-Voy a quitarme el delineador, ahora vengo -me adentré en el baño. Con ayuda de una toallita desmaquillante retiré las líneas negras que oscurecían mis ojos.
Fui a la cocina para ayudar a Chanyeol con lo que estaba preparando, al entrar me di cuenta de lo sensual que se veía calentando el agua en una olla.
-¿Qué vas a hacer? - le toqué con suavidad el culo.
-Una sopa -se giró besándome en los labios.
-¿Y eso? Si a ti no te gustan mucho.
-Ya, pero es lo que mi madre me preparaba de pequeño cuando vomitaba.
-Gracias Channie -le hice aegyo para medio compensarle -¿Quieres que te ayude?
-No, tu sientate aquí -señaló la encimera- yo me encargo de cuidarte -juntamos de nuevo nuestros labios.
Por un día me dejé llevar por Chanyeol, no me encontraba tan mal como para no poder ayudarle, ni estaba tan cansado como para tener que sentarme en la encimera de la cocina, pero me tranquilicé e hice lo que me dijo sin rechistar, sin protestarle nada.
-¿Sabes que te ves muy sexy cocinando? -le cogí de la cintura con mis brazos aprovechando que estaba esperando a que la sopa estuviera lista.
-No tenía ni idea- me dedicó una de sus amplias sonrisas.
-Pues si, estás irresistible -levanté mi cabeza para mirarle a sus preciosos ojos - ¿Tú sabias que D.O se iba a ir a vivir con Kai?
-Me lo comentó el otro día. Llevan casi un año y van a paso tortuga -nos reímos, esos dos eran tan diferentes a nosotros dos.
-¿Te acuerdas del día que empezamos a vivir juntos?
-¿Como no me voy a acordar? Subí tantas cajas de la mudanza que me duele la espalda de recordarlo.
-No seas exagerado. Ese día no teníamos ni los muebles y se nos ocurrió montárnoslo en el baño.
-Es verdad, lo pasamos tan bien esa noche -los ojos se le iluminaron.
-¿Ya no te lo pasas bien conmigo? -me hice el enfadado intentando molestarle.
-No Baek -me levantó el mentón obligándome a mirarle – mierda, ya la he cagado. Baek sabes que no quería decir eso -le vi tan apenado que me dio pena seguir molestándole.
-Ya, ya -le abracé – Channie no te pongas así, solo era una broma cariño -pasé mis piernas por su cintura aprovechando que estaba sentado -En cuanto me recupere de estos asquerosos vómitos te voy a hacer recordar esa noche.
-Baekhyunnie todas las noches me recuerdas aquello.
-¿Si? -me ilusioné al escuchar aquello -¡Oh! -me sorprendí -Channie la sopa -le avisé viendo como se quitaba de mi agarre para centrarse en la sopa que llevaba bastante rato al fuego.
-Baek siempre me distraes -se quejó como si fuera un niño pequeño a quien no le salen las cosas.
-Venga, no pasa nada -le acerqué los platos para que sirviera la sopa.
-Toma, este es el tuyo -dejó el plato, con cuidado de no derramar su contenido, sobre la mesita de la cocina.
Se sirvió el suyo dejándolo con el mismo cuidado que el mío. Nos sentamos con comodidad, probé una cucharada de aquella sopa, y para mi sorpresa sabía mucho mejor de lo que me imaginaba.
-Está muy rico – seguí tomándome pequeñas cucharadas con lentitud, intentando evitar que me sentara mal.
-Es la receta de mi madre -sonrió acordándose de sus padres- La he llamado esta mañana para preguntarle.
-Pues es perfecta.
Continuamos comiéndonos aquello unos minutos más. Dejamos los platos sucios en el fregadero, normalmente solía limpiarlos antes de dormirnos, pero llevaba unas semanas que apenas hacía nada, por lo que después le tocaba a Chanyeol lavarlos por la mañana.
Nos encontrábamos romanticamente abrazados en el sofá cuando sentí como, una noche más, mi estómago se quedaba completamente vacío. Me aparté con nerviosismo del agarre de Chanyeol, salí corriendo con dirección al baño.
-Te has tomado la pastilla ¿verdad? -asentí impotente al ver como no conseguía que ningún alimento se quedara en mi interior – igual necesitas unos días para que haga efecto.
-Será eso -me enjuagué la boca una vez más en lo que llevábamos de día.
-Vamos a la cama, a ver si aunque sea descansas.
Y así fue, tras tumbarme en la cama una oleada de cansancio rodeó mi cuerpo, haciendo que mis ojos se cerraran sin que yo pudiera hacer nada.
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