Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sois mi vida por CWC

[Reviews - 206]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holaaaaaaaaaaaaaa ^^

Después de meses aparezco por aquí -_- lo siento mucho. Quiero disculparme con todos vosotros por la tardanza, de verdad que me siento verdaderamente apenada y espero que no se vuelva a repetir.

Durante este tiempo me he dado cuenta de que, a pesar de que no había actualización, vosotros seguíais ahí apoyándome. Os estoy muy agradecida, me habéis hecho muy feliz.

Os dejo ya con el capítulo ^^

Espero que os guste <3

El conocido pitido del despertador me hizo salir del tranquilo sueño en el que me había metido. Como todas las mañanas, entre aquel aparato y yo se creo un fuerte odio que apenas duraba unos segundos. Sentí los delicados labios de Chanyeol en mi mejilla. Ante aquel contacto, le dediqué mi adorable, y bastante cansada, expresión de Buenos días. Su amplia sonrisa me dio unas increíbles fuerzas que me hicieron incorporarme, con la intención de salir del cómodo colchón. Sin embargo, Chanyeol me atrajo a él con un suave abrazo, para después tumbarme de nuevo en la gustosa cama.

 

-Aprovecha para descansar cariño- sus labios se pegaron a los míos con delicadeza.

 

Si no fuera porque normalmente Chanyeol era así, podría haber llegado a pensar que todavía estaba dentro de aquel maravilloso sueño.

 

Debido al cansancio acumulado de los días anteriores, en los que Haeyoung parecía tener como entretenimiento pegar patadas cada vez con más fuerza, acabé aceptando ante su propuesta. De todas formas, desde que me habían dado la baja médica solía aburrirme demasiado encerrado en la casa. Aunque apenas llevaba unos días fuera del trabajo, por la clara recomendación del doctor y la constante insistencia de Chanyeol, las mañanas se me hacían eternas viendo los repetitivos programas de la televisión. Aunque tampoco podía quejarme, los chicos habían venido a visitarme todos los días, y según me habían dado a entender, se habían hecho un horario, repartiéndose los turnos para venir a verme.

 

-Buenas noches- me susurró al oído tras arroparme cariñosamente con la sábana.

 

Le vi alejarse de la cama y cerrar la puerta con sumo cuidado, sin duda amaba todo de Chanyeol. Aquel simple acto me hizo sonreír como un tonto, me encantaba su romanticismo y su encantadora forma de ser. Al dejar de visualizar su alto y delgado cuerpo, se me ocurrió la brillante idea de moverme ligeramente hacia el lado izquierdo de la cama, justo en la lado en el que siempre dormía Chanyeol. Su característico olor se había quedado impregnado en las sábanas, al igual que su calor corporal. Ante aquellas condiciones, no necesité más de unos segundos para volver a retomar el sueño.

 

 

Para cuando volví a despertarme Chanyeol ya se había ido, el brillante sol se adentraba por la ventana y Haeyoung se animaba a saludarme con sus típicos golpecitos en la parte baja de mi barriga. Me incorporé de la cama saliendo lentamente del colchón, dando pequeños y lentos pasos para llegar al salón. Tomé asiento en uno de los sillones, justo el que se encontraba enfrente de la mesa. Cogí el móvil con apenas esfuerzo, únicamente estirando el brazo, encontrándome con el mensaje de voz mañanero que Chanyeol había cogido la costumbre de enviar. Con una conmovida sonrisa, causada por sus preciosas palabras, le informé de que justo me acaba de despertar y de que me disponía a calentar un poco de agua para mi rutinaria manzanilla.

 

Aunque no llevaba muchos día solo en casa, me sabía casi a la perfección la programación mañanera de todas las cadenas. Por la hora que era, decidí cambiar a unos dibujos animados bastante interesantes que conseguían sacarme alguna que otra carcajada.

 

Media hora más tarde, el timbre del portal me avisó de que uno de los chicos estaban por allí. Desde la noche anterior había sentido una extraña curiosidad por saber a quién le tocaba hacerme compañía. Si los chicos seguían viniendo, seguro que Chanyeol y yo acabábamos apostando por saber de quién se trataba cada día. En un principio, me mostré completamente en desacuerdo con aquella idea de las visitas. Me encantaba el hecho de que me hicieran compañía mientras que Chanyeol estaba en el trabajo, pero no a costa de que perdieran sus días libres por eso. Aquella situación nos llevó incluso a pelearnos con ellos, pero desgraciadamente no nos hicieron ningún caso, por lo que tuvimos que aceptar a regañadientes.

 

Al escuchar su animada voz a través del telefonillo, supe enseguida que se trataba de Suho. Abrí la puerta del portal, y mientras subía, me acomodé la camiseta que anteriormente me había puesto junto a unos pantalones de gimnasia. Estuve pendiente del sonido que hacía el ascensor para prepararme para que entrara en nuestro acogedor hogar.

 

-Hola Baek- me abrazó cariñosamente- ¿Qué tal estás? ¿Cómo se está portando mi sobrina?- se interesó con ternura, para después mostrarme el contenido de la bolsa que llevaba consigo- ¿Has desayunado? He comprado unos dulces en la pastelería de abajo.

 

-Quieres que me ponga enorme- protesté con aegyo pero sin rechazar en ningún momento aquellas galletas cubiertas de chocolate- Bueno, ayer no se portó muy allá, espero que hoy esté más relajada.

 

-Algo de eso me comentó Chen, ¿se lo has comentado al médico?- se interesó, en tanto que me ayudaba a tomar asiento de nuevo.

 

-No, en unos días tenemos la cita, así que le preguntaré. Estoy tan nervioso, en menos de una semana nos pondrá la hora y el día para la cesárea- confesé con felicidad, después de tanto tiempo el tan esperado día parecía estar ya cerca.

 

-Eso es genial. En cuanto lo sepáis nos lo tenéis que decir, que nosotros también estamos deseando ver a nuestra sobrina.

 

-Por supuesto. ¿Y vosotros? ¿Qué tal estáis?.

 

-Todo bien. Lay también iba a venir, pero le han llamado esta mañana por una reunión urgente y se ha tenido que ir- se excusó ligeramente apenado.

 

-No pasa nada, de verdad que no pasa nada porque me quede solo en casa, si de todas maneras me paso el día tumbado en el sofá.

 

-Sabes que no nos importa venir y cuidarte, aunque sea por hacer un par de tareas de la casa y entretenerte unas horas- aclaró tajante, repitiendo con exactitud las mismas palabras que habían citado el resto de los chicos en días anteriores.

 

-Estáis perdiendo un montón de tiempo en mi- continué insistiendo.

 

-Venga ya, no seas tonto- me tendió una de las galletas que devoré disfrutando del delicioso toque dulce que tenían- ¿Necesitas que limpie algo? ¿Tiendo la ropa? ¿Hago la cama?- sonreí ante aquel repentino bombardeo de preguntas.

 

-No hace falta- le sujeté del brazo invitándole a que siguiera sentado conmigo- mejor vamos a hablar.

 

-¿Seguro? De verdad que no me cuesta trabajo ponerme a limpiar o hacer lo que necesites- insistió de nuevo haciéndome suspirar.

 

-Suho, ¿a caso estás insinuando que mi casa está sucia?- protesté haciéndome el enfadado, intentando que aquello consiguiera que dejara de lado aquella idea.

 

-No es eso, yo …

 

-Chanyeol se está encargando de esas cosas, no tienes que preocuparte.

 

-Bueno, no volveré a insistir por ahora, pero de Chanyeol yo no me fío. Por cierto, ¿has visto a Kyungsoo? -asentí levemente, se había pasado a verme unos días atrás- ¿Cómo lo lleva?

 

-Está mejor, obviamente no está para lanzar cohetes pero Kai le está mimando un montón. Parecen una pareja súper tierna, aunque ya sabes como es D.O, en cuanto le hace un par de caricias de más ya está protestando. Dice que se siente un poco inútil por no poder usar el brazo, pero le va a venir bien para mejorar su relación con Kai y para que deje de usar la moto.

 

-Miremos el lado positivo, al menos Jongin se ha dado cuenta de lo peligrosa que es.

 

-Tienes razón. ¿Y Tao y Kris? ¿Saben cómo están?- pregunté nervioso, deseando que las cosas se hubieran calmado entre ambos.

 

-Bastante mejor. Si es que son increíbles los dos, peor que los niños pequeños. Ayer llamé a Kris para ver como estaban, y no solo me dijo que muy bien, si no que encima me comentó que habían hecho el amor en cada rincón de la casa a modo de reconciliación. Te puedes imaginar cómo estaba, me dio el subidón y Lay había salido a comprar al supermercado.

 

-Demasiados detalles- comenté no queriendo saber más- me alegro de que ya estén bien.

 

-La verdad es que si. Ahora que me acuerdo, ¿qué tal ha quedado el cuarto de Haeyoung?

 

-Está precioso, ha quedado mejor de lo que imaginábamos. Ven y te lo enseño- caminé lentamente hasta la habitación, siendo el molesto dolor de mis hinchados tobillos.

 

-Ya queda poco- me animó cuando apenas quedaban un par de pasos para llegar, recibiendo durante todo el corto trayecto su ayuda, agarrándome fuertemente a su brazo derecho y a la pared.

 

Una vez que llegamos abrí la puerta de aquel precioso cuarto. En los últimos día aquellas cuatro paredes se habían convertido en el lugar más relajante del mundo, me encantaba sentarme en una de las mecedoras que habíamos comprado y acariciar mi barriga mientras cantaba algunas de mis canciones favoritas. Suho se sorprendió muchísimo al ver el resultado final. Ante su expresión no pude evitar sentirme orgulloso, la habitación parecía sacada de una revista infantil.

 

-Me encanta- soltó adentrándose, para ver las cosas con más detalle- habéis puesto hasta los peluches y todo- asentí sonriente- es fantástica, perfecta para Haeyoung.

 

-Lo sé, ha quedado mucho mejor de lo que esperábamos. El otro día estuvimos colocando su ropita en el armario, es todo tan adorable.

 

-Haeyoung- se agachó quedando frente a mi barriga, al principio me sorprendí un poco pero cada vez me estaba acostumbrando más a aquel tipo de situaciones- tu tito Suho te confirma que tienes una habitación preciosa. Tus padres han hecho un buen trabajo.

 

-Y vosotros nos habéis ayudado mucho- comenté muy agradecido.

 

-Exageras, apenas hemos venido unos días- volvió a ofrecerme su brazo para volver al salón- ¿Vais a dejar a la pequeña durmiendo en el cuarto sola?- cambió sutilmente el tema de conversación.

 

-Los primeros meses vamos a dejar la cuna en nuestro cuarto, para que esté con nosotros, y cuando esté un poco más mayor la dejaremos durmiendo en su cuarto- informé recordando el acuerdo al que habíamos llegado Chanyeol y yo.

 

-Es muy buena idea, esperemos que se porte bien y os deje dormir.

 

-Sino siempre podemos llevarla con sus queridos tíos- bromeé haciendo que Suho asintiera resignado, no muy feliz con la idea.

 

Durante el resto de la mañana nos entretuvimos charlando cómodamente, mientras que escuchábamos la nuevas canciones que se estrenaban en un nuevo programa musical. Aunque le insistí varias veces que no era necesario que nos ayudara con nada, Suho acabó barriendo la casa; poniendo una lavadora, que después tendió susurrando una conocida melodía; hizo la cama y quitó el polvo del salón. Lo peor no fue que hiciera todo eso, sino que encima no me permitiera ni levantarme del sofá.

 

Las horas habían pasado con tanto rapidez que ni siquiera me di cuenta de que ya era la hora del almuerzo. A los pocos minutos, mientras que Suho y yo aportábamos ideas para preparar la comida, el timbre nos interrumpió con su característico sonido. Aunque en un principio pensé a que se trataba de Chanyeol, en cuanto Suho abrió la puerta vi claramente que se trataba de Lay. Primero saludó a su querido novio con un potente beso en los labios, y después se dirigió a mi con un dulce abrazo.

 

-¿Qué tal estás? ¿Cómo ha ido la mañana?- se interesó con felicidad.

 

-Todo bien, Suho ha sido todo un caballero- respondí sinceramente viendo como esos dos se comían con la mirada.

 

-Luego le compensaré, lo prometo- aseguró rodeando con sus brazos el musculoso cuerpo de Suho.

 

Dejé a la romántica pareja centrada en lo suyo, en tanto que yo me ocupaba del ruidoso móvil. Chanyeol estaba llamándome, y aquello inmediatamente me hizo entristecer, una llamada a esas horas solo podía significar que iba a retrasarse en llegar a casa. Me fijé de nuevo en la luminosa pantalla del aparato, en la que claramente se podía ver el nombre del contacto. Tras un cansado suspiro contesté la insistente llamada.

 

-¿Channie?

 

-Hola cariño- contestó son rapidez alegrando la expresión de mi rostro- ¿qué tal el día? ¿Cómo te ha ido?.

 

-Todo perfecto. Hoy han venido Suho y Lay. ¿Y a ti? ¿Qué tal todo?

 

-Bien. Me alegro mucho de que esos dos estén en casa, dales saludos de mi parte ¿vale? Por cierto Baek, creo que voy a tardar un poco más en volver a casa. Tenía mucho trabajo acumulado y aún no he podido terminarlo. Lo siento mucho cariño- se disculpó con una mezcla entre tristeza y cansancio.

 

-No pasa nada, tú dedicate al trabajo. Y que no se te vaya a pasar por la cabeza la idea de saltarte alguna comida. Te necesito bien fuerte para que puedas coger en brazos a nuestra pequeña.

 

-Claro- se escuchó una pequeña risa- no te preocupes, no se me pasará por la cabeza. Pide algún menú a domicilio, así no tienes que prepararte nada ¿vale?.

 

-Sii- contesté con un claro tono de aegyo- nos vemos luego cariño. No tardes mucho.

 

-Prometo no llegar muy tarde. Te quiero- y tras mandarnos un sonoro beso la conversación se cortó.

 

En cuanto colgué la llamada, tanto Suho como Lay, volvieron a dedicarme toda su atención. Les informé rápidamente con un breve resumen sobre lo que había hablado con Chanyeol. En primer lugar les propuse llamar a algún restaurante cercano para que nos trajera la comida; sin embargo, Lay parecía haberse levantado con su vena de chef y no paró de insistir en ocuparse él del almuerzo. Tal y como pidió, acabó ocupándose de todo mientras que nosotros nos poníamos a ver la televisión. El resultado fue increíble, Lay nos preparó todo un surtido de platos típicos de su país. Y no solo tenían buena pinta, sino que encima estaban deliciosos.

 

A eso de las cuatro de la tarde decidieron irse. No les hacía mucha gracia dejarme solo, pero Chanyeol estaba por llegar y ellos tenían que asistir a una importante cena de la empresa.

 

Aunque sabía de sobra que Chanyeol no tardaría en llegar, mis hinchados tobillos pidieron a gritos que me tumbara un rato en la cama. Las numerosas aplicaciones que tenía instaladas en el móvil sirvieron de distracción hasta que sentí mis pesados ojos cerrándose. No quería pasarme toda la tarde durmiendo, pero desistí al sentir las gustosas sábanas rodeando mi cuerpo. Dejé el teléfono sobre la mesita de noche y cerré momentáneamente los ojos.

 

 

Tal y como me temía, acabé cayendo en un profundo sueño; del que fui despertado, al sentir los suaves labios de Chanyeol pegados en mi frente.

 

-Ya estoy aquí- me informó con un tono suave y una tierna sonrisa.

 

-Channie … -hice el amago de incorporarme, pero enseguida Chanyeol intervino acurrucándome de nuevo en la cama.

 

-Sigue durmiendo- negué frotándome mis cansados ojos.

 

-Tumbate conmigo, por favor- no hizo falta utilizar ni siquiera un poco de aegyo, mi expresión medio dormida fue suficiente para que obedeciera y se acomodara junto a mi.

 

Exceptuando los zapatos, que había dejado junto a los míos en la entrada, toda esa incómoda ropa seguía cubriendo su piel. Le rodeé con mis brazos, y delicadamente fui deshaciéndome de su chaqueta y de los pantalones. Le dejé únicamente con su bóxer y la camiseta de manga corta que le cubría el abdomen, Volví a acomodarme en el colchón, sintiendo sus gustosos besos en la parte posterior de mi cuello. Poco después, se lo ocurrió la idea de apoyar mi cabeza sobre su pecho, sintiendo los conocidos latidos de su corazón. En esa posición, dejamos que los minutos fueran pasando, ambos nos relajamos, y así, nos informamos de las novedades que había traído aquel día.

 

 

Después de una hora hablando Chanyeol y yo nos pusimos mucho más románticos. Empezamos dándonos pequeños y rápidos besos en los labios, que iban acompañados de tiernas risas por parte de ambos. Tras eso, confesamos una y otra vez, lo mucho que nos queríamos, incluyendo por supuesto a nuestra pequeña. Chanyeol comenzó a jugar con mi barriga con suaves besos, delicadas caricias y alguna que otra palabra cargada de dulzura.

 

-Baek- llamó mi atención juntando su mirada fijamente con la mía.

 

-Dime Channie- contesté con una enorme sonrisa que me cubría toda la cara.

 

-Mientras venía de camino a casa me ha llamado mi madre- asentí curioso por lo que iba a decir- le he dicho que lo hablara contigo, pero no sabía cómo te iba a sentar-parecía pensativo, como buscando las palabras adecuadas.

 

-¿Qué es? Me estás asustando.

 

-Es una tontería. Por lo visto, antes y después de entrar en la cesárea se puede estar acompañado de dos personas. Mi madre me ha dicho que si quieres que ella esté contigo que no hay ningún problema, insiste en que cuentes con ella si la necesitas. Además, parece que ya tiene pensado quedarse algunas noches en el hospital cuidándote- durante unos segundos no supe que decir, me encontraba en las nubes. Su familia se estaba portando de maravilla conmigo.

 

La sensibilidad del embarazo volvió a afectarme de nuevo. Mis ojos se aguaron y me cuerpo se pegó fuertemente al de Chanyeol.

 

-¿Te ha molestado?- inmediatamente negué moviendo la cabeza.

 

-Me siento verdaderamente afortunado, tu familia es un amor- Chanyeol me acurrucó en sus brazos.

 

-No es mi familia, es nuestra familia. Y me alegro de que te sientas así- me besó cariñosamente la frente- luego le contaré como te lo has tomado.

 

-No le digas que me he puesto así- hice un súper mega ultra adorable aegyo que Chanyeol no pudo resistir,

 

-Valeee- se resignó con una felicidad contagiosa.

 

-Además, no hace falta que se quede por la noche, Haeyoung y yo estaremos bien.

 

-Bueno, eso ya se verá. Además, yo sé quien cuidará de mis dos amores- volvió a besarme, solo que esta vez lo hizo con intensidad, con pasión.

 

Después de todo ese momento desbordante de cariño, ambos nos dirigimos a hacer la cena. Chanyeol preparó una perfecta sopa caliente junto con un delicioso postre cargado de diferentes piezas de fruta cortadas en trozos pequeñitos. Me encantaba que Chanyeol me mimase, que fuera así de cariñoso conmigo. Posteriormente, nos entretuvimos viendo una película de risa que Chen me había traído el día anterior. Tal y como nos esperábamos, todo lo que duró la película fue carcajada tras carcajada.

 

De nuevo en la cama, nos quedamos otro rato considerable abrazados. Para cuando nos habíamos decidido a dormir y cada uno descansaba en su lado de la cama, se me ocurrió formular una de las preguntas que me rondaban por la cabeza.

 

-Chanyeol- le llamé recibiendo un extraño sonido que me aseguraba que aún seguía despierto- ¿Estás nervioso?.

 

-Estoy muy nervioso Baek- confesó sin ni siquiera moverse- me siento tan nervioso que parece que se me va a salir el corazón- se giró levemente, mirándome fijamente a los ojos- pero tenemos que tranquilizarnos, porque todo va a salir bien- asentí algo más aliviado.

 

Volví a acomodarme, acurrucándome en mi lado de la cama. En ese instante, sentí como sus largos brazos rodeaban mi barriga y su suave voz me susurraba al oído un tierno ''Buenas noches'' acompañado de un seguro ''Todo va a ir bien''.

 

Notas finales:

¿Qué tal? ¿Qué os ha parecido?

He extrañado un montón a estos dos :3 el ChanBaek es adorable <3


Quiero aprovechar este capítulo para agradeceros a todos vosotros por el continuo apoyo. Este capítulo va dedicado a todos vosotros, a los que leeis, a los que comentais, a los que os pasáis por la página de facebook y a los que sutilmente me mandáis mensajes para que actualice ( señora P.D's esto último va especialmente para ti). Porque os quiero, y porque sin vosotros esta historía no habría llegado hasta este capítulo 34.

Espero que os haya gustado ^^

https://www.facebook.com/pages/Fanfic-CWC/1390195777889007

Antes de terminar quiero preguntaros que pareja es vuestra favorita de la historia. Tengo un par de ideas en mente jejejeje XD

Muchas gracias por leer <3

Un súper abrazooooooooooooooooooooooooooooooo <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).