Desperté aquella mañana, sintiendo las suaves yemas de los dedos de Chanyeol sobre mi rostro. Abrí los ojos encontrándome con su intensa mirada.
-Buenos días Baekhyunnie -pasó, con delicadeza, sus gustosos labios sobre mi frente.
-Buenos días Channie - sentí como sus largos y suaves brazos recorrían mi cintura.
-Cariño hemos dormido bastante, tenemos que arreglarnos para ir a ver al médico -me miró ilusionado y a la vez con ganas de seguir así, tumbados en la cama.
-Sí, vamos a levantarnos- le dediqué un veloz beso en los labios.
-Voy a preparar el desayuno ¿Quieres darte una ducha rápida?
-Sí, ve desayunando tú mientras yo me ducho. No tenemos mucho tiempo -salí de la cama dejándole allí tumbado con una sonrisa.
Me quité el pijama viéndome, completamente desnudo, en el espejo. Sonreí tontamente metiéndome en la ducha, dejando que el agua descendiera cómodamente por mi cuerpo.
-Baek ¿Te queda mucho? -golpeó la puerta cuando estaba a punto de salir.
-No, ya he terminado -cerré el grifo, enrollándome una toalla a la cintura.
-Que guapo estás -me cogió cariñosamente de los mofletes.
-Anda duchate ya -le empujé, sin fuerza, dentro del baño con mis mejillas coloradas como un tomate.
Me vestí con unos pantalones vaqueros y una camisa azul marino, me delineé los ojos como todas las mañanas y salimos de casa una vez que Chanyeol estuvo listo.
Hicimos todo el trayecto hasta el hospital andando, sonriendo como adolescentes, y bien agarrados de las manos.
Nada más llegar el doctor nos atendió saludándonos cordialmente.
-Hola -le imitamos sentándonos enfrente de él.
-Siento mucho no haber podido atenderles ayer, surgió una urgencia y no pude estar con ustedes – se disculpó buscando unos papeles en los cajones de su escritorio.
-No se preocupe.
-Necesito que me rellenen esto -nos tendió los folios que acababa de encontrar junto con dos bolígrafos azules – es para saber sus antecedentes familiares, algunos datos personales importantes, si están tomando alguna medicina …
-Vale -comenzamos a contestar, con nuestros datos, cada una de las preguntas.
-Es usted el padre ¿verdad? -Chanyeol asintió un poco nervioso – Felicidades a los dos.
-Muchas gracias -agradecimos mirándonos Chanyeol y yo.
-Me ha comentado el doctor, que os atendió ayer, que has tenido vómitos frecuentes -asentí - ¿Sabes cuanto peso has bajado por eso? Más o menos.
-Tres o cuatro kilos, puede que un poco más -movió su cabeza afirmativamente.
-Voy a pesarte y a tomarte la tensión -me levanté de la silla para que realizara ambas pruebas- esto ya está -apuntó los datos de las dos pruebas en el ordenador -¿Queréis ver al bebé?
-Si -Chanyeol y yo nos miramos con la cara roja, medio emocionados medio nerviosos.
-Tumbate aquí -de inmediato me acosté sobre aquella extraña camilla -subete la camiseta y desabrochate el pantalón, por favor -con delicadeza Chanyeol me ayudó, al terminar con la ropa agarró cariñosamente mi mano derecha.
El doctor echó un líquido viscoso sobre mi abdomen, encendió la máquina y buscando con detenimiento, no tardó mucho tiempo en encontrar el pequeño corazón de nuestro bebé.
-Aquí está -sonrió feliz por haberle encontrado tan pronto -¿Ven esta cosita blanca? -nos señaló en la pantalla donde se refería.
-Sí -contestamos a la vez.
-Este es su bebé -miró el aparato con detenimiento – parece que todo está bien.
-Cariño no llores -llevé mi mano a mi mejilla para comprobar como, sin haberme dado cuenta, las lágrimas habían caído.
-Es normal -nos avisó el médico tendiéndome un pañuelo para secar esas salvajes gotas saladas -tienes tres semanas – le tendió otro papel a Chanyeol para que me limpiara la barriga en tanto que él desconectaba el aparato.
Nos sentamos, de nuevo, frente a la mesa del doctor.
-Baekhyun los tres primeros meses son muy importantes. Tienes que cuidarte, alimentarte bien, evitar el estrés y descansar mucho.
-Entendido.
-¿Sabes el nombre de las pastillas que te recetó el doctor para evitar los vómitos? - miré a Chanyeol sin tener ni idea del nombre, por suerte, Chanyeol pareció ser más listo que yo, trayendo las pastillas dentro de uno de sus bolsillos
-A ver – Chanyeol le tendió la pequeña cajita -No parece tener nada perjudicial para el bebé y para ti -le devolvió la caja a Chanyeol – Voy a mandarte unas pastillas para los vómitos en los embarazos, tomatelas antes de cada comida. Suelen hacer efecto, pero si ves que alguna vez no funcionan no te preocupes, es relativamente normal. También te voy a poner unas vitaminas, a partir de ahora tienes que coger bastante peso, lo ideal es que recuperes los kilos que has perdido con los vómitos y cojas un kilo y medio por mes aproximadamente.
-Por supuesto -contestó Chanyeol - yo me encargaré de eso.
-Esta es una lista de recomendaciones, datos de interés y dudas frecuentes -nos tendió el papel, indicándonos que lo leyéramos tranquilamente en casa por si teníamos alguna duda -Creo que es todo, nos vemos en un mes. Pide cita con tu médico para comentarle la situación y que te controle las pastillas, en dos semanas estaría bien. Que te mejores.
-Muchas gracias -salimos de la consulta felices, sumamente contentos.
-¿Quieres que desayunemos fuera? -propuso Chanyeol con una amplia sonrisa.
-Vale -le hice un súper aegyo.
Entramos en una pequeña cafetería que se encontraba a un par de calles del hospital. Chanyeol, como siempre, se pidió un café largo, mientras que yo me decidí por un zumo de naranja junto con un trozo de tarta de fresa. Como nos había indicado el médico me tragué las pastillas, que hacía un par de minutos que habíamos comprado en la farmacia más cercana, antes de comerme y beberme aquello. Por primera vez en mucho tiempo no vomite lo que acababa de comerme.
-Channie, D.O me acaba de enviar un mensaje- le informé enseñándole la luminosa pantalla del móvil – Chanyeol he estado pensando ¿Qué te parece si quedamos esta tarde con los chicos y se lo decimos?
-Me parece genial- se cambió de asiento para quedar a mi lado -os quiero mucho, a los dos.
-Yo también mi vida, nosotros también -me corregí dejando que mis labios se juntaran con los de Chanyeol.
Me centré de nuevo en el mensaje, con velocidad le escribí ''Ya estoy mejor. Quedamos a las cuatro con los chicos donde siempre'' pulsé enviar tras adjuntar una feliz carita sonriente. ''OK'' respondió mandando una foto de Luhan y él en la oficina.
-Channie avisa a los demás mientras voy al baño.
-¿Quieres que te acompañe?
-No hace falta cariño - me dirigí directamente a los servicios de la cafetería.
Salí con rapidez al extrañar a Chanyeol. Nada más verle me acerqué con un fuerte abrazo.
-¿Has vomitado? -negué feliz haciendo aegyo.
-¿Vamos a dar un paseo? - le susurré al oído.
-Vale -se levantó, pagó la cuenta de lo que habíamos pedido, y nos dirigimos a la avenida principal, donde se localizaban todas las tiendas.
-Channie me encanta esta chaqueta -me enamoré a primera vista – es preciosa -la saqué de su percha para ver con más exactitud como era.
-Sí, es muy bonita -me la probé por encima de la camisa -te queda genial -asentí mirando en el espejo mi figura.
En el momento en el que estaba casi seguro de que me lo compraría, se me ocurrió la brillante de idea de mirar el precio. Al observar los pequeños números, del final de la etiqueta, me percaté de lo caro que era. Dejé la chaqueta en su sitio, y como sintiéndonos extraños, salimos de la tienda.
Tanto Chanyeol como yo teníamos más que claro que gastarnos tanto dinero en ropa era una locura innecesaria.
Continuamos viendo tiendas hasta que nos entró hambre. Paramos en un pequeño restaurante de comida casera, esa que se le asemejaba a la que preparaba mi madre cuando era pequeño. Terminamos de almorzar con la barriga completamente llena. Al pasar por la entrada de una farmacia nos percatamos de que apenas quedaban unos minutos para las cuatro.
Corrimos como locos con el sol dándonos un calor insoportable. Por suerte solo llegamos un par de minutos tarde.
-Hola chicos -saludó Chanyeol desde la puerta de nuestra cafetería favorita.
-Hola -contestaron animados.
-¿Qué es eso tan importante que tienes que decirnos? -le cuestionó Kris directamente a Chanyeol.
-Un momento, un momento -bajó sus brazos simulando un movimiento de calma en tanto que tomábamos asiento.
-¿Estamos todos? -preguntó Suho contando hasta llegar al número doce.
-Si -contestó D.O impaciente -soltadlo ya -casi ordenó amenazando.
-Vale, vale -suspiró aumentando aun más su sonrisa – vamos a tener un bebé.
-Estoy embarazado -aclaré la información de Chanyeol.
-¡¡¡¿ QUÉ?!!! - gritaron por la sorpresa tanto Kyungsoo como Luhan.
-Eso es genial -se animaron Jongdae y Xiu Min.
-¿Qué estáis diciendo? -los brazos de Kai cayeron de la romántica postura con la que se apoyaba en los hombros de D.O.
Los ojos de Tao y los de Kris se abrieron ampliamente, daban la sensación de que se les iban a salir . Mientras Suho y Lay simplemente sonreían, y Sehun se le escapara de la boca el bubble tea que se estaba bebiendo.
-¿Os acordáis que llevaba unas semanas con vómitos? - D.O junto con Luhan asintieron buscando una explicación lógica para aquello -Ayer estuvimos en el médico . Después de unas horas allí nos dieron la noticia – Chanyeol y yo nos sonreímos mirándonos con cariño.
-Enhorabuena -Chen se levantó de su asiento acercándose a nosotros dos - voy a ser tito -nos besó en la mejilla a mi y a Chanyeol -Minseok vamos a ser titos -sonrió consiguiendo que su novio se sonrojara.
-Kris yo también quiero un bebé – Tao hizo aegyo intentando convencer a Kris.
-De eso nada. No, no, no, nada de niños - negó frustrado solo con pensarlo – con ser titos es suficiente -nos miró entusiasmado.
-A nosotros también nos hace mucha ilusión -Lay asintió ante las palabras de Suho.
Ver como nuestros amigos aceptaban aquello me hizo derramar unas lágrimas salvajes.
-Baek no llores – Chanyeol me acurrucó sobre su pecho.
-Baekhyun -levanté mi cabeza para observar a Kyungsoo y a Luhan – a nosotros … a nosotros también nos hace mucha ilusión.
-Bebé ¿Has escuchado? - Chanyeol tocó mi abdomen con sus cálidas manos -Vas a tener diez titos maravillosos -me apoyé sobre su hombro izquierdo.
Merendamos con un silencio incómodo acompañado por unas reconfortantes sonrisas.
-¿Por qué no vamos a celebrarlo? -todos se animaron automáticamente -¿Qué os parece si vamos al karaoke? - se levantaron eufóricos por la propuesta.
Esta vez nosotros dos nos encargamos de invitar a la extraña merienda.
Íbamos paseando, armando ruido por la calle, montando escandalo como solo nosotros doce sabíamos hacerlo. Luhan y Chen iban al frente, dirigiéndonos al karaoke, mientras que Suho y Lay estaban los últimos cuidando de los diez, aunque también aprovechaban para saborearse con dulzura los labios.
-Channie -le miré con ternura al sentir sus brazos en mi cintura.
-Baekhyunnie -soltó con un aegyo irresistible.
Estaba a punto de besarle para sentir sus labios y su lengua con los míos, cuando todo el grupo se paró, estropeando el momento, porque ya habíamos llegado a nuestro destino.
-Una habitación para doce – pidió Kris muy animado en el mostrador del karaoke – y que sea bien grande – el pobre recepcionista asintió, pensando que estábamos chalados.
-Habitación veinticuatro, segunda planta -cogimos cada uno nuestros respectivos micrófonos.
Nos encontrábamos tan enloquecidos que al ver que los doce no cabíamos en el ascensor decidimos, con una improvisada carrera, subir las dos plantas por las escaleras. Chanyeol y yo subimos escalón por escalón quedando los últimos , sin embargo, disfrutamos viendo como los demás se esforzaban en llegar los primeros.
-El primero que llegue se lleva a Kai esta noche – chilló alguien en mitad del camino.
-Hey de eso nada -se escuchó a un molesto D.O.
El ''campeón'' de la carrera fue Chen, seguido por Lay y Kyungsoo. Entramos en la habitación tirándonos en el sofá, preparando las canciones e incluso pidiendo las bebidas.
-Diez cervezas, dos botellas de agua, una botella de whisky y cuatro refrescos-ordenó Kris por el teléfono del cuarto.
-¿Queréis alguna canción de chicas? -preguntó Tao mirando la larga lista de canciones.
-Por supuesto -se animó Luhan levantándose del sofá con el micrófono preparado.
-Yo también quiero – se les unió Lay.
Entre canción y canción el ambiente se volvió cada vez más animado. Estaba a punto de cogerme una cerveza cuando fui interrumpido por Suho, Kris , Luhan, Xiu Min y, por supuesto, por Chanyeol.
-Cariño nada de alcohol -me quitó la botella de las manos, sustituyéndola por un vaso con agua – hay que cuidar al bebé -me sonrió sirviéndose el también un vaso con agua.
El ambiente divertido siguió con canciones animadas, gritos, intentos de imitar la voz de los cantantes, e incluso algunos de los miembros se atrevieron con las notas altas, causando unas risas al ver como se les quebraba la voz o simplemente no llegaban.
Justo en el momento en el que Kyungsoo y yo decidimos cambiar el ambiente feliz por uno más triste , el empleado que nos atendió al entrar en la recepción nos interrumpió entrando por la puerta.
-Perdonen -entró lentamente haciendo que paráramos la canción.
-¿Ha pasado algo?- Suho se responsabilizó levantándose de su asiento.
-Es que … -se le veía un tanto nervioso, como si fuera la primera vez que hacía esto- vamos a cerrar... el karaoke cierra a las cuatro.
-¿Ya son las cuatro? - gritó Kris confirmando la hora en su reloj.
-Tenemos que cerrar -insistió nervioso.
-Claro, ahora mismo nos vamos -Chanyeol ayudó a los demás a levantarse, pagamos la cuenta de todo lo que pedimos y de las horas en las que habíamos estado allí.
Por primera vez en mucho tiempo vi a Luhan completamente sobrio, lo que significaba que en su cuerpo no había ni una sola gota de alcohol. Chanyeol cogió su teléfono para pedir seis taxis. En el primero que llegó metimos a Xiu Min junto con Chen, que por sus aspectos parecían estar más borrachos que los demás; en el segundo, con ayuda de Suho, metimos a Kai y a D.O ; en el tercero Lay y Suho se metieron más o menos estables; en los siguientes fueron Kris con un dormido Tao, Luhan con un medio estable Sehun y nosotros dos, que nos encontrábamos perfectamente bien.
-Cariño mañana, si quieres, te acompaño al trabajo -sugirió tras indicarle al taxista la dirección a casa.
-Claro -nos cogimos de las manos mirándonos durante todo el trayecto con una romántica sonrisa.
Llegamos a casa pasados un par de minutos. Chanyeol abrió con cansancio la puerta y, como siempre, dejó las llaves sobre el mueble recibidor de la entrada.
-¿Quieres algo de cenar?
-No, no tengo hambre. Estoy súper cansado, me voy a la cama -le besé como siempre hacía antes de dormirme.
-De eso nada -me llevó a la cocina donde preparó una rápida cena.
Al terminar, como casi todas las noches, nos deshicimos de la ropa quedándonos cómodamente en bóxer. Nos tumbamos en la cama sin dejar de dedicarnos tiernas sonrisas.
-¿Cómo te encuentras? -preguntó acercándose a mi lado.
-Creo que bien – sonreí al notar como sus manos retiraban las sábanas con las que me acababa de cubrir.
-Os quiero -esparció pequeños y cortos besos por mi barriga.
-Nosotros también -continué mirándole en aquella tierna escena.
-Bebé eres lo mejor que nos podía haber pasado – su tono era tan dulce – eres perfecto -me miró subiéndose a mis labios – esto es simplemente perfecto- sentí unas lágrimas bajar por su rostro.
-Mi vida -le abracé notando su cuerpo contra el mío -no llores, por favor. Vas a conseguir que llore yo también.
-Lo siento … -cogió la sábana para secarse las gotas saladas – todavía no me puedo creer esto, estoy tan feliz.
-Yo si que estoy feliz – le acurruqué en mi pecho como si fuera un niño pequeño.
-Vamos a ser papis – informó con ilusión.
-Lo sé mi vida, lo sé -besé su frente.
Chanyeol se había comportado tan bien en estos dos días, me había animado tanto que no me había dado cuenta que a él también esta situación le estaba poniendo un poco sensible.
En aquella romántica posición esperé a que se quedara dormido. Le miré, con esa cara de niño bueno y con su respiración calmada, hasta que decidí imitar su situación.
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