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Sois mi vida por CWC

[Reviews - 206]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del capitulo:

Holaaa ^^

Espero que les guste este capítulo :D

Muchas gracias por los reviews <3

Los pocos días que quedaban para que fuera domingo pasaron extremadamente rápido. Aquella mañana Chanyeol me había despertado trayéndome el desayuno a la cama.
 
-¡Buenos días Baek! -dijo muy animado dejando la bandeja sobre la mesita de noche de mi lado de la cama.
 
-Buenos- me cortó mordiéndome, con un largo beso, el labio inferior -días -contesté con una sonrisa al tener ese maravilloso despertar.
 
-Primero la pastilla cariño -me la tendió hasta dejarla en mi mano- con un poco de agua -la tragué con rapidez mirándole impaciente -aquí tienes un poco de zumo, galletas, tostadas con mermelada y una manzanilla. Voy a ducharme mientras -posó sus labios sobre mi frente.
 
Devoré casi todo el desayuno en menos de cinco minutos: el zumo era recién exprimido, por lo que tenía un sabor muy natural; las tostadas tenían la cantidad perfecta de mermelada y la manzanilla me sentó genial.
 
-Todo estaba muy rico. Gracias Channie -le agradecí al levantarme para dejar la bandeja en la cocina.
 
-Me alegro -sonrió siguiéndome con solo los bóxer puestos.
 
Una vez que apoyé la bandeja sobre la encimera sentí la barbilla de Chanyeol en mi hombro.
 
-Me eliges la ropa por fi- susurró con aegyo convenciéndome al instante.
 
-Vale- se separó de mi lado solo para dirigirse, conmigo, al pequeño armario de la habitación- algo elegante y a la vez casual -dije pensativo al abrir el armario -¿Esta te gusta? -le enseñé una de sus camisas de cuadros rojos.
 
-Me encanta -la saqué de la percha. 
 
Una vez que se la puso le ayudé con los botones. Terminé el conjunto con unos pantalones negros que a Chanyeol le sentaban de maravilla.
 
-Te queda muy bien -volví al armario buscando algo para mi.
 
-No hace falta que busques mucho, tú todo lo que te pones te queda muy bien -me giré para besarle, sin duda ese tipo de comentarios me alegraban el día.
 
-Te quiero -me acurruqué en su pecho con un tierno abrazo.
 
-Yo también -rodeó mi cintura con sus largos brazos -anda cariño duchate, que Kris tiene que estar apunto de llegar.
 
-¿Kris? -pregunté sorprendido ''¿Para que venía Kris a ver a los padres de Chanyeol?''
 
-Sí, le he llamado esta mañana para que nos dejara el coche -en ese instante recordé que los padres de Chanyeol vivían a las afueras de la ciudad, por lo que ningún autobús pasaba por allí y coger un taxi nos saldría muy caro.
 
-Es verdad, ya no me acordaba. Voy a darme prisa- saqué lo primero que vi: una camiseta lisa blanca, una camisa de rayas azules y blancas, y un pantalón vaquero rasgado.
 
Dejé la ropa preparada sobre el lado izquierdo de la cama, cogí de los cajones de mi mesita de noche unos bóxer y me adentré en el baño. Me quité los bóxer que llevaba puestos sin prestarle mucha atención, ni siquiera me miré con detenimiento en el espejo, como hacía casi todos los días. Noté como el agua caliente descendía por mi cuerpo mientras que, con ayuda de la esponja, esparcía el gel por mi piel. Al terminar de la rápida ducha me coloqué la toalla en la cintura, secándome lo más velozmente que pude.
 
-Channie ¿ Ha venido Kris? -pregunté desde el cuarto vestido con solo los bóxer.
 
-No, me acaba de llamar. Está en camino, ha pillado un poco de tráfico- vino abriendo la puerta del cuarto que había cerrado por si acaso.
 
-Perfecto,  así puedo vestirme un poco más tranquilo- me senté en la cama colocándome la camiseta.
 
-No sé, no sé -me imitó acomodándose en la cama- estás irresistible -se acomodó tumbándose- muy guapo- se acercó a mi espalda repartiendo pequeños besitos.
 
-Channie si te pones así no voy a terminar nunca- me levanté para bajar la camiseta, que Chanyeol había subido, y ponerme los pantalones.
 
-Vale, vale- se quejó acomodándose en la cama sin dejar de mirarme.
 
-Me estás poniendo nervioso- terminé de vestirme enseguida.
 
Me dirigí al baño donde, como cada mañana, me puse el delineador. Vi a Chanyeol acercándose con sigilo, escondiéndose entre el marco de la puerta y la pared.
 
-¿Qué estás haciendo?- pregunté sonriente intentando evitar la risa.
 
-Te espío- siguió con su intento de ocultarse.
 
-Madre mía -pensé que estaba como una cabra. Pero nunca me podía resistir al infantilismo de Chanyeol por lo que me acerqué poco a poco – pues a este espía le han descubierto- le seguí el juego acorralándole a la esquina del cuarto.
 
-Jooo- hizo aegyo aprovechando para acercarme aun más a el con un abrazo.
 
Levanté mi brazo llevándolo hasta su cuello. Nuestros labios estaban casi tocándose en el momento en el que el ruidoso timbre de la casa nos indicó que Kris ya había llegado.
 
-Que oportuno- me quejé siguiendo a Chanyeol hasta la puerta, que abrió invitando a Kris a pasar dentro de casa.
 
-Hola Kris- le saludé intentando olvidar la interrupción.
 
-Hola- dejó las llaves de su coche sobre el mueble de la entrada- tengo la sensación de que he interrumpido algo. Bueno … ya me voy. Ahí os dejo las llaves -señaló el sitio en el que las acaba de colocar -no le hagas nada a mi coche- amenazó con sutileza a Chanyeol- vendré mañana a recogerlo. Que os vaya bien- se despidió deseándonos buena suerte.
 
Al terminar de lavar los platos, hacer la cama, ordenar un poco el salón y poner una lavadora, salimos de casa sin olvidarnos de coger las llaves del coche de Kris. Nada más salir del edificio, a apenas tres pasos de nuestro portal, se encontraba el llamativo y a la vez elegante Mercedes deportivo de Kris.
 
-Que maravilla de coche- acarició la parte superior del auto con un suavidad.
 
-Pues si, la verdad- abrimos las puertas sentándonos cómodamente en los asientos de piel.
 
Chanyeol arrancó el coche con una sonrisa en su rostro. Sabía que él lo hacía sin darse cuenta, pero algunas veces me sentía mal porque por mi culpa Chanyeol no tenía la misma vida acomodada que Kris. Cuando nos conocimos Chanyeol obtenía todos los caprichos que quería, sus padres eran ricos, y aunque él no se aprovechaba de la situación tampoco vivía como una familia normal. Recuerdo a la perfección el día que Chanyeol y yo, más Chanyeol que yo, les plantamos cara a sus padres, les dijo que no iba a seguir en la empresa familiar, que no quería seguir así y que simplemente quería vivir una vida normal a mi lado. Esas palabras delante de sus padres fue lo que me confirmó que Chanyeol me amaba, que era el amor de mi vida. Había renunciado a fantásticos lujos y a una vida resuelta por un trabajo más o menos remunerado junto con una hipoteca, que gracias a nuestros dos suelos podíamos pagar sin mucha preocupación.
 
-¿Qué te pasa Baek? Llevas un rato callado mirando el paisaje- me observaba turnándose con la vista en la carretera.
 
-Nada, solo estaba pensando- sonreí para que no me preguntara por aquello.
 
-¿Y eso? ¿Qué te pasa?-aprovechó que circulábamos por una recta para despegar su mano derecha del volante llevándola con dulzura a mi muslo.
 
-Nada, no importa -coloqué mi mano encima de la suya.
 
-Es por mis padres ¿Verdad? -sin duda Chanyeol me conocía mejor que nadie.
 
-Sí pero no. Da igual, no importa Channie.
 
-Si, si que importa. Estoy muy feliz, extremadamente feliz, y todo es gracias a ti y a nuestro hijo. Me da igual lo que digan mis padres, solo quiero que lo sepan, que estén informados de la mejor noticia del mundo. Y si están de acuerdo fantástico, pero si tan solo dicen algo en contra te prometo que nos volvemos a casa.
 
-Te quiero -después de las palabras más preciosas del mundo solo se me ocurrió decirle esas dos únicas palabras.
 
-Yo también te quiero -me dedicó una rápida mirada de cariño consiguiendo que unas lágrimas cayeran -estás muy sensible con el embarazo -siguió turnando su vista entre la carretera y yo.
 
-Esta vez no. No estoy sensible, solo que me acabas de decir las palabras más bonitas del mundo- sonrió otra vez, solo que de una manera completamente diferente, como si me estuviera besando mentalmente.
 
Pasaron unos segundos en un reconfortador silencio hasta que Chanyeol encendió la radio. Nada más empezar a funcionar el aparato sonó una de mis canciones favoritas, instantáneamente comencé a cantar aquella preciosa letra de amor.
 
Llegamos a nuestro destino tras un pequeño concierto en el coche realizado por los dos. Chanyeol paró el coche a unos centímetros de las escaleras de la entrada a la casa, me miró esta vez dándome el cien por cien de su atención, me besó con pasión sintiendo sus gustosos labios contra los míos y terminó suspirando intentando liberar la tensión.
 
-Todo va a salir bien -le animé ya fuera del coche.
 
-Lo sé- me animó a mi también antes de tocar el timbre.
 
Su madre abrió la puerta de la casa abrazando rápidamente a su hijo.
 
-¿Cómo estás cariño?
 
-Muy bien mamá- Chanyeol me miró haciendo que su madre me prestara atención.
 
-Hola- saludó un poco cortante.
 
-Buenos días señora Park -me incliné lo más educadamente que pude.
 
-¿Y ese coche? -me ignoró completamente señalando el auto en el que habíamos venido.
 
-Es de Kris -informó Chanyeol con un poco de enojo que de inmediato dejó a un lado.
 
-De Kris, claro – dijo con chulería. La familia de Kris era muy amiga de la de Chanyeol, se llevaban bastante bien y por eso tanto Chanyeol como Kris eran muy buenos amigos. Obviamente la madre de Chanyeol estaba informada de que Kris había seguido los pasos de su padre, no como Chanyeol -Entrar en casa- nos ofreció a pasar al interior tras un silencio incómodo.
 
-¿Y papá? -Chanyeol me cogió de la mano animándome.
 
-Está en la cocina, ahora le ha dado por cocinar- informó con desagrado hacia la nueva afición de su marido.
 
-¡Hola papá! -le saludó con alegría separando nuestras manos.
 
-Chanyeol -su padre le abrazo sonriendo exactamente de la misma forma que Chanyeol.
 
-Buenos días señor Park – volví a repetir con la misma educación que use con su madre una vez que padre e hijo se separaron.
 
-Buenos días … -se quedó como pensativo intentando recordar mi nombre. Ignoré aquello como si no me hubiese dado cuenta.
 
-Vamos a sentarnos en el salón -su madre rompió el silencio que se había formado.
 
Nos dirigimos al enorme salón en donde los cuatro tomamos asiento en unos cómodos sofás de estilo antiguo. Chanyeol y sus padres hablaban dejándome un poco de lado, de vez en cuando asentía siguiendo a Chanyeol, o simplemente contestaba con monosílabos si alguna pregunta caía sobre mi.
 
Comimos en una enorme mesa que ocupaba casi toda la habitación. Con un poco de disimulo conseguí sacarme la pastilla, para los vómitos, del bolsillo. Me la tragué, con un poco de agua, en uno de los descuidos de sus padres. La comida estaba deliciosa, la había preparado su padre durante toda la mañana.
 
Habíamos terminado ya la comida, y nos encontrábamos tomando un café en el salón cuando Chanyeol me cogió la mano indicándome que era el momento de contarles aquello.
 
-Mamá, papá. Tenemos que contaros algo.
 
-Claro hijo, dinos -sonrieron con un poco de miedo.
 
-Sabemos que es un poco raro pero Baekhyun se estuvo encontrando mal y fuimos al médico- hizo una pequeña pausa – vais a ser abuelos.
 
-¿Vamos a tener un nieto? -preguntaron sorprendidos.
 
-Sí -esta vez fui yo quien respondió.
 
-¿Abuelos? -se cuestionaban sin poder creerlo.
 
Esperaba gritos, enfados, que sus padres se levantaran incrédulos echándonos de su casa, … millones de cosas malas me pasaron por la cabeza. Jamás imaginé que sus padres se alegrarían levantándose del sofá para darnos un fuerte abrazo. En aquel momento mi felicidad era tal que con tan solo ver a Chanyeol sonriéndome, por lo bien se que lo habían tomado sus padres, me hizo querer llorar de felicidad. Cosa que evité, no quería que sus padres se llevaran otra mala impresión de mi. 
 
Continuamos durante un par de horas más en la casa de sus padres. Nos fuimos a eso de las siete montándonos en el coche para repetir el camino de vuelta a casa.
 
-Que bien -suspiré aliviado quitándome un peso de encima- nunca pensé que a tus padres les hiciese ilusión ser abuelos – rememoré como, con un poco de vergüenza, se interesaron por los meses que llevaba y por cómo me estaba yendo. 
 
-Yo tampoco, no tenía ni idea- arrancó el coche alejándonos poco a poco de la enorme casa.
 
Aunque apenas eran las siete, y un par de minutos, el cielo estaba completamente oscuro, cubierto con una densa capa de nubes que avisaban que pronto llovería.
 
-Parece que va a llover -informé aun sabiendo que Chanyeol veía lo mismo que yo- espero que solo sea esta noche, no me gusta tener que ir al trabajo con el paraguas.
 
-Lo sé, a mi tampoco me gusta- el limpiaparabrisas empezó a moverse con las primeras gotas que caían sobre el coche.
 
-Channie -le llamé después de un rato en silencio contemplando la lluvia.
 
-Dime Baek.
 
-Estás irresistible- me acerqué al lado derecho de su cuerpo repartiendo pequeños y cortos besos por el cuello y por el brazo, en tanto que él intentaba seguir pendiente de la carretera.
 
-Baek -soltó con dulzura- me estás distrayendo.
 
-Lo siento- me disculpé con una sonrisa sentándome debidamente ya que estaba ligeramente inclinado hacia su lado.
 
Esperé unos segundos a que se tranquilizara para llevar mi brazo izquierdo a la zona baja de su abdomen, desabrochando con destreza sus pantalones.
 
-Baek ¿Qué estás haciendo?- gritó parando el coche a un lado de la carretera.
No hablé, simplemente me desabroché el cinturón de seguridad para colocarme encima de Chanyeol.
 
-Channie- le susurré al oído llevando mi mano por debajo de su ropa hasta su miembro.
 
-Ya, ya, ya -me apartó con delicadeza sentándome en el asiento del copiloto y abrochándome, de nuevo, el cinturón -si Kris se entera de esto nos mata. Espera a que llegamos a casa, es peligroso, por favor -pidió arrancando de nuevo el motor.
 
-Vale- me resigné esperando que lo que nos quedaba de trayecto pasara velozmente.
 
Aparcamos el coche de Kris dos calles delante de nuestra casa. Nos adentramos en el portal, un tanto mojados por la lluvia, subiendo por el ascensor hasta nuestra planta. Chanyeol abrió la puerta de casa y, como siempre, dejó las llaves en el mueble de la entrada. Tras aquella rutinaria acción nos abrazamos saboreando los gustosos labios del otro.
 
-Ahora -volvió a besarme- ahora podemos hacer todo lo que quieras- y como si hubiese estado esperando aquella frase como si fuera un permiso, me abalancé aun más sobre él, arrastrándole hasta la cama.
 
Me deshice de su chaqueta, de la camisa, de los pantalones, de los zapatos y de su bóxer mientras él me mordía la oreja e intentaba quitarme los pantalones.
 
-Da igual, da igual. Yo lo hago -tiré toda mi ropa por el suelo haciéndole compañía a la de Chanyeol.
 
-Espera, espera -separó con preocupación nuestros labios- el bebé.
 
-¿El bebé? ¿Qué le pasa al bebé? -miré mi barriga con miedo comprobando que no había nada raro.
 
-¿Y si le hacemos daño o algo así?- dijo asustado- no quiero que le pase nada- acarició mi barriga con una suavidad indescriptible.
 
-Chanyeol después de tantas películas cursis que hemos visto todavía no sabes que no pasa nada -intenté convencerle juntando, otra vez, nuestros labios.
 
-Ya pero es que no sé. Voy a buscarlo en internet -le cogí con fuerza el brazo antes de que saliera a buscar el móvil.
 
-Ni se te ocurra calentarme de esta manera para después irte.
 
-Ya pero es que …
 
-Pero es que nada, lo ponía en el papel que nos dio el médico. Así que olvidate ya de eso y empieza de una vez, te necesito.
 
Se acercó a mi acurrucándome a su lado, llevé mis brazos a su cuello, sentí como su miembro y el mío se rozaban. Me tumbé en la cama notando los dedos de Chanyeol acariciar apasionadamente mis pezones en tanto que repartía besos por todo su cuerpo. Bajé mis manos hasta su miembro, acariciándolo con deseo.
 
-Baek, Baek, espera -quitó mi mano, bajándose un poco hasta quedar su cara justo a la altura de mi miembro. Pasó su lengua haciendo que mordiese mi labio inferior. Se lo metió en la boca, mi respiración se aceleró con jadeos de placer.
 
-¡Channie! -grité entre risas  sintiendo sus caricias en aquella zona.
 
Se levantó dirigiéndose al último cajón de su mesita de noche, sacando el bote de lubricante.
 
-Ya queda poco, hay que comprar más -informó extendiendo aquel líquido viscoso sobre sus dedos.
 
Volvió a colocarse casi al final de la cama. Me subió las piernas recibiendo mi ayuda, como siempre sujetándolas con mis brazos. Empezó haciendo recorridos en círculos por mis muslos y por mi entrada. Introdujo el primer dedo metiéndolo y sacándolo, insertó un segundo dedo produciéndome un poco de dolor, sin embargo, la molestia desapareció a los pocos segundos. Me preparó con delicadeza sin dejar de repartir besos por todo mi cuerpo.
 
-Channie ya … ya estoy listo -le pedí siguiendo con mi cuerpo los movimientos de sus dedos.
 
-Voy- sacó sus dedos sustituyéndolos por su miembro.
 
Se estuvo un tiempo parado, sin moverse, esperando a que me acostumbrara. No tuvimos que esperar mucho hasta que mi cuerpo se movió esperando que Chanyeol pillara el mensaje y se moviera conmigo.
 
-Channie, Channie, Channie- no podía dejar de gemir su nombre.
 
Chanyeol llevó sus manos a los cachetes de mi trasero. Después de tanto tiempo juntos entendí lo que quería hacer, enrollé mis piernas a su cintura esperando fascinado. Nos levantamos de la cama dirigiéndonos al salón, nos tumbamos en el suelo quedando yo encima de él, con nuestras piernas levantadas apoyadas en la parte de atrás del sofá. Entrelazamos nuestras manos continuando con el desenfrenado movimiento. Nunca antes habíamos probado esa postura rara pero cómoda, lo que me llevo a pensar que Chanyeol había estado investigando.
 
-¡Channie! -chillé disfrutando, dejándome la voz con cada gemido.
 
-¡Baek!- Chanyeol me imitó corriéndose en mi interior mientras que yo lo hacía sobre mi pecho.
 
-Cada día lo haces mejor- sonreí incorporándome de la extraña última postura que habíamos probado en el suelo.
 
-Tu si que lo haces mejor -se levantó llevándome romanticamente a la cama.
 
-Gracias -le agradecí cómodamente tumbado sobre el colchón con Chanyeol a mi lado.
 
-De nada cariño- me besó abrazándome con sus largos brazos- no imaginaba que mis padres se lo tomarían tan bien, ya solo nos queda hablar con los tuyos.
 
-¿Con los míos?
 
-Pues claro, tendrán que saber que van a ser abuelos.
 
-Chanyeol conoces a mis padres, lo mejor es que no lo sepan. No tengo ganas de discutir con ellos -los padres de Chanyeol me habían sorprendido positivamente, sin embargo, sabía de sobra que eso no pasaría con los míos.
 
-Ya lo sé Baek pero tienen que saberlo -intentó convencerme.
 
-Bueno … ya veremos- me acurruqué en su pecho tras apagar la luz del cuarto -que descanses cariño.
 
-Tú también mi vida y nuestro bebé también -me besó en la mejilla y en la barriga, quedando todo en silencio.
 
No dormí más de dos horas cuando me levanté corriendo de la cama para ir a vomitar al cuarto de  baño. Por suerte Chanyeol no había notado nada, por lo que seguía tranquilamente dormido. No quería despertarle, al día siguiente teníamos que ir a trabajar y no quería que estuviera cansado. Me quedé un rato sentado sobre el frío suelo del baño, limpié lo poco que había ensuciado y me enjuagué la boca con un poco de agua justo antes de volver a la cama y pillar de nuevo el sueño.
Notas finales:

¿Qué tal? ¿Qué les ha parecido?

Este capítulo me ha salido más largo de lo que esperaba jejejej Ya han visto la reacción de los padres de Chanyeol, ahora queda los de Baek jejeje ^^

Aquí les dejo el link del oneshot que les dije que iba a subir http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=128380 por si se quieren pasar a leerlo ^^ aviso de que no se parece en casi nada a este fic jejejej :D

Espero que les haya gustado :3

Dejen reviews con sus comentarios por fiiiii

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Gracias por leer ^^

Os quierooo <3

 


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