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The Proposal por Himiko Hirisashi

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Notas del capitulo:

Chicas!!! He vuelto!! Siento que me fui por mil años aunque actualicé precisamente hace una semana, raro no? En fin, vengo a traerles un nuevo Hirohiko y como ya estamos cerca del final y yo ya me perdí les vuelvo con el esquema de cómo vamos:

*viernes:  Akihiko le pide matrimonio a Hiroki, en la tarde van a inmigración

*sábado en la mañana parten a Sitka, es la bienvenida, Akihiko abre la boca para anunciar el matrimonio y conocen la fábrica de bebés.

*domingo Hiroki despierta con la llamada de Miyagi, el águila se roba el teléfono, Akihiko se lo llevan con el stripper y en la noche duermen juntos.

*Lunes:  Hiroki hace el baile para la fecundación (¿) cortesía de la abuela, van a Sitka por el teléfono, se roban a Akihiko para medirle el traje de bodas mientras Hiroki encuentra a Kiyomi, Akihiko cae en la cuenta que se está echando al carajo la vida de Hiroki y se caen al mar.

Uff pues por aquí vamos.  ¡Buenas noticias! Ya empecé a trabajar en el lemmon y me siento felizmente avergonzada xD Dios iré al infierno, ya lo sabrán cuando lo lean (faltan este y otro cap y listo ) btw  el otro jueves publico porque desgraciadamente esa es la mala noticia ¡tengo nueve exámenes finales! (alguien máteme si puede porfa) que comenzron hoy y terminan en nueve días hábiles:  el miércoles de la otra semana así que jueves actualizo así me rompa toda yo.

Que más, que más… pues ando de buen humor (síntoma de estrés al límite) así que dejaré mi platica por estos lados y nos leeemos en las notas de abajo, y les dejo una frase hermosa que encontré en internet!  “University is easy.  It´s like riding a bike.  And the bike´s on fire.  And the ground´s on fire.  And everything´s on fire because you´re in hell!”  O.o  ….

Llegaron a la casa empapados y con un frío enorme pero aquello no fue lo que le heló los huesos a Hiroki sino el hecho de que a lo lejos podía divisar a su padre con una mirada enojada.

-Oye, ¿cómo tu padre llegó antes?-

-Vino en helicóptero- suspiró el moreno, reconociendo esa mirada,

-Mjm, si sabías que odio el mar por qué no nos fuimos en helicóptero-

-Sabes conducir uno-

-No-

-Yo tampoco así que deja de quejarte- le recriminó pero sin dejar de ver a su padre quien les hizo señas para que fueran con él.

-Quiero hablar con los dos- fue lo único que alcanzó a decir Sato antes de darse la vuelta y darles la espalda mientras comenzaba a caminar.  Hiroki suspiró resignado, odiaba ese tipo de actitudes que su padre siempre tenía hacia él, pero una mirada rápida de Akihiko le hizo dejar a un lado sus malos recuerdos para seguir a su padre que iba en camino hacia el ala este de la mansión, en uno de los establos.

-Tu madre… no está enterada de esto  y espero no se entere- Sato abrió la puerta del cobertizo y con la mirada le señaló a una persona. Hiroki y Akihiko se quedaron estáticos frente a la presencia de Gilbertson que tenía una sonrisa retadora. Akihiko frunció el ceño mientras Hiroki tragaba en seco, el moreno volteó a ver a su padre pero éste no le devolvió la mirada, contrario a ello se quedó de brazos cruzados contemplando al señor que se dirigía hacia ellos.

-¿Siempre fue una farsa no?-

-¿Qué hace aquí este señor?- pregunto Hiroki a su padre que sin voltearlo a ver seguía observando al inspector de migración.

-Recibí una llamada del señor Gilbertson afirmando que su matrimonio era una farsa así que lo invité a venir y aclarar las cosas… Hiroki, Gilbertson me dijo que enfrentabas prisión-

-¿Qué argumentos tiene para decir que es mentira?- Inquirió Hiroki mientras Akihiko lo volteaba a ver, Hiroki se mostraba tan seguro de sus palabras aun a sabiendas que todo era una farsa.

-Los comencé a investigar y resulta que un llamado… Asahina Kou, de Marukawa Shoten, indicó ser persona cercana a Usami y a usted y aseguró que de ninguna forma eran pareja; para mí señores, es suficiente prueba, considerando que la persona entrevistada también es homosexual y, uno de los principales encargados de las publicaciones de Usami Akihiko.-

-Hiroki, ¿tu matrimonio es un fraude?- por fin Sato le devolvió la mirada, pedía una explicación y sus ojos lo miraban con desconcierto, pero contrario a lo que esperaba Hiroki solo atinó a regalarle una mirada decidida y antes que siquiera pudiera argumentar palabra alguna, Gilbertson lo interrumpió

-Hagamos un trato, Kamijou.  Declare que este matrimonio es un fraude ahorita, y descartaré cargos en contra suya por los delitos que ha cometido, así solo se deportara a Usami sin problemas para usted-

-Ahórrese su oferta, señor Gilbertson, ya sé que usted está comprado por mi padre para ese estúpido trato y…- Hiroki dejó de clavar su vista en Gilbertson desviándola inmediatamente hacia su padre- ¿saben qué?, amo a Akihiko, me pidió matrimonio y le dije que sí. Eso es todo lo que necesitan saber; así que los vemos en la boda.-  Hizo un esfuerzo inhumano para no gritarles y sin pensarlo dos veces tomó la mano de Akihiko y somatando la puerta al abrirla salió dejando a ambos hombres más que molestos.

Ambos entraron a la casa dirigiéndose en silencio hacia su habitación, y mientras Akihiko era arrastrado por Hiroki, éste no podía dejar de pensar en la emboscada que su propio padre le acababa de hacer.

-Hiroki- Akihiko lo soltó apenas entraron a la habitación, lo que ruborizó un tanto al moreno quien hasta ese momento se había percatado de que le sostuvo la mano todo el camino de regreso a la casa.

-No te van a llevar, no lo voy a permitir- se cruzó de brazos mientras le desviaba la mirada.

-¿no quieres aceptar esa oferta?- Akihiko detuvo su respiración, si creía que antes había metido a Hiroki en problemas, eso no se comparaba con lo que él acababa de hacer; Hiroki tuvo la oportunidad de deshacerse del lío en el que lo había metido y se negó ¿por qué?- Hiroki, yo…-

-Ese idiota se jacta que quiere cumplir la ley y aceptó soborno de mi padre, ¿crees que quisiera aceptar esa oferta?, sabes ¡es ilógico! él mismo se contradice y yo no pienso dar mi brazo a torcer y menos porque te quieran deportar por algo estúpido como un simple trámite de visa- Y mientras Hiroki seguía alegando a Akihiko le pesaba más el corazón y esa taquicardia que sintió en el pueblo volvía a aparecer.  Hiroki estaba peleando por un problema que ni siquiera era suyo. Akihiko cerró los ojos, estaba perjudicando a Hiroki.

-Hiroki, acepta la oferta, yo no sé si…

-Oi-  Hiroki dejó de alegar al ver la necedad de Akihiko, y poder evitar, esa mirada violácea hizo instantáneamente que Hiroki dejara de fruncir el seño;  bufó levemente sonriente al recordar lo terco que era de pequeño.  -No olvides que yo estoy de tu lado, ¿de acuerdo?- Hiroki le sonrió, ahora que lo recordaba…

 –Desde niños siempre me dices eso- le respondió Akihiko mientras Hiroki sin querer soltaba una risa resignada, parecía que le hubieran leído el pensamiento.

-Recuérdalo entonces- Volteó a ver a Akihiko sonriendo levemente pero cambió su expresión a sorpresa cuando notó la mirada violácea de Akihiko, esa mirada tan profunda que sólo lo miraba a él, su respiración se entrecortó cuando Akihiko dio un paso adelante, iba a desviar la mirada como siempre lo hacía pero sintió que fuertemente le presionaba la barbilla, tanto que emitió un leve quejido de dolor que fue obviado por el escritor.

-Siempre lo… recuerdo- presionó más fuerte su barbilla, no le importó que se quejara mientras mantuviera la vista fija en él, realmente no importaba.  Hiroki siempre lo había hecho, le daba palabras de aliento, le sonreía, le miraba, lo atraía y en un segundo le desviaba la mirada y lo trataba como un completo extraño.  Y sinceramente estaba harto de eso, desde niños Hiroki lo confundía con sus acciones tan ambivalentes, si no le correspondía  ¿por qué no lo rechazaba de plano? Pero allí estaba de nuevo mostrándole esa hermosa sonrisa sincera que tanto amaba y que Hiroki jamás mostraba y por ese segundo en que sí lo hizo, Akihiko no permitiría que desviara la vista, que lo rechazara indirectamente de nuevo.

Dio un paso de nuevo y apretó más la quijada de Hiroki volviéndole a sacar otro quejido, posó su frente levemente con la de Hiroki y cerró los ojos; rechino los dientes, porque lo sabía muy bien, que Hiroki estaba tan cerca y a la vez tan lejos, quería besarlo, sentía la necesidad de destrozarle la boca con una mordida hasta saciarse por todos esos años en que Hiroki se alejó de él; pero una ínfima parte de él quería empujar a Hiroki y gritarle que se fuera de su vida, que lo dejara en la oscuridad de su Mundo y sus problemas y que no se hundiera en el mismo barco en el que él estaba.

-Aki…- Hiroki no respiraba, hacía el intento pero no inhalaba aire sino solo retenía en sus pulmones mientras su concentración se dirigía a la respiración de Usami sobre su rostro, la presión en su barbilla y el calor en su cara que lo sofocaba.  No se movía, aunque tenía la oportunidad de hacerlo no quería.  Ahora por primera vez no entendía las acciones de Akihiko, siempre había comprendido su soledad, su actitud y su forma de ser porque sabía de Takahiro, de su familia, sobre sus libros; pero el Akihiko que tenía frente a él, era desconocido frente a sus ojos. 

No quería salir lastimado, pero Nowaki tenía razón, no lo había olvidado y probablemente nunca lo olvidaría, porque por más que quiso allí estaba Akihiko en su vida, siendo su todo aunque fingiera que no, aunque ni siquiera lo viera a él. Sabía que era un idiota por atreverse a hacer lo que haría, pero después de todo, sabía que era un idiota enamorado así que con cuidado subió sus manos hacia las mejillas de Akihiko; no entendía bien qué pasaba por la mente del escritor pero como siempre lo único que podía hacer era soportar su amor no correspondido y brindarle la amistad que se esperaba que tuviera.

-Puedes confiar en mí, ¿sí?, después de todo… soy tu amigo- por fin exhaló junto con esas palabras que tanto le dolía decirlas, ahora fue él el que cerró los ojos y con calma quitó la mano que forzadamente le sostenía la barbilla

-¡Hiroki, basta!- apenas sintió cómo el moreno se hacía para atrás zafándose de su agarre, se adelantó sujetándole la cintura, aferrándose a él y casi enterrando sus uñas en la camisa de Hiroki que por inercia tembló ligeramente; el peligris forzó más su agarre con una mano y con la otra sujeto a Hiroki por el cuello , los ojos achocolatados de Hiroki mostraron sorpresa y Akihiko se maldijo por lo que iba a decir ahora, porque estaba seguro que si rompía el silencio que guardó desde los diez años, Hiroki se alejaría de él para siempre; pero si no se lo decía, Hiroki seguiría con el fraude que ya había sido descubierto y que aunque lo negaran, saldría a la luz.  “Si se lo digo me odiara y no continuaremos con esto...”

–No quiero que seas mi amigo.  Yo… no siento lo mismo…yo-

-Espero que estén visibles-

-Abuela- Akihiko dejó de presionar su nuca y su cintura y Hiroki logró dar un paso hacia atrás

-Tú no deberías estar aquí,  ya mañana es la boda y la fábrica de bebés tiene que descansar- Akihiko suspiró levemente, incluso la imprudencia de la abuela en ciertos momentos era inoportuna. –Vámonos Akihiko-kun, es tradición que no pasen juntos esta noche-

La abuela jaló levemente a Akihiko del brazo quien rápidamente volteó a ver a Hiroki, y aunque confundido, Hiroki intentó forzar una sonrisa y se despidió con la mano-

-Espera Oba-san-

-Nada de espera Aki-kun, después tendrán toda la vida para estar juntos- le sonrió mientras lo seguía arrastrando, volteó a ver a Hiroki pero ya no sonreía solamente bajaba la vista mientras se cruzaba de brazos.  La puerta de a poco se fue cerrando y Hiroki se quedó solo.

 La gran habitación para huéspedes se encontraba silente excepto por el crujir de la madera que ardía en la chimenea y la respiración de Akihiko.  No conciliaba el sueño y al día siguiente tenía que madrugar por lo que no podía permitirse seguir teniendo la vista fija en la chimenea como lo estaba haciendo en ese momento.

Pero no podía dormir, mañana empezaría el verdadero fraude más grande de su vida, se casaría y tendría que seguir fingiendo, mintiéndole ya no sólo a su familia, sino a todos a quienes conociera pero más que a ellos, incluso más que a Hiroki, se estaría mintiendo a él mismo. 

¿Cuántas veces desde pequeño deseó pasar el resto de su vida con Hiroki? Seguramente más de las que siquiera él podía imaginar porque incluso ahora lo seguía deseando, pero no de la forma en que estaba sucediendo.  Respiró profundo y sintió que esa exhalación resonaba como eco en las paredes de la habitación, -Hiroki- su nombre sonaba tan hermoso cuando era escuchado por él,  cuando lo repetía sílaba por sílaba en silencio, mientras escribía, mientras lo miraba, mientras pensaba en él.

 Allí estaba, apenas separados por unas cuantas habitaciones, pero allí estaba, cuando sus padres no, cuando Takahiro no, cuando Misaki no, cuando él mismo se odiaba, allí estaba Hiroki.  Tragó en seco mientras volvía a sentir el eco en la habitación y el fuego frente a sus ojos parecía querer desvanecerse. -Hiroki- dijo en voz alta y escuchó como las paredes le devolvían el nombre, cerró sus ojos mientras terminaba de escuchar el eco; era exactamente lo mismo.  Hiroki tenía una barrera que le rechazaba todo, y por más que quiso romperla en el pasado, no pudo; rechinó los dientes frustrado porque hacía tan solo un par de horas había pasado igual, quería besarlo, había sentido la necesidad de hacerlo, de agarrarlo de abrazarlo contra su pecho y retenerlo ahora que lo tenía tan cerca como nunca desde hacía mucho; y no pudo, lo único que llegó a hacer fue lastimarlo con su fuerte agarre.

Impotencia; se levantó de la cama y tuvo un impulso de querer ir a buscar a Hiroki, pero aquella barrera la sentía, tanto que le impedía hacer siquiera su voluntad; “después de todo soy tu amigo” comenzó a escuchar esa frase en su mente, retumbando de apoco haciendo que se sentara en la orilla de la cama y apoyara sus codos en sus rodillas.  –Hiroki- ¿acaso nunca se iba a cansar de repetir ese nombre?  Sólo tres días habían pasado y parece que se hubiera carcomido los diez años en que dejó de hablarle porque ahora volvía a sentir a flor de piel todo el amor no correspondido que le había guardado hacia su mejor amigo.

-Hiroki- y el eco le devolvía el nombre y él volvía a cerrar su mandíbula con fuerza, por eso se había alejado, incluso la sola presencia del moreno lo alteraba y, a penas conoció a Takahiro lo había aprovechado para sacar a Hiroki de su mente. Pero en esa habitación cerrada cada vez más oscura a causa del descenso de fuego en la chimenea, solo le comprobaba que un clavo no sacaba a  otro.   

Se dejó caer en la cama, viendo hacia el techo.  Ahora como eco sonaba en su cabeza los quejidos de dolor que le había provocado, si apenas se pudo contener en tres días, era un absurdo que pudiera mantener la farsa por más tiempo. No quería lastimar a Hiroki, pero lo estaba haciendo, con la farsa, con sus acciones, con sus sentimientos egoístas; y Hiroki siempre había sido su joya preciada, a quien nunca quiso tocar sin su consentimiento, ni obligar a nada, es más hasta llegarse a distanciar para no arruinar la amistad que le brindaba; pero dolía, dolía demasiado haber intentado acallar ese sentimiento por más de diez años y que en tres días volviera a sentirse enamorado.

Abrió los ojos de repente al sentir cómo estos se humedecían de apoco respiró profundo, en verdad no quería pero a penas cerró los ojos sintió como gruesas lágrimas resbalaban por sus mejillas, sus violáceos ojos se opacaron y sin ganas de seguir aguantando ese silencio dejó que fluyeran mientras su garganta se hacía un nudo.  Porque ahora tenía la respuesta más clara que nunca, la única forma de no lastimar a Hiroki y no lastimarse a él mismo… era volviendo a Inglaterra.

Agarró lápiz y papel, necesitaba decirle a Hiroki algo… y probablemente mañana no tendría tiempo.  Una simple hoja doblada a la mitad, con un pequeño párrafo escrita en ella; más no necesitaba decir.  Sabía lo que haría así que en silencio salió de la habitación de huéspedes hacia la habitación de Hiroki; abrió la puerta con cautela y entró en el cálido cuarto.  Ni siquiera se atrevió a verlo, la lenta y pausada respiración que escuchaba le aseguraba que estaba dormido; sabía que si lo veía aunque fuera por un segundo se arrepentiría de lo que iba a hacer por lo que se dirigió hacia su objetivo principal que era la maleta del moreno.  Si bien conocía a Hiroki su documentación la tendría guardada en su maletín por lo que lo abrió sin reparo y tomó la visa y toda la documentación de Hiroki cambiándola por ese pequeño papel doblado que contenía su vida entera a unas cuantas líneas.

Hubiese querido de todo corazón no verlo pero a penas escuchó a Hiroki no pudo creerlo… ¿todavía suspiraba dormido? Cerró los ojos y chasqueó la lengua; de verdad no hubiese querido verlo pero simplemente no pudo evitar voltear a ver al dueño de ese suspiro entrecortado.  Volteó a ver hacia la cama y aunque estaba obscuro por las gruesas cortinas, se filtraba un poco de claridad que daba suficiente visión para contemplar a Hiroki.  No lo supo pero cuando sintió ya estaba a la par del moreno que dormía profundamente, un recuerdo fugaz pasó por su mente. La primera vez que Hiroki lo invitó a dormir a su casa. 

Hubiese querido sonreír con el recuerdo pero en cambio ese intento de sonrisa terminó en ojos marchitos. Sabía que era la última vez que lo vería.  Sin pensarlo acercó su mano a los cabellos lacios de Hiroki; esa sensación siempre le embriagó pero ahora no le causaba más que nostalgia. 

Hubiese querido que las cosas fueran distintas, que Hiroki al menos una vez, aunque fuera solo una, lo hubiera considerado como algo más que su amigo.  Usami cerró los ojos y molesto pasó una mano por las gruesas lágrimas que acababan de salir; respiró profundo no importando si se escuchaba pues sabía que Hiroki tenía sueño pesado

No sabía qué era peor para él, estar al lado de un amor no correspondido o no verlo nunca más.  Sin pensarlo dos veces se inclinó hacia  la hermosa figura que se encontraba durmiendo y unió sus labios con los de Hiroki mientras más lágrimas se comenzaban a acumular en sus ojos y el nudo en la garganta se acrecentaba.

Tal vez no sabía qué era peor para él, pero lo mejor para Hiroki era no tenerlo cerca, y precisamente eso haría.

Notas finales:

Y cómo se habrán dado cuenta, aquí ya estoy para darle vuelta a la moneda :3 wuaaaaa siento que moriré de felicidad creo (¿) Y como habrán notado también, sigo sin responder a sus hermosos reviews  lo lamento pero el próximo cap se los compenso por partida triple!!! :) es que ando horriblemente estresada gomen! u.u por Dios que no respiro y a penas y logré corregir esto y ahora sí, ya me dejo de pajas (vueltas) ahora les seré sincera… se me acabó el material u.u ¿Qué conveniente no? Porque termino la u y tengo todo el día para escribir y ponerme al día

En fin chicas, me alegra que después de estos dieciséis sigan con mi fic y yo siga escribiendo lo cual a mi parecer es casi tan milagroso como la fábrica de bebes xD porque es mi fic más largo :3 explotaré de emoción!!!

Un beso enooooorme a todas chicas! Por sus reviews y por las lectoras porque sé que hay porque siempre chequeó el numero de leídos xD en fin, dejaré de andar contando mis manías locas y espero verlas para el prox cap :3  mua mua!!!


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