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The Proposal por Himiko Hirisashi

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Notas del capitulo:

Chicas de mi corazón!!!!! Lamento ahora sí la demora u.u nunca creí dejarlo tan interesante (?) y tardarme tanto pero ya estoy aquí xD  y con buenas noticias no tan justificativas pero wueeeno, sucede que encontré mi tesis y este fic!! :D el karma me lo cobro demasiado caro diría yo :’( pero bueno el punto es que aquí sigo con más Hirohiko y después de esa inserción Random vuelvo con el resumen porque yo que leo también fics se me va la onda de en qué andan así que aquí va

Viernes: Akihiko le pide matrimonio a Hiroki, en la tarde van a inmigración

Sábado:  en la mañana parten a Sitka, es la bienvenida, Akihiko abre la boca para anunciar el matrimonio y conocen fábrica de bebés

Domingo:  Hiroki despierta con la llamada de Miyagi, el águila roba el teléfono, Akihiko se lo llevan con el stripper y en la noche duermen juntos

Lunes:  Hiroki hace el baile para la fecundación (?) cortesía de la abuela, van a Sitka por el teléfono, se roban a Akihiko para medirle el traje de bodas mientras Hiroki encuentra a Kiyomi, Akihiko cae en la cuenta que se está echando al carajo la vida de Hiroki y se caen al mar.

Martes:  en la mañana es la boda de ellos, Akihiko dice la verdad y deja a Hiroki en el altar con una nota que ni yo entiendo xD 

Uff listo!hasta yo me había olvidado de qué iba esto y recordarlo me dio risa xD sin mas chicas hoy hice el cap corto porque ya hubo lemmon en el cap anterior y tocará en el siguiente para mientras, las dejo con esto :D

Disclaimer:  Gracias a Ri! :3 descubrí que el papa de Akihiko sellama Fuyuhiko entonces cambiaré ese nombre, thanks linda!

Hiroki ahora enfrentaba una gran encrucijada, tenía una nota incomprensible en su mano y ningún documento que le sirviera para viajar, lo que le hacía frustrarse y más cuando tenía que hablar con Bakahiko lo antes posible, porque su cabeza era un mar de confusión y enojo; pero algo tenía seguro, necesitaba ver a Akihiko ya, y aunque fuese ilegalmente, atravesaría la frontera para salir.

El único problema, crucial diría él, era cómo atravesar sin tener siquiera documentos.  La única respuesta factible: Su padre; convencerlo para mover influencias y que lo dejaran viajar sin papeles, pero en esos momentos qué le podía decir a su padre “Akihiko huyo sin que le pudiera hablar, ¿me ayudas a ir por él?” probablemente en vez de ayudarle a salir del país seguro él iría; rechinó sus dientes enojado

“Lo odio”; sí, ése precisamente era el sentimiento que tenía por el peliplata en esos precisos momentos.  Lo buscó para una farsa, lo arrastró a enfrentar a su familia, fue la causa de pelearse con su padre, por él bailó con la abuela, por él había seguido esa mentira ilógica que había culminado en la boda más desastrosa de Sitka, por él, por Akihiko quien se atrevía a hacer una nota con un te amo que era más surrealista que la posibilidad de tener hijos.  Todo era culpa de Akihiko, incluyendo esas ganas de llorar que tenía a flor de piel y que no pudo ocultar cuando sintió dos enormes gotas de lágrimas bajando delicadamente por sus mejillas sonrojadas…

…Y es que aquello tampoco lo pudo ocultar mucho tiempo, sus mejillas sonrojadas, su palpitar a mil por segundo, sus débiles piernas para sostenerse y esa nota en la mano que le hacía temblar; de sólo pensar que sería cierto aquello.  Porque aquella simple nota en un pequeño pedazo de papel no decía “suki” que era gustar, no decía “koi” que era querer, terminar aquella oración con un “aishiteru”….No, algo como aquello solo podía salir de los labios de Akihiko…  solo así lo creería, creería que su amor platónico se había volteado hacia él para aceptarlo.   Precisamente ese era el problema, porque por mucho que tuviera evidencia en mano, eso jamás pasaba, ni a él, ni a prácticamente nadie en el mundo, simplemente es así, los amores correspondidos cargan con sus sentimientos solos y Hiroki no era la excepción, o al menos eso creía hasta ahora.

De pronto escuchó la puerta de su cuarto ser tocada y su madre llamándolo.  Bien, otro problema que Hiroki tenía que enfrentar, su familia.

-Hiro-chan, ¿puedo pasar?-                                                                                                                           

-Sí- se limitó a decir tratando  de oírse lo más tranquilo posible mientras guardaba su nota en el pantalón.  A penas ella entró Hiroki notó la preocupación de su madre, por lo que era fácil deducir que ella también sabía de la situación.

-¿Oye Hiro-chan  estás llorando?

Hiroki cayó en la cuenta que aunque hubiese querido sonar lo más calmadamente posible sus ojos cristalinos delataban lo contrario.  Se sintió avergonzado por haber sido encontrado en este estado deplorable, pero así había sido desde los diez años, porque el único que descontrolaba de tal forma a Hiroki no era nadie más que el peliplateado ausente.

-Sabes, no importa- se limpió sus ojos opacos tratando de mantener la compostura pero le era imposible

-Es por..-

-¡Claro que es por la culpa de Bakahiko!- explotó derramando más lágrimas en el camino mientras se levantaba de la cama.

-Hiro-chan…-

-¡Se llevó mi visa y huyó como un idiota!- sus hermosos ojos miraban borroso por el llanto que intentaba detener sin esfuerzo mientras buscaba su billetera en otro de sus maletines.

-Ah…-

-Y el muy cobarde ni siquiera se atreve a darme una mendiga explicación, un “te amo” no es una explicación sabes, es un.. yo- encontró su billetera y se detuvo, dejando de llorar para, voltear a ver a Anna quien había sacado una risa divertida.

-¿un “te amo”?- El rostro de Hiroki se tornó inmediatamente rojo mientras le desviaba la mirada enojado, siempre hablaba de más.

-Solo lo dejó escrito en una nota- susurró no queriendo ser escuchado, porque hasta cierto punto estaba consciente que eso era sacado de una novela shojo romántica.

–Nee, Hiroki ¿y no te lo crees verdad?

-¿C-como lo sabes?

-Eres mi hijo ¿no?, además en eso te pareces demasiado a tu padre- sonrió Anna mientras su hijo aún con la carita llorosa la miraba, ahora que Anna recordaba, nunca había visto a Hiroki llorar, supuso que por algunas personas valía la pena hacerlo.

-Mamá-

-Busquemos la forma en que puedas ir a Japón… en mi opinión de madre de ambos, creo que Akihiko tiene más qué decir-alzó sus dedo índice autoritariamente mientras le sonreía contemplándolo desde la puerta

-Umm- suspiró quedito mientras con el dorso de la mano se limpiaba las lágrimas que quedaban. –alguna idea

-De hecho, sólo una que no involucra a tu padre; descuida ya la abuela lo está distrayendo-  Anna comenzó a caminar fuera de la habitación mientras Hiroki la miraba dudoso, ¿tenía todo planeado?  Apresuró sus pasos alcanzándola en las gradas que daban a la sala principal de la vacía casa-

-Mamá,  ¿cómo?- preguntó Hiroki lo que ocasionó que Ana se detuviera.

-Intuición de madre supongo- le guiñó el ojo mientras bajaba, dibujando una sonrisa que Hiroki no podía ver, después de todo consideró que no era necesario que supiera que ella había visto a Akihiko tomar el yet aún con traje de boda y obviamente aquello significaba que no había ido a hablar con Hiroki.

Bajaron las gradas cuando Hiroki escuchó el sonido de un helicóptero en las afueras de la mansión, enarcó una ceja mientras Anna abría las puertas principales dejando ver efectivamente el enorme Helicóptero de la Alerta Medica, tragó en seco mientras miraba como todos los invitados estaban en círculo contemplando preocupados como la camilla se dirigía hacia el helicóptero

-Mamá-Hiroki se detuvo por un instante mientras fijaba su vista en la gente alarmada

-Hiro-chan no te detengas, solo es la abuela que fingió un infarto-  respondió calmadamente Ana mientras se dirigía hacia el lado contrario del Helicóptero; Hiroki la vio por un segundo incrédulo y al voltear a ver hacia el helicóptero, precisamente vio a la abuela con los brazos cruzados y la lengua de fuera; Hiroki no pudo evitar soltar una leve risa sarcástica; la abuela estaba sobreactuando y lo más ilógico es que nadie se daba cuenta.  Sin quererse detener demasiado tiempo volteo a ver a su madre que había cruzado hacia un lado de la mansión en donde pudo divisar un pequeño avión privado y una sonrisa idéntica a la de Akihiko.  La sonrisa de Usami Fuyuhiko.

-Usami…-

-Kamijou Hiroki, por fin voy a tener la oportunidad de hablarte- respondió cambiando su expresión a una sonrisa decidida que hizo a Hiroki encoger sus hombros, la presencia de Usami se comparaba en demasía  a la presencia que tenía su padre.

-¿Disculpe? – pero antes que Usami pudiera contestar, Anna interrumpió la conversación en la que ella sabía, no debía ser parte.

-Bueno, la abuela se está muriendo por allá así que debo irme, Usami Fuyuhiko, de antemano le agradezco  su ayuda y Hiroki…- se dirigió la pelinegra a su hijo pasando su mano por su cabello –a Akihiko, trátalo bien ¿sí?- Hiroki se quedó pensativo mientras Anna le sonreía una última vez y desaparecía al voltear la esquina de la mansión dejando al ahora serio hombre con él.

-Sígueme-  Fuyuhiko entró a la pequeño avión privado que parecía hecho solamente para el magnate Usami, pues el emblema que caracterizaba a la familia se dejaba ver en todos los lujosos artilugios que poseía el avión personal dentro.  Hiroki guardó silencio por la incómoda situación.  De un momento a otro ya no se encontraba en medio de un ciento de personas que esperaran a que diera el sí, sino que ahora se hallaba en total silencio sentado frente al padre de Akihiko a quien pocas, o mejor dicho nula vez había mantenido una conversación.

-Al aeropuerto de Sitka- escuchó decir mientras le pedía con la mirada que se sentase en uno de los asientos con una pequeña mesa de cristal en el centro, sentándose Usami del lado contrario.

-Gracias- fue lo primero que dijo Hiroki al percatarse del avión en movimiento.

-No, gracias a ti- respondió el pelinegro viéndolo fijamente, lo que causó que Hiroki lo viera dudoso de sus palabras, era natural pues Usami Fuyuhiko sabía por qué se lo decía y estaba consciente que Hiroki  ignorase aquello. 

Parecía increíble que de un momento a otro lo hubiese llamado su mayor aliado en los negocios para comentarle que Hiroki y Akihiko contraerían nupcias.  Hacía cinco años; no, no, hacía tres años quizás, recordaba haber encontrado a su hijo menor, en una relación con un adolecente; y nunca había estado más seguro que aquella relación inmadura acabaría tan pronto como había comenzado.

-Sabes, Akihiko es una persona frágil, oculta sus sentimientos…-Se dirigió a Hiroki que lo volteó a ver atento.  Qué puede desear un padre, más que ver feliz a su hijo, Usami había trabajado arduamente toda su vida para darle lo mejor a sus dos hijos, aunque muy tarde se dio cuenta que el dinero no era precisamente lo que ellos querían; sin embargo, eso no quitaba el hecho que siempre había buscado lo mejor para ellos, y en frente tenía lo mejor para Akihiko; lo sabía perfectamente,  -¿Dime, él no te obligó a casarte verdad?-

-N-no- titubeó Hiroki al recordar la confesión de Akihiko en la improvisada ceremonia, ¿cómo Fuyuhiko podía estar seguro de ello?  Ciertamente lo que había convencido a Hiroki de la gran farsa era su amor incondicional al ojivioleta que terminaba lastimándolo a cada que le hacía favores, pero inclusive hasta en esta situación, jamás había sido obligado por Akihiko.

-Ya veo… -Usami no pudo más que sonreír-Eso significa que sabiendo todo lo que implicaba la petición de Akihiko, accediste a casarte con él-Hiroki tragó en seco y se sonrojó levemente, pero no le bajó la mirada, las circunstancias no le permitían hacerlo.

-Sí- pudo decir más seguro de sí al percatarse que justamente eso era lo que había sucedido, ¿y qué más podía decir?, aunque sonase ridículo era la verdad, pues probablemente Hiroki sería la única persona en el mundo capaz de engañar hasta sus padres y la ley por un capricho de su amor platónico.

Ante aquella respuesta positiva, Usami Fuyuhiko respiró tranquilo, viendo esa mirada achocolatada decidida, tan diferente a la mirada cobarde de aquel niño del cual ya no recordaba su nombre, lo supo, que Hiroki era la persona que quería para su hijo.  Proteger a su hijo era su principal razón de vivir, sus hijos eran su todo y le había costado muchísimo el poder aceptar el camino que hacía tres años había escogido Akihiko; inclusive se lo había dicho, que algún día, llegaría el día de la separación, y así había sido.

Después de aquello, no le había hablado a Akihiko, supuso que nunca es fácil para un hijo aceptar cuando un padre tiene la razón.  Usami rió por lo bajo, hasta ese momento su manera de pensar no había cambiado en lo absoluto, quería alguien quien tuviera sentimientos fuertes para proteger a su hijo, y que fuera de una clase económica social alta, por lo que creía imposible que algún día encontraría a esa persona; pero ahora la tenía frente a sus ojos.  Al hijo de Kamijou Satou, Kamijou Hiroki, ya lo había escuchado de la madre de él pero en verdad necesitaba oírlo de sus propias palabras, algo que el ojiverde jamás se atrevió a decir, algo que confirmaría su decisión de aprobarlo como la pareja de su amado hijo.

El avión había tomado vuelo desde hacía pocos minutos y en otros tantos más estarían en el aeropuerto de Sitka, puesto que en el avión solo podía trasladar frontera con un pasajero a bordo, Fuyuhiko debería quedarse en el aeropuerto de Sitka, Fuyuhiko iba a hacerle una pregunta a Hiroki cuando éste cortó el silencio que se había provocado.

-Ehh, Usami-sama- habló cortésmente Hiroki, mientras desvanecía de apoco la tensión en el aire, su sonrojo aún seguía siendo evidente a causa de la confesión que acababa de hacer, pero había algo que quería decirle al magnate Usami, ya que conforme había transcurrido el curso de su conversación y la razón por la que se encontraba en el avión, era fácil deducir las intenciones del papá de Akihiko.

-Dime- respondió tranquilamente, mientras su vista volvía a posarse en las orbes castañas de Hiroki.

-Yo…¿usted ama a su hijo verdad?-Quería decir otra cosa quería preguntarle qué lo motivo a ayudarlo, pero Hiroki no pudo evitar decir aquellas palabras, porque al decirlas no pudo visualizar a Usami Fuyuhiko, sino a su padre por unos instantes, y comprendió que también su padre lo amaba, a tal punto de aceptar sus errores y aún así apoyarlo. Como lo estaba haciendo ahorita Usami al prestar su avión para que él, aunque fuera un completo extraño para Fuyuhiko, le confiara el ir por su hijo. 

Así de fácil era ver el inmenso amor que Fuyuhiko le tenía a Akihiko, viajando desde el otro lado del Mundo para apoyarlo en una boda con un extraño, aceptar que al no ser obligado, Hiroki era cómplice y culpable de la deportación de Akihiko y sobre todo podía ver el amor que Usami le tenía a su hijo, a tal punto de ayudar a ese extraño a cruzar frontera ilegalmente con tal de que pudiera encontrarlo y hablar con él.  Lo único que no entendía era ¿por qué él?, y ésa era precisamente la pregunta que había querido hacerle, porque aunque su madre le hubiera pedido favor, pudo haberse negado teniendo como excusa que no confiaría en alguien quien aceptó engañar a todos, o que Akihiko no necesitaba a Hiroki sino a él, o que no confiaba en un extraño o tantas otras excusas; pero sabía que por alguna razón Usami Fuyuhiko había decidido que aunque no lo conociera le confiaría el ir por su hijo cuando éste se encontraba a punto de ser deportado, o mucho peor si Gilbertson decidía levantar cargos por fraude.  De pronto entre el mar de pensamientos que se habían acumulado en su cabeza, escucho a Fuyuhiko haciendo que fijara nuevamente su vista en él.

-¿Creo que es la misma pregunta que yo quería hacerte? Usami lo vio con seriedad mientras el avión de apoco había aterrizado y comenzaba a parar.  Sus ojos negros perfilados se centraron en Hiroki, quien de inmediato bajo la cabeza, ocultando sus ojos con su lacio cabello castaño.  Fuyuhiko frunció el ceño molesto, pero aquella expresión le duró poco cuando vio cómo, aún con la cabeza gacha pudo visualizar la sonrisa del castaño.

-Probablemente, lo… amo desde que tengo memoria- se resignó a decirle, porque a este punto, ya no podía ocultarlo a nadie, ni siquiera a sí mismo, ¿alguien alguna vez le había hecho esa pregunta?, fugazmente pasó Nowaki por su mente, a él le había dicho que sí; pero justamente ahora, no podía estar más seguro de ello, no cuando una pequeñísima esperanza brillaba en la nota guardada en su pantalón.

-Bien, parece que no me equivoque contigo- se levantó Usami de su asiento dirigiéndose a la salida del avión,  abrió la puerta una vez las gradas estuvieron desplegadas y quedo la vista fija en el moreno, -Hiroki-kun, te confío a mi hijo- le dio una última mirada que Hiroki clasificó de agradecimiento y bajó del avión.  Minutos después le dieron la señal que éste se dirigía a Japón.

Notas finales:

Y por el momento lo dejo aquí :3 prometo actualizar este finde! Ya las dejé mucho tiempo en la espera :s

Btw qué les pareció? Me vi los epis donde salía el papá para ver su actitud porque si no me salía Ooc y en el animé lo adoooore lo adoré pendejamente porque como que usó un poquito la razón no? xD pues en el animé todo es felicidad y fantasía en donde hasta puede haber mpreg pero el papa era como más racional de no acepto tu relación porque no es sana (?) en fin al final la acepta y todo mundo sigue feliz para siempre pero igual adore a ese hombre y todo lo que dice lo copié del animé o por lo menos la parte de Akihiko y Misaki

Wuaaaa mil gracias chicas tarde entre hoy y mañana en responder reviews pasados y quedo a la espera de saber si siguen vivas como yo xD  las quiero chicas y siempre aprecio en demasía que lleguen hasta aquí con mis notas de autor kilométricas que al principio a penas y eran dos líneas O.o 

Les mando un súper abrazo y comienzo con desearles felices vísperas Navideñas! Si todo sale maquiavélicamente planeado el 24 estaría con el pre de la segunda temporada de este fic :’)  love you!!! 


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