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The Proposal por Himiko Hirisashi

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Notas del capitulo:

Hello!!!  Me extrañaron?? Yo sé que sí (?) yo sí las extrañé chicaaaas y me disculpo por la demora! Desde el año pasado que no publico xD ok dejando de lado los chistes cliché les vengo con una buena noticia, creí que este era el último cap pero no lo es! Por qué razón? Simple… no sé cómo terminarlo O.o así que allí está mi cuota de spoiler por ahora xD

Besos linduras y nos leemos al final :D  Btw por si no recordaban y les da pereza (como a mí) de regresar al cap anterior, les dejo un mini parrafito del último párrafo.  Ahora sí besos!

cuando me siento agotado y en apuros siempre voy a ese lugar, mi base secreta.  Que se encuentra pasando un túnel verde…En donde, en medio de los árboles se puede ver el cielo, el verde, azul y blanco; es precioso”

Se dio cuenta que aquel pequeño agujero por el que pasaba perfectamente a los 10 años… era igual de perfecto para su edad ahora, lo cual le hizo bajar su autoestima inmediatamente, ¿en serio era igual de delgado?, cruzó sin problemas y lo primero que se topó fue un enorme bosque perfectamente cuidado, los árboles, aunque él hubiera crecido, seguían viéndose igual de inmensamente altos como los recordaba y ése túnel verde no había cambiado en absoluto.  Los colores del atardecer eran hermosos y el frío viento que se colaba ya  a unos minutos del anochecer le indicaban que comenzaría la época de lluvia en verano. Dio unos pasos más recordando en un segundo como había llegado llorando a la base secreta; la situación no había cambiado porque sus ojos castaños estaban aún húmedos de haber llorado cuando encontró a un elegante hombre entacuchado, con los ojos cerrados, descansando en la grama.

Su corazón se detuvo al igual que sus pasos.  Lo había encontrado.

                                                                                                                                                       

Hiroki tragó en seco al percatarse de que Akihiko, quien se encontraba aparentemente durmiendo,  había abierto sus ojos por el ruido que provocó el moreno, dejando ver sus orbes violáceas que dirigían su vista hacia él y cambiaban de expresión somnolienta a una enorme sorpresa mientras se incorporaba.

-¿Hiroki?-su profunda voz hizo temblar al aludido inmediatamente, retrocediendo un paso por inercia; esos ojos violeta sorprendidos no le quitaban la mirada de encima, -¿cómo, me encontraste?- respondió Akihiko saliendo de su ensoñación, viendo desde el suelo fijamente al castaño a quien había dejado en Sitka aquella mañana.

-Yo…era el único lugar que me faltaba por buscar- susurró tímidamente, dándose cuenta que acababa de decirle prácticamente que

-¿Me estuviste buscando?- Akihiko pestañeó mientras se ponía de pie viéndolo de frente; su corazón empezó a palpitar rápidamente al ver el objeto de su confesión frente a él; era obvio saber que había leído la nota, lo que no lograba entender era cómo había viajado a Japón cuando él mismo se había llevado toda su documentación para viajar.

-Yo.., ¡claro que te estuve buscando!- soltó dejando a un lado su timidez al  recordar que esa misma mañana había sido dejado patéticamente frente al altar por el aludido que estaba frente a él.–quiero una explicación- terminó diciendo sin gritar, avergonzado por lo que decía, porque aunque tenía derecho para pedir una explicación sabía que Akihiko no tenía la obligación de dársela, como Hiroki jamás le dio la explicación de por qué se alejó de él; algo le decía que el karma se lo estaba devolviendo; aún así Hiroki había mantenido su vista fija, porque las palabras que diría Akihiko marcaban ahora más que nada, su decisión de largarse de él para siempre.

Por su parte Akihiko se había quedado en silencio, la nota que había dejado era su única explicación, qué más esperaba Hiroki, pero algo le decía que esos ojitos achocolatados decididos que veía enfrente  no le querían dejar alternativa.

-Te amo- Y el silencio inundó el lugar.  Esos ojos chocolate lo miraban sorprendidos, Akihiko ya no quería seguirlos viendo, así que desvió la mirada, metiendo sus manos en los bolsillos del pantalón.  Sabía que ésa no era la explicación que Hiroki quería, porque eso ya se lo había dicho en aquel papel.

-Te amo; y sé que tú a mí no…- comenzó a hablar, mientras sentía cómo su corazón seguía latiendo fuertemente al punto de sentirlo sobre su pecho, hubiese querido callar pero no podía, no con saber que ésa sería la última vez que vería a Hiroki.–…por eso no quería obligarte a casarte conmigo, si me casaba contigo ya no podría disimular ser sólo tu amigo-

-¿M-me amabas?- Un enorme frío recorría toda la piel de Hiroki sintiéndolo inclusive hasta la punta de sus dedos, ahora sí no podía salir de su ensoñación al escuchar aquellas palabras que jamás pensó oír.

-No, lo sigo haciendo; pero de ello no te tienes que preocupar, mañana ya no nos veremos- espetó dirigiendo su mirada violácea a las orbes ahora lagrimosas del castaño que tenía enfrente, se sorprendió levemente pues supuso que la reacción de Hiroki sería de enojo por lo que le volteó la cara dispuesto a marcharse del lugar, no tenía sentido quedarse esperando porque Hiroki lo rechazara directamente.

Por su parte Hiroki reaccionó hasta ver la espalda de Akihiko, su rostro palideaba ante tal confesión, y lo único que atinó  a hacer cuando vio que Akihiko se iba, fue correr hacia él y aferrar su mano a su saco; aún sin lograr comprender del todo lo que estaba pasando, todo el trayecto a Japón; no, toda su vida espero oír aquellas palabras en sus fantasías, consciente que la realidad sería un rechazo total del peliplateado; y ahora lo sujetaba fuertemente como si con ello quisiera retener en su mente aquellas palabras dichas por Akihiko; pero aquello era demasiado perfecto para ser cierto, “si me amara, no se iría”.

-No.. me mientas, eso no es cierto- Akihiko frunció el ceño y volteó inmediatamente hacia Hiroki arrebatándole la mano que lo sostenía mientras apretaba con fuerza su muñeca, de pronto sintió que Akihiko se acercaba a él y, con su mano libre, tomaba su barbilla, por inercia Hiroki dio un paso hacia atrás pero Akihiko dio otro,  volvió a retroceder hasta toparse con un árbol tras suyo, no teniendo más opción que enfrentarse con Akihiko que lo miraba enfadado

-Hiroki, no me tomes como burla, siempre te amé, ¿oíste?- dijo enojado pero en cambio sintió una enorme bofetada en su mejilla izquierda que le hizo voltear la cabeza y soltar a Hiroki del fuerte agarre que le tenía.

-¡¿Mentiroso, si me amabas, por qué escogiste a Takahiro!?-Sus hermosos ojos castaños rompieron en llanto sin querer, por mucho que hubiese querido creerle, lo primero que había venido a su mente era Takahiro, seguido por la obvia razón de que jamás le había correspondido sus sentimientos.

-Porque tú me rechazaste-

-¿Eh? ¿c-cómo puedes decir eso?- Hiroki salió de sus pensamientos ante la respuesta del ojivioleta, no entendía lo que acababa de escuchar, jamás lo había rechazado si Akihiko nunca se le había confesado. –Yo no te..

-Sabes- colocó una mano contra el árbol arrinconando a Hiroki,-ni siquiera me permitías tocarte…-Akihiko pasó su otra mano acariciando las puntas del cabello castaño claro de Hiroki-te alejaste tanto… y solo tuviste sexo conmigo por lástima-  Sintió cómo la expresión de Hiroki cambiaba de una confusa a una de enojo y cuando levantó la mano para volverle a pegar, Akihiko la logró detener.  Hiroki quedó con la mano suspendida en el aire y con un nudo instantáneo en la garganta al haber escuchado aquellas palabras hirientes de Usami; cerró fuertemente los ojos y con la otra mano golpeó levemente el pecho de su amor platónico

-¡Claro que no lo hice por eso, lo hice porque te amaba!- terminó de decir ocultando su rostro en el pecho de Akihiko. Usami soltó el antebrazo del castaño sin decir palabra alguna ante la repentina confesión de Hiroki.

-¿Hiroki?-

-Te amo Bakahiko- soltó Hiroki aún oculto en su pecho en un leve susurro que descolocó a Akihiko, sin poderlo creer quitó a Hiroki de su pecho y lo obligó a verlo a los ojos pero apenas volteó a ver al castaño, quedó atónito ante la mirada de Hiroki quien había levantado levemente la cabeza.  Esos hermosos ojos chocolate derramaban lágrimas incontenibles.  Hiroki cerró sus ojos lo más fuerte que pudo y mientras, sus manos se cerraron aún más hasta que le comenzaron a doler los nudillos; pero más que eso el corazón de Hiroki se sentía destrozado, todo lo que Akihiko le acababa de decir no tenía sentido alguno, ¡ni uno solo!, porque de haber sido cierto, de que siempre lo quiso, entonces, desde un principio…  las lágrimas no dejaban de fluir y al levantar la vista de nuevo se encontraba con esos ojos violeta que siempre amo, viéndolo confundido, sorprendido igual que él, pero más que nada vidriosos.

 Ambas miradas se encontraron y se quedaron idos viéndose mutuamente dándose cuenta de que sus sentimientos eran correspondidos-

-Repítelo- de pronto escucho una voz quebrada, no era suya porque estaba seguro que si  hablaba lloraría más, aquello significaba que esa voz débil y hermosa que le hablaba no podía ser otra que la de Usami que colocaba sus manos sobre su rostro haciendo que Hiroki enrojeciera al instante y bajara un poco la vista pero las manos en sus mejillas lo presionaron más para que la volviera a subir-

-Te amo- y apenas habiendo terminado de decirlo sintió los suaves labios de Akihiko contra los suyos, lo cual lo tomó desprevenido recostándose inconscientemente sobre el árbol que tenía detrás, se quedó un segundo en shock sin moverse y sin corresponder el beso más que dejando que Akihiko lo besara, sin embargo, los pulgares de Akihiko se posicionaron en su barbilla obligándolo a abrir la boca, al sentirlo no pudo más que corresponder el beso sintiendo la cálida lengua de Akihiko topando la suya, rodeándola y sacándola levemente para terminar atrapando su labio inferior. Un leve suspiró salió de sus labios sin poder contenerlo-Yo creí que tú no me amabas-dijo quedito al darse cuenta que Akihiko pegaba más su cuerpo hacia él.

-¿Y qué te hizo pensar eso?- preguntó acercando su rostro al del moreno que quedaba acorralado contra el árbol, pero antes que Hiroki pudiera emitir una sola palabra, Akihiko acortó la distancia susurrándole al oído… -No digas su nombre, ya te expliqué por qué lo quise, me refiero a antes de Takahiro.-

El cálido aliento rosando el oído de Hiroki hizo que éste temblara levemente, intentó formular una respuesta y a su mente venían todos los recuerdos de su infancia, en donde Hiroki le rechazaba los conjuros, sus abrazos, su acercamiento porque negaba sus sentimientos de amor hacia el pequeño niño peliblanco, su vista achocolatada se volvió a nublar; ¿y si él había sido el culpable de que Akihiko se hubiese alejado?

-No lo sé- respondió quedito.  –¿fue mi culpa verdad?... Si te lo hubiera dicho antes- se dijo más a sí mismo que a Akihiko quien alcanzó a escucharlo; de pronto sintió un beso debajo de su oído justo donde comenzaba su mandíbula.

-No- siguió besando su cuello mientras cerraba los ojos, sintiendo esa hermosa piel morena y cálida –yo también,- dio otro beso abriendo ligeramente su boca para tocar con su lengua la suave piel ajena –yo también debí decírtelo antes-No pudo contenerse más y volvió a besar a Hiroki quien ahora le correspondía el beso mientras ladeaba un poco su cabeza. Akihiko volvió a introducir su lengua en la boca del moreno, acariciando por encima la lengua contraria que tímida jugaba con la suya. 

Perfección, esa era la única palabra con que Akihiko podía describir a Hiroki, y a medida que sus lenguas se entrelazaban Hiroki iba poniendo más de su parte.  Sus manos rápidamente viajaron a los costados de Hiroki rodeando su cintura atrayéndolo hacia sí mientras que el moreno por inercia subía sus brazos al cuello del peliblanco.  Cuando el aire les hizo falta tuvieron que separarse; sin embargo Akihiko se negaba a hacerlo y posaba sus labios una y otra vez sobre los de Hiroki mientras éste recuperaba el aliento.

-Eh-es-pe- pero Akihiko no hacía ni siquiera un ademán de querer hacer caso; no, cuando el hermoso niño de ojos marrones que era inspiración de todas sus novelas, le había dicho que lo amaba, con tal sinceridad que él mismo había pedido que lo repitiera y en esos ojos achocolatados en los que tantas veces vio su reflejo pudo ver que Hiroki decía la verdad.  Mordió el labio inferior de Hiroki sin poder contenerse y un suspiro entrecortado salió de los labios del moreno

-No-

El viento frío soplaba entre los árboles pero la concentración de Hiroki se mantenía en el cálido aliento que lentamente exhalaba Akihiko sobre su cuello. Era realmente extraña la sensación del cálido aliento en su piel contrastado con la fría nariz de Akihiko que acumulado con la húmeda saliva del peliblanco lo hacía temblar ligeramente.

-¿Hiroki?- la ronca voz de Akihiko lo sobresaltó; podía jurar que aunque no lo podía ver Akihiko tenía aquella sonrisa pícara propia de él de saber que era el causante del nerviosismo que enfrentaba  ahora el moreno

-S-sí- trató de responder lo más calmadamente que pudo pero lo único que salió de sus labios fue una respuesta acompañada con un entrecortado suspiro que Hiroki no pudo contener.

-¿de verdad sientes lo mismo?-  Hiroki abrió de apoco sus ojos achocolatados que había mantenido cerrados extrañándose por la pregunta, pero a penas abrió la boca sintió como Akihiko mordió ligeramente la manzana de Adán de Hiroki lo que hizo que se agitará tensando una vez más los músculos

Como respuesta Akihiko escuchó una leve risa del moreno.  Hiroki aún intentaba procesar la declaración que Akihiko había hecho hacía unos minutos y ahora la pregunta que le había hecho hace apenas un par de segundos, ¿en verdad había preguntado eso? Si había sido Hiroki el que se había desvivido cada segundo por el pequeño niño peligris del cual se había enamorado desde que tenía memoria.  Toda su vida había girado en torno a él, pensar las veinticuatro horas del día en él, y afrontar que estaba enamorado de otro hombre a los diez años.  Definitivamente Akihiko no tenía ni la más remota idea de todo el sentimiento que su mejor amigo había guardado todo aquel tiempo. 

-Hiro…-Akihiko retuvo sus palabras cuando sintió las manos siempre cálidas de Hiroki sobre su rostro que lo alejaban de su cuello y lo atraía para que lo viera de frente; las palabras no hacían falta porque de tantas veces en que Hiroki le desviaba la mirada, de tantas veces en que Hiroki rechazaba su tacto, de tantas veces en que Hiroki se alejaba, ahora lo tenía justo frente a él, a unos cuantos centímetros, en donde podía contemplarse perfectamente lo rojo de su cara, el aliento que exhalaba, los ojos achocolatados que ahora lo miraban fijamente, aún avergonzados pero con una expresión que jamás había visto en el moreno.  

Por su parte Hiroki quien había tardado en responder reaccionó al haber escuchado la voz de Akihiko, por lo que tomó entre sus manos el rostro del escritor, tenía algo que decirle a los ojos, si él quería oírlo de nuevo, no tendría problema en repetírselo una y mil veces más si era necesario; respiró hondo al encontrarse con esa mirada fija puesta sobre el

-Yo te amo- quedito pero seguro de sí mismo, ruborizado a ya más no poder pero feliz de saber que por fin podía decir eso sin tener que callárselo, ni sufrir, ni que su corazón se destrozara en mil pedazos por no ser correspondido.  Sintió de nuevo la sensación suave de sus labios juntos con los de Akihiko, aquellos labios que tantos conjuros le habían dado, y aquel sabor dulzón que siempre sentía al sentir un beso fugaz no se habían ido, simplemente ahora tenían otro significado.

Las manos frías de Akihiko se deslizaron por el pecho del moreno para comenzar a deshacer la corbata corinta que aún traía puesta desde la mañana de la boda.  Usami sabía que no era el lugar ni el momento para hacer lo que tenía planeado hacer pero tener a Hiroki tan cerca no le dejaba opción y mucho menos cuando cada que lo besaba escuchaba el sonido de Hiroki exhalando despacio, podía notar que su moreno amor platónico a penas y podía controlar su respiración.

Terminó de desabotonar la camisa, dándole una hermosa vista de Hiroki recostado contra el árbol con su pecho destapado que acompasadamente subía y bajaba, una rápida vista hacia los ojos contrarios y Hiroki desviaba la mirada ruborizado, ¿acaso sabía Hiroki lo sensual que se veía en ese momento? Curvó sus labios en una fina sonrisa y sin querer esperar más rodeó con sus brazos la cintura de Hiroki y posó sus labios en el pezón derecho del moreno.

-¡Aghm!- Hiroki no pudo más que aferrarse a la espalda de Usami y clavar sus uñas en él para intentar vanamente alejarlo, aquella acción lo había tomado por sorpresa. Tragó en seco al sentir la boca de Akihiko apretando suavemente su piel rasgando levemente con los dientes su pezón haciendo que éste reaccionara. Cerró un ojo al sentir la lengua de Akihiko pasando por aquel botón palo rosa.  –Uhm…- tapó inmediatamente su boca al haberse escuchado a sí mismo pero de pronto sintió como aquella sensación se desvanecía mientras Akihiko se separaba levemente de él.

-Tu voz,  suena erótica- Usami agarró el brazo de Hiroki y sin mucho cuidado le quitó la mano de sus labios

-Oi, es... por eso…- intentó excusarse el profesor pero no le dio tiempo a seguir alegando al sentir que Akihiko volvía a su tarea de succionar aquel área sensible.  Hiroki cerró ambos ojos con fuerza sin la posibilidad de mover ambos brazos que eran sujetos por Usami.

Comenzaba a exhalar más audiblemente mientras Akihiko ponía toda su concentración en su pecho a la vez que empezaba a quitarle la camisa y el saco por completo lo cual no tardó en realizar pues para su deleite Hiroki había cedido ante sus movimientos, mordió un poco más fuerte el pecho del moreno, le excitaba el simple hecho que Hiroki con tanta naturalidad aceptase sus caricias cuando pensó jamás ocurriría.

-¡Ah! Mnh…- a penas sintió la dentadura presionarlo con fuerza, él mismo no pudo evitar cerrar su mandíbula ante el tacto rudo de Usami pero ahora eso era precisamente lo que quería; no podía pedir nada más que ser destrozado por Akihiko, ser tratado tan fuerte como los sentimientos que el peliblanco tenía ahogados y los demostraba en esa forma tan posesiva de amar, y Hiroki lo sentía, en cada succión en cada mordida en cada beso era obvio saber cómo se sentía Akihiko y eso le hacía enrojecer inmediatamente hasta el punto de poder sentir el calor no solo en su rostro sino en cada parte de su cuerpo.

Un movimiento certero de Akihiko y se encontraba desnudo desde la cintura para arriba y aunque el frío viento se colase entre los árboles Hiroki no lo sentía, seguía sin sentirlo, ahora solo quería sentir la piel ajena por lo que con manos poco temblorosas comenzó a quitarle la corbata a Akihiko

-Hiro-ki- y a penas pronunciado su nombre Hiroki detuvo sus pasos sintiendo el calor subir por sus mejillas de nuevo. –sigue- escuchó la exhalación errática de Usami quien se detuvo un instante para comenzar a quitar el cinturón de su pantalón.  El moreno tragó saliva en seco y sus ojos achocolatados se abrieron cuando oyó cómo el cierre de su pantalón se había abierto.  La mano fría de Usami comenzó a entrar y Hiroki se hizo para atrás rozando su espalda en el grueso árbol tras suyo pero no importó al sentir las manos frías de Akihiko agarrar su miembro cuidadosamente para sacarlo de su ropa.

Akihiko se relamió los labios inconscientemente ante la vista perfecta del miembro semi erecto de su primer amor.  Esa delicada piel que reaccionaba ante su tacto, tan cálida y que palpitaba al mismo ritmo que su corazón acelerado. 

-No-lo.. mires- Akihiko salió de su ensoñación para contemplar a Hiroki que ruborizado le suplicaba con los ojos.  ¿en serio era el mismo demonio Kamijou? Si ese sonrojo y sus ojitos gachos cristalinos reflejaban un rostro de sumisión perfecta-

-¿Por qué si eres perfecto?- y  en un segundo Akihiko no podía ser más feliz al notar cómo Hiroki se sonrojaba más ante ese comentario.  Sin pensarlo dos veces bajó su cabeza  

-Hiroki-

-Umm- respondió nervioso sin perder de vista los movimientos de Akihiko.

-Levanta las caderas- Hiroki se sorprendió ante el comentario, pues significaba que quedaría completamente desnudo ante Akihiko cuando él ni siquiera había podido quitarle la corbata.  Frunció levemente el ceño y antes de hacerle caso cerró sus avellandos ojos e inhaló fuerte,  ahora no era Takahiro, ahora era él mismo y antes que Akihiko hiciera de él lo que quisiera, Hiroki desde antes estaba seguro había cargado con el sentimiento de ser él quien hiciera feliz al peliplateado por lo que sin esperar más agarró el rostro de Akihiko y juntó sus labios con los de él, sintiendo el cosquilleo de los blandos labios ajenos sobre los suyos que le hicieron abrir la boca inmediatamente para dar paso a su lengua. 

Hiroki cerró los ojos y sin querer pensarlo dos veces desabrochó el pantalón de Usami bajándolo de un tirón; dos brazos lo rodearon instintivamente y Hiroki aprovechó para colocar todo su peso sobre el pecho de Akihiko haciendo que se recostara sobre la grama, sus piernas se posicionaron a los costados de la cintura de Akihiko y mientras Hiroki volvía a besarlo Usami se deshacía de su pantalón

Por primera vez Hiroki se sentía torpe besando, como si hubiese sido la primera vez que sus labios se juntaban; pues al ser él el impulsivo al besarlo, Akihiko dejaba que jugase dentro de su boca lo cual para Hiroki y sus nervios a flor de piel le impedían moverse con facilidad, por lo que rápidamente quitó sus labios sintiéndose aún más nervioso, ya que sabía lo que haría a continuación.

Por su parte Akihiko sintió cómo Hiroki terminaba el beso para luego quitarse poco a poco de encima de él, lo cual le hizo abrir los ojos confundido, colocó sus codos en el suelo en ademán de levantarse pero se detuvo cuando notó que Hiroki recostaba su pecho en la grama frente a él, era obvio lo que haría y las orbes violáceas de Akihiko no pudieron más que contemplar a la hermosa figura frente a él que tímida tomaba su miembro.

-Hiroki vas a…- no pudo terminar de preguntar pues sintió la cálida lengua de Hiroki en la cabeza de su miembro semi erecto. No pudo evitar suspirar y como respuesta Hiroki detuvo sus movimientos nervioso. 

Unas manos frías fueron todo lo que necesito Hiroki para calmar  su corazón acelerado, aunque fuera un poco.  No se atrevió a ver a los ojos a Usami por lo que aún con esa mano fría en su cabeza que siempre se sentía bien, volvió a introducir el miembro de Akihiko a su boca moviendo su lengua acompasadamente, y tomándose su tiempo para acariciar con su mano el contorno de este desde la base mientras le prestaba atención a la punta con su boca.

Su corazón latía cada vez a un ritmo menos acelerado al sentir como la fría mano de Akihiko acariciaba su cabello suavemente lo cual hacía sentir al moreno más seguro de sí; después de todo lo que Hiroki siempre había querido se estaba volviendo realidad, hacer sentir feliz a Akihiko que esos ojos violetas que miraba desde pequeño no fueran los mismos opacos y tristes de siempre sino fueran ojos que reflejaran paz, amor, alegría aunque fuera hacia otra persona, ahora que recordaba por ello se había querido pasar también por Takahiro, aunque también estuvieran incluidos sus propios deseos egoístas.

Una voz ronca salió de los labios de Akihiko y Hiroki regresó a la realidad, frunció su ceño levemente por recordar el pasado pero luego relajó su expresión, ahora quien hacía feliz a Akihiko era él mismo, y solamente por ser él, por un instante Hiroki subió su achocolatada mirada hacia el foco de su atención, aún con el miembro del peliplateado en su boca; y lo que notó fue una hermosa mirada violácea penetrante hacia él, aparentemente como si Akihiko hubiese tenido la vista fija en él todo el tiempo incluso mucho antes que él lo volteara a ver; pero a penas sus miradas se cruzaron Akihiko dejó esa expresión concentrada de lujuria para esbozar una sonrisa pícara que heló al moreno bajando la mirada recordando la posición y lo que estaba haciendo.

Cerró sus ojos y decidió concentrarse en su tarea de seguir jugueteando con el miembro de Usami, sintiendo cómo comenzaba éste a agrandarse y comenzaban a notársele unas finas venas sobresalidas que denotaban la presión con que seguro la sangre de Akihiko comenzaba a bombear en ese lugar.   Hiroki hubiese querido seguir así pero estaba seguro de dos cosas, la primera que su propia erección, al sentir la de Akihiko en su boca, comenzaba a dolerle y la segunda era que no precisamente quería que todo acabara tan rápido y para su sorpresa Akihiko pensaba lo mismo al separarlo suavemente de su miembro.

-Lo siento, pero es mi turno- Acaricio la mejilla de Hiroki mientras con el pulgar la quitaba un poco de saliva de la comisura de los labios.  Recostó a Hiroki sobre el frío pasto y terminó de desvestirlo; rio un poco, si conocía bien a su moreno amigo sabía que éste estaría enojado por ser el único completamente desnudo ya que Usami aún conservaba su saco e incluso la corbata.  Pero no quería desperdiciar el tiempo terminando de desvestirse por lo que apenas dio un vistazo al cuerpo entero de Hiroki abrió las piernas del moreno par en par agachando levemente la cabeza mientras pasaba su mano por sobre la piel sensible del moreno, y con la otra mano acariciaba la parte inferior de su muslo.

Su vista violácea pasó por la cicatriz que Hiroki se había hecho de pequeño, aquella herida de la cual habían hablado a penas hace tres días en el avión.  Sin pensarlo dos veces besó aquella cicatriz que hacía muchísimo tiempo había visto por primera vez, cuanto Hiroki lo convenció de cubrirse los ojos con una venda y a penas por la rajadura de ésta había podido notar aquella tez morena que le corroboraba una y otra vez que no era Takahiro sino el propio Hiroki al que le había hecho el amor, aunque ni el propio profesor supiera de ello.

Siguió deslizando sus manos hasta toparse con la entrada ceñida del moreno que dio un respingo ante el leve roce de Akihiko.  El peliplateado sonrió ante aquel acto de Hiroki tan vulnerable a todo lo que hiciera y en vez de quitar su mano simplemente  con su dedo medio comenzó a delinear el contorno del pequeño aro de músculos que se  ceñía cada vez más.

-¡Akih-ahg!- Hiroki contuvo el aliento ante los movimientos que Akihiko realizaba despacio, levantando su cabeza y recostándose sobre sus codos.

-Abre más las piernas, así puedo..

-no lo digas-  Akihiko lo volteó a ver con una sonrisa autosuficiente en su rostro, era obvio y Hiroki, por el tiempo que llevaba de conocerlo, debería saber que Akihiko no era de las personas prudentes que callaban.

-verte- sonrió y Hiroki rojo desvió la mirada, cayendo inmediatamente al suelo cuando Akihiko lo jaló más hacia sí y levantó con una de sus manos la cintura del moreno elevándolo momentáneamente mientras agarraba una de las prendas más cercanas y las ponía debajo de su cadera quedando Hiroki levemente hacia arriba, permitiéndole a Akihiko no solo una mejor visión sino más comodidad para seguir con lo que había dejado a medias.

Hiroki se tensó al sentir aquella prenda debajo de su cadera, dejando a Akihiko su entrada a mera disposición suya, no pudo más que cerrar los ojos y sentir como uno de los dedos de su amor ya no platónico, entraban suavemente por su entrada.  ¿Hace cuánto que no había tenido sexo? Tal vez dos años, sinceramente ya no lo recordaba pero bien que recordaba el dolor de aquella sensación extraña recorriendo su cuerpo.  Apretó los dientes al sentirlo salir y suspiró bajito preparándose mentalmente para que Usami volviera a hacer lo mismo, y efectivamente así fue pues con un poco de mayor precisión Akihiko volvió a penetrarlo sacándole suspiros entre cortados que Hiroki apenas y podía controlar.

Por su parte Akihiko empezaba a adorar ese juego, pues la entrada cálida de Hiroki paraecía succionar sus dedos hábilmente aunque sabía que aquel era un movimiento involuntario del moreno, siguió metiendo y sacando su dedo hasta que Hiroki se acostumbró al movimiento y de apoco dos dedos le acompañaron haciendo un leve movimiento de tijeras dentro de Hiroki que ya comenzaba a temblar y a excitarse cada vez más con el movimiento que Akihiko hacía con su otra mano sobre el miembro de éste, casi al mismo tiempo que jugaba en la entrada del moreno con sus dedos.   Tragó en seco al sentir que cada vez los sonidos de Hiroki se volvían más audibles y eróticos de lo que su propio cuerpo podía aguantar a escuchar.  Sin querer esperar más se hincó frente a Hiroki y tomó su propio miembro para acercarlo a la entrada del moreno.

-¡E-espera!- los ojitos medio cristalinos del castaño lo hicieron detenerse, -yo… dolerá- Hiroki no tenía donde ocultar la cara, y esa era la única forma de detener a Akihiko, y aunque aún no se atrevía a verlo a la cara y decirle que sin lubricante aquello sería doloroso, esperó a que su indirecta fuera captada por el peliplateado.  Akihiko puso una expresión de duda frente a sus palabras, sin embargo no tardó en darse cuenta a lo que el moreno se refería. 

Su propio miembro estaba ya estimulado por la boca del moreno por lo que le bastó masturbarse un poco recordando la expresión concentrada de Hiroki mientras lo lamía y aquello fue suficiente para que sacara una cantidad más que suficiente de líquido pre seminal que le sirvió de lubricante tibio para el moreno que ante el tacto oprimió sus paredes casi inconscientemente pero se obligó a relajar sus músculos al saber que aquello haría la tarea de Akihiko mucho más fácil.

Akihiko tomo su propio miembro y comenzó a penetrar la entrada húmeda de Hiroki dejando salir un suspiro de satisfacción.

-¿Estás bien?-

-S-sí- respondió quedito Hiroki y como respuesta Akihiko colocó entre sus brazos cada una de las piernas del moreno recostándose sobre él hasta topar sus frentes.  Sentían la respiración agitada de ambos y el choque del aliento piel contra piel  los estremecía a más no poder.  Era inevitable querer encontrarse nuevamente en un beso profundo y mientas sus lenguas se entrelazaban Akihiko comenzaba a moverse dentro de Hiroki; movimientos lentos y acompasados como el beso que se daban, como si tuvieran todo el tiempo del mundo, como si quisieran recuperar todo el tiempo perdido y que aquel acto durara los diez años en que se habían separado, que durara desde la primera y única vez que habían hecho el amor hacía tanto tiempo.  Y Akihiko se tomaba su tiempo para salir y entrar cuidadosamente, sintiendo como Hiroki a voluntad propia contraía sus músculos cada que él volvía a entrar.

Pero aunque ambos quisieran que durara eternamente era inevitable querer aumentar la velocidad, sentir como inevitablemente aquella fricción los calentaba aún más no daba opción a querer prolongar el orgasmo que se avecinaba y sus gemidos sin querer retenerlos inundaban el lugar.  Estaban en la base secreta en las afueras de un jardín de una mansión abandonada, podían gritar y gemir lo que quisieran que tenían asegurado que nadie los escucharía, y por ello Hiroki ya no reparaba en la vergüenza de gemir y hasta gritar el nombre de Akihiko cada vez que este salía casi por completo para volver a embestirlo con la fuerza que caracterizaba al mayor de estatura.

-¡Allí!- Ya no había espacio para la vergüenza, el pudor ni el recato y Hiroki solo podía pensar en que necesitaba que Akihiko lo siguiera haciendo suyo de aquella forma tan fuerte que le hacía sentir vivo, porque mientras las penetraciones fueran más fuertes Hiroki más sentía que estaba en la hermosa realidad y no en uno de sus sueños frustrados.

Akihiko tomó el miembro del moreno apretándolo con su mano derecha y jalándolo con fuerza lo que provocó que Hiroki cerrara los ojos con fuerza dejando caer una lágrima de placer mientras sus gemidos se convertían en gritos roncos de goce.

-Hi-Hiroki..-míra-rame- logró articular Akihiko entre gemidos, definitivamente necesitaba ver esos ojos achocolatados cuando Hiroki se viniera, porque la última vez no había tenido aquella oportunidad de ver el rostro del moreno, esta vez no tenía ninguna venda, ningún secreto que guardar, lo dijo en papel, se lo dijo de frente, y lo estaba haciendo ahora con cada movimiento de su cuerpo con el contrario; y a penas Hiroki abrió los ojos, Akihiko entre gemidos sonrió ante la vista de los ojos llorosos y lujuriosos de Hiroki, eran hermosos, tan achocolatados como siempre, pero con una mirada de amor dedicada exclusivamente a él tan profunda que Akihiko detuvo sus movimientos por una décima de segundo para luego volver con más fuerza al sentir un pequeño escalofrío por parte de Hiroki por haberse detenido.

-Juntos…-

-Sí- no era necesario que dijeran más  Hiroki abrió aún más sus piernas y tensó sus músculos mientras Akihiko lo penetraba más rápido y masturbaba a Hiroki más fuerte. Un par de estocadas más y Akihiko liberó todo su semen en el interior del moreno mientras éste se corría encima de su vientre.  Las piernas de Akihiko se debilitaron inmediatamente cayendo de apoco encima de Hiroki.  Sintiendo la respiración agitada del moreno quien también se encontraba agotado.

-Te amo- simple, era tan sencillo decir eso ahora, sí tuvo que habérselo dicho antes cuando le hizo su primer conjuro pero la diferencia era que ahora estaba seguro que Hiroki

-Yo también te amo- sí, diría exactamente lo mismo.  Y en ese lapso de tiempo en que ambos podían oír la palpitación acelerada del otro y el silencio opacado solo por sus respiraciones cada vez más controladas, en ese preciso lapso de tiempo estar así era todo lo que importaba.  Hiroki tomó entre sus brazos a Akihiko quien se encontraba recostado sobre su hombro y de apoco fue cerrando los ojos hasta caer profundamente dormido.  Akihiko por su parte le hubiese querido llevar a la princesa en brazos fuera del frío de la noche pero se sentía tan a gusto entre sus brazos, con su cercanía y aún en el interior del moreno que apenas cerrando los ojos logró quedarse profundamente dormido.

Notas finales:

Y este es el final feliz para ambos, una noche perfecta :3 aunque dudo que la mañana siguiente sea perfecta para Hiroki O.o xD ok fui mala con él y al final terminé dándole duro contra el árbol, suelo, base secreta xD

Gustó, no gustó?? Please háganme saber en review si me gradué de la lemmon university xD

Un poco tarde chicas pero espero que hayan pasado una muy Feliz Navidad!! Y Que este año nuevo les traiga bendiciones y nuevas metas y sueños! Suena cliché pero en verdad lo deseo! Para mí, el año pasado fue en verdad grato conocerlas! A todas las que me escribieron aunque sea un review, créanme que les agradezco la sonrisa y no digamos a las que siguen aquí leyendo mis locuras.  Aguante el mínimum a pesar de la tercera temporada!!!! O.o a ver que nuevos hoyuelos me deja Nakamura para escribir

Oki chicas ahora si un beso gigante y ya no les digo si va a ser o no el ultimo cap porque no sé o.o   Las quieroooo!!!!


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