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The Proposal por Himiko Hirisashi

[Reviews - 71]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del capitulo:

Hola hermosas!!!! Hoy si debo disculpa del tamaño del largo del fic xD tengo una palabra para mi atraso:  privados! u.u pero ustedes y su aceptación para con Hirohiko y que a pesar de lo que me tarde se toman su tiempo para el review :’) me hacen querer continuarlo! Y además la fecha se viene chicas!! sip, ya tengo fecha de conclusión de fic y se va en los siguientes tres lunes, tres caps y le doy fin a esta historia :’)  Así que aquí vengo presentándome con el antepenúltimo cap y como me atrasé mil años seguro hasta ya se olvidaron de qué va xD (a mí me pasa todo el tiempo) así que oh glorioso resumen  aquí les va!

Hiroki encuentra a Akihiko en la base secreta, y aclaran ambos su sentimientos, dejo a Hiroki inválido y enfermo (como lo prometí xD) pero al día siguiente debía Akihiko regresar a Inglaterra, deciden casarse y la familia de Hiroki y Gilbertson llegan a la mansión y solo hay una cosa más qué hacer:  La entrevista! (que como ustedes recordaran en la peli, las respuestas aparecen en los créditos) y aquí es donde se difumina y continua el fic :3

Acotaciones graciosas a todas ustedes chicas!!!! 

1.  La mayoría no había visto la peli y terminaron viéndola a pesar que les dije que no xD (les juro que morí de risa con cada una que me dijo que la vio ahora que yo escribía la parodia) gracias en serio por decirme que mi adaptación fue buena n.n jajajaja ese era mi miedo xD

2.  Les debo cada review por recordarme el Hirohiko de un punto de vista distinto y decirme en que partes fui graciosa y en donde hasta cambié nombres! O.o

3. Probablemente Hirohiko sea la palabra más rara para etiquetar a una pareja, y todas aceptaron el hermoso nombre marciano que sugerí, las adoro por eso!!!

Ok ya me puse sentimental, gomen xD así que las dejo en paz por el momento y mi monólogo continua abajo.  Beso enorme y antes antes mil gracias también a los comments anónimos nuevos! Nuevooos! A pesar de los veintitantos (que ya ni yo llevo la cuenta) xD  ahora si chicas a leer!!

Dos horas después de la llegada  de Gilbertson y la familia Kamijou a la mansión, la oficina de Inmigración llevó las preguntas a la mansión Usami, mientras Hiroki había llamado por segunda vez para avisarle de su ausencia a Miyagi y Satou Kamijou hablaba con Usami Fuyuhiko a quien le avisaba del paradero de su hijo.

Gilbertson rodó los ojos mientras en una esquina de la habitación veía a Kamijou tratando de hablar por celular mientras era interrumpido por su madre y por otro lado su prometido se encontraba hablando con la señora canosa que lo había insultado desde que llegó a su oficina y ,según Gilbertson, el único cuerdo de esa escena, se enfocaba en hablar por teléfono en una esquina. 

Respiró hondo, jamás había tenido en su trabajo unas personas tan problemáticas como lo eran ellos así que decidió terminar con todo de una sola vez, hacerles preguntas que no pudieran contestar, denegar la visa e irse de allí para siempre.  Una pequeña sonrisa surcó su rostro en cuanto Tanaka entró al bullicioso lugar haciendo que todos se callaran mientras el mayordomo entregaba los papeles al desesperado y extrañamente sonriente Jefe de Migración

—Bien, ya que tengo esto,  como les había mencionado el viernes pasado a cada uno de ustedes los entrevistaré por separado para saber cuánto saben de cada uno y la única forma de aprobar es si coinciden en Todas y Cada una de las respuestas— remarcó las últimas palabras y Akihiko lo miró desafiante mientras Hiroki tragaba en seco. —¿de acuerdo?—

—¿Kamijou?— el aludido recostado desde la cama lo volteó a ver inmediatamente; algo en esos ojos no le daban buena espina, pero debía dar la respuesta acertada porque, aunque el requisito era totalmente estúpido, ese cuestionario era parte del último requerimiento y si se confundían estaba seguro que el señor con la vena resaltada que se encontraba frente a él impediría el trámite por ese requisito.

—Umm—  Dijo acompañado de un pequeño estornudo que captó la atención de los presentes e hizo a Anna revisarle la fiebre.

—Empiece ya que mi prometido no se siente bien— Remarcó Usami y Hiroki se quedó sin habla al escuchar la seguridad con que Akihiko decía aquellas palabras, como si hubiese sido su prometido  desde hacía tiempo cuando ni una semana había siquiera pasado de volver a verse.  Sintió un pequeño escalofrío que le erizó la piel y más aún por el hecho de que no podía ni siquiera regañarlo por decir esa clase de cosas enfrente de todos, pues la firmeza con que el peliplata había hablado y el enojo que se veía en sus ojos hacia Gilbertson le daban a entender que no había sido ni siquiera por molestarlo.  Era una afirmación de su estado ahora, un hecho real que Hiroki no podía dejar pasar.  –¿Verdad amor?—

—¿Eh?.. umm— dijo rápido sin siquiera darle tiempo a poder procesar la actitud soñada que Akihiko tenía en esos momentos.

—Bien, todos afuera de la habitación, empezaré con el señor Kamijou, luego entrevistaré a  Usami y por último a  los aquí presentes que son tres testigos y con eso me basta aunque si quieren llamar a alguien más…—

—¡No!— gritaron ambos chicos al mismo tiempo bajo la mirada sospechosa de Gilbertson que necesitaba por lo menos alguien más para aumentar probabilidades de fallo—

—De acuerdo aunque su rotunda negativa la apuntaré como negación a una de las preguntas— sonrió lascivamente ante la cara perpleja de Hiroki y la enojada de Akihiko, se notaba a leguas las intenciones de aquel hombre pero a diferencia de Hiroki, Akihiko se puso como meta no dejar que Gilbertson hiciera algo para que la entrevista fallara.

—Bien, ahora sí…. Empecemos—  Dejaron todos a Hiroki solo en la habitación quien intentó acomodarse un poco en la cama con techo y cortinas a los lados mientras Gilbertson sin mediar palabra tomaba asiento justo a la par y abría la plica que contenía el pliego de preguntas dirigidas al castaño que lo miraba dudoso

 

—Bien Kamijou… Pregunta uno, ¿Qué le pasó en realidad anoche?—Gilbertson levantó una ceja y Hiroki sentía arder sus mejillas.

—¡¿Eh?!... Eh…— “¿en serio esa era su primera pregunta?” sus achocolatados ojos se abrieron como platos mientras se sonrojaba instantáneamente pensando un par de segundos en qué contestarle— ehhh.. yo… discutí con Akihiko y aclaramos nuestra discusión de lo que pasó en la boda y decidimos casarnos—  la repuesta más certera que encontró en tan poco tiempo en que esos ojos de ave rapiña parecían medirle el tiempo

—No me refiero a eso, me refiero al porque ni siquiera puede salir de la cama— respondió tajante Gilbertson

—¿por la intravenosa?—

—Sí claro….  Esta consciente que el tubo del que cuelga el suero tiene ruedas ¿verdad?—

—Etto—

—¡Diga la verdad!—

—¡Solo discutimos en el jardín, dormí mal acostado y ya!— le respondió con la palpitación a mil y un leve ceño fruncido ya viéndose arrinconado por Gilbertson que solamente sonrió…

—Pregunta dos ¿Cuál es el color favorito de Usami…

—Rojo

—¡Espere no he terminado! –Hiroki rodó los ojos…¿qué más podría preguntar acerca de un color? —¿cuál es el color favorito de Usami dentro de la casa?

—Ehh ¿rojo?—

—¿y el suyo?—

—¡Oiga él no va a saberlo!—

—Muy bien, apuntaré eso como un indicio en contra de él..

—¡Blanco!— un pequeño ceño fruncido y una mirada de confusión fue lo que a Gilbertson le bastó…al parecer no sería tan difícil denegar esa visa.

—Pregunta tres, primera vez que vio a Usami

—Fue cuando se mudó, me dijeron que recientemente había vuelto de Inglaterra, pero lo vi desde lejos cuando se estaba mudando— suspiró un poco preocupado por las primeras pregunta que no estaba seguro si Akihiko contestaría bien cuando fuera su turno..

—¿Primer cosa que llevaría a una isla desierta?, él y usted por supuesto—

—Yo equipo de primeros auxilios, etto él… espere, ¡estas preguntas no venían en el manual!—

—Ah sí… lo cambié—

—¡¿Qué?! ¡Espere usted no puede hacer eso! ¡augh!— cerró un ojo al haberse movido un poco de la cama…

—Puedo y lo estoy haciendo, conteste—

—Pff— resopló, ahorita lo que quería era descansar y no solo por la gripe sino por cierto dolor punzante que no lo dejaba pensar; sí, definitivamente no estaba para contestar preguntas sin sentido así que mejor era responder preciso— no sé, llevaría, si él fuera prudente… también un equipo de primeros auxilios.

—Siguiente Pregunta, el primer libro que Usami..

—¡Libro…! ¡Maldición!— abrió sus achocolatados ojos de par en par al recordarse de un pequeño detalle que le había comentado a Usami hacía algunas horas.

—¿Eh?—

—¡Vaya a esa librera!

—Lo lamento pero no puede ayudarse de…—

—“Si no te hubiera conocido”—

—¿Me está insultando?—

—Así se llama el libro pedazo de… de… ¡agh!— Hiroki frunció el ceño  mientras volvía hacia la librera a su lado derecho y donde seguro se encontraba el maldito libro que no leyó hacía como diez años y que tenía ahora una necesidad estúpida de leerlo pero ni siquiera podía mover una mano y el dolor de cadera lo mataba —sólo, páseme el libro—

Gilbertson agudizó la mirada y se levantó sin ánimo de su asiento, la verdad él ni siquiera sabía cómo se llamaba el libro pero el punto era realizar cualquier pregunta así que sin más ante la respuesta del castaño decidió hacer lo que el minusválido quería

—Busque ése—Después de un par de segundos, el aludido sacó el libro y se lo pasó a Hiroki quien de inmediato lo abrió pero la mirada de Gilbertson lo hizo cerrarlo, al menos ahora ya lo tenía entre sus brazos .

—Volviendo al tema… cuénteme, ¿Por qué Akihiko escribe novelas BL?—  Hiroki ladeo la cabeza dudando mientras dirigía su vista achocolatada hacia ningún punto fijo a su izquierda

—Eh, qué se yo, es cómo preguntar ¿por qué decidió ser jefe de migración? Son preguntas que no tienen resp…

—¡Señor Kamijou!  ¡Mi abuela fue migrante!  En mil novecientos cincuenta y seis vino a Japón con un sueño…— y Hiroki empezó a comprender que era mejor que solo respondiera y no le hiciera preguntas a Gilbertson…

Media hora después

—… por eso decidí ser Jefe de Migración— respondió secando una lágrima invisible que Hiroki vio con sarcasmo.

—Ehh, ¿siguiente pregunta? —

—Claro…, responda primero la que le hice—

—Pff, pues etto— “¿por qué carajos Usami decidió escribir porno gay amoroso?” ¡¿cómo diablos voy a saber eso!?  —Ehh, por que… ¿le gusta?— Si escribe eso seguro es porque… un momento, ¿si Akihiko siempre estuvo enamorado de mí significa que sus BL...

—¿Kamijou?, ¿está bien?... aunque déjeme decirle que aunque le suba la fiebre hay que continuar, así que…¡Siguiente pregunta!.... ¿qué cree que Usami ve en usted?— Gilbertson lo volteó a ver mientras Hiroki se sonrojaba aún más por la pregunta que acababa de hacer

—Yo…— cerró sus ojos y sacudió levemente la cabeza en un puchero infantil, no era tiempo de pensar en novelas BL, pero tampoco quería pensar en la pregunta que le acababan de hacer, ese tipo ya lo estaba jodiendo en serio y más en ese silencio incómodo en que se trataba de convencer a sí mismo que solo era una pregunta y ya aunque su sonrojo no ayudaba en nada, pestañeó y desvió la vista bajando la mirada mientras su sonrojo aumentaba y llevaba su mano derecha hacia sus labios que tantas veces en su infancia fueron besados por aquel niño que al parecer estuvo enamorado de él en aquel tiempo, tembló ligeramente al pensar en tantos recuerdos que

—Tal vez todo—

—¿Eh?— Hiroki despegó la vista de la cama para ver a un Gilbertson estupefacto de sus propias palabras sueltas sin pensar mientras se levantaba de la silla y se dirigía hacia la puerta cerrándola tras de él.

—Se terminó la entrevista— escuchó Hiroki tras de la puerta aún confundido con lo que acababa de pasar pero suspirando aliviado que no había tenido que responder a la última pregunta…

Por su parte Gilbertson fue guiado por Tanaka al baño donde se lavó la cara varias veces tratando de convencerse que no era gay y si por una vil desgracia del mundo lo había sido, fue por un segundo en que se distrajo con ese moreno que ahora solo le producía una vena resaltada en su frente y un rubor que ni con toda el agua del mundo podía desvanecer.   Rechinó los dientes, era hora del prometido “¡prometido!” recalcó mentalmente, por lo que salió del baño hacia la habitación separada donde lo encontró fumando.  Sí, por lo menos lo único que miraba en ese hombre era odio y con eso era suficiente para proseguir

—¿Por qué esta sonrojado?—

—¡Eh!... aquí el que hace las preguntas soy yo— respondió nervioso mientras se sentaba en la sala de estar en uno de los salones principales de la mansión viendo a Akihiko quien se encontraba a pocos metros en el balcón fumando

—¿Le importa si me quedo aquí?—  Gilbertson frunció el ceño; con esa, era la segunda pregunta que le hacía…

—Como quiera;  ¿desde qué edad fuma?—

—Desde los veintiuno quizá, aunque en estos últimos días no lo he hecho— respondió sonriendo mientras volvía su vista al jardín enfrente de él. —¿y esa en verdad era la primera pregunta que quería hacer?— Akihiko alzó una ceja y Gilbertson tragó en seco, con esa era la tercera pregunta; por lo que sin dudarlo se levantó del asiento y se dirigió al balcón para enfrentarlo y sacar el montón de preguntas que había hecho en los últimos días para la no tan adorable pareja de prometidos.

—Deje de hacer preguntas y responda… ¿qué le pasó a Kamijou anoche?— comenzó con la primera de las mil preguntas sin sentido que no logró terminar con Kamijou

—Tuvimos sexo en el jardín y el frío de la madrugada hizo que se resfriara—  Akihiko lo vio por el rabillo del ojo, estuvo a punto de reír por la palidez en el rostro ajeno pero se controló, soltó el aire y volvió a hablar —Si se fija bien, entre aquellos árboles… allí fue, ¿los ve?— le sonrió y no pudo evitar reírse ante el rostro que tenía enfrente y que de pronto volteaba a ver a sus hojas

—Ehhh… siguiente pregunta…—¿Color favorito de Kamijou dentro de la casa? Y dígame el suyo.— respondió tratando de borrar la imagen mental que se había formado, y deseando no haber preguntado aquello, tal vez con la respuesta inconclusa del moreno había sido suficiente…

—¿sabe que es una pregunta ilógica verdad?— y con esa era la cuarta pregunta que el imprudente de Usami le hacía

—¿Conoce a Kamijou o no?—

—Claro que lo conozco—

—Entonces conteste— Akihiko suspiró, no estaba de ánimos para ponerse a discutir y menos desde que le habían dejado fuera del alcance de Hiroki, lo que le había hecho volver a fumar.  Pero definitivamente no iba a caer en el juego del mayor, que más obvio no podía mostrarse ante el tipo de preguntas que estaba haciendo y qué como buen escritor, iba a sacar partido de ellas.

—el mío siempre es rojo, el de él… depende.  Si está en el jardín es el verde, en el cuarto es  rojo, en el baño es blanco, en la cocina el amarillo, en la sala el azul, en el comedor el café y en el sótano el negro.  Alguno de esos colores debe ser— mintió sonriéndole mientras se podía escuchar a un kilómetro de distancia el rechinar de los dientes del gerente de Migración.

—Pregunta tres —¿primera vez que vio a Kamijou?— mencionó entre dientes

—En el jardín donde anoche lo hicimos— y su sonrisa se ensanchaba y la cara de estupefacción del jefe de migración se hacía más obvia

—Ehh… si-guiente.  —¿primer cosa que llevaría a una isla desierta?—

—Pff, obviamente yo lo llevaría a él y él a mí— sonrió lascivo mientras Gilbertson lo miraba con cara de duda; definitivamente Usami no era lo que esperaba

—De acuerdo… ¿por qué escribe BL?—

—Hiroki me regaló un libro, “Hybrid Child” y eso me inspiró a crear historias de él y mías en situaciones similares para luego crear historias independientes con las que gano más dinero del que usted se imagina—

—Hmmm, cofpervertidocof—

—¿Dijo algo?—

—No no, nada… siguiente pregunta.—  Gilbertson volteó hacia sus hojas, ¿Qué le habría visto Kamijou al sujeto con problemas de obsesión compulsiva por su prometido? ¿a caso Kamijou lo sabía?  De cualquier forma sintió una punzada rara en el corazón que decidió ignorar  —¿Qué cree que Kamijou vio.. ehh, mejor siguiente pregunta— volteó rápido la hoja y Usami exhaló una bocanada de humo viendo al tipo levemente nervioso pero decidió ignorarlo mientras volteaba hacia el cuarto en el que estaban, ¿en verdad este cuarto había existido alguna vez?,

—Hpm— dejó exhalar una sonrisa lacónica, no parecía que su infancia y adolescencia la hubiese pasado en aquella mansión que le sonaba tan ajena, e irónicamente lo único que recordaba era a Hiroki

—¿Usami dijo algo?—

—¿Eh?; no, no tiene importancia… aunque, en realidad si tiene importancia— resolvió entrando a la habitación mientras lo seguía Gilbertson.  —¿cómo está Hiroki?…— Gilbertson tragó en seco y frunció el ceño, aquello no estaba saliendo de acuerdo a su plan y menos con ese calor que de pronto había comenzado a sentir

—Eh, bien. Ahora conteste la pregunta— se aflojó la corbata ¿hacía tanto calor?

—No me ha preguntado aún— sonrió apagando el cigarro y cruzando los brazos mientras se sentaba en uno de los sillones, este tipo le estaba desesperando y Akihiko podía denominarse a sí mismo como una persona antisocial y aunque fuera un cliché barato de escritor, en aquellos momentos seguro le serviría para deshacerse del tipo lo más pronto posible.

—¿Eh? Sí, sí ¿alergias de Hiro-digo Kamijou? No, espere…—Cerró la mandíbula, mientras revisaba las preguntas nuevas que había incluido y no las del manual que había entregado.

—Por fin algo de la guía— suspiró el peliplata acomodándose en el sofá —son dos, a la langosta y a los mosquitos; recuerdo que yo lo cuidé cuando en un campamento tuvo alergia por esos zancudos, y dígame usted ¿ha tenido alguna alergia? ¿quién lo cuida? Seguro su esposa… ¿tiene esposa?...— su mirada violácea clavada en las orbes negras del jefe de migración que lo miraba desencajado ante el repentino interés del escritor tardando apenas unos segundos en contestar

—Yo… yo hago las preguntas aquí—

—No me ha hecho otra aún—

—Pff, trabajos de; espero esa no…—

—Asistente y luego profesor de literatura de la universidad Mitsuhashi, siguiente—

—espere, eh… ¿cicatrices? No esa— Cerró la mandíbula mientras sentía la mirada violácea sobre él y una enorme sonrisa adornando ese rostro inexpresivo que el escritor tenía ¡podía jurar que estaba allí! Y el papeleo que había desordenado le hacía preguntar lo que no quería

—Esa me gusta— y Gilbertson se detuvo de ordenar en el sillón su papeleo para voltear hacia el aludido y corroborar que en su rostro se empezaba a dibujar una sonrisa ladina, antes invisible, y que le daba mal presentimiento —la única cicatriz que tiene es en la cara interna del muslo derecho, sabe… si uno se fija con atención parece un corazón, aunque de lejos se ve como un oso de felpa; entraría en detalles pero no quiero tardarme tanto tiempo supongo que alguien lo está esperando en casa… Gilbertson, ¿se encuentra bien?—

—Ah eh…siguiente pregunta?—

—Hm, adelante— frunció levemente el ceño al notar que era insistente pero aunque la reacción que esperara fuera la contraria, algo en la cara de Gilbertson le decía que pronto desistiría.  Mientras tanto el aludido de ojos de halcón y cabello falso se levantó del sofá dirigiéndose al balcón donde antes habían estado, rechino los dientes un poco y volvió a su hoja de preguntas mientras intentaba con todas las fuerzas el no imaginarse la cicatriz que el peliblanco le había hecho el favor de detallársela; tragó en seco ¿en verdad estaba pensando eso? ¡¿y de un hombre?! Se pasó una mano por el cabello del peluquín descomponiéndolo un poco en el camino y esperando que el idiota del —¡Ajgh!—

—¿Gilbertson?— Akihiko quien le había tocado el hombro desde atrás intentó en vano contener esa risa al haber sido capaz de asustar a un tanto traumatizado tipo que de la nada se había levantado hacia el barandal.

—Tch, terminemos con esto quiere—

—Esperaba oír eso… ¿quiere?—

—No fumo, solo dígame… ¿qué cree que vio Kamijou en usted?—  Abrió sus ojos de par en par, esa era la pregunta que anteriormente había querido evitar, tal vez porque estaba seguro esa respuesta traería una connotación sexual o tal vez porque le daba ese extraño e incomodo malestar que lo venía atormentando de un rato cada que el peliblanco hablaba sobre el moreno, o tal vez el hecho de tener que reconocer a regañadientes que el tipo era apuesto y que le empezaría a dictar un monólogo del porque Kamijou se había enamorado de él…

—No lo sé—

—¿Eh?— salió de sus pensamientos para concentrarse en la respuesta que el fumador empedernido al lado suyo le daba, ¿eso era sarcasmo?; el jefe de migración solo tenía dos posibles respuestas para aquella ilógica respuesta:  o era estúpido o pecaba de humildad extrema. 

—Sí… me escuchó, no lo sé, anoche me enteré que me amaba pero no pude preguntarle por qué; pero… puedo decirle qué le vi yo.— Gilbertson tragó en seco, definitivamente eso era un verdadero mal presentimiento y sin poder detener al peliblanco, éste empezó su monólogo

 —Empezando con el ceño fruncido que tiene cuando se avergüenza, y como siendo moreno se le nota cuando está sonrojado, sus ojos café que brillan cuando voltea a desviar la mirada… —un paso atrás y las imágenes del moreno se acumulaban en su cabeza sin querer mientras empezaba a sentir sus manos sudorosas  —… pero ha leído todos y cada uno de mis libros a excepción de ese, también que es un amante de la literatura y sabe apreciar mis libros, también fue la única persona que se preocupó por mí, pero más que nada me encantan esos labrios cuando hace pucheros y las clavículas  que se marcan en su cuello,  los lunares que tiene en su espalda y ni hablar de ese trasero que tiene forma de

—¡Basta!— un paso atrás y Gilbertson cayó sentado obteniendo como respuesta una mano y una risa más de burla que de compasión…

—Tiene forma de corazón invertido—

—De acuerdo ¿quiere su visa? ¡le doy su puta visa a cambio que desaparezca!—  Un sonrojo evidente y una mueca de odio fue lo que Usami obtuvo mientras Gilbertson gateaba unos cuantos metros para levantarse y salir corriendo prácticamente del recuerdo inconscientemente impregnado de todo lo que el maldito escritor le había dicho sobre el moreno y sus ojos achocolatados, y pucheros y tra… ‘Agh’…

—¿Ya se va?—  no respondió, sentía su rostro arder en llamas y voltear a ver a la familia del ojicafé que no salía de su cabeza no era buena idea por lo que solo agarró sus cosas y somató la puerta saliendo de aquella mansión.

Por otra parte, más arriba, en el segundo nivel se encontraba Akihiko un poco sorprendido pero satisfecho al fin y al cabo pues al menos Gilbertson se había ido con la promesa de su visa; sin embargo, sin restarle importancia al por qué se había ido, le dio un último sorbo al cigarro y exhalado el humo lo apagó en un cenicero dirigiéndose inmediatamente al foco de su consumición de tabaco y ahora futuro esposo.  Se dirigió a su antigua habitación y abrió la puerta silenciosamente, si se encontraba enfermo cabía la posibilidad de que estuviera dormido pero aunque hubiese querido ver la imagen tierna de Hiroki durmiendo, la que vio fue por mucho,  más encantadora.  El silencio reinaba en la habitación y unos ojos cristalinos pasaban con cuidado una página del libro que tenía en sus manos; su primer libro.

Resopló bajito, ahora que lo pensaba, si pudiera volver a tener diecisiete y pudiera volver a escribir ese libro, de seguro no hubiera escondido a Hiroki tras la protagonista principal; Hiroki era perfecto tal cual era y por ello era inspiración de la mayoría de sus obras, de las cuales en ninguna había salido propiamente él, pero ahora ¿qué caso tenía esconder a quien incluso se había encontrado a sí mismo en cada escrito?... Su mirada profunda se reflejó en el moreno que concentrado en su silencio no se había dado cuenta de la llegada del otro, verlo allí con su mirada concentrada en el libro, con sus ojos llorosos, con su respiración calmada y recostado en la cama que muchas veces de pequeños compartieron le dejaba algo en claro:  Quería plasmar a ese primer y único amor en un libro, la continuación de ese libro que Hiroki posaba en sus manos, pero con un protagonista distinto, un trama un poco más nostálgico y definitivamente un final que tenía en mente para resarcir todo aquel tiempo en que ocultó sus sentimientos del mundo, de Hiroki y de él mismo. 

Cerró la puerta tras de sí y un ligero respingo sobresaltó al otro que inmediatamente despegó sus ojos achocolatados de la lectura viéndolo e inmediatamente ocultando la mirada tras su fleco que caía levemente sobre su mirada y volviendo a fingir que leía en un intento vano de no verse tan patético según Hiroki, pero aquello solo denotaba una actitud más tierna. 

El moreno respiró profundo, no era el momento en que bakahiko entrara a la habitación, no cuando había decidió leer el libro y su primer capítulo detallando al parecer un túnel verde que dirigía a hacia un conjunto de árboles en donde se podía ver el cielo, el verde, azul y blanco…

—Ya no me acordaba, del día en que nos conocimos…— Susurró.  No quería despegar sus ojos casi llorosos del primer capítulo de la famosa novela que ganó el premio Naomori; no, no quería enfrentarse a esa mirada violácea que lo encaraba, no quería reconocer su error de no haber leído aquel libro con anterioridad cuyo protagonista era una hermosa niña castaña llegando llorosa al jardín de una casa ajena…—

—Era jueves— sonrió hacia la mirada baja que aún no se atrevía a verlo y caminó desde la puerta a paso silencioso hacia el castaño del cual solo se podía ver su fleco caer sobre sus ojos.  Se sentó en la orilla de la cama, junto al aparato que le proporcionaba suero al castaño y se quedó en silencio, viéndolo. 

A lo lejos podía oírse el sonido del reloj, pero ninguno le prestaba atención y en cambio Akihiko rememoraba tantos años de su infancia en que ese silencio estaba presente, tan acogedor como siempre, como cuando ambos se centraban en la calma de compartir el leer y escribir libros, de estar en silencio, de sentirse feliz y acompañado con el hecho de tenerlo a la par suya.  Pero había una diferencia abismal entre aquella época y ahora, porque ahora podía hacer lo que había querido desde que abandono esa habitación horas atrás e incluso desde hace mucho tiempo atrás..

Tomó su barbilla y elevó aquella cara renuente a enfrentarse a él y sin más juntó sus labios a los del moreno profundizando el beso en seguida, rodeando ese frágil cuerpo con sus brazos y saboreando cada parte de ese beso que era correspondido tímidamente.  Ahora el silencio era interrumpido por pequeños jadeos de ambos, sus respiraciones acompasadas y el sonido del juego que tenían sus labios encontrándose una y otra vez, tantas veces como fuera posible. 

—¿Hiro-chan se puede…— Anna sonrió ante la vista de Hiroki tirando a Akihiko de la cama mientras agarraba el libro que había en la cama y fingía leer.

—Umm—  Hiroki despegó levemente su mirada del libro para notar cómo sus familiares entraban extrañados; bajó un poco el libro de su cara esperando que no se notara su rubor mientras por el rabillo del ojo miraba que Usami se levantaba con un puchero de molestia que esperaba no le fuera a recriminar más tarde.

—Pensé que Gilbertson seguía con ustedes— mencionó Satou al ver la habitación sin encontrar al supuesto entrevistador que hacía falta, por su parte Hiroki volteó a ver a su prometido mientras le fruncía el ceño

—Akihiko… ¿Qué le hiciste a Gilbertson?— su puchero de reproche le daba a entender que sabía que era su culpa y aunque era cierto, supuso que no enteramente, pues sus planes de deshacerse de aquel hombre no habían salido como querían.

—Etto, solo respondí sus preguntas—sonrió y Hiroki agudizó la vista con enojo, —pero me mencionó que no era necesaria la entrevista de los demás y que me daría la visa lo antes posible— se excusó de inmediato ante esa mirada que Hiroki tenía clavada en él y aunque no estaba muy convencido decidió relajar la expresión, si todo estaba resuelto entonces no había problema.

—¿Entonces, Hiro-chan, Akihiko-kun… nos cuentan qué pasó?—la abuela se acercó hacia Hiroki mientras sostenía a Kevin y los volteaba a ver con cara fingida de duda.

—¡Oba-san!—

—No alegues Anna, todos queremos saber, y con lujo de detalle— respondió la abuela y Hiroki tragó en seco.

—Creo que nos disculparan, pero debo hablar con Usami— interrumpió de pronto Satou para sorpresa de todos y un ligero escalofrío de angustia por parte de Akihiko, en parte por recordar qué había pasado la última vez que se vieron y por otra parte por la cara de miedo que Hiroki había puesto y que aunque quisiera ignorar le daba mala espina.

Ambos hombres salieron de la habitación y se dirigieron al ventanal de la casa que se encontraba hacia su izquierda, antes de doblar el pasillo.  Akihiko estuvo agradecido por un momento al escuchar antes de cerrar la puerta, todas las preguntas no tan santas de la abuela; pero cambio de opinión ante el silencio ajeno de aquel hombre que tenía enfrente y cuya vista se dirigía hacia la ventana; suspiró despacio, sabía que él debía comenzar a hablar.

—Supongo que le debo una explicación— se cruzó de brazos esperando que el otro contestara o le volteara la cara pero no fue así

—Engañaste a mi hijo para que se casara contigo, nos mentiste a todos, y aún no me dicen la razón por la cual Hiroki está en cama enfermo de un día para otro…— De acuerdo, eso sonaba muy mal y Akihiko sabía que aquellas imputaciones eran muy difíciles de disentir si Satou las recalcaba de esa manera, pero antes que pudiera siquiera abrir la boca aquel hombre con mirada seria volvió a hablar.  —No necesito más explicación que esa…

—Yo…—

—No la necesito; desde que Hiroki está dispuesto a casarse contigo— Akihiko abrió sus violáceos ojos de par en par mientras Satou lo volteaba a ver con  una expresión más calmada —Yo sé que mi hijo está enamorado así que solo dime algo, ¿lo amas?— su mirada seria se clavó en las orbes del ojivioleta que se la devolvió serio para después relajar la mirada y voltearla hacia el ventanal que daba al inmenso jardín.

—Desde los diez— respondió claramente perdiendo su mirada en la vista de afuera y sonriendo inconscientemente ante la pregunta que hacía unos cuantos días le hubiera resultado tan confusa pero que ahora resultaba demasiado obvia para poder si quiera hacer el amago de dudar.

—Hm, mi esposa tenía razón— dijo más para sí mismo desvaneciendo su expresión seria por completo y cerrando los ojos mientras esbozaba una sonrisa de oreja a oreja, cruzó sus brazos, lo había escuchado una y mil veces de Anna pero quería escucharlo de la boca del afamado escritor para saber que aquel sentimiento era cierto; Satou era un hombre de pocas palabras y con aquella respuesta había logado obtener todo lo que quería saber.  Akihiko le devolvió la sonrisa cómplice y ambos hombres se retiraron del ventanal —Entonces… ahora que sí se van a casar espero cuides de mi hijo como se merece—

—De eso no debe preocuparse—relajó su tono mientras se dirigían hacia el cuarto, aunque al mirar levemente hacia su izquierda Akihiko notó la mirada incrédula de Satou.

—Y la próxima, no vuelvan a hacer el amor en el jardín… el clima no favorece—

—¿Eh?..—Detuvo su caminar mientras Satou sonreía dándole la espalda

—No le halló otra explicación lógica a su estado…—

—Hm, qué perceptivo— se terminó cruzando de brazos mientras Satou reía por lo bajo y abría la puerta de la ahora desastrosa habitación—

—Es mi hijo después de todo.—  Abrieron la puerta y ambos hombres suspiraron al unísono mientras veían a un Hiroki mareado de una conversación sobre los planes de boda que habían ideado la abuela y la madre de Hiroki.  Hiroki de inmediato lo volteó a ver dejando a un lado la conversación irrelevante que tenían ambas mujeres y relajándose al ver a su papá y a Akihiko aparentemente felices, mientras Akihiko levantaba ambos hombros y metía las manos en su pantalón mientras le brindaba una sonrisa cómplice. Ésa definitivamente era una forma muy interesante de empezar su relación…

 

Notas finales:

Uff chicas ahora sí me tardé incluso revisando n.n significa que me inspiré! Aunque el mes y tanto que no publiqué también sirvió :s en fin, ¿qué les pareció? Me cuentan oki ;)  y por supuesto aprovecho aquí porque ya es de noche y mañana es mi cumple :3 y no he respondido reviews :s agradezco lindas por sus reviews que ahora más que antes me alegran el alma porque siguen aquí compartiendo mis sonrisas, mis locuras y las situaciones de Hirohiko que espero tengan un fic como debió ser :’)

Las adoro en serio! Y aunque por el momento no pueda responder reviews (los acumulo) sepan que de veras adoro que estén todas allí y me escriban, con saber que les gusto me hacen super feliz.

Dejó recomendación!!!!  Tómense 23 minutos y vuelvan a ver el cap 9 de Junjou romantica 1 :3 que es donde esta mínimum.  Yo hacía ratos que no lo veía y me entró una nostálgia enorme!.  Las miradas que Akihiko le daba esporádicamente a Hiroki y luego escribía, la forma en que lo abrazaba, ese beso… ¡ese beso! :’) viéndolo me di cuenta incluso que Hiroki conocía antes a Akihiko que Akihiko a él (sip soy distraída xD) por si no lo habían notado o se les olvidó, en el inicio Hiroki dice el nombre completo de Akihiko :’)  Kyaaaaaa mucho recuerdo hermoso

Ahora si hermosas las adoooro y hasta el otro lunes que literalmente (y con lo traumada que soy en fechas) xD ya se va acercando el final :s pum pum!!!

Bye!!

 

 

 


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