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The Proposal por Himiko Hirisashi

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Notas del capitulo:

No puedo creer que ésta es la última vez que les digo Hola! :’) sé que siempre he sido una perica para las notas y les hablo hasta de lo que me voy a morir xD pero saben, me alegra en demasía que ustedes también lo hicieran! y que me dijeran que les gustaba de verdad me dejaba una gran satisfacción :D 

Estas notas son cortitas, porque me extiendo al final xD pero quiero agradecerles desde el fondo de mi alma por leer Hirohiko, pensaba en verdad que era la única que le gustaba esta pareja y pum! Darme cuenta que mi OTP también es querida y no soy la única creo que es lo más valioso que me llevo de haberme aventurado a escribir tanto de ellos.

Suena a despedida, aunque tengo demasiados fics en cola de ellos dos xD pero este es mi primer longfic y es puramente Hirohiko y lo apreció tanto que les estoy eternamente agradecida por seguirme! En verdad mil gracias a todos y todas!! n.n Así que este último capítulo va en dedicación va para ustedes!

Melyoan, SooL2900, Krissia, Ri Schezar, AlejandraKamijou, gemma, aki-chan, Demonik, Karen, Nao, Daniela, karena, buba, Mary, Sesshomaru-sama, Lady Kiam, SXE4EVER, Nyan Neko, y E.  Y por supuesto a todos los que me escribieron reviews con anónimo n.n  Y a quienes de ustedes no tuvieron cuenta de amor yaoi ni de ffnet especial gracias!!! (porque todos sabemos lo que cuesta escribir los pinches números para enviar un review y que te diga que está mal escrito) xD  Y finalmente gracias too a mis lectores silentes n.n yo lo he sido varias veces de otros fics y por eso sé que está allí o.o puedo veeerlos! (?) xD

Ahora sí, después de mis notas “cortitas” de inició los dejo con el último cap! :’)

Abrió sus violáceos ojos contemplando a la par suya la figura esbelta del moreno que dormía plácidamente a su lado; Akihiko emitió un suspiro bajo acompañado de una leve sonrisa en sus labios y se levantó de la cama tratando de hacer el menor ruido posible para no despertar al Hiroki,  dirigió sus pasos silentes hacia el despertador y desconectó el enchufe de éste dibujando una pequeña sonrisa traviesa mientras se iba a dar una ducha y a alistarse para salir.

Hoy debía ir a la Editorial Marukawa Shoten para dar la conferencia, quizá, más importante de su carrera como escritor; tal vez para algunos sonaría muy abrupto una conferencia para hablar del final de un libro, cuando comúnmente cualquier escritor concertaba conferencias con los medios para la presentación de un libro; y precisamente en ello radicaba la importancia de aquella entrevista que estaba en boca de todo Japón.

No solo los atentos lectores del famoso escritor japonés sino también muchas personas que por la particularidad del libro, comenzaban a leer las novelas de Usami; estaban a la espera de la famosa entrevista que se había anunciado junto con la publicación del libro; la entrevista que daría la respuesta al por qué de, la que se suponía iba a ser la obra célebre de Usami, había sido escrita y publicada incompleta. 

Usami Akihiko retaba a quien leyera su libro a saber el final de la obra en la entrevista que daría esa misma mañana.

Después de alistarse, agarró su computadora y la guardó en su maletín y también pasó recogiendo las tres copias de su nuevo libro el cual Hiroki había leído, además sus propios manuscritos y el libro que le había regalado asegurándose de dejar a Hiroki sin la posibilidad de poder leerlo; supuso eso le daría más tiempo…  El Mundo entero tenía puestos los ojos en Akihiko y esperaba que aquella entrevista que sería transmitida a nivel internacional saliera a la perfección, y para ello necesitaba la colaboración de su personaje principal y por supuesto que éste no supiera nada del asunto era indispensable por lo cual había salido lo más sigilosamente posible hacia su convertible rojo para dirigirse con Isaka-san y Aikawa.

La conferencia estaba programada para medio día horario de Japón y llegó dos horas antes para ver por su propia cuenta el set que estaría preparado para él y juntarse con las dos personas que le habían ayudado a planear todo.

-Usami Akihiko llegando temprano a una conferencia planeada por él… deberías irte a Sitka más seguido,- respondió Isaka burlonamente ante la llegada del peligris.

-¿y… Hiroki?-; preguntó tímidamente Aikawa quien se encontraba al lado de Isaka,  tratando de sonar lo más desinteresada posible pero su actitud desde el incidente de la visa era notoriamente diferente.

-Él no sabe nada-

-¡¿Eh!?- ambos acompañantes del escritor se quedaron boquiabiertos ante la respuesta tan simple de Usami.

-¿Y qué carajos vas a decir en la entre…-

-Pero estoy seguro que vendrá- sonrió amablemente mientras Isaka le hacía una cara de confusión y la de Eiri cambiaba a una de nerviosismo y tal vez un sonrojo que a simple vista no se podía ver.  -Oigan… gracias por ayudarme a hacer esto-

-Mientras me genere ganancias…- se cruzó de brazos y su vista azulina se dirigió al enorme salón en el que se llevaría a cabo la conferencia.  Por su parte, Usami alzó una ceja ante la mentira que acababa de escuchar de Isaka pues muy probablemente aquella entrevista acarrearía más problemas que ventajas para él, pero algo le decía que aquello no lo hacía por dinero, y mucho menos cuando, aún con la vista fija en el set Isaka suspiraba audiblemente con una sonrisa nostálgica que Akihiko pudo notar.

-También gracias a ti Eiri-

-Umm- contestó la pelirroja bajando un poco la mirada,  Akihiko vio extrañado la pequeña sonrisa falsa que esbozaba su editora, la cual se había venido repitiendo esos últimos cinco meses desde que llegó a la editorial con una nueva idea de un manuscrito; intentó obviar aquella actitud sumisa que ahora portaba la editora pero esta vez portaba un aire levemente más triste que no pudo evitar preguntar

-¿Aikawa, éstas bien?-

-¿Eh?, sí sí yo solo… eh…. solo pensaba que tardarse solamente dos meses en escribir un libro; es sorprendente… Hiroki-san lo inspiró ¿no?- levantó la mirada tratando de sonar convincente y logrando que Usami le devolviera la sonrisa de nuevo.

-Sí; y también por él terminé el libro de la forma en que sabes, solo espero que todo salga bien- terminó hablando para sí mismo Akihiko mientras Eiri lo miraba fijamente, con ese brillo nuevo en los ojos del escritor que probablemente jamás había tenido y sólo se limitó a asentir en silencio mientras ella sostenía una de las copias del famoso libro y volvía a abrirlo para leer la última página de éste.

AxHxAxHxAxH

Abrió sus ojos chocolate de repente cuando la luz del Sol pegó directo en su cara haciéndole cerrar sus ojos con más fuerza, pero aquel sentimiento de no querer levantarse se esfumó en un segundo al percatarse del calor que el sol le proporcionaba lo cual significaba solo una cosa, se había levantado tarde.

Frunció el ceño de inmediato mientras tiraba a cualquier lado de su cama el montón de sábanas que tenía encima; odiaba levantarse tarde y al ver el reloj desconectado  a la par de la cama supo a qué se debía su sueño extendido, iba a reclamar a la única persona que vivía con él pero al voltearse notó que no estaba.   Rodó los ojos, seguro ya era tarde y al ver el reloj de la pared visualizó que eran las 10 de la mañana, resopló exhausto suponiendo que ya se había ido para la entrevista que debía dar a mediodía y la cual ahora que traía aquello a colación, no pudo evitar esbozar una sonrisa de alivio.

Podía decir con orgullo que él era el admirador más grande de las novelas de Akihiko, desde que el ojivioleta a sus diez años le había dicho que leer sus libros era el secreto que compartirían y hasta la fecha, Hiroki atesoraba cada palabra plasmada con tanta elegancia en la escritura de su ahora prometido… excepto una pequeña frase

Antes de comenzar a leer esta obra, si la ha comprado el día de su publicación, favor leer el último capítulo el 29 de noviembre del presente año…”

¿Bakahiko estaba hablando en serio? A penas había leído esa frase en el primer capítulo de la obra, volteó a ver al escritor quien con una mirada profunda le dio a entender que aquello era verdad.  Y precisamente esa pequeña oración era lo que le había venido molestando en esos tres meses que recibió la novela como regalo.  Era lógico que con una frase como esa en una semana había terminado todos los capítulos que contenía, a excepción del último; pero lo que le mataba de la intriga era saber con exactitud el final de la novela que la había vivido en carne propia y que comenzaba con una noticia sobre la expiración de su visa.

Sí, Akihiko había relatado en el susodicho libro los tres días que había pasado en Sitka; escribiendo en tercera persona, utilizando su propio nombre y el de los demás sin cambiar absolutamente nada, ni la descripción de su casa, ni los nombres de su familia, ni la farsa que había cometido contra el departamento de inmigración.  Pero aquello no era lo que había mantenido a Hiroki aferrado a aquella obra que interrumpía a cada capítulo para proponerle a Akihiko hacer el amor; lo que Hiroki no podía creer era la descripción de su persona página tras página, descrita desde el punto de vista de Akihiko, trayendo a colación detalles y recuerdos que ni él mismo sabía o se recordaba; en palabras tan fluidas plasmaba sus sentimientos pro el moreno de mil y una formas en que Hiroki no podía siquiera imaginar y que dentro de la obra Akihiko las expresaba tan sutilmente que sus manos temblaban de solo leer aquellas palabras del escritor y el peso del libro se hacía cada vez más grande y sus ojos chocolate se nublaban con imágenes borrosas por las lágrimas acumuladas que le impedían leer y el sentimiento de culpa por ser tan idiota de no haberse dado cuenta de los sentimientos del peligris antes y pronto dejaba la lectura; cuando necesitaba volver a abrazar a Akihiko y besarlo hasta que sus lagrimas pararen.  Ese hermoso libro, que con tanta atención y detalle había sido escrito, se encontraba incompleto.

Hiroki dirigió sus pasos a la sala de estar, donde siempre reposaba el libro esperando por la fecha que anunciaba el escritor para poder leerlo y que por fin llegaba; sin embargo, le pareció extraño notar que el libro ya no se encontraba en su lugar, vio alrededor de la sala, en el mueble a la par de la televisión, en el sofá, aunque de verdad era inútil pues al menos con sus libros él sabía dónde los dejaba perfectamente y máxime si era aquel libro. Decidió resignarse de inmediato pues estaba seguro que si no se encontraba en su lugar, probablemente Akihiko lo había tomado sin permiso o la sirvienta que habían contratado para que hiciera limpieza general semanalmente lo había movido de lugar; de cualquier forma necesitaba leer ese libro ya, por lo que subió de nuevo hacia uno de los cuartos de Usami que se encontraba repleto de libros de ambos poseían pero apenas llegó hacia donde se suponía debían estar las dos copias de ese libro, pudo visualizar el espacio vacío y su reacción inmediata fue cerrar el puño y centrar sus cejas en una expresión clara de enojo por las estupideces que Usami tenía en la mente para quitarle el libro aquel día.  Ahora no se salvaba de gritarle aunque fuese por teléfono, ¡necesitaba leer el último capítulo joder! Ni siquiera se había cambiado con tal de leer el capítulo faltante en el que llevaba meses esperando para que Usami viniera a hacerle bullying a estas alturas.  Agarró el teléfono celular y vio en su pantalla un mensaje de Akihiko, abrió aquel mensaje y su puño se cerró casi destrozando el aparato.

“compra otro”.  —¡Estúpido Bakahiko!— gritó a la habitación vacía para meterse a la regadera y alistarse lo más rápido que podía sin desayunar si quiera para dirigirse a la librería más cercana que se encontraba a dos cuadras del apartamento estúpidamente grande y estúpidamente lejos del suelo.  Con sus hebras aún mojadas agarró las llaves del apartamento y bajó hacia el primer nivel, rumbo a la librería.

—Disculpe señorita, donde puedo encontrar el nuevo libro de Usami Akihiko, no lo encuentro en la sección que corresponde—

—Oh, ese libro se agotó, lo siento señor— respondió penosamente la chica que miraba al castaño que volvía a tener una expresión digna de su antiguo apodo de la universidad.

—Gracias— forzó su voz tratando de sonar amable aunque fue todo lo contrario provocando un leve susto en la recepcionista y llamando la atención de la jefa del lugar.

Salió de aquella librería calculando dónde se encontraba otra que tuviera el libro de Akihiko, aunque era de suponer que si estaba agotado en aquella librería también lo estaría en todas las pequeñas tiendas que lo vendiesen, “Bakahiko” pensó empezando a caminar y a hacer cuentas de quien probablemente se lo pudiera prestar, entre ellos estaba su madre, el profesor Miyagi, el papa de Akihiko, el rector de la Universidad de Tokio, todos sus alumnos de literatura, hasta podría jurar que  Gilbertson probablemente hubiese comprado el libro; pero el problema era a quien pedírselo, y definitivamente ninguno de los mencionados era factible de poder pedirle una copia.  Frunció el entrecejo y marcó el número de Usami, ese mensaje no le había servido para nada si estaba agotado su puto li-

—¡Señor!— una mano tocó el hombro de Hiroki quien de inmediato volteó a ver a la jefa de la librería que corría tras de él.

—¿Sí?—

—¿Es usted Kamijou Hiroki?—

—Sí—

—¡En serio! No… no, ¡no puedo creerlo!— la mujer delante de él amplió su sonrisa inmensamente y Hiroki la vio extrañado hasta notar dos libros de Usami en sus manos.

—Eh..—

—Me da su autógrafo por favor… es decir, perdón, tome—  La jefa de la librería le entregó una de las copias que se suponían estaban agotadas lo que por un lado le había ocasionado duda al moreno que pronto fue disipada por las palabras de la mujer delante de él.

—Usami Akihiko mencionó que usted llegaría a esta librería para terminar de leerlo— Hiroki podía notar el brillo en los ojos de la mujer delante de él, pero le dio poca importancia frente a las palabras que había dicho, definitivamente no estaba para esas bromas pesadas de Usami de dejarlo esperando por leer el tan afamado libro —etto, solo ehh… usted es el protagonista y… quisiera saber si…—

—Me pidió un autógrafo antes ¿no?—

—¡Por favor!— se inclinó la señora extendiéndole el libro y Hiroki dibujo una leve sonrisa ante la petición tan extraña que acababan de hacerle; tomó el libro que ella traía y lo abrió en la primera página colocando su firma y la fecha.

—Oiga y ya que hoy es el día en que había que leer el último capítulo, ¿ya lo leyó?— preguntó Hiroki desviando la mirada hacia ella que sostenía el libro en sus manos y quien de un segundo a otro empezó a llorar y sin darle tiempo a Hiroki de asimilarlo, sintió como unos brazos lo rodeaban y un llanto agudo se ocultaba en su pecho.  Hiroki intentó separarse pero se detuvo al instante pensando que aquello sería poco caballeroso aunque esa acción fuera aún más extraña que la petición.

—Lo-lo sien-to—susurró entre lamentos la chica que se alejaba rápidamente de él con los ojos aún cristalinos y devolviéndole la mirada con una sonrisa amplia.  —Léalo— fue lo único que dijo y Hiroki asintió agradeciéndole y yendo de regreso a casa con la sonrisa acompañada de llanto que le había quedado en la mente, ¿qué habría escrito Akihiko?  Miró hacia la ancha calle viendo el enorme edificio a dos cuadras, seguro no podía aguantare hasta llegar por lo que abrió la primera página del último capítulo y continuó su camino…

…Akihiko pestañeó mientras se ponía de pie viéndolo de frente; su corazón empezó a palpitar rápidamente al ver el objeto de su confesión frente a él; era obvio saber que Hiroki había leído la nota, lo que no lograba entender era cómo había viajado a Japón cuando él mismo se había llevado toda su documentación para viajar…

AxHxAxHxAxH

Akihiko contempló desde la ventana la fila enorme de carros que estaban estacionados frente a Marukawa y los demás que a mitad de la calle no dejaban vía para poder transitar, seguramente todos venían a la entrevista que iba a ser a puerta cerrada lo que significaba que no había audiencia,  solamente la prensa y televisión irían. 

Volteó su reloj al darse cuenta que eran las 11:30 de la mañana y faltaba media hora para que el conteo de una hora que duraba el programa comenzase. Ahora se preguntaba si aquello saldría bien, después de todo el que Hiroki no supiera nada tal vez complicaba las cosas un poco; dirigió su mano hacia la bolsa interna de su saco pero no notó la cajetilla de cigarros que siempre tenía a su disposición, pero pronto recordaba que ya no compraba porque las veces en que necesitaba fumar se habían esfumado, siendo reemplazadas por la necesidad de tener entre sus labios la boca del moreno pero ahora que él no estaba necesitaba tal vez apaciguar sus nervios con tabaco pero pronto desecho la idea cuando Asahina lo llamó para que, como había planeado, diera instrucciones a la prensa.

Entró al salón y efectivamente encontró el lugar repleto de cámaras, micrófonos, cables, y luces que se centraban en donde estaría Akihiko, Isaka y Aikawa sentados, que básicamente consistía en una mesa con micrófonos y delante de ésta todos los entrevistadores y cámaras posicionados.  Suspiró, aquella sería una entrevista interesante.

Llegó al  set donde debía estar, lo cual hizo a todos los presentes callarse y verificar la hora pues aún no se encontraban todos listos y el autor se suponía debía aparecer luego.

—Buenos días— Akihiko tomó uno de los micrófonos haciendo que los entrevistadores y el personal que se encontraba le pusiera atención.

— Se acordó que comenzarían a grabar a partir de las 12 del mediodía por lo que les solicitó que corten la transmisión para aquellos que han comenzado a grabar— comentó y espero un par de segundos en que todos los presentes hicieran caso de aquella petición dejando de nuevo el set en silencio.  —Gracias a todos por venir para esta entrevista; sé que la mayoría no lee mis libros, no se preocupen no es una queja— sonrió ante la risa general de su ahora improvisado público. —al ser invitados a esta entrevista, solo se les mencionó que trataría sobre el final de mi nueva novela, dándole tiempo a mis lectores para que pudieran leer el libro completo antes de esta entrevista; pero no les pediré eso, simplemente para que todos sepan de qué tratará la conferencia que daré, les pediré que lean la última hoja de mi novela; atrás hay copias para todos— respondió e inmediatamente la gente que se encontraba en el set volteó hacia las mesas que tenían aproximadamente cien copias del libro  de Akihiko, suficientes para que todos tomasen una y lograran leer el final de la obra.  Akihiko suspiró bajo, en menos de un minuto la prensa estaría con interrogantes que el dejaría sin contestar hasta que la entrevista comenzara.

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Hiroki rio por un segundo, una pequeña risa audible que apenas hacía eco en la sala, no podía negar que por un segundo creyó que Akihiko iba a describir lo ocurrido en la base secreta aquella noche, pero el haberse limitado a un beso relajaba por mucho al profesor aunque seguramente todos los alumnos de la universidad estuvieran leyendo aquel libro con protagonistas que conocían de sobra.

Amaba esa sensación; de reírse, enojarse, llorar y estar sumamente feliz.  Todos aquellos sentimientos que provocaban los libros de Akihiko, pero ninguno podía compararse a aquel que tenía en sus manos, probablemente se debía a que él había vivido la historia pero la descripción a detalle de lo ocurrido desde el punto de vista de Akihiko, hacía creer que ese libro sobrepasaba por mucho a los demás, ¿ésa era la forma en que lo miraba?, con cada palabra en donde lo mencionaba a él, Hiroki a penas y podía sostener el libro sin que un ligero escalofrío le llegase incluso hasta las muñecas soltando el libro un par de veces. Las páginas del libro seguían pasando y el tiempo no se sentía con la lectura de cada palabra que Akihiko había escrito; río una última vez al ver lo irónico de toda la historia cundo al final su visa se había podido resolver solo con papeleo presentado a tiempo por Asahina; y tal vez el toque gracioso y retórico de la historia era que aquello había sido verdad.  Volteó la página y se dio cuenta que era la última pero la redacción había cambiado a primera persona

Una vez se hubo ido el Director de Migración prometiéndome la visa que fue la razón principal del comienzo de los sucesos que relata este libro; ambos nos despedimos de la familia de Hiroki y quedamos solos de nuevo.  Hubiese querido decirle tantas cosas, ésa era la primera vez que nos encontrábamos cara a cara, sin mentiras ni sentimientos ocultos de por medio; solo me quedaba aclarar lo que en casi veinte años no pudimos sincerarnos, me quedaba dar mil y una explicaciones, me quedaba decirle lo que sentía; pero era tanto que decir que la única forma que encontré y sigo encontrando factible para hacerlo, es escribiendo este libro. 

Hiroki, sé que estás leyendo esto.  Antes de ese viaje pensaba que yo debía aguantar para que lo que estuviera alrededor mío no se desmoronara y aquello incluía, como bien sabes ahora y como bien saben los que han llegado hasta estas páginas, haberte alejado para que no me odiaras por amarte sin darme cuenta que compartíamos el mismo sentimiento, ¿perdimos mucho tiempo no?.  Pero estas últimas páginas de esta novela no son para arrepentirme del pasado, ni para rememorarlo; son para cambiarlo, como tú cambiaste ese pensamiento que vengo contemplando desde que tengo memoria; lo cambiaste con corresponder mis sentimientos a pesar de todo.  

Hiroki, ¿recuerdas cuando de niños te di mis manuscritos por primera vez y te hice prometer que era nuestro secreto? Ahora mis libros ya no son un secreto y tú ya no eres un secreto que guardaba en el corazón y ocultaba en mis obras.  Ahora todos leyeron este libro y saben que te amo, yo sé de sobra que tú me amas así que queda en ti terminar con un  final perfecto para esta novela…

Hiroki, ¿Quieres casarte conmigo?

 

Hiroki cerró el libro despacio, no había más páginas que leer, no necesitaba leer más.  Ése libro era su vida, la versión de Akihiko de todo lo que sentía, de cómo lo veía, de cómo lo amaba y que ahora el Mundo lo sabía.  Y en ese cuarto solitario podían escucharse los leves sollozos de Hiroki que por más que luchaba no podía controlar las lágrimas que fluían por sus ojos cristalinos y terminaban en la portada del libro, ni la sonrisa que delataba la respuesta de Hiroki.  De pronto sus audibles sollozos cesaron de inmediato.  Ése era el final del libro.

Sus ojos chocolate se abrieron de la sorpresa al notarlo al instante —Akihi-ko— susurró entre labios dándose cuenta que la entrevista concertada —es para la respuesta— se dijo a si mismo cerrando los ojos y ruborizándose de inmediato.  Abrió sus orbes chocolate inmediatamente y lo primero que busco fue su celular que, por haber entrado concentrado en la lectura había olvidado donde lo había puesto, por lo que su vista se enfoco mejor en buscar cualquier otro reloj y a penas visualizó la hora tragó en seco.  Diez minutos para el comienzo

Lo iba a llamar, y avisarle que llegaría tarde porque hasta ahorita había terminado de leerlo; tomó su sacó, el libro y las llaves de la casa dispuesto a llamar a un taxi, después de insultar como se debía a Bakahiko, pero a penas desbloqueó el teléfono tenía un mensaje del escritor.

—Tanaka está afuera— Hiroki frunció el ceño, Bakahiko había planeado todo ¿acaso él era así de predecible?, pero aunque intentó estar enojado no pudo más que dibujar una pequeña sonrisa al recordar las últimas palabras de aquel hermoso libro y aguantarse de nuevo el nudo en la garganta que automáticamente se formaba al solo pensar en el hombre que había escrito en su libro más famoso aquella petición tan importante y ahora tan real.

 Al visualizar al mayordomo con la portezuela abierta de la limosina esperándolo le devolvió la sonrisa y se subió de inmediato al vehículo; la oficina de Marukawa Shoten estaba a media hora, tenía el tiempo contado para llegar…

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Las doce del mediodía y un silencio rotundo se instaló en el salón de la conferencia de prensa; mientras Isaka, Akahiko y Aikawa estaban frente a una mesa rectangular viendo a los camarógrafos encender las cámaras y dar aviso de la grabación, y los reporteros esperando la señal de Isaka quien fue el primero en romper el silencio parándose de su asiento y siendo captado inmediatamente por el público presente.

—Buenas tardes, A continuación dará inicio la entrevista hacia el escritor Usami Akihiko respecto de su nueva novela publicada hace tres meses, titulada...— Isaka comenzó a dirigirse hacia la ronda de prensa mientras Akihiko desviaba su vista hacia Asahina que se encontraba pendiente en la puerta principal y que le había dado una respuesta negativa moviendo su cabeza hacia ambos lados, dándole a entender que Hiroki aún no había llegado.  Hizo una leve expresión de molestia que pasó fugazmente desapercibida y que cambio por una respiración honda diciéndose a sí mismo que no había de qué preocuparse, era Hiroki después de todo, y si no lo había dejado abandonado en el altar en Sitka, definitivamente no lo haría en esta conferencia.

La ronda comenzó, siendo Eiri la que moderaba las interrogantes que todos planeaban hacerle al escritor.

-¿… entonces con este libro declara abiertamente que es homosexual?-

-Hm, ¿no cree usted que es una pregunta redundante?—respondió con una sonrisa amable que disfrazaba lo tajante de su respuesta y que hacía reír disimuladamente a Isaka por la pregunta tan obvia que le habían hecho. —Pero si quiere una respuesta más concreta, es un gusto decirle que sí— rodó levemente los ojos ante el montón de preguntas que tocaba contestar…

—Ya que usted se describió a sí mismo en tercera persona en el libro, ¿implica también que los hechos que usted relata son reales?—

—Así es, no escribí nada que fuese mentira— Sonrió mientras veía a las cámaras enfocándolo y los entrevistadores apuntando.  Rio por lo bajo, no había escrito ninguna mentira pero le había faltado decir toda la verdad; y aquello incluía la noche que habían pasado en la base secreta, y la petición de Hiroki que se casaran.  Le hubiese encantado escribir con lujo de detalle aquella noche como si se tratase de una de sus novelas BL, pero sabía de antemano que Hiroki se enojaría por describir aquello así que tuvo que abstenerse de relatarlo; pero si Akihiko iba a sacrificar algo, era justo que Hiroki también lo hiciera y por eso decidió omitir el hecho que habían decidido casarse, una sonrisa ladina surcó su rostro; estaba ansioso por ver el puchero de Hiroki al reclamarle que él le había propuesto matrimonio primero…

—¿Y Hiroki Kamijou?— fue la siguiente pregunta que oyó de uno de los entrevistadores a quien Eiri había concedido la palabra.

—La fecha del día de hoy está plasmada en el primer capítulo de mi obra, pidiendo a los lectores que hoy leyeran el capítulo faltante; y eso lo incluye a él; cuándo lo lea de seguro vendrá a responder—

—¡¿eso significa que él no sabe nada!?—  Estuvo a punto de reír por las preguntas repetitivas de la prensa pero optó por la resignación al saber qué los medios siempre eran así, fuese con las noticias, los deportes, sus obras o cualquier pregunta que hicieran.

—No, solo que lo que cualquier lector sabe ahora— el murmullo no se dejó de oír y las manos alzadas se duplicaron ante la respuesta del escritor.

—Si es así, ¿cómo sabe que vendrá?—

—Porque lo conozco—respondió sin dudar y observando una de las cámaras que se encontraban grabando, en realidad una en específico… —¿No es así Hiroki?— la cámara que captaba su atención enfocó de frente a Akihiko y se pudo notar los flashazos que captaban la sonrisa del escritor frente a las cámaras y el ruido del público aglomerándose para hacer más preguntas no se hizo esperar.

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Hiroki se sonrojo ante aquel comentario que Akihiko había dicho ante la cámara que se reproducía en la televisión de la limosina y que Hiroki miraba atento y nervioso por la hora que era y lo lejos que aún estaba de la editorial a pesar que Tanaka iba lo más rápido que el tráfico le permitía.  Estuvo tentado a reclamarle que le hubiera avisado; ya que Tanaka había pasado casi una hora fuera del apartamento de Hiroki esperando que el bajase; pero no podía recriminarle nada puesto que eso en definitiva hubiera arruinado el final del libro; además al parecer, Akihiko tenía todo estúpidamente bien planeado puesto que sabía que Hiroki estaría viendo el programa en esos momentos, ¿era tan así de predecible?; Akahiko en algo tenía razón, lo conocía muy bien…

—¡Baaaaaaaaaaaakakihiko!, ¡seguro esto no lo previó!—

—Hiroki-sama, lo siento creo que hasta aquí puedo llegar—

—No hay problema, caminaré—  Se despidió de Tanaka y frunció el ceño mientras cerraba la portezuela del carro y rechinaba los dientes; el tiempo no le favorecía por lo que suspiró resignado y comenzó a caminar más rápido y luego correr las tres cuadras plagadas de carros estacionados por la acumulación de la prensa en la editorial y que habían ocasionado el cierre de esa vía.  A penas y podía sostener el aliento cuando llego viendo a Asahina con una enorme sonrisa, pidió a la recepcionista de la entrada un vaso con agua que Hiroki terminó en un segundo

—Relájate, todavía estás a tiempo— susurró a Hiroki mientras ambos comenzaban a caminar hacia el salón, dándole a Hiroki el tiempo para controlar su respiración; aún cargaba el libro en sus manos el cual apretaba con cada paso que dirigía hacia aquel salón donde estaría Usami.  Asahina abrió la puerta y sus ojos chocolate se abrieron de par en par contemplando el amplio salón y las más de cien personas que ahora tenían su vista puesta en él.

Las cámaras voltearon y el ruido que antes se escuchaba a través de la puerta se transformó en  silencio inundó el lugar y que hizo temblar ligeramente a Hiroki.  Tragó en seco buscando con la mirada a Akihiko encontrándolo sentado al otro lado del salón viéndolo fijamente, con una sonrisa perceptible en su rostro que le dio al moreno la confianza para al menos dejar de temblar.  Dio un paso hacia dentro del salón y de pronto observó como los presentes aplaudían su llegada; el silencio había cambiado por el ruido de las ovaciones y algunos vitoreos que se escuchaban y hacían eco en toda la habitación.  Caminó hacia el escenario en el que se encontraban Akihiko, Isaka y una chica que recordaba haber visto en algún lado, pero ahora más que ver el escenario trataba de no enfocarse en las decenas de cámaras que grababan cada movimiento que hacía; su respiración comenzaba a ser más dificultosa y su corazón que latía demasiado rápido no le ayudaba para nada, sus pasos comenzaban a ser más lentos y la su piel erizada le hacía sentirse aún más nervioso; subió las escaleras en silencio y su vista achocolatada que había estado fija en el suelo se levantó al terminar de subir las últimas gradas laterales que lo dejaban al lado de la mesa de entrevistas frente a la cual Akihiko se encontraba de pie esperando que se acercase a él.

Tragó en seco, podía sentir a su derecha las personas y las cámaras enfocándolo a él y viendo con atención lo que acontecía; por inercia sostuvo su libro con ambas manos, camino unos pasos más hasta que tuvo a Akihiko frente a él que le quitó el libro y lo puso a la izquierda donde se encontraba la mesa; volviendo su mirada hacia Hiroki quien al sentir que le quitaban el libro de las manos se percató de la situación en la que se encontraba y los nervios a flor de piel volvieron, pero bastó el segundo en que se topo con las orbes violáceas de su mejor amigo de la infancia para que aquellos nervios desaparecieran poco a poco.  Ambas miradas se encontraron y los aplausos cesaron esperando que alguno de ellos hablara, abriendo una brecha de silencio de nuevo en el lugar. Hiroki hizo ademán de hablar pero un suspiró entrecortado salió de sus labios al ver que Akihiko se inclinaba frente a él.

La sorpresa general del público se dejó escuchar y el sonido de las cámaras tomando fotos inundo el lugar.  Por su parte Hiroki no salía de su sorpresa y seguía con el aliento detenido, concentrado en la mirada del moreno y el sonrojo más evidente que había tenido hasta ahora…

—Aki…— no pudo continuar con sus palabras y en cambio parpadeo varias veces llevando su mano a su boca al enfocar cómo Akihiko desviaba su mirada para dirigirla a su saco y sacar una pequeña cajita aterciopelada blanca.

—Hiroki— el tiempo se detuvo y su sonrisa se amplió al ver los ojitos llorosos del moreno, tan cristalinos que combinados con ese sonrojo le daban una clara respuesta de los sentimientos del moreno.  Sintió como las cámaras, pasaron a las primeras filas del escenario pero aquello no importaba en lo absoluto ahora lo único que importaba era Hiroki, abrió la caja enseñando el anillo de compromiso en oro blanco y el rostro perfecto de su primer amor que comenzaba a derramar lágrimas.  —Yo, desde que te conocí… siempre había querido hacer esto— su voz se tornó resquebrajada; hace mucho se había prohibido llorar frente a los demás pero esa sonrisa tímida que se asomaba tras la mano de Hiroki en conjunto con las lágrimas que el moreno derramaba le estaban impidiendo hablar y más aún con esa molestia que comenzaba a sentir en la garganta. —En verdad te amo, Hiroki… ¿quieres casarte conmigo?—

Hiroki no tenía palabras para describir aquel sentimiento que ahora lo inundaba por dentro; el pequeño niño de ojos violáceos que encontró en su base secreta, su primer amor, el que creyó ser no correspondido, el que intentó alejar, el amor unilateral que nunca pudo superar… Usami Akihiko estaba proponiéndole matrimonio. Su cabeza se movió en sentido afirmativo y sus ojos chocolate contemplaron como la sonrisa de Akihiko se amplió y con ella los ojos vidrios violáceos derramaban al igual que él, lágrimas que no hacía el intento de controlar y que Hiroki contempló asombrado; y apenas Akihiko se levantó Hiroki se abalanzó sobre sus brazos sin darle tiempo siquiera a que se incorporara del todo y restándole absoluta importancia a las cámaras y sus cientos de flashazos, a las personas presentes que aplaudían, ni el mundo entero que lo observaba; y por el contrario cerraba sus enormes ojos achocolatados mientras sentía que lo rodeaban por la cintura y lo atraían hacía sí.

Hubiesen querido quedarse así por más tiempo pero el momento no era idóneo y la las cámaras que se concentraba en ellos no les permitían prolongar aquel beso por lo cual se separaron despacio volviendo a la realidad en la cual se encontraban: en una conferencia con demasiadas personas que tenían de seguro muchas preguntas qué hacerles.

Akihiko sonrió y sintió como de pronto una mano posaba sobre sus mejillas limpiando la fina línea de lágrimas de las cuales el no se había dado cuenta y de paso haciéndole un pequeño puchero; sí Akihiko sabía qué iba a decir por lo que solo atinó a abrazarlo y susurrarle al oído

—Ya sé que tú me lo propusiste primero… pero necesitaba hacer esto— Hiroki sonrió rodando los ojos y ocultando su rostro en el pecho de Akihiko; no, definitivamente Hiroki no era predecible, era solo que su prometido lo conocía muy bien. El ojivioleta alejó suavemente a Hiroki de su abrazo y tomó su mano y sacando el anillo de la caja lo colocó en el dedo anular izquierdo de la mano de su ahora prometido y tomándola entre la suya voltearon por primera vez a las cámaras y a ver de frente a la gente que los felicitaba.

Hiroki entrelazó sus dedos con los de Akihiko quien apretó su mano delicadamente y le devolvió la mirada violácea que solo reflejaba amor en sus ojos; y pronto se dio cuenta que faltaba algo que debía decir, aunque de sobra lo supiera su prometido.

—Yo también siempre te he amado— Hiroki sonrió para sí, conocía demasiado bien a Akihiko como para saber lo que haría en aquel momento y por inercia cerró sus ojos sintió los labios del escritor presionar los suyos.  Al final su amor había sido recompensado.

 

 

…Cuando se publicó, Akihiko lo sabía; toda aquella persona que leía el libro lo sabía;  todo Japón, acérrimos lectores de Akihiko, lo sabían;  prácticamente todo el Mundo lo sabía.  Sabía que aquel libro era probablemente la mejor obra del escritor japonés.  Y no era de extrañarse que pocos meses después volviera a ganar el premio Naomori…

Y cuando Hiroki escuchó la noticia que ese peculiar libro, con el cual su esposo le había pedido matrimonio, llevó a Akihiko a ganar el premio Nobel de Literatura, no pudo pensar más que en la declaración de Akihiko contenida en ese libro; sin poder evitar que una enorme sonrisa adornara su rostro y sus ojos cristalinos derramaran unas cuantas lágrimas incontenibles, tomó el libro que estaba sobre la sala de estar mientras contemplaba a Akihiko desde la televisión recibiendo el premio.  Apretó el libro contra su pecho, en 328 páginas Akihiko describía su vida, la vida de ambos, el cual se titulaba “La propuesta”.

Notas finales:

Bueno chicas, éste fue el fin :’) Y  ahora solo me queda revelación de secretos!!!! 

1.  Se preguntaran por las fechas xD les contaré.  Veamos:  Hiroki cumple el 12 de Mayo y Akihiko el 3 de marzo; la mitad de esas fechas cae hoy 7 de abril n.n  Y lo más importante, del 30 de julio (fecha en que comencé a publicar este fic) al 7 de abril (que terminé publicando este cap) hay exactamente 40 hermosas semanas! O mejor dicho, 9 meses :3 sip, creo que ya saben el cumple del futuro bebe de ambos xD

2.  Acotación que nada que ver, todos los mpreg que he escrito están basados en esa fecha xD

3.  Bueno creo que eso revela que falta una segunda temporada n.n pero chicas les tengo malas noticias u.u ahora el tiempo me ha consumido y creo no poder iniciarla aún (algo me dice que volveré a publicar en las fechas que son xD) pero seguro tengo para 12 de mayo un fic y para 30 de julio la boda! Si los privados me lo permiten intentaré avanzar con la segunda temporada

Y creo que eso es todo n.n en verdad a todas las que leyeron hasta aquí aquí aquí! xD mil gracias las he llegado a querer y tenerles la confianza de contarles muchas cosas y saber que me leen y que les gustaron tanto como yo, en verdad llena el alma :’) (en serio las caritas si son de nudo en la garganta) xD  espero encontrarnos de nuevo por estos rumbos!!!!

Solo me queda decir  ¡Viva el mínimum! :D  ¡Besos!!!!


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