Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

The Proposal por Himiko Hirisashi

[Reviews - 71]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Lo que ustedes tanto esperaban!! O mejor dicho, lo que yo tanto esperaba xD este cap. me hizo reír muchísimo espero que a ustedes también.  Tal vez no las rete al ice bucket challenge pero si las hice reír aunque sea un poquito tienen que escribir review ¿de acuerdo? xD

 

Sin más las dejo con nuestros queridos y jodidos (en el buen sentido O.o si es que hay buen sentido para eso) personajes

Anna Kamijou le besó la frente mientras Hiroki contemplaba a lo lejos a la abuela arrastrando a Usami hacia el muelle del lago en donde se encontraban con la lancha en la que habían venido y que, seguramente, usarían para ir a la ciudad. 

-Tu padre está en el jardín trasero, ¿de acuerdo Hiro-chan?- sonrió dulcemente mientras se alejaba de su hijo. Hiroki suspiró con receló, no le apetecía ver a Sato pero si él lo llamaba, la única opción que le quedaba era, como siempre, presentarse frente a él.

-¿Me llamaste?- preguntó Hiroki dirigiéndose al puesto de golf en el que su padre se encontraba.  Sin la presencia de Akihiko ni de su madre, la abuela o los invitados, Hiroki juraba que la tensión se sentía en el aire.

-Efectivamente…-lo miro de reojo por un segundo -sabes, tu madre compró estas ecopelotas que se disuelven en el agua- mencionó Sato para aliviar la tensión mientras colocaba una en el suelo y la lanzaba con el palo de golf hacia una pequeño islote artificial en donde se encontraba el hoyo en el cual la pequeña pelota no cayó.  Elevó la vista pero la mirada decidida de Hiroki, seguramente herencia suya, le delató que no estaba para largas conversaciones.

-Sabes Hiroki- continuó hablando Sato – tu madre está un tanto enojada, al parecer no fui el mejor anfitrión en la fiesta de anoche; realmente jamás creí que fueras a casarte y menos cuando nadie sabía que tenías pareja.-  Hiroki guardó silencio desviando la mirada, su relación nunca fue buena con su padre pero en vez de contrarrestarle lo que diría esta vez prefirió escuchar.

-el punto es- bajo el tono Sato ante la mirada de Hiroki – Te debo una disculpa- y como hombre de costumbres arraigadas colocó sus manos a la par de su cuerpo y bajo en posición reverencial a su hijo que igualmente aceptó la disculpa un poco extrañado de la actitud de su padre

-Hay algo más… he revisado mis planes de jubilación, -Hiroki respiró hondo, sabía cuáles serían las siguientes palabras – y estuve pensando… realicé todo en mi vida, construí una de las compañías más grandes y exitosas de Japón de la nada, un imperio con tu madre, y no importará a menos que…

-ya lo sé, ya lo discutimos… a menos que lo herede- respondió Hiroki seguido por su padre que había pensado decirle lo mismo.

-Hiroki, quiero discutir eso otra vez; incluso ahora más desde que estoy seguro de que no tendrás descendencia- forzó sus palabras Sato mientras Hiroki le fruncía el ceño tratando de controlar su actitud para no marcharse del lugar.

-Yo…-

-Tú tienes muchas responsabilidades aquí, siempre te eduqué así, desde que tú tienes memoria te lo puedo asegurar; he sido muy comprensivo sobre estudiar literatura, vivir solo, incluso aceptar que no uses las tarjetas que te di, pero

-Nunca te pedi-

-¡Basta Hiroki!, necesito que vuelvas a casa y tomes mi compañía-

-En serio eso crees, sabes que no puedo, soy maestro de cátedra…

-Eres un insignificante ayudante de cátedra y tienes el potencial para más, te ofrezco incluso ser el rector de la mejor universidad y lo rechazas, ¡qué demonios sucede contigo!- cada palabra remarcada hacía a Hiroki rechinar los dientes, definitivamente no se iba a quedar callado

-¿¡Acaso nunca vas a tomar en serio mi trabajo?!- comenzó a levantar la voz Hiroki quien se había acostumbrado a mantener el temple frente a los altibajos de su padre hasta ahora

-El único trabajo que acepto es un trabajo que te permita ganar millones como yo lo hago, como toda la familia Kamijou lo hace, como tu futuro esposo lo hace, Hiroki; y ese trabajo es el que te ofrezco como rector de la universidad o mi sucesor. Escoge.

-Pues lo lamento, quisiera que tuvieras otro hijo, que amara tanto el dinero como tú, o que siguiera tus pasos, pero sabes qué, soy profesor de literatura, eso es lo que quería por eso no quiero y no voy a aceptar las opciones que me propones.  Los ojos marrón de Hiroki no le quitaban la vista de encima, si no fuera porque su padre sonrió de lado.

-Si quieres ser profesor ayudante, sinceramente tiene nula importancia para mí.  No te entiendo. Agarró una pelota y la colocó en posición mientras Hiroki seguía con la fija vista en su padre.  –ambos trabajos que te ofrezco no impiden que dejes de ser profesor de literatura, y no sé cuál es tu juego ni tu razón de querer rechazarme, pero si no vas a tener hijos, al menos como Kamijou, deberías hacer lo que te corresponde.

-Y si ya no quiero ser un Kamijou- le retó inseguro por sus palabras pues sabía bien que no podía sostenerse de su excusa de que tenía que renunciar a su trabajo. 

-Bien, ponte el apellido Usami, igual no dejas de ser mi hijo, y si es necesario que te obligue, sabes bien que lo haré; con una llamada… puedo hacer que te despidan y eso, lo sabes bien-   Con toda la fuerza que pudo golpeó la bola con el palo de golf haciendo que cayese justo en el hoyo.  La mirada perfilada de Sato se desvió inmediatamente a Hiroki, delatándole su enojo y soberbia de saber que podía dejar desempleado a su propio hijo.  Su paciencia tenía un límite y más cuando Hiroki era el único hombre en todo el mundo que no le bajaba la mirada al magnate Kamijou, ni porque fuera su padre.

-En ese caso,  no acepto tu disculpa- fue lo único que pudo pronunciar Hiroki antes de darle la espalda y caminar lejos de la vista de él.

AxH AxH AxH

-Sabes abuela, prefiero fumar a beber.-

-Poooor favoooor, no seas capric-ch-choso, apuesto a a a a que sa-sabe mejor que el sem…

-Abuela ya tomaste mucho-

-Anna, devue-vuelve vaso-

Akihiko suspiró, ellas dos eran buenas personas, la verdad consideraba a Anna Kamijou como lo más cercano a una madre, desde que la suya se ausentó permanentemente.  Incluso Anna aún en los días festivos le enviaba canastas repletas de frutas.  Una sonrisa surcó sus labios, inclusive la abuela lo trataba como si de Hiroki se tratase.  Hubiera sido una conmovedora escena familiar si no fuera porque a la par suya una rubia de ojos celestes lo miraba contenta.  ¿Qué clase de sorpresa se supone era ésta? La ex prometida de Hiroki sentada a la par suya bebiendo como si lo conociera de hace tiempo.

Akihiko sabía ocultar perfectamente sus sentimientos de amor, en eso tenía práctica desde los diez años; pero cosa muy distinta era ocultar sus sentimientos de odio y aunque no podía llamar “odio” a lo que sentía hacia esa chica desconocida, una sensación de desazón le daba mala espina acerca de ella; lo hubiera denominado sexto sentido si no fuera porque solo las mujeres tienen ello.

-Usami-chan, ¿listo para la sorpresa?-

-¡Él es el tesoro de Si-Sitka!-

-La abuela tiene razón, él es genial-  respondió animada la rubia mientras Akihiko trataba inútilmente de no mirarla de forma asesina.   Un momento…

-¿Él?-  Akihiko abrió los ojos de par en par mientras las luces se apagaban, dándole una vista de medio segundo para notar que solo había mujeres en el bar al que lo habían invitado.  El bar quedó a oscuras y las luces enfocaron a un escenario con una silla.  Tragó en seco. 

-Sí, él- señaló la abuela mientras las luces enfocaban la parte de la barra de tragos y el bar tender se subía inmediatamente a la barra.  Akihiko perdió el aliento.

-No-

-Te va a encantar, es el mejor stripper de aquí- gritó Anna Kamijou eufórica mientras abrazaba un brazo de Akihiko quien ya había pensado en correr si no fuera por aquel pequeño detalle.  Todo había pasado muy rápido y no entendía lo que sucedía pero la música erótica del lugar le daba una excelente idea de lo que iba a suceder.

-¡Qué carajos…- Sus ojos ardían mientras miraba al hombre desvestirse; sus ojos en verdad no daban crédito a lo que veía y el grito de las chicas del lugar era lo único que lo mantenía consciente para saber que eso no era una pesadilla.

-Ya q-que te gustan-an los hombres,- dio un sorbo a la botella de Vodka en la mesa sin que Anna lo notara, le guiñó el ojo a Akihiko y sacó de su monedero de lana unos billetes- ¡el mejor stripper en tu despedida de soltero!-  Gritó la abuela agitando los billetes al bar tender.- 

No no no no ¡no!, ¿a esto se refería Hiroki? ¿y por qué mierdas la abuela se le fue la borrachera de un momento a otro? Bueno, que pudiera hablar rápido y fuerte no significaba que no estuviera alcoholizada;

-¡Quítate el pantalón para Akihiko!-

-Sí, está alcoholizada-  se dijo a sí mismo sin poder escuchar su propia voz por el fuerte ruido de las mujeres contemplando la no tan esbelta figura deshacerse de sus pantalones.  Movió su brazo pero Anna seguía sujetándolo y el tipo cada vez estaba más cerca.  Eso no le traía un buen presentimiento.

-Aki-chan- y por fin Anna le soltó el brazo; esa era la oportunidad, escaparía mientras la abuela le insertaba el dinero en la ropa interior al tipo cuarentón.  Pero a penas llego a pararse cuando sintió una mano agarrar la suya. Cerró los ojos por inercia

-No-

-Lléva-vatelo amor- Y con las instrucciones de la abuela dadas, el tipo empezaba a arrastrar a Akihiko al escenario.  Usami apenas hubo sentido el toque de la mano del hombre, dejo su mente en blanco y comenzó a palidear, su primera reacción había sido golpearlo en la cara hasta que muriera pero, los gritos de emoción de Anna Kamijou y la nalgada que acababa de darle la abuela al sujeto le dieron una alerta de no hacer nada.  Y como si fuera muñeco de trapo Akihiko fue arrastrado al escenario.  Comenzó a tener un tic en el ojo derecho y comprendió por qué Hiroki también los tenía.

El tipo le guiñó el ojo y Akiihko juró por un momento que iba a vomitar el poco vodka que había tomado.  Pero una vez sentado en la silla del escenario y contemplar a ambas mujeres felices, le dio coraje para intentar por lo menos no vaciar el estomago enfrente de la multitud de mujeres.  La música erótica seguía sonando fuerte y cuando menos lo sintió enfrente de sí tenía un trasero moviéndose de un ladro a otro.

‘No lo mates, no lo mates, no lo mates’ se repetía mentalmente mientras sus ojos violáceos se enfocaban en cualquier otra cosa que no tuviera enfrente.  Pero esos calzoncillos ajustados no le daban mucha opción a concentrarse en otra cosa. 

-Eso hijo- gritó la abuela desde el público y Akihiko no pudo interpretar si le decía a él o al señor que se movía “agraciadamente”.  La música cambio abruptamente por una más movida y los movimientos del bar tender/stripper se volvieron más agresivos, haciendo que Akihiko cerrase los ojos por inercia, ¿Cómo putas había parado allí?, -¡maldito Karma!- gritó sabiendo que la música no dejaba que nadie lo escuchaste.

-¡Eso es, pídele más!- gritó la abuela desde su asiento, y Akihiko no pudo más que poner una mano en su frente, que inmediatamente fue quitada por el stripper y besada mientras se hincaba

La multitud gritó y Akihiko tenía un grito de asco atascado en la garganta.  El stripper aún en una rodilla y con la mano de Akihiko sujeta, metió uno de sus dedos a su boca y aquello fue suficiente para que Usami lo soportara, frunció su ceño lo más que pudo y arrancó su mano de la boca de la boca del sujeto que se asustó por el movimiento.

Ahora no importaba, ¡al carajo todo! Después se disculparía con la abuela pero necesitaba hacerlo, empuñó su mano para atinarle un fuerte golpe en la cara pero para su desgracia, el bar-tender se paró y le dio la espalda justo en el momento en que Akihiko con su fuerza le dirigía el puño, muy tarde para reaccionar.

Akihiko había golpeado el trasero del hombre y todo el bar había gritado de emoción.  El hombre en ropa interior cayó al suelo y sin explicación alguna según Akihiko, se levantó cojeando para seguir bailando de una extraña forma.  Suficiente para que Akihiko saliera corriendo al baño de hombres a vomitar y luego a buscar un cuchillo para cortarse la mano. 

Sus manos estaban completamente rojas de tanto desinfectante y jabón que había usado pero ya no podía quedarse en el bar por tanto tiempo.  Salió del baño pero lo único que vio fue a la abuela bailando encima de una mesa por lo que supuso la fiesta aun no había terminado.  La música del lugar le seguía dando una jaqueca enorme por lo que atinó solo a buscar la puerta de salida del bar estilo caribeño y salir al comedor exterior que daba vista al lago de Sitka. 

El silencio contrastaba en demasía, suspiró sonoramente, si Hiroki se enteraba de esto, sería seguramente la primera vez que se avergonzaría en su vida.  Y lo más irónico era que no podía enojarse de la situación, después de todo tanto la abuela como la mamá de Hiorki habían tenido buenas intenciones.  De pronto sus pensamientos fueron interrumpidos por la puerta del que se abría dejando ver a Kiyomi.

-Hola-  Habló tímidamente la chica mientras se acercaba a la baranda en la que Akihiko ponía sus brazos.

-Hola- respondió escuetamente, ¿dónde había un cigarro cuando se necesitaba?

-¿todo bien? Pensé que como saliste de repente…

-todo bien-, respondió Akihiko sin dejarla terminar la frase.

-Ah… bueno….- comenzó a decir la chica

-¿desde cuándo lo conoces?- Soltó Akihiko de repente, hubo querido retractarse de sus palabras, pero esa pequeña espina lo tenía molesto desde que la conoció en la fiesta de bienvenida.  Sabía que era un reclamo de niño pero recordaba muy bien todas las vacaciones que Hiroki no estaba con él en la base secreta.  Para la infancia tan desolada que Akihiko había soportado, que su único amigo no estuviera con él, lo hacía retroceder al infierno de su vida en Inglaterra y, pensar en que la rubia que tenía a la par era quien le robó ese tiempo, lo ponía molesto y mucho para él que se suponía era un adulto maduro.

-Disculpa-

-Yo, me refiero al tiempo que llevas de conocer a Hiroki-

-Pues, desde que tengo memoria he de confesarte.- Akihiko frunció el ceño automáticamente,

-Mmm, ¿eras su prometida?… lo siento, fue algo que no debí preguntar- reaccionó Akihiko ante su propia pregunta, era algo en lo que no tenía ni voz ni voto y menos cuando era el prometido falso, pero desde que Sato se lo había mencionado en la fiesta, Akihiko se había quedado con la duda y aquella era la única oportunidad para preguntárselo.

-No, no hay problema- respondió dulcemente la chica mientras volteaba a ver el gran lago que se extendía frente a ellos.

-La verdad es abrupto que desde niño seas prometida de alguien, pero en mi caso me fascinaba la idea- aseguro la delgada mujer sonriendo, mientras Akihiko la volteaba a ver.

-A decir verdad,- sonrió mientras bajaba la vista –no tienes idea lo que sufría cuando el no visitaba esta isla; y déjame decirte que solo venía en vacaciones así que podrás imaginarte el tiempo que me la pasaba sola y triste-  le devolvió la mirada y Akihiko inmediatamente la desvió hacia el horizonte, le desagradaba demasiado que la mujer a la par suya compartiera ese sentimiento que de niño había tenido hacia Hiroki.

-Y, entonces por qué rompieron su compromiso, suponiendo que ese sentimiento aún lo conservas- indagó Akihiko, pues Hiroki la presentó como su ex prometida, estaba segurísimo que en la fiesta había logrado leer de sus labios aquellas palabras aunque hubiera sido interrumpido por la rubía allí presente-

-Etto… no rompimos nuestro compromiso- Akihiko alzó una ceja de duda.

-Yo… Hiroki no ha venido por años y, la familia Kamijou dijo que debía casarse antes de los treinta y cinco, creí…. Que venía por mi mano- respondió lo último en un susurro perfectamente audible para Akihiko.

-Yo…-

-Eres afortunado, la verdad nunca supe si me quería como yo lo quiero, pero  me alegra que haya encontrado a quien amar- dijo rápidamente la chica desvaneciendo, según ella, todo sentimiento de tristeza pero sus expresiones delataban todo lo contrario…

Un silencio incómodo surgió, mientras Akihiko intentaba no perder el temple de su rostro, ahora que lo recordaba Hiroki iba a venir sin él. ¿y si tenía planeado venir por ella? No, se lo hubiera dicho antes.

-Vámonos- escuchó inmediatamente una voz femenina conocida detrás suya; dio un suspiró la pesadilla había acabado, o al menos eso quería creerse.

Notas finales:

Uff no sé si es más largo que los demás o igual, pero como sea espero haberlas entretenido porque creo que a partir de aquí ya me pongo seria con esta relación de mis gordos (ok hace como dos epis me puse seria pero ahora será más O.o)  

Solo una pequeña acotación, ahora que estamos en el epi 9 y sé que están leyendo todo este testamento que he escrito es porque les gustó mi historia :3 y eso me hace re feliz.  Pues les cuento que llevo 92 páginas de este fic y vamos por la 50 :s y no he terminado de escribir, es por eso que atraso la publicación, no quisiera publicar las 92 y luego pasar meses sin nada y que se les olvide como va la historia, por eso me tardo :s espero puedan disculparme

Por todo lo demás existe review para que critiquen o para que opinen  :D Comentarios bien recibidos nee

 

Para todo esto… ¿alguien quiere lemmon en el fic? Con una que diga sí lo hago nee ;) Besos!! 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).