SeHun sabía que había algo que tenía que decir esa noche, pero con esos labios, suaves y dulces, contra los suyos, no se podía concentrar. Pareciera como si llevara meses, sin tener contacto con un cuerpo tan delicado como el de LuHan. Cuando la imagen de BaekHyun apareció en su mente, desmintiendo lo anterior, se apartó bruscamente de su esposo.
Los lindos ojos de LuHan, lo miraban entre confusos y apasionados. A través de la oscuridad, SeHun pudo ver en el fondo de aquellos ojos marrones. LuHan dio un paso, como si dudara de lo que debería hacer a continuación y eso le desgarro un poquito más por dentro. Era su esposo, no tenía por qué dudar, ¿en qué clase de marido de mierda se había convertido, para que el dudase de acercarse a SeHun?
Olvidándose de que todavía no había hablado con el, ni le había contado la verdad, SeHun tomo su rostro entre las manos y lo beso, suave y dulce, en los labios. Esa noche no iba a haber palabras, más que las que SeHun le dijera para hacerlo sentir amado. Esa noche, él le iba a hacer el amor, lenta y dulcemente, para hacerle olvidar, todos los meses de porquería que habían pasado lejos.
Sintiendo todo el cuerpo de su esposo apretado contra el suyo, SeHun tomo camino a las escaleras. No iba a amar a su delicado LuHan en el sofá, lo haría en la cama, su cama. Teniendo cuidado de no caer mientras subían besándose las escaleras, LuHan le quito la chaqueta, que cayó al piso. Cuando tropezaron, llegando al final y terminaron sentados en el último escalón, LuHan aprovecho para sacarle la camisa de los pantalones y desabotonarla y también para acariciar su pecho con los nudillos luego de quitar cada botón, y cuando su esposo le arranco los dos últimos y paso sus manos lentamente por todo su abdomen, SeHun decidió que era hora de seguir subiendo.
Pareciera que la borrachera se le había pasado, porque cuando se puso en pie y lo tomo en sus brazos, todo fue rápido y eficiente. LuHan acerco la boca a su cuello y lamio con la punta de su lengua, el punto donde se podía sentir el pulso de SeHun. El alcohol en sus venas fue reemplazado por lava, cruda y ardiente en su interior.
Sin darle tiempo a nada, lo lanzo sobre la cama y posiciono su cuerpo sobre el de LuHan, iba a darle todo el placer que pudiera, antes de obtener el suyo. Comenzó besando su cuello, su piel era suave, y olía a vainilla y galletas, era una extraña combinación de olores, teniendo en cuenta que con esa ropa, lo más seguro es que estuviese en un bar o con otro hombre. Alejo la idea antes de que se desarrollara, esa noche eran solo los dos, los demás quedaban fuera.
Subió a sus labios y lo beso ardientemente, mientras sus manos sacaban la playera y los pantalones, fuera del cuerpo de su esposo. Vio la forma en la que el pecho de LuHan subía y bajaba, oscilante por su respiración rápida, y el cómo su cuerpo yacía allí, esperando por él. Se sacó la camisa y el cinturón, el pantalón debía esperar, todavía no podía sacárselo, si lo hacía no iba a perder tiempo y se hundiría en LuHan tan rápido, como tuviese la oportunidad, y eso no debía suceder. Acercó una de sus manos a uno de los pezones de LuHan acariciándolo lentamente y apretándolo con un poco de fuerza.
—Se…Hun…— Era una súplica y un regaño. Bajo su boca hasta sus pezones y calmo sus ansias mientras mordía uno levemente. LuHan arqueo la espalda. Su mano bajo por su estómago y comenzó a tomar rumbo a la entrada del mayor. Cuando lo sintió allí, LuHan lanzo una exclamación ahogada. SeHun la conocía y en cuestión de segundos, lo tuvo retorciéndose debajo de su cuerpo. Lo acaricio, moviendo su dedo índice en círculos en su punto sensible y subió sus labios para susurrarle al oído.
—Vamos, cariño.— Su voz ronca, se oía de otro mundo. Siguió animándolo, hasta que introdujo dos de sus dedos en la entrada del mayor, LuHan dejo salir un suspiro de placer, SeHun comenzó a mover sus dedos dándole pequeñas embestidas con estos, mientras que los labios del menor vagaban por el cuello de LuHan, mordiéndolo y chupeteándolo dejándole varias marcas que seguramente estarían muy moradas para el día siguiente. Sacó sus dedos de la entrada de su esposo mientras hacía un recorrido de besos por su pecho, abdomen y finalmente el miembro de LuHan, sin pensarlo dos veces comenzó a depositar besos en este, LuHan jadeaba y respiraba entrecortadamente. El menor no perdió el tiempo y comenzó a lamer la punta del miembro ajeno, posteriormente dándole una buena mamada al miembro de LuHan.
Mientras el mayor se recuperaba de los temblores que sacudían su cuerpo, por el orgasmo, SeHun se quitó los pantalones y la ropa interior. Si no estaba dentro de su esposo ahora, explotaría. Se acercó a su cuerpo y con los ojos de el conectados con los suyos, comenzó a deslizarse en su interior. LuHan se retorció y SeHun lo tomó por la cintura.
—Despacio. Cuanto más lento, mejor.— La réplica del mas bajo, fue un gruñido, que termino en un jadeo de placer cuando SeHun se enterró hasta el fondo.
Se detuvo un momento para respirar y miro a LuHan a la cara. Sus ojos estaban cerrados y su boca entreabierta. Cuando el mayor sintió que él contrario se detenía, abrió los ojos y lo encontró observándolo. SeHun bajo su cara y beso sus mejillas, su frente y su nariz, luego miro sus ojos, fijos en los suyos.
—Te amo.— Lo beso en la boca, lenta y concienzudamente, mientras comenzaba a moverse en su interior.
Sintió la forma en como LuHan se apretaba a su alrededor, con brazos y piernas, como su interior lo ceñía y abrazaba, el calor y la suavidad de su cuerpo, lo acompañaba a cada segundo. LuHan comenzó a jadear y su respiración se hizo rápida y agitada. Estaba llegando de nuevo. El jadeo y lo estrujo en su interior, su cuerpo entero tembló y lanzo un gritito ahogado. SeHun se dejó llevar y se abandonó al placer junto con su esposo.
Una vez que los espasmos lo abandonaron, ladeo un poco su cuerpo, sin separarse mucho de LuHan y enterró la cara en su cuello. Esa noche permanecería así. Estiro una mano, alcanzo una de las cobijas, que estaban medio caídas de la cama y los arropo a ambos. Respiro hondo y cerró los ojos. Por fin había vuelto a casa.