Capítulo 3
« -Aah!- aquel grito de placer inundo sus sentidos provocando que se excitara aún mas-Ma-¡más!-
Ver a aquel pequeño cuerpo encima suyo, con un sonrojo en su mejillas, una traviesas lágrimas en la comisura de sus ojo y un rastro de saliva cayendo por esos provocativos labios, su suave piel cubierta de mordidas y chupetones - al igual que la propia-, eran en definitiva una imagen exquisita
-¡Rei-chan!- tomo con un poco más de fuerza las caderas de su pareja e hizo que las estocadas fueran aún más profundas- ¡Aah!- aquel gemido le había sido el interruptor para ir mas rápido y dar de lleno en aquel punto- ¡Mas rápido!- ni lento ni perezoso cumplió con aquella demanda.
-Nagisa...- se sentía a explotar, pronto terminaría, tomo entre sus manos el miembro del rubio he inicio a masajearlo tan rápido como sus estocadas
-Rei-chan... Yo... Nhg!- y antes de decir algo más el pequeño cuerpo de Nagisa sufrió un espasmo, liberando su semilla entre él y Rei, mientras en otro le llenaba por completo.
Nagisa cayo rendido cansancio.»
- Ha, ha, ha- se había despertado con la respiración agitada, la frente perlada en sudor y con un creciente problema entre las piernas- Maldición- y es que mentiría si dijera que aquel sueño no fue excitante y una exacta replica de lo que había ocurrido aquel fin de semana, y es que aquel fue el mejor polvo de su -corta- vida.
Se levantó y se dirigió al baño a tomar una ducha de agua fría.
La mañana paso sin problema alguno, siguió con su rutina y se fue a la escuela.
Después de caminar algunos minutos se encontró con sus amigos, quienes tenían unas sonrisas de oreja a oreja, o bueno al menos la chica, Rin una sonrisa moderada y Haru apenas una mueca visible para quien no lo conociera.
-Hola- saludo a los chicos y la chica amablemente
-Hola- le contestaron cada uno
Caminaron con paso tranquilo, por alguna razón esperando poder encontrarse con aquellos ángeles que les llevaron a cielo.
Pero más fue su sorpresa que al entrar solamente dos de aquellos cuatro chicos estuvieran presentes.
Mikoshiba Seijirou y Nitori Aiichirou. ¿Dónde estaban Makoto y Nagisa?
Haruka y Rei querían preguntar por el paradero de aquellos dos, pero las miradas de los otros les dieron una amenaza implícita.
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-Mikoshiba-san- era raro cuando Ai le llamaba de aquella manera, puesto que estaba más acostumbrado ser llamado 'Sei-chan' por los dos más bajos- ¿Estará bien?- estaba preocupado y asustado.
-Lo estará, Makoto nos hablara si necesitan algo- le abrazo para poder apaciguar los temores de su amigo.
Flash Back
-¿Donde esta Nagisa?- Makoto había encontrado a Seijirou a Ai en la esquina donde siempre veian a Nagisa, pero este estaba retrasado.
-No lo sabemos, llevamos quince minutos esperando- Mikoshiba tenía el ceño fruncido y Nitori estaba nervioso, Nagisa no faltaba nunca, aquello solo podía significar una cosa.
-Makoto...- los ojos azules de Ai se estaban cristalizando, alertando de las lágrimas que vendrían en camino.
-No te preocupes- le abrazo cariñosamente- Yo iré a ver como esta, ustedes vayan a la escuela, no se preocupen- aquella palabras estaban mayormente dirigidas hacia Mikoshiba.
-Claro... Solo, solo ten cuidado- Makoto dejo al menor en manos del peli naranja y corrió en dirección del hogar de Nagisa.
Fin Flash Back
-Todo estará bien- seguía abrazando a su amigo- Espera- le alejo un poco y saco su celular- Tal vez necesiten a Riko- le sonrió y mando un mensaje
-Es verdad- Ai se sentía un poco mejor, pero no estaría tranquilo hasta ver a su amigo.
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Makoto había llegado frente a la casa de su amigo, con la respiración agitada y sudando, mas no tenía tiempo para preocuparse por aquellos pequeños detalles.
Los tres sabían perfectamente como era el padre de su rubio amigo, un gran ejecutivo que se la pasaba en Tokio y pocas veces venía a ver a Nagisa, y cuando lo hacía...
Apretó los puños por la frustración y la ira que sentía en aquellos momentos.
Salto la cerca de la casa, esperaba que nadie le viera, ya en el patio dio la vuelta, la puerta trasera siempre estaría abierta, les había dicho Nagisa, abrió cuidadosamente y entro lo mas sigiloso posible, no sabía si el padre de Nagisa se encontraba aun en la casa.
Observo con cuidado el pasillo, todo estaba callado y algunos de los hermosos jarrones se encontraban en el suelo, rotos. Sintió la ira volver a crecer, quería golpear algo.
Avanzo dentro de la casa, observo en la cocina, no había nadie, la mesa tirada al igual que la silla, algunos platos y trastes.
La sala con latas de cerveza, los cojines tirados por todo el lugar, y cigarros, pero al fin y al cabo nadie.
Subió las escaleras con cuidando de no hacer ruido, sabía cuál era la habitación de su amigo, no era la primera vez que iba, todas las puertas estaban cerradas.
Eso solo pidió significar que aquel sujeto no estaba en casa. Camino rápidamente al cuarto de Nagisa, abrió la puerta y...
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-¿Dónde estará Nagisa-kun? - Gou y los demás estaban en la azotea de la escuela.
-...- Rei y Haruka observa a los dos únicos ángeles que habían asistido a la escuela aquel día.
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No escuchaba ningún ruido ni siquiera la sirena de la ambulancia, solo podía centrar su atención en el cuerpo de su amigo, sabía que su celular estaba vibrando dentro del bolsillo del pantalón, pero lo ignoraba completamente.
Frente a él, postrado en la camilla de la ambulancia y siendo checado por los paramédicos se encontraba Nagisa, inconsciente, con varios moretones y el labio roto.
Apretó los puños, dejando que sus nudillos adquirieran un tono blanco.
Continuara...